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En su cumpleaños: la dominamos entre tres

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Mi novia Andrea es de las mujeres más hermosas que conozco, sus piernas son lo más perfecto que existe en la tierra, sus nalgas redondas y grandes, sus pechos medianos con pezones rosados respingones y por supuesto una cara inocente que a veces se oculta en su largo cabello. Yo fui el primer novio que ella tuvo, sin embargo, ambos con los años fuimos explorando un mundo que se nos seguía expandiendo.

Entre sus fetiches está el de ser sumisa, ser amarrada, ser humillada de forma sexual y el de vivir experiencias nuevas constantemente. Tras años juntos no hemos parado de conocer experiencias nuevas, la que a ella más le ha gustado hasta ahora es verme con otras mujeres, le gusta ver que logré estar con personas igual o a veces hasta más sexuales que ella, le gustan los juegos y los detalles, le gusta verme con otras personas.

Sin embargo, tras varias semanas de trabajo intenso nuestras novedades habían bajado mucho, su cumpleaños llegaba pronto y me pedía de regalo una experiencia nueva, algo inolvidable...

Sabiendo que ella se masturba con una frecuencia bastante constante decidí jugar con ella y comprarle un cinturón de castidad. Al principio la idea no le convenció mucho pero la idea del juego, de salir con eso en público le encantaba.

Un día salimos con una amiga de confianza nuestra, una persona con la que yo ya me había acostado y con la que los 3 compartíamos un pasado sexual. Fue inevitable que en la conversación surgieran diferentes temas, incluyendo el de el grosor de mi pene. Andrea, mi novia lucía casi torturada... podía notar que estaba calentándose el ambiente pero ella no iba a poder hacer nada mientras yo no la liberara.

- Deberíamos hacer algo un día, los tres o tal vez solo nosotros dos, comentó su amiga.

Andrea se apresuró a decir que le gustaría en algún momento pero que justo ese día no creía que podía. Me miró y me dijo con la cara sonrojada ¿Puedo contarle?...

Se me aceleró el corazón... acepté.

Andrea, tenía unas sandalias que adornaban sus bellos pies y un vestido azul que dejaba ver bastante de sus muslos y sin importarle mucho que estábamos en un restaurante llevo sus manos a su vestido y lo levantó lo justo para que se viera a forma de una tanga el cinturón que llevaba.

Su amiga se río, no podía creerlo. "Juro que ustedes son la pareja más pervertida que he conocido", afirmó. - No tienes idea, contesté.

Estoy seguro que esa carita se vería bien con un par de vergas en sus mejillas, lástima que estés "castigada" contestó.

El día siguió con normalidad, pero esa y varias conversaciones habían elevado demasiado la temperatura.

Andrea y yo llegamos a la casa entre besos desenfrenados... llegamos a la sala sin prácticamente ropa encima. Ella seguía con su cinturón, de rodillas chupando mi pene y suplicándome que la liberara para poder sentirme adentro.

Sus ojos se clavaron en los míos mientras con la lengua iba masajeando mis testículos. Mientras hablábamos sucio. Como de costumbre le pregunté si para su cumpleaños tenía en mente algo, si quería verme penetrar a su amiga que vimos en la tarde...

Para mi sorpresa, ella negó y dijo que desde que no había podido masturbarse estaba deseando una pinga rebotando en sus mejillas, ella no había dejado de pensar en el comentario anterior sobre tener 2 pingas en su boca y esto me tomó por sorpresa.

Haberle negado la penetración la estaba convirtiendo en una autentica ninfómana, estaba desesperada por una penetración profunda en su boca y vagina.

Le dije, entonces que si lograba hacerme venir tal vez iba a considerar traerle a alguien como regalo de cumpleaños. Ella obedeció y uso su boca para hacerme venir a chorros.

.....

Los días pasaron y ella seguía usando el cinturón, estaba sufriendo de calentura y yo encontraba eso muy gracioso. Hasta que llegó su día de cumpleaños.

En la tarde fuimos a comer con sus amigos, ella usaba un vestido ajustado que hacía relucir sus enormes senos y cuya tela se marcaba lo suficiente para dejar entre ver que como mínimo estaba usando una prenda interior particular... Fue entonces que en medio de la reunión varias personas le dieron regalos. Incluido yo que le regalé en una cajita un collar color plata muy hermoso, con una llave metida en medio... Ella me vio emocionada, me dio las gracias y discretamente me dijo "Está llave es para...??"

- Sí, quiero que vayas al baño. te lo quites y lo pongas en tu bolso.

- Pero no traje ropa interior

- Yo sé.

Ambos nos miramos cómplices a lo que ella se levantó, se disculpó y se fue al baño.

En su regreso era notable que algo faltaba en su cintura, creo que algunos lo notaron pero nadie señaló nada. Andrea estaba enrojecida completamente y varias veces le preguntaron si todo estaba bien, ella solo decía que creía que estaba roja por las bebidas que había tomado. El resto del almuerzo estuve pasando mis dedos por su cintura marcada que tenía, esas caderas con forma de pera perfecta que manejaba.

Al terminar el almuerzo nos fuimos en carro y mientras conducía, ella se levantó el vestido dejando ver unas piernas bronceadas que resaltaban bastante con el color de su vientre. Sin pensarlo dos veces se introdujo un dedo mientras íbamos por la carretera y salió completamente lubricado… "mira", señaló. A lo que sin pensarlo metí su dedo en mi boca y le dije que otro regalo de cumpleaños le esperaba en casa.

Llegamos cargados de regalos a la casa, donde había música y un olor muy agradable... a los dos se nos notaba que el corazón nos palpitaba rápido e intenso. Dejamos los regalos en la cocina y nos serví una copa de vino. "Tengo algo para ti", le dije mientras sacaba de una de las gavetas de la cocina un collar con correa. Mientras ella se acababa el vino se lo puse en el cuello y la dirigí arriba de las escaleras.

Antes de llegar al cuarto le demandé que se quitara el vestido y las sandalias. Ella entraría completamente desnuda a un cuarto donde la esperaban dos hombres.

Hice las presentaciones correspondientes y le ordene a Andrea saludar a cada uno como se debía.

Andrea saludo a Jorge primero de la mano, él le beso la palma y con un suave movimiento la hizo dar una vuelta para apreciar sus hermosas nalgas desnudas, Luego saludó a Ricardo quién directamente le dio un beso de lengua.

Sin esperar mucho, al ritmo de la música la tomé del cuello y también la bese mientras los otros la empezaban a manosear. y con mi mano tomé de la cama una tela que tenía para la ocasión... le vendé los ojos y la pusimos de rodillas. Cada uno de nosotros se fue sacando el miembro y poniéndoselo en la cara.

Andrea tenía una pinga en cada mano y la mía en su boca. Cambiando turnos cada cierto tiempo.

Su saliva estaba encima de todos y la situación estaba escalando muy rápido. Fue cuando le ordene a Jorge sentarse en una silla y a Andrea la pusimos a cabalgarla de espaldas a él mientras Ricardo aprovechaba lo mejor que podía la altura de la cama para meterle el pene en la boca. Todo esto mientras yo con los dedos estimulaba su clítoris.

Sus gritos son algo que nunca olvidare, el placer estaba en su punto y sin dar mucho tiempo se vino a chorros. En total fueron 3 orgasmos seguidos o más, parecía que ella iba a estallar.

La penetración iba cada vez más rápida y su cuerpo parecía poseído. No fue mucho tiempo hasta que pidió que paráramos, se tumbó en la cama y tuvo varios temblones en sus piernas luego de esos orgasmos.

"Yo sabía que no ibas a aguantar mucho, por eso es que yo me voy con otras chicas constantemente. Ellas sí podrían conmigo"… le dije de forma burlona a lo que ella me respondió con una sonrisa entre ofendida y deleitada.

- Claro que puedo, dijo mientras se tumbaba en la cama y se llevaba a la boca los dos penes.

Yo riéndome, le desabroche el collar y empecé a darle nalgadas que iban variando en intensidad.

Fue cuestión de tiempo a que uno de los chicos se viniera en su boca, dejando un rastro de semen que bajaba a su barbilla. El tipo se hizo a un lado y gimió con fuerza, mientras yo me disponía a penetrarla.

El otro tipo puso sus testículos en su boca a lo que ella empezó a succionar con dificultad.

Mi penetración era dura y después de tantos años ya conocía el cuerpo de Andrea, sabía lo que tenía que hacer para que se viniera y no fue cuestión de mucho tiempo a que ella cerrara sus piernas y gimiera en su quinto orgasmo del día.

La sobre estimulación era tanta que no pude evitar tomarla del pelo y cogerla en posición de perrito mientras ella anunciaba la llegada de otro orgasmo, fue ahí que yo finalmente tuve una explosión de semen dentro de ella y seguido a eso ella también se vino.

Fue un momento de complicidad entre los 4 quienes compartimos varias risas al ver que habíamos logrado darle a Andrea un cumpleaños inolvidable. Ella se tumbó en la cama junto a mi y después de un rato decidimos bajar por agua todos sin ningún problema con nuestra desnudez.

Estábamos completamente sudados, desgastados y sedientos. Tomamos varios vasos de agua mientras Andrea desnuda frente a todos nosotros nos daba las gracias.

No voy a mentir, verla lubricada en su sudor, con su cuerpo descubierto y su vulva al aire me dio unas grandes ganas de seguir. Pero tras una conversación muy a mena entre todos, Andrea se dirigió donde Jorge quién no se había venido todavía y justo en la cocina tomo su pene, se puso de rodillas y empezó a mamarlo frente a todos nosotros, "no creas que me olvidé de ti", decía.

Sus muslos se marcaban mucho en esta posición, sus nalgas enrojecidas se veían especialmente deliciosas. Mientras la veíamos mamar esa verga.

El tipo respiraba cada vez más acelerado y dejó fluir una gran cantidad de semen en su cara sin darle mucho tiempo a reaccionar...

Fue todo un espectáculo. Tanto así que la había vuelto a tener dura. Andrea, se levantó todavía con su cara empapada de semen y viendo la verga mía y la del otro chico dijo "veo que todavía no planeamos parar".

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