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El refugio de montaña, sesión de fotos improvisada

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Como fotógrafo, siempre estoy buscando ubicaciones nuevas para las sesiones, hay gente que lo que más valora de mi trabajo es que hagamos las fotos en la calle y no sean siempre los mismos lugares ni en estudio. Cada vez que tengo un rato libre, cojo a mi familia, mi Jeep y nos desplazamos en busca de los rincones más perdidos. Otras veces me voy solo, los niños van creciendo y muchas veces tienen que hacer deberes o tienen asuntos propios.

María es mi amiga, ella es deportista y aficionada a la fotografía. El deporte si lo practica, pero la vida familiar, su marido y los niños, no la deja disfrutar tanto como yo lo hago de la fotografía. Ella siempre me había dicho que un día se vendría conmigo… hasta que se alinearon los planetas y pudo venir aquella mañana de julio.

Soy madrugador, nunca sabes lo que puede pasar y puedes aprovechar más el día libre, así que habíamos quedado a las 7 de la mañana para intentar ver varias ubicaciones perdidas por la montaña, varios pasos de ríos, saltos de agua una aldea minera abandonada en los años 60 y un refugio de alta montaña…

-Buenos días Darío! – dijo María al abrir la puerta y acomodar su mochila y otras bolsas – vámonos que aun mato a alguien hoy…

-Buenos días María, que te pasa? –dije sonriendo- Es que te vas de casa? ¿Dónde vas con tanto bulto?

-Arranca y vámonos ya, porque Martín es un cabronazo, ahora va y me dice que había quedado con sus amigos para ir a cazar hoy, esta mañana- Martín es su marido, vive en su mundo, a su ritmo, María llevaba días diciéndole que se venía conmigo a hacer fotos y ahora le decía que él no sabía nada… a estos los llamo yo adolescentes eternos…- ¡vamos, no me jodas, pues que le den por culo! ¡Hoy me voy yo y él se queda con los niños!

-Buenos… tu tranquila, que ya estás en el coche…

Puse el GPS con el itinerario previsto, mi Playlist llamada “búsqueda de ubicaciones” y comenzamos la marcha. El día no era el mejor de todos, el tiempo estaba nublado, pero no parecía peligroso, así que no le di importancia. María se pegó todo el camino hablando de deberes, del chat de “mamis del cole”, de los problemas en casa con Martín… María es muy buena amiga, me preocupa y, siempre que puedo, procuro ayudarla. La primera hora del viaje se nos pasó rápido, y María se había desahogado bastante, ya empezábamos a hablar de fotografía, estaba mucho más tranquila. Al llegar a la primera ubicación nos bajamos y estuvimos viendo un pequeño salto de agua, colocamos nuestras cámaras en los trípodes y estuvimos probando varias fotos posibles.

-María, el tiempo lo veo un poco revuelto, y el próximo punto es un refugio de alta montaña, por lo que he visto el acceso es bastante duro, no tengo claro que podamos llegar con el coche…

-No te preocupes, yo llevo bastante comida, prefiero siempre que sobre y no que falte, así que hambre no vamos a pasar!- empezó a reírse mientras señalaba varias bolsas donde se veía una bolsa de pan de molde grande, diferentes fiambres y quesos- tu pones la gasolina, yo pongo nuestro alimento!

-Madres, como sois!! ¡¡Yo lo único que llevo es agua!! Vale, pues continuamos, y si no llegamos, valoramos ir andando o damos la vuelta.

Yo no tenía problema, en mi casa estaban todo el día fuera, en un cumpleaños de un amigo de mis hijos. Me daba igual comer en el campo que en mi casa. Arrancamos el Jeep y continuamos la marcha, puedo deciros que el camino cada vez de ponía más complicado, hubo un par de puntos en los que pensé que ya no podíamos continuar, pero poco a poco fuimos avanzando.

-Llueve… -dijo María mirando el GPS y viendo que aun estábamos a 2 km del refugio- gotas gordas! ¿Crees que llegaremos?

La mire, inspire lentamente a la vez que me encogía de hombros, mientras conducía muy despacio por aquella especie de camino zigzagueando por el cortafuegos.

-Espero que sí, ya no estamos lejos, y parece que se está cerrando la nube.

Estábamos muy cerca ya cuando de repente vimos caer a lo lejos un rayo, estaba empezando una tormenta. Llovía bastante y no había mucha visibilidad, hasta que por fin, al final del camino se avistaba la silueta de aquel pequeño refugio de alta montaña. Aparqué el coche todo lo cerca que pude y nos bajamos a ver si estaba abierto. Por suerte para nosotros los últimos que estuvieron habían dejado la puerta cerrada con el pestillo por fuera, para evitar que ningún animal pudiera entrar, así que abrimos la puerta y entramos dentro inspeccionamos un poco aquella habitación, que para los que no conozcáis este tipo de sitios, son habitaciones de unos 40 metros cuadrados, con tablas a ambos lados para poder usarlo con los sacos de dormir, un leñero y una chimenea.

Los forestales se encargan de que haya leña, mechero y pastillas de encendido suficientes como para poder usar rápidamente el fuego, aunque no hacia frio, teníamos la ropa muy mojada, así que preparé la leña y encendí el fuego. La tormenta estaba encima, se escuchaban los truenos muy fuertes. Mientras se encendía fuimos al coche a descargar el equipo fotográfico y las bolsas que llevábamos.

-Madre mía la que está cayendo! – dijo María- pero has cumplido, hemos llegado al refugio! ¡Y es una pasada!

-Si si, llegar hemos llegado, a ver como volvemos!- dije entre carcajadas

-Bueno, comida y agua tenemos, así que, miedo no hay, si la cosa sigue así, lo malo será pasar aquí la noche, debe hacer frio.

-Mantas llevo- como estábamos en temporada de verano, me encanta hacer fotos a las estrellas, y siempre llevo mantas para no pasar frio innecesario.- todo puede ser que acabemos haciendo fotografía nocturna.

De repente vi una mirada diferente en la cara de María, en principio no supe interpretarla, era una mirada profunda con una leve sonrisa… era deseo, después lo entendí.

-Pues comida llevamos, y a mí me encantaría poder hacer fotos de esas de estrellas que haces tú…

Mandamos varios videos a nuestras familias para que vieran el diluvio que estaba cayendo, explicándoles que no sabíamos cuando podríamos bajar, la cobertura era malísima, así que no podíamos hablar con ellos.

-El gilipollas de Martín se ha enfadado, le he dicho que venga a buscarme el si quiere, a ver hasta dónde llega el Megane, que se joda y cuide a los niños, que también son suyos!

-Bueno, tranquila, ya está, vamos acercarnos al fuego que estamos empapados.

María asintió mientras se sentaba al otro extremo del juego, quitándose el jersey debajo llevaba un top negro bastante ceñido, todo un espectáculo ver aquella mujer, los pechos bien torneados, parecía darle un poco de vergüenza la situación, así que yo me quite también el mío y me quede con una camiseta blanca de tirantes y unos bóxer ajustados negros, ya que mis pantalones también estaban mojados.

-Claro, tu puedes… a mi me toca quedarme con los pantalones… -Dijo María

-Si yo puedo, tú puedes…

-Es que yo no llevo … vamos que no… o sea, que llevo tanga… me da vergüenza – dijo María, esta vez mirando al fuego…

-Bueno, a ver, tenemos mantas, pero, que he fotografiado a muchísimas mujeres desnudas, no me voy a asustar ahora!! He visto de todo… y si te da vergüenza por no estar depilada, tranquila… -no sabía que decir para tranquilizarla

-Perdona?? –dijo poniéndose en pie y desbrochando su pantalón de trekking- puede que sea madre y me consideres aburrida, pero me cuido, y siempre estoy perfecta! Vamos hombre… -creo que estaba ofendida por lo que podía haber pensado.

-Joder, lo siento- mirando al fuego se creó un silencio incomodo- vaya… ha pasado un ángel…

-Un demonio debería haber pasado –Aun parecía ofendida.

-Oye, te acuerdas aquel día que nos juntamos con Marta, Carlos, Sara-dudo un momento- y creo que venía Juan… iba en serio lo de que te apetecía que te hiciera fotos atrevidas?

-Bueno, recuerda que habíamos bebido todos un poco más de la cuenta… pero… si, porque no?

-Pues no me parece mal sitio… -le dije mirando a nuestro alrededor.

María no era muy alta, pero tenía un cuerpo muy estilizado, unos bonitos pechos, unas piernas muy bien torneadas y un culo con el que más de una vez he de reconocer que había fantaseado… se notaban las horas de gimnasio… así que hacerle fotos atrevidas me parecía un buen plan.

-Que dices loco?- me miró con cara de sorpresa

-Pues yo no lo veo una locura… no tenemos ahora mismo nada mejor que hacer- pronto sabría que mi polla atravesando su garganta era algo mejor que hacer… muy pronto…

Se quedo pensativa mirando al fuego unos segundos y se levanto dirección a las bolsas, rebuscó unos segundos y sacó una botella de vino, un vaso y un saca corchos.

-Vamos a estudiar tu propuesta-dijo mientras echaba vino en el vaso- hacemos fotos, pero las fotos se borran

-Me da pena, el sitio tiene encanto y tu eres muy bonita, pero como tu mandes… -No me hacía demasiada gracia, pero, en eso no podía meterme… no era la primera vez que hacía una sesión de fotos de desnudo en la que la condición era borrar las fotos después de verlas.

-Vaya… gracias- dijo mientras bebía un buen trago y me pasaba el vaso- toma, bebe, que no quiero beber sola… bebe mas… acábatelo…-esta vez empujando el culo del vaso para forzarme a acabármelo.

-Que me ahogas!-dije riendo

-Mis condiciones, tu llevaras la misma ropa que yo, quiero decir, si yo me quito una prenda tu también te la quitas y viceversa... Y nos hacemos fotos por turnos…-dijo muy convencida

-Ostia, pero yo no soy buen modelo!

-Qué problema tienes? Si las vamos a borrar?- María estaba muy convencida de lo que decía… se acerco a la puerta exterior y puso el pestillo para que bajo ningún concepto pudiera sorprendernos nadie.- que dices? ¿Aceptas?

-Pues –eché más vino en el vaso y bebí- si, no tenemos otra cosa que hacer- y le ofrecí el vaso del que ella bebió hasta acabarse lo que había echado.

-Bien, pues cada tanda de fotos irá acompañada de una pregunta incomoda o atrevida que al contestarla, se pasará la cámara de uno al otro, eso sí, con sinceridad y nunca podremos comentar con nadie lo que descubramos el uno del otro.

-Vale- pero donde cojones me estaba metiendo…

Nos pusimos en pie y nos dimos la mano en señal de formalizar un acuerdo, así que preparamos uno de los laterales colocando mantas a modo de cama, para hacer primeros planos, la idea era poder usar el fuego desenfocado para dar un toque creativo bonito.

-Quien empieza? –dijo María- cara o cruz?-asentí con la cabeza y prosiguió hablando- bien, si sale cara empiezo de fotógrafa yo y si sale cruz, tu. –lanzo la moneda al aire y la cogí al vuelo, poniéndola sobre mi mano- Cara! Empiezo yo… vamos guapo, ve posando

Me puse en el borde de la cama improvisada, brazos cruzados, mirada a un lado, mirada perdida… y venga saltar el flash…

-Cambio -dije- a ver, pregunta incomoda… cuando has pasado más vergüenza con tus padres?

-Uff… esa fue inolvidable… un día que pensábamos que no estaban en casa y me pillaron de lleno con Martín mientras se la chupaba, justo cuando se estaba corriendo en mi boca… -ostia puta, me estaba vacilando? ¿Pero que me estaba contando? Y con toda naturalidad me estaba pasando la cámara- imagina… yo con toda la boca llena de leche intentando explicar… madre mía, que vergüenza…

-Vaya situación! Me imagino… que incomodo… uff… - cogí la cámara alejándome un poco, no quería que viera que se me había abultado un poco el bóxer de imaginarme la escena.

-Si! Martín no pudo volver a casa en una temporada!!! - Dijo entre carcajadas- bueno, me toca, a ver qué sacas!

Empezó a moverse imitando mis poses en modo burlón hasta que se puso de rodillas en la tabla, con las piernas separadas, tirando del top hacia abajo haciendo un canalillo interminable, mirándome profundamente a la vez que se mordía el labio… y surgió un problema, me estaba empalmando, reconozco que no es la primera vez que me pasa en una sesión de desnudo o lencería, pero siempre llevo más ropa con la que puedo disimular… con una mano se apartaba el pelo y la otra esta vez bajaba por su estómago, hasta llegar a tapar el tanga con su mano, haciéndola subir y pasando el dedo índice por lo que intuía que eran sus labios vaginales, clítoris… podéis entender que me empalmara, verdad? Mis ojos estaban hipnotizados por su mano, pero ella no paraba de mirarme a mí, lo vi después en las fotos de la cámara. Mi polla estaba que se quería salir, y yo no sabía dónde ponerme, me retiraba para tomar fotos desde más lejos hasta que ella dijo.

-Cambio, te toca hacer de modelo y pregunta: estas sexualmente satisfecho en tu vida diaria? Quiero decir, plenamente satisfecho – tras la pregunta, se incorporó y se dirigía a coger la cámara- venga, contesta y empieza a moverte pequeño! – se fue alejando muy poco a poco de espaldas a mi mientras yo miraba aquel maravilloso culo tapado por un pequeño hilo…

Dudé uno segundos, iba a contestar algo para salir del paso, pero, tampoco es que me llegará demasiada sangre al cerebro.

-A ver, si estoy contento, pero claro, plenamente satisfecho no, no puedo hacer todo lo que quiero, mi mujer no acepta todas mis locuras, es más monótona tiene límites intransferibles… y yo soy demasiado creativo, hay gente que tiene una fantasía, yo me invento fantasías casi a diario… -no podía creer lo que acababa de decir, me di la vuelta para subirme a la tarima de tablas – aquí estoy bien?

- Si pero, creo que te sobra algo- dijo mientras me enseñaba su tanga colgando del dedo meñique- hemos dicho que llevaríamos la misma ropa… -mis ojos se clavaron en aquella ingle totalmente depilada- venga, voy a hacerte un plano desde abajo – y se puso en cuclillas para verme desde abajo… mientras yo podía entrever en la penumbra sus labios brillantes abiertos- no tendré que quitártelos yo? Un trato es un trato…

Me di la vuelta y me baje los bóxer, y empezó a hacerme fotos, estaba empalmadísimo, como me hacía fotos de espaldas aproveche para quitarme la camiseta, y note que dejaba de hacerme fotos por unos momentos y continuó.

-Venga, date la vuelta, que tu culo y espalda ya las tengo bastante fotografiadas, vamos que te mueves muy lento… -y al empezar a darme la vuelta pude ver que ella también estaba desnuda del todo, dejando a la vista aquellas maravillosos pechos- oh… vaya … te has empalmado? Por mi? – y puso cara de buena, se acerco a mi mientras me iba haciendo fotos, cada vez planos más cortos, hasta que llego a mi altura, acerco sus labios a mi oído y me susurro- y que fantasía cumplirías conmigo hoy si te digo que el único límite que te pongo es no dejarme marcas visibles?

-No te rías de mí, no me tomes el pelo- dije separándome un poco de ella, a lo que ella contesto poniéndose de rodillas, se metió la polla en la boca, empezando a chuparla despacito y se la sacó - oh…

-Ahora me tomas en serio?- dijo quedándose de rodillas mirándome a los ojos- mi vida es como la tuya, sí, estoy contenta, pero es monótona, no hay fantasías, no hay creatividad, me he masturbado muchas veces pensando en ti, en una situación como esta, no quiero desaprovecharla, que pase lo que tenga que pasar. Pero quiero ser la fantasía de alguien.

-Vaya, eres consciente de lo que me dices? Eres consciente de que en estos momentos tengo más sangre en la polla que en mi cerebro? Y que si empiezo a fantasear sabiendo que no tienes límites, no voy a parar?

-Y porque estás perdiendo el tiempo?...

-Muy bien- tiré de su cuerpo hacía arriba quedando cara a cara con ella para poder besarla, pegando mi cuerpo al suyo, recorriendo con mis manos su culo, la notaba estremecerse, su cuerpo reaccionaba a cada una de mis caricias, cada uno de mis roces, fui rotando por su cuerpo hasta quedar pegado a su espalda, con mi mano derecha tire de su estomago para pegar su espalda contra mí y con la mano izquierda tire de su frente para que quedara apoyada en mi hombro y así tener su oreja a la altura de mi boca- pues te voy a explicar lo primero que voy a hacer, te voy a poner de rodillas y te voy a follar la boca y no voy a parar hasta que me corra, quiero ver mi leche en tu lengua, quiero ver como juegas con ella hasta que te la acabes tragando toda…

Su cuerpo convulsionó levemente, se dejó caer hasta ponerse de rodillas y me buscó con la mirada, sin prisa la rodeé y me puse delante, cogí su melena haciendo con mi mano una coleta, María me miro a los ojos y se relamió, justo abrió un poco la boca y tiré de su cabeza hacía mi, para dirigirla, para marcar el ritmo, ella hacía magia con su boca, arqueaba la lengua para que notase más, hacia presión con los labios para que notase succión, gemía con ganas, y eso me ponía más cachondo, intentaba no pasarme, pero alguna pequeña arcada sí que le provoque, sacaba mi polla totalmente ensalivada y le daba golpecitos en la mejilla, y otra vez volvía a dentro… que placer, como jugaba serpenteando con su lengua por el tronco de mi polla… como succionaba… no pude aguantar mucho, tiré de su cabeza hacia atrás, dejando solo la punta de mi glande dentro de su boca y ella entendió que era el momento de los disparos, a lo que respondió succionando con más fuerza, uno, dos , tres… perdí la cuenta, no paraba de eyacular en su boca, me estremecía de placer, me temblaban las piernas…

-Madre mía- dije recuperando el aliento y separándome un poco para contemplarla, ella sonrío pícaramente y abrió la boca para que pudiera ver toda mi leche, cogí la cámara y empecé a hacerle fotos- esto es un espectáculo…

Lejos de echarse a tras empezó a jugar con su lengua, mostrándole a cámara el premio que tenía, se le cayó un poco sobre las tetas y rápidamente lo recogió con sus dedos, jugando con ellos para volver a llevárselo a la boca y acabar tragándoselo todo con cara de gran placer, reconozco que eso me encantó, verla como disfrutaba de mi néctar.

-María, eres increíble, vaya boca… que maravilla… -ya casi había recuperado del todo el aliento, pero mi soldado necesitaba recuperarse, que prisa teníamos?- ahora te voy a enseñar cómo es la mía - dije mientras la ponía a cuatro patas sobre la tabla, indicándola que reposara el pecho también sobre ellas- ahora déjame trabajar a mi…

-Ya lo sabes, soy toda tu… -y un gemido al notar mi lengua recorrer sus labios vaginales no la dejo acabar- tuya…

No me iba a molestar en contestarle, me lo tomé sin ninguna prisa, como a mí me gusta, empecé recorriendo sus labios juntos con mi lengua a lo ancho, rozando muy levemente el clítoris, poco a poco iba siendo más preciso, dedicando la punta a dar placer, recorría de arriba abajo sus labios, rodeaba el clítoris y volvía, poco a poco introduciendo mi lengua en la vagina, dejando mezclarse mi saliva por sus deliciosos fluidos, para volver a su clítoris, esta vez pasando de un labio a otro como si lo estuviera cosiendo con nuestros fluidos, una vez llegué succione a la vez que lo mordía muy levemente hasta que escuche un gemido más fuerte, suavemente lo rodeé con la lengua para volver a buscar aquel orificio que tan deliciosos jugos me estaba dando, mientras, ya mis pulgares andaban jugando con el orificio de su culo, con la ayuda de un botecito de aceite de oliva que había en una de las bolsas, andaba lubricando sin prisa y con la aprobación de sus gemidos, su respiración entrecortada, sus temblores de piernas…

-Fóllame ya! –me gritó, acto seguido, me separé para acercar mi polla totalmente recuperada gracias a la excitación de la situación, tiré de su pelo hacia mí y le susurré al oído

-María, no te pienso follar hasta que no te hayas corrido en mi boca, quiero hacerte gritar con mi lengua… eres mi fantasía y decido yo

María no estaba acostumbrada a que le dieran placer así, se notaba que daba más placer del que recibía… le costaba asimilar esa situación en la que yo volvía a estar succionándole el clítoris y ella comenzando a temblar… estaba con mi pulgar derecho dentro de su esfínter, el pulgar izquierdo jugando con su clítoris y mi lengua recorriendo desde su clítoris hasta su ano, viendo que ya llegaba el momento, empecé a follármela con la lengua, metiéndosela y sacándosela a la vez que mis pulgares estaban trabajando intensificando también el ritmo, empezó a gritar, a tener espasmos, a contraer los músculos internos de su vagina por la que mi lengua intentaba abrirse paso hasta que exploto, y pude saborear su corrida en mi boca, me separe de ella porque estaba con pequeños espasmos y la abrace, se apresuró en besarme, no dejándome enseñarle como jugaba yo también con sus fluidos..

-Gracias- me decía entre besos mientras se dejaba caer- que me has hecho? gracias… no recuerdo cuando fue la última vez que sentí esto… dios… no lo recordaba… gracias… - trabajo bien hecho, pensé yo- soy toda tuya- probablemente hablaban la oxitocina o la serotonina que estaría segregando su cerebro- haz conmigo lo que quieras cuando quieras… - ¿y quién era yo para negarme?

María tenía el coño demasiado sensible, demasiado reactivo en este momento, y mi polla estaba deseando entrar dentro, notar el calor de sus entrañas… así que acomodé un poco de ropa bajo su ingle a modo de cojín, cogí un poco de aceite para lubricar su ano y sin decir nada tenía la punta de mi polla apoyada en la entrada de aquel pequeño agujero… hice una pequeña pausa, como si de un punto de no retorno se tratara, y viendo que no había objeción, empecé a meter el glande, en mi caso, el glande es más grueso que el resto de la polla…

-Dios!- se le escapó junto a un grito cuando le entró- y eso es solo la punta?

-Tranquila que no hay prisa- dije sin moverme, cogí la cámara y nos hice una foto con el glande dentro de aquel espectacular culo, le puse la cámara al lado para que ella pudiera ver la foto que le acababa de hacer- vaya espectáculo… mira…

-Todo eso me vas a meter? - dijo suspirando y levantando el culo para metérsela un poco más, gimiendo de placer- no hay prisa… pero la quiero dentro…

Entendí que no debía pararme, así que poco a poco fui metiendo milímetro a milímetro, centímetro a centímetro, hasta que mis 17 centímetros estaban totalmente dentro de su esfínter, con mis huevos apoyados en sus húmedos labios. Me deje caer sobre ella para cogerla del pelo y tirar de su cabeza hacia delante, para poder besarle el cuello. Para mí siempre el sexo anal ha sido como una especie de entrega total, de confianza, María era mía, totalmente mía.

-Eres mía… eres mi puta… -aquello la estremeció… un temblor invadió todo su cuerpo…- Como le gusta a mi puta que le follen el culo?

-uf… ya ni me acuerdo- dijo entre suspiros- hace tanto que no me folla nadie el culo que no lo recuerdo - su corazón iba a mil por hora, su respiración estaba muy acelerada.

Y empecé a retroceder, despacio, para empezar a marcar ritmo, sin llegar a sacarla, aun no, otra vez para dentro, y repitiendo, los primeros embistes fueron despacito, pero ya no era dueño de mi, escuchar sus gemidos, ver sus manos coger la ropa, me estaban excitando demasiado, no quería follarle el culo como un animal, porque me hubiera corrido en segundos, pero el ritmo ya era muy interesante. Tire de ella para volver a ponerla a cuatro patas y seguí bombeando, metí un dedo en su coño para ver cómo estaba de mojada, estaba empapada, mucho más que cuando se había corrido, saque sus jugos y le lleve mi dedo a la boca, lo chupo con vicio…

- Quiero ver cómo te metes los dedos- dije sacando del todo mi polla y volviendo a meterla hasta el fondo.

-Así te gusta? -dijo enseñándome como se metía tres dedos en la boca y los perdía dentro del coño…

-Justo así- y empecé a subir el ritmo, mis embestidas eran profundas, cada dos o tres, la sacaba totalmente y volvía a entrar, cada vez intentaba entrar más profundamente… como si quisiera partirla por la mitad. María respondía a mis embestidas gimiendo, gritando de placer, éramos conscientes de que el mejor sitio para gritar, era perdidos en medio de la nada como estábamos. No pude más, como pude saque mi polla de su esfínter y pude correrme sobre su culo y espalda, viendo como aun palpitaba su ano.

Me deje caer a su lado mirándola, quitándole el pelo de la cara, acariciando su piel.

-Donde has estado todo este tiempo?- me salió del alma

-Buscándote… -contesto mientras empezaba a besar mis labios

En aquel momento me di cuenta de que nuestra historia acababa de empezar, y que a aquel día le quedaban muchas horas hasta que volviéramos a nuestra casa… nos acercamos al fuego y empezamos a mirar las fotos que habíamos hecho… pero eso ya os lo contaré si vosotros queréis…

Como os digo siempre, estos relatos se alargarán en el tiempo en función de vuestros comentarios y valoraciones, cuantos más comentarios por la web o por email, más durará. Disfrutadlo.

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