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En casa de mi tía

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Todo empezó cuando tenía 18 años y estaba por terminar la secundaria, no tenía buenas notas estaba por reprobar un par de materias, mis padres no sabían que hacer pues no querían que reprobara y yo tampoco.

Lucy, una tía materna con quien siempre hemos tenido buena relación (vive a poco más de una hora de distancia de nosotros, ella tiene dos hijos mayores que yo, en ese entonces tenían 19 y 21 años), le dio la opción a mis padres de mandarme a terminar el semestre en la secundaria que está por su casa pues allí habían estudiado sus hijos y como a ella la conocían seguro no iba a haber problema y tal vez mejoraría mis notas y quizá iba a ser mejor para mí, al principio no quería yo pero supuse que era una buena opción.

Cómo la escuela estaba lejos en relación a la casa de mis padres tenía que quedarme en casa de mi tía lo cual no era problema para mí pues me llevaba bien con ellos, había confianza y de más, cada viernes saliendo de la escuela me iba a casa de mis padres a pasar el fin de semana y regresaba cada domingo por la tarde, así lo hice por lo menos un mes. Su casa es de dos pisos, arriba solo tiene dos recámaras y eran las de sus hijos, el cuarto de ella estaba en la planta de abajo y a un lado de la sala hay un pequeño cuarto sin puerta por cierto y era donde yo dormía.

Mi tía en ese tiempo tenía entré 40-42 años, es separada, no es muy alta, tiene pechos normales no grandes no pequeños, pero tiene buenas nalgas y cuando se agacha es hermoso ver ese gran trasero que tiene, tuve la suerte de poder verla así muchas veces, en ese tiempo yo no la veía más que como la hermana de mi mamá y no es que no me importara sino que no pasaba por mi mente verla como mujer.

Todo iba normal hasta que un viernes después de clases me fui a jugar fútbol con mis compañeros y se me hizo tarde, cuando llegué a casa de mi tía me dijo que no era conveniente que me fuera a casa pues tenía que ir en bus y como era tarde era poco confiable, le llamó a mi mamá y ella opinó lo mismo así que me quedé un día más, me dijo que me fuera a bañar para después cenar con ella, así lo hice.

Mientras cenábamos estuvimos platicando y me dijo que mis primos casi siempre salían los viernes por la noche pues ambos trabajaban y era el día que tenían para divertirse, me dijo que ya se había acostumbrado a quedarse sola, le pregunté si no tenía novio o alguien con quien salir y me dijo que hace tiempo había tenido, pero por algunas diferencias dejaron de hablar y después estaba conociendo a alguien más pero no hubo nada y que igual se sentía bien así.

Bueno terminamos de cenar y después de unos minutos me dijo que iba a bañarse y después a dormir pues se sentía algo cansada, igual me fui a acostar, después de un rato escuché que salió del baño y se fue a su recámara, eran casi las 11 de la noche y me dieron ganas de ir al baño y cómo está de paso el cuarto de mi tía me percaté que la tv estaba encendida, esto por la luz que salía por debajo de la puerta y hasta se alcanzaba a escuchar un poco, no le tomé importancia, pensé que se había quedado dormida sin apagar la tele pues me dijo que estaba cansada.

Al entrar al baño miré que había dejado allí la ropa que traía puesta y que se había quitado para bañarse, podía mirar parte de su bra y me dio morbo espiar más así que separé sus prendas, pero lo que mas curiosidad me dio fue su calzón que se veía lindo, lo tomé y me lo llevé a la nariz, era la primera vez que hacía eso y fue delicioso, mi verga se puso dura al instante pues era riquísimo el olor, no me masturbe y después de un par de minutos lo dejé como estaba y me fui. Desde ese día empecé a ver a mi tía con morbo, no dejaba de pensar lo rico que dejaba sus bragas. Bueno al día siguiente me fui temprano a casa y regresé el domingo y casi desde que entré a su casa quise dirigirme al baño a ver si había algo, pero no tuve suerte pues esa vez no sé porque había dejado ahí su ropa.

Pasó un par de días y nada, yo ya estaba ansioso por volver a sentir ese olor tan rico así que un día esperé que se metiera a bañar y entonces decidí entrar a su cuarto, de inmediato me dirigí al cesto de ropa sucia y estaba ahí un bonito calzón negro de encaje pero lo que me puso muy caliente fue que había una tanga negra, no pude aguantar y me saqué la verga, estaba oliendo el calzón y al mismo tiempo me pasaba su tanga por la verga, no estuve mucho tiempo así pues sentí que podría descubrirme así que dejé como estaba y me salí, me acerqué al baño y pude escuchar que aún salía agua de la regadera, yo estaba tan caliente que pensaba en espiarla pero no había manera, eso no lo hacía muy seguido pues había veces que mis primos estaban ahí, pero cada que tenía oportunidad lo hacía rápido.

Ya no quería irme a casa pues me estaba gustando lo que pasaba ahí, ya era costumbre irme con mis compañeros cada viernes después de clases e irme a casa los sábados por la mañana, yo notaba que por lo regular cada viernes la tv en el cuarto de mi tía estaba prendida más tarde de lo habitual lo cual se me hizo raro, un día que estaba en la parte de atrás de la casa pude ver que una de las ventanas era de su cuarto yo me acerqué disimuladamente y me percaté que podía verse hacia adentro pues la cortina no cubría todo el largo de la ventana así que estaba ansioso que fuera de noche para ir a ver, lamentablemente aquella noche se durmió temprano y no pude hacer nada.

Así transcurrió la semana hasta que de nuevo llegó el viernes, como de costumbre llegué algo tarde y mis primos habían salido, nos quedamos en casa mi tía y yo, cenamos y después de un rato me dijo que quería descansar así que se fue a su recámara y yo igualmente le dije que iba a dormir, sabía que iba a suceder algo así que traté de fingir que estaba dormido, unos minutos después sin hacer ruido me levanté y caminé hacia su recámara, me di cuenta que la tv estaba encendida y con volumen un poco alto.

Eso me hizo pensar muchas cosas así que con cuidado abrí la puerta trasera y rápidamente me dirigí hacia la ventana de su recámara, lo que sucedió me dejó impresionado, por un lado de la cortina pude ver claramente hacia su cama y mi sorpresa fue que miré a mi tía masturbándose lo supe por la expresión de su cara y aunque las sábanas cubrían todo su cuerpo los movimientos que hacía con su mano eran más que claros, me calenté mucho solo de ver lo que estaba haciendo, no tardé mucho ahí pero me bastó para irme a masturbar en el baño pensando en ella.

Ya no podía sacarme de la mente lo que había visto, me gustaba mucho ver el cuerpo de mi tía y cuando tenía oportunidad me metía a su cuarto a oler sus bragas sucias.

Un día llegué de la escuela, comimos todos juntos y después dijo que iba a hacer algunas compras, la acompaño su hijo menor así que nos quedamos en casa el mayor y yo, me dijo que fuera a su cuarto a jugar videojuegos, le dije que iba a hacer tarea y después subía, él se fue así que me quedé solo, rápidamente entré al cuarto de mi tía, miré el cesto de ropa sucia pero tenía morbo por mirar sus bragas limpias así que busqué el cajón de su calzones y cuando lo abrí fue maravilloso, había de todo desde calzones hasta tangas pero la gran sorpresa que me llevé fue cuando entre sus prendas estaba un consolador, no lo podía creer y solo de imaginarme lo que hacía a solas me calentó mucho así que no pude más y me masturbe con una tanga de encaje limpia y por supuesto oliendo uno de sus calzones sucios.

Puede verla masturbándose un par de veces más y aunque siempre lo hacía debajo de las sábanas no dejaba de ser excitante para mí, nunca tuve la oportunidad de verla desnuda, seguí oliendo sus prendas íntimas, creo que nuca sospechó nada pues hasta la fecha hay mucha confianza entre nosotros.

Tengo que decir que el tiempo que viví en su casa fue de los mejores meses que he pasado en mi vida, me sigue atrayendo y cada que la visito busco una oportunidad para entrar a su recámara.

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