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El refugio de montaña, sesión de fotos improvisada (2)

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Permanecimos un buen rato el uno al lado del otro, pero el fuego se estaba consumiendo y empezó a darnos un poco de frío, así que me acerqué al fuego para echarle más leña, no quería que se enfriara aquella habitación, no quería que María se pusiera la ropa, me senté al borde de aquellas maderas colocadas a modo de sillas atizando la lumbre.

-Ven, acércate al fuego, que te vas a quedar helada

María obedeció, pero en lugar de sentarse a mi lado, se quedó sentada justo frente a mí, mirándome a los ojos, con una sonrisa tan pícara, que un escalofrío recorrió mi espalda… humedeció los labios lentamente con su lengua, llevo sus dedos índice y corazón de la mano derecha dentro de su boca a la vez que acomodaba su espalda contra aquella rústica pared, separó las piernas mostrándome su total desnudez.

-Voy a ver si te gusta -dijo dirigiendo sus dedos a su clítoris- me encantaría que me vieras masturbarme para y por ti…

Madre mía… María haciéndose un dedo para mi… es más… María haciéndose un dedo por mi… verla rozarse, meterse los dedos, sabiendo que me estaba excitando muchísimo, no paraba de observarme.

-Vaya, me está dando frio…- dijo parando

Se fue acercando a mí, dejo caer un puñado de ropa al suelo y se arrodillo entre mis piernas

-Creo que aquí voy a estar más calentita… ves? La espalda calentita y mis tetas- apoyándolas fuerte contra mí y sonriendo malévolamente- también estarán calentitas…

-No tengo malas vistas desde aquí- dije sonriendo a la vez que me echaba hacia delante para poder ver aquel culo que minutos antes había estado bombeando.- Así que por mi perfecto… pero ten cuidado, que a esa distancia puede que mi polla te busque…

Justo lo que María estaba buscando… con su lengua empezó a recorrer mi pierna llegando hasta la ingle y volviendo a bajar por la otra pierna, se notaba que no tenía prisa, que sabía lo que buscaba, volvió a subir y esta vez bajo por mi polla, que ya estaba casi lista para un nuevo asalto, dio una vuelta con su lengua alrededor de mi glande y volvió al tronco, ahora recorriendo mi cuerpo pasando por mi barriga, pecho, cuello, mi cuerpo se estremecía, y a la altura de mi oreja, paró y me susurro:

-Tú me has follado la boca, ahora mi boca te va a follar a ti… te voy a hacer tocar el cielo…

Y que le contestaba yo si al decirme eso mi polla se había activado como un resorte? Pues nada, sonreí aceptando aquel maravilloso destino que me ofrecía, así que me deje hacer, volvió a descender recorriendo de nuevo el mismo camino hasta llegar de nuevo a mi polla, que esta vez ya la estaba esperando totalmente erecta, me miro a los ojos y centímetro a centímetro la hizo desaparecer entre sus labios, mi pulso se aceleraba, mi respiración se entrecortaba, que maravillosa mamada me estaba haciendo, su lengua jugaba con el tronco y casi se la metía hasta el fondo, acomodándola, aplicando mucha presión y volviéndola a soltar, y todo sin ninguna prisa, saboreando lo que hacía, sabiendo que me tenía en su poder. Por un momento, la cordura llegó a mi… me había corrido dos veces… si me corría otra vez, tal vez no pudiera volver a hacerlo (iluso de mí, quedaba mucho día y noche…) y me quedaría con las ganas de estar dentro de aquel maravilloso coño, así que la cogí de la cabeza y empecé a tirar de ella para llevar su boca hasta la mía, la bese y fui guiando su cuerpo hasta que estuviera frente a mí, sentada sobre mí, con las piernas rodeando mi cintura. Cogí mi polla con la mano y empecé a dirigirla…

-Necesito follarte María, espero que lo entiendas – sonrió pícaramente y como comprenderéis, fue poner la polla en su coño y metérsela de golpe, estábamos tan lubricados que no había otra manera de hacerlo.

Gemimos a la vez, al notar que ya estaba dentro, notar el calor que rodeaba mi polla, el fuego que tenía dentro, nos quedamos por unos instantes inmóviles y María empezó a cabalgarme, a moverse para atrás y para adelante… marcando el ritmo… mis manos recorrían su espalda y bajaban a su culo, cogía fuerte sus cachetes y la ayudaba en el movimiento cíclico, eso la volvía loca, mi boca buscaba sus tetas, lamia sus pezones con la punta de la lengua, mordisqueaba suave…

-Cuidado- me dijo entre gemidos- no me dejes marca…

Recordé que no podíamos dejarnos marcas así que seguimos un poco más en aquella posición hasta que decidí cambiar, así que la guié sobre la tabla para que se tumbara y empezamos a follar a lo misionero, primero más despacio y fui subiendo el ritmo viendo como se iba estremeciendo, cada vez más profundo, cada vez un poco más fuerte, estaba tan lubricada que no era problema ni la profundidad ni la velocidad.

-Si sigues así… me voy a correr…- dijo como si estuviera disculpándose

-Pues tendremos que hacer algo… - me quite de encima suyo y me tumbe señalándole que se pusiera encima- súbete aquí…

Obediente, se montó encima pensando que me iba a cabalgar ella a mí, nada más lejos de lo que tenía en mente… cogió mi polla y se la metió, la deje que se moviera un poco, pero yo quería volverla loca, así que tiré de ella para que se dejara caer sobre mi pecho y lleve mis manos hasta sus labios vaginales para abrirlos más y comencé a bombear en esa postura, desde esa postura, arqueando un poco mis rodillas me daba más potencia de penetración a la vez que velocidad, inmovilice su cintura contra mi con mis brazos y le di como si no hubiera un mañana, acelere todo lo que pude, metí tan profundo como mis huevos me dejaban, María gritaba como una loca…

-Me voy a correr… me voy a correr- como si tuviera que justificarme y lo único que conseguía era que yo me cegara en seguir follándomela como un animal- me voy a … me corro… me corro…

Y en ese momento, viendo su cuerpo estremecerse, gritando, seguí embistiendo salvajemente hasta que yo también me corrí dentro de aquel ardiente agujero. María aún tenía algún espasmo y yo seguía expulsando semen… estábamos exhaustos… de esto no nos íbamos a recuperar en un buen rato.

-Quédate dentro de mí -me suplicó María- quiero sentirte dentro hasta que te quedes pequeñito -dijo sonriéndome a la vez que me besaba- qué maravilla… ¿Qué has hecho conmigo?

Poco a poco mi polla fue perdiendo tamaño hasta salirse sola, quedamos recostados sin hablar, sonriendo… María de un movimiento brusco se incorporó…

-Pues yo tengo hambre… voy a preparar algo –cogiendo su ropa y empezando a ponérsela

-Venga, te ayudo, que yo también quiero comer algo- haciendo lo mismo

Empezamos a sacar la comida que había traído María, comimos entre risas y contando nuestras cosas, con tanta naturalidad que estaba encantado de todo lo que había pasado, no me sentía culpable, me sentía bien, feliz.

-Sabes que esto lo ha cambiado todo, verdad? -ostia, que frío recorrió mi cuerpo, creo que ella notó la expresión de mi cara, porque continuó sin dejar que hablara yo- a partir de ahora voy a hacer todo lo que pueda para ir contigo a hacer sesiones de fotos cuando sean lejos, o hacer fotografía nocturna… me complementas… eres lo que faltaba en mi vida.

-Vaya -dije besándola- has encontrado la manera perfecta de definir lo que siento…

Por fin dejó de llover y salimos a hacer fotos, pudimos ver uno de los mejores atardeceres entre reflejos de charcos, el refugio y las nubes que se estaban disolviendo. María estaba muy pendiente de todo lo que le explicaba de la composición y exposición que estaba usando.

-En este caso es importante conocer la hiperfocal porque a la distancia que estamos del objeto, la profundidad de campo va a ser suficiente – María me miraba asimilando todo lo que le decía, seguramente un poco colapsada con todos los datos- pero poco a poco María, no te sientas abrumada que es mucha información que poco a poco la veras normal y cotidiana.

Su sonrisa y el brillo de sus ojos me hacían ver lo feliz que estaba, lo feliz que estaba siendo. Verla mirar las fotos que hacíamos, ver como quedaba en la cámara sin edición.

-Qué maravilla -dijo- creo que no voy a olvidar esta puesta de sol nunca, vaya fotos más bonitas

-María, tú sabes que para nosotros los fotógrafos tiene más peso toda la historia que tiene detrás que la foto en si… y esta tiene mucha carga -no pude evitar abrazarla y besarla

-Pues estoy segura que a partir de ahora le vamos a meter mucha carga a las fotos… -dijo con ese brillo de ojos y esa sonrisa.

Nos volvimos al refugio para cenar algo y hacer tiempo hasta que llegara la hora en que las estrellas estuvieran como nosotros habíamos previsto. Recogimos las cosas del refugio, dejándolo todo como lo habíamos encontrado y fuimos a la posición en la que habíamos dejado el trípode a modo de marca para preparar la foto.

-Que cielo de estrellas –dijo María con la boca abierta- es increíble como ha quedado la noche!

-Si, vamos a ver lo que sale… -coloque la cámara, ya le había cambiado el objetivo para poder pillar estrellas- venga, voy a configurar y te doy el honor de disparar tu

-Genial! Avísame… -dijo emocionada

-Todo listo, y como hay un poquito de luna, no vamos a tener que iluminar nada, así que, dale caña!

Y disparó, creo que fueron los 30 segundos más largos de su vida, hasta que apareció la toma en la pantalla de mi cámara.

-Qué maravilla! Es increíble como se ven las estrellas… como se ve la vía láctea… increíble!

-Si! Hemos dado en el clavo, composición y exposición perfecta! Tu primera foto de estrellas!

-Me encanta! -Me abrazó con fuerza – pero… para mi es la primera, tú has hecho muchas… para ti tiene menos carga… se me ocurre una idea- dijo dándome el disparador ahora a mi

Y se puso de rodillas en el suelo empezando a desabrocharme el pantalón, lo puso por mis rodillas y mis calzoncillos también.

-Voy a comerte la polla, voy a continuar lo que empecé antes, y esta vez, cuando te vayas a correr, pulsas el disparador. Veras como es tu foto de estrellas favorita…

Por supuesto que no me iba a negar a lo que me ofrecía, os imagináis hacer lo que más os gusta mientras os dan placer oral?... Probadlo, os lo recomiendo… Y ahí estábamos, bajo un manto de estrellas, María con mi polla en la boca, con los ojos bien abiertos, comiéndome la polla con tal maestría que me hacía difícil no gemir… María esperaba su ansiado premio, y yo intentaba resistir todo lo que podía para que aquel maravilloso momento no pasará nunca… pero no pude aguantar más y mi cuerpo se contrajo, como pude, pulse el disparador y María entendió que por fin había ganado, que su premio estaba saliendo por mi polla… Y María empezó a succionar con más fuerza, a hacer presión con sus labios para que no se escapara ni una gota… abrí los ojos y pude ver como me enseñaba el semen en su lengua y al levantar la mirada hacia la pantalla de la cámara, pude ver la mejor foto de estrellas que he hecho nunca… Yo la veo así… María se tragó su premio y volvió a meterse la polla en la boca para asegurarse de que no quedara ni una gota.

-Madre mía, no voy a olvidar nunca este día…- dije mientras recogimos todo el equipo y lo metimos en el Jeep.

-Esto es un principio… -dijo María sonriendo a la vez que me dio un beso- Seguro que encontraremos la manera de pasar tiempo juntos…

Y nos montamos en el coche buscando un carril que estuviera mejor que aquel cortafuegos por el que estábamos pasando. En mi cabeza había un “runrún” con sus palabras “Seguro que encontraremos la manera de pasar tiempo juntos” y de repente se me ocurrió:

-María, y si te meto en nómina -saltó mi vena de empresario- hace tiempo que necesito a alguien que me ayude en los eventos … para pagarle a otra persona, te pago a ti… y sería una buena excusa… te imaginas? Eventos, formación, sesiones…

-Tú lo que quieres es que te coma la polla debajo de tu mesa en el estudio… y sabes que lo haré…

-No solo eso! -dije poniéndome serio- soy muy profesional, necesito gente preparada- posé mi mano sobre su rodilla- yo lo que quiero es una persona de confianza… que estés editando fotos y llegue yo por detrás a ver lo que haces - mi mano comenzó a acercarse a su entrepierna- y si te veo estresada- desabroche el botón de su pantalón- pueda hacer algo para relajarte- mis dedos ya estaba rozando sus labios vaginales- no se si es algo que te pueda parecer bien…

-Diría que la cosa se pone interesante… -dijo separando bien sus piernas para darme total libertad de movimiento- creo que voy a ser una empleada muy obediente…

Y continué masturbándola a la vez que conducía por aquel carril que ya si parecía más una carretera normal… mis movimientos eran suaves, pero cada vez más enérgicos, María gemía, estaba gozándolo de verdad, su cuerpo empezó a contraerse, a tener pequeños espasmos, sus gemidos convertirse en pequeños gritos, justo en ese momento, empecé a masturbarla mucho más enérgico, el momento llegaba, gritaba, agarraba mi brazo, y explotó en un brutal orgasmo.

-Pero qué estás haciendo conmigo? Cómo es posible que no recordara lo que era correrse así? -escuchando sus palabras, mi sonrisa delataba mi satisfacción- solo me queda una duda dijo recuperando el aliento- cuanto te tengo que pagar para trabajar contigo?

-A mi me pagarás tú en carne!

Y nos reímos a carcajadas los dos! El trayecto estaba llegando a su fin, así que, paré un poco antes, en un lugar sin gente, nos besamos apasionadamente para poner el broche a un día increíble. Continuamos la marcha, hasta que la deje en su casa.

-Bueno jefe, ya hablaremos del contrato.

-Por supuesto que sí!

Y cada uno nos fuimos para nuestras casas. Donde tuvimos que contar una historia de un día aburrido en el que yo había estado explicando técnicas de fotografía a María y había descubierto que tenía grandes cualidades para trabajar conmigo. Creo que María tuvo más problemas en su casa… pero llevaba mucho tiempo buscando un trabajo estable, así que aquello fue la excusa perfecta. Ese día habían empezado muchas cosas, fue el principio de todo lo que vino después… pero eso ya son muchas más historias…

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