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Enamorada de la verga de Chema

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Hola y gracias por seguir leyendo mis relatos, les recuerdo que soy Paulina, una mujer travesti full time, esto básicamente quiere decir que hoy en día paso todo mi tiempo en mi rol femenino, mi mente, mi cuerpo y mi corazón están conectados y plenamente identificados con mi apariencia que es la de una mujer pasando los 30 y tantos… Vivo en la CDMX por Tlatelolco, y disfruto mucho platicándoles sobre mis vivencias actuales y del pasado.

En este relato seguiré platicándoles sobre Chema, un exnovio que tuve en mi adolescencia, el mismo exnovio del que les he platicado con anterioridad, y que se encargó con su vergota a la cual yo idolatraba de encaminarme por el hermosísimo camino de la homosexualidad, pues al pasar el tiempo con él fue que termine de darme cuenta de que lo mío era ocupar un papel femenino y atender las necesidades de un hombre como mujer y puta. Obviamente mi cabecita joven, tierna y tonta de aquel momento me decía que pasara lo que pasara, yo quería y debía estar con Chema y para Chema.

Pues tal y como platique en el último relato sobre Chema, él y yo comenzamos una relación discreta y en ese último bimestre el subió mucho de promedio y reprobó menos materias, esto debido a que él y yo habíamos comenzado a estudiar juntos después de clases. También dejó de ser tan peleonero, y grosero, así que los maestros incluso lo felicitaban y veían con buenos ojos que él se juntara con un compañero de estudio.

Era evidente que pensaban que yo me había arrejuntado a él en un intento de buscar protección, y que él me ofrecía esa protección a cambio de ayudarle en sus estudios y en sus tareas, nada que me importará pues eso ayudaba a que lo nuestro fuera en verdad discreto. Tanto el como yo queríamos celebrar el logro y habíamos acordado que pasando el periodo de exámenes nos iríamos de pinta. Pues ese día llegó y fue un viernes, no había mucho que hacer en la escuela y no nos retrasaríamos mucho si nos dábamos este merecido festejo. En su caso si se fue de pinta, en mi caso y al ser tan buen estudiante, solo tuve que pedir permiso en casa y avisar que pasaría la tarde con “unos amigos”, no con mi novio… jijiji, no creo que en ese momento hubieran accedido de la misma manera. Chema y yo queríamos pasar un rato juntos, en definitiva a solas, por lo que de inicio hablamos de ir al cine, en ese momento se estrenaba señales de Mel Gibson, lo recuerdo a la perfección pues era una película que ansiaba ver. Pero al final nos decidimos por pasar la tarde en su casa, aprovechando que está se encontraba sola todo el día.

En ese momento aún no me vestía de niña abiertamente, y mi faceta de travesti se encontraba en la etapa de closet, si bien mis rasgos y movimientos eran muy amanerados y mi mente ya estaba posicionada en modo femenino, en las calles aún me esmeraba por guardar compostura todo lo que pudiera, sin embargo ese día despertó en mi el deseo de verme linda para un chavo que al igual que yo por él, aceptaba su amor por mi, quizá no era una relación abierta, pero en nuestro mundo de discreción yo era su noviecita y el así me llamaba, así que ese día yo quería ser para el eso, su linda noviecita. Por tal motivo escogí la ropa más maricona de hombre que tenía a mi alcance, eso sí, para debajo de mi disfraz de niño me había puesto una diminuta tanga en color rosa, y en la parte de arriba pero por debajo traía un top de tirantes color blanco, pues en ese momento siempre traía un chaleco que ayudaba a disimular mis pequeñas bubis que se me habían formado debido a la ginecomastia ocasionada por el desbalance hormonal del que tantas veces ya les he platicado.

Este chaleco básicamente era para que estas se presionarán y me regalaban ante los curiosos ojos de la gente un masculino perfil, además le había robado a mi hermana unas calcetas blancas largas que me llegaban a medio muslo (lean bien, no eran medias eran calcetas largas, son muy típicas en el invierno). Y encima de esto usaba un pantalón beige que era de corte medio entallado, pero que debido a las proporciones de mis nalgotas me quedaba a mi súper entallado, unas botas tipo mineras y una playera rosa pastel. Parecía un chavo vestido a la moda, nada más. Lo malo? Claro que había algo malo… el sofocante calor de inicios de Septiembre, las calcetas largas no ayudaban con esto, pero más adelante explicaré para que eran.

En fin, quede de ver a Chema a las 8 AM, como yo tenía permiso, me salí de mi casa apenas 15 minutos antes, pues vivía bastante cerca de mi escuela. Nunca pensé en el sinceramente, que vivía hasta Coapa, después me enteré que su papá lo paso a dejar al cuarto para las 7 como siempre a la entrada de la escuela. Normalmente en el metro me subía en la estación de consulado y bajaba en la siguiente que es Bondojito, de allí son 2 calles caminado a la escuela, pero ese camino lo agarraban un sin fin de compañeros, profesores y demás gente que laboraba en esa escuela (conserjes, administrativos, cooperativa, etc.) Y que fácilmente podrían reconocernos y acusarnos de nuestros planes, yo no tendría problemas por ello, pero en definitiva tampoco quería que mi novio los tuviera, así que optamos por vernos en la siguiente estación, Talismán. Cuando llegue Chema ya llevaba un rato allí y me esperaba escondido detrás de unos pilares que están cerca de unos huesos de mamut que encontraron por allí, entonces me llamo discretamente:

C- Psst... psst... Señorita!!

P- Jijiji… Hola Chema!!

C- Creí que no vendrías… paso por mi cabeza que te estabas arrepintiendo de haberme dado el si a ser mi novia….

P- Como crees!! Y dejarte solo en este día de festejo??

C- Gracias linda… Nos vamos? La gente se me queda viendo por el uniforme…

P- No te cambiarás??

C- Ahorita en algún baño…

P- Ok!

Nos dirigimos a los andenes y Chema llevaba esa actitud de novio protector, todo el camino hasta Taxqueña y después al tren ligero, hasta la estación de Nezahulpilli, fuimos platicando y Chema buscaba hacerme reír, parecíamos un par de amigos y lo único que nos pudo llegar a delatar un poco quizá con alguno que otro mirón que de repente nos regalaba más atención de la que solicitábamos debido a que Chema iba con el uniforme, era mi tono de voz y mis movimientos amanerados, que en conjunto con mis ropas delataban a esos mirones que esté par de chavitos quizá eran más que amigos, pero, obvio no nos importaba, pues al final nadie nos conocía. Al llegar a la estación que ya comenté, aún tuvimos que tomar un microbús y durante el trayecto Chema descanso una de sus manos en mi pierna, y se percató del borde de la calceta, entonces me preguntó:

C- Que es?

P- Una sorpresa o algo así… No se…

C- Como que no sabes??

P- Jajaja… No lo sé… Fue una ocurrencia, al rato te platico…

C- …

Cuando llegamos a Miramontes nos bajamos y nos encaminamos por un parque inmenso que está por allí, había una fuente con unos coyotes y un quiosco de esos que hay en todos los parques, fue allí a donde nos dirigimos. Ciertamente no sabía que pretendía pero como buena y sumisa noviecita yo seguía a Chema, además el conocía allí. En fin, al llegar al quiosco Chema se dirigió a la parte de atrás, es decir a donde se guardan las cosas de los de mantenimiento del parque, al parecer sabía que la puerta no cerraba bien pues recargo su peso y está cedió, permitiéndole el paso, entonces con cara de sorpresa le dije:

P- Que haces??

C- Necesito cambiarme, llamo mucho la atención…

P- Jajaja… ok…

C- Cuida que nadie venga….

P- Ajá!

Obviamente no estaba cuidando afuera, pues una de las cosas que más me gustaba de Chema era su condición física, pues era dueño de un cuerpazo! No se percató ni un instante en que yo estaba por completo de babosa mirándolo y taqueandome como él decía, hasta que se estaba subiendo el pantalón de mezclilla que había llevado en su mochila, entonces extendí mi mano y le acaricie su inmenso paquete por encima de la tela de su bóxer, Chema se sorprendió y al mismo tiempo se sobresaltó mientras me decía:

C- Epa! Tentona!! Quien está cuidando allá afuera!! Prefieres andar de taquera espiándome que cuidando no nos vayan a descubrir!!

P- Jajaja… No importa!! Soy tu novia y puedo taquearme a mi antojo…

C- Jajaja… sabes que si… pero mejor vámonos de aquí…

Chema me planto un delicioso beso que feliz correspondí, sin embargo para esa época aún no se veía en la calle con tanta normalidad que 2 niños se besaran, así que por lo sano decidimos dejarlo para más tarde. Caminamos un poco por ese lindo parquecito, y como nuestro presupuesto era un poco limitado ese día, optamos por comprar algunas cosas en la tienda y prepararíamos el desayuno en su casa, así que eso hicimos, era evidente que a los 2 nos urgía estar a solas. Y así fue, apenas llegamos a su casa y traspasamos el zaguán nos fundimos en un apasionado beso, por fin podíamos hacerlo sin ningún tipo de preocupación. No era la escuela en donde en definitiva no podíamos, no era mi casa, en donde lo hacíamos pero de manera fugaz pues nos daba temor ser descubiertos por mis padres. No era la calle, en donde una sociedad cerrada nos miraría como lo peor.

Por fin estábamos en un lugar en donde a nuestra joven edad podíamos tener la privacidad que suplicábamos de un tiempo para acá. Nuestros cuerpos jóvenes y formados de acuerdo a los niveles de testosterona y estrógenos respectivamente demandaban atención mutua de la otra persona, yo se lo hice evidente cuando en medio de ese pasional beso tome la iniciativa y acomode sus manos que me encantaban cada una en uno de mis gordos y carnosos glúteos, esto lo tomo Chema como una invitación, y de inmediato me llevo a la sala en donde caímos y retomamos el exquisito beso pero ahora reposados en el sillón, para este punto nuestras manos eran un espectáculo visual de toqueteo, las suyas no dejaban un centímetro libre se mis nalgotas sin acariciar. Y las mías se deleitaban dibujando aún sobre la tela de su pantalón su enorme miembro que pedía a gritos salir a pelear. Entonces Chema me dijo:

C- Hasta hoy me has dicho que continúas siendo virgen. Si continuas así, te juro que eso cambiará hoy!!

P- A si? Pues no te tengo miedo… Es más… si me dejas levantar te puedo enseñar que quizá hasta vengo preparada y buscando eso…

C- …

La sorpresa de Chema en sus ojos fue evidente al escucharme decir esto, el pobre no supo ni que contestarme. Entonces y ante su sorprendida mirada me levanté y de espaldas a él desabroché mi pantalón, dejando asomarse los costados de mi pequeña tanguita rosa, poco a poco fui bajando el pantalón de niño para deslizarlo por mi piel y permitirle a mi culo femenino ver la luz. Obviamente Chema estaba estupefacto, no hablaba y podía observar con mi cara de lado como mi novio estaba totalmente clavado en mi improvisado espectáculo, yo continúe deslizándolo hasta que se asomó el borde de las calcetas que me llegaban al muslo, entonces él sonrió, quizá se dijo a si mismo – vaya, con que eso era! --, retire por completo mis botas mineras y mi pantalón y Chema intento jalarme hacia el, sin embargo opuse un poco de resistencia y le dije:

P- Espera un poco papi… Aún no es todo….

Así que con el ceño fruncido volvió a recargarse en el sillón y llevo una de sus manos a su abultado paquete, el cual se miraba muy hinchado. Me sentí complacida conmigo misma por hacer que la sangre de este hombre bombeara por mi y en conjunto con la testosterona de sus enormes huevotes logrará provocarle una erección, eso en mi caso es en verdad halagador. Así que ahora procedí a quitarme la playera, dejando a su vista mi apretado chaleco el cual Chema sabía perfectamente que yo utilizaba para ocultar mi problema de Ginecomastia por el desbalance hormonal en mi sangre, sin embargo, se sorprendió mucho cuando comencé a retirar los broches de dicha prenda y más aún cuando deje a su vista el entallado topsito blanco de tirantes, este al ser de tela muy delgada permitía de una manera muy descarada que mis pezones se dibujaran y delataran ante Chema mi estado de excitación por mostrarme ante el por primera vez en una faceta que para ese momento era aún un tanto privada.

Dejaba ver en mi actitud que me daba un poco de pena, sin embargo este macho tuvo para mí las palabras perfectas para tranquilizarme y enamorarme, pues me dijo:

C- Porque agachas la mirada? Acaso te da pena que te vea así?

P- Jajaja… Un poquito… nunca he estado con tan poquita ropa frente a un hombre… Me da miedo… Y si no te parezco bonita?

C- Tienta como me pones la verga Niña!!

P- Jajajaja… Wooow!!

C- Y entonces esto significa que quieres que suceda hoy??

P- Creo que si…

C- Crees?

P- Sabes qué? Quiero que pase hoy!!

Por supuesto Chema y yo hablábamos de perder mi virginidad, el quería quedarse con ese premio, y sinceramente a mí me hubiera gustado que el se lo quedara, o al menos en ese momento lo quería. En fin, Chema también se puso cómodo y quedó únicamente en boxers, la imagen que me regalaba ese hombre en ropa interior era digna de una estampa, ambos nos envolvimos en un apasionado beso que iba acompañado de pronunciadas y obscenas caricias por parte de ambos, lo que provocó que nuestra excitación subiera al límite de lo que ya no estaba incluso permitido.

En un momento determinado fui yo misma quien le pidió que se sentará en el sillón, retire con malicia la única prenda que se interponía entre yo y su magnífica vergota y con mis hábiles y suaves manos comencé a acariciarla, obviamente está ya llevaba un rato que se había puesto durísima por toda la sangre que el agitado corazón de Chema estaba bombeando en ese momento, pero de igual manera me dedique a acariciarla y admirarla antes siquiera de pensar en engullirla. Obviamente Chema se moría de desesperación para que yo me pusiera a mamar, sin embargo en verdad quería admirarla. Claro que ya la conocía con anticipación, claro que ya se la había mamado antes, pero nunca había tenido la oportunidad de mirarla con la misma tranquilidad que podía hacerlo en ese momento, pues no teníamos el tiempo tan cortado y además no había probabilidad de que alguien llegará a descubrirnos o a interrumpirnos. Así que con movimientos felinos rasguñe sus gordos y carnosos huevotes que en verdad parecían que reventaran de tanto semen que mí joven novio producía. Se miraban rebosantes de leche, al fin y al cabo los beneficios de la juventud en la que Chema y yo estábamos. Cuando note que la desesperación de Chema era más evidente, la acerque a mis labios y le propine un beso de piquito, entonces le dije:

P- Quieres que me ponga a mamar Chema?

C- Sabes que no deseo nada más en este momento…

P- De quien esta vergota?? (Le pregunté al mismo tiempo que la apretaba firmemente)

C- Ohh… Tuya!!

P- Solo mía??

C- Solo tuya… y hoy te va a romper en 2 ese rico culote que te cargas!! Ahora ponte a mamar como solo tú sabes…

Me dijo al mismo tiempo que me agarraba de los cabellos y me restregaba su dureza en mis labios, obligándome por la presión ejercida a abrir la boca y comenzar a devorar centímetros de dura y gorda carne de hombre, por supuesto que no iba a hacerme del rogar, y mucho menos iba a parecer una principiante en el arte de mamar vergas, no con este hombre que en verdad me encantaba, por lo que rápidamente me despoje de sus manos que seguían haciendo presión en mi cabeza y tome yo misma el control de mi trabajo oral, Chema al percatarse de que estaba poniendo yo de mi parte me dejó ser, pues como ya lo mencioné no era la primera vez que yo mamaba su vergotota.

De pronto estaba haciendo gala de todas mis habilidades en esta arte femenina, y mi plan desde el principio era que este hombre tuviera una de las mejores tardes y de paso una si no es que la mejor mamada de su vida. Todo apuntaba a que esto me estaba funcionando, pues Chema solo recargo su cabeza en el respaldo del sillón y se dedicó a gozar, y yo, bueno algunos dirían que solo estaba dando placer, pero eso lo dice alguien que no disfruta tener un gordo miembro masculino en su boca, por suerte ese no es mi caso y cuando estoy mamando una verga lo disfruto como si de esto dependiera mi vida, pues me gusta que mi pareja o el hombre en turno con el que este se vaya con la mejor de las imágenes de esta puta mamadora que soy yo.

Y en ese momento, la verga de Chema lo era todo para mí, prácticamente la idolatraba, y quería demostrárselo allí, de rodillas como me encontraba, subiendo y bajando mi cabeza mientras mis labios ejercían presión sobre ese hinchado miembro, al mismo tiempo que con mis manos le propinaba eróticas caricias en sus piernas velludas y en sus rebosantes testículos, a estos últimos también les propinaba cariño, pues de pronto me separaba de su vergota y escapaba momentáneamente a besar y lamerlos, entonces los presionaba o los arañaba sutilmente para regresar a mi labor oral directamente a su verga, la cual anunciaba con palpitaciones de sus venas que las caricias recibidas eran agradables. Ignoro en verdad cuanto tiempo estuve de rodillas mamándosela a Chema, pero cuando él me levanto para continuar con nuestra tarde, justo mis rodillas estaban totalmente adormecidas y mi mandíbula me dolía debido al uso que se le estaba dando, pues las niñas que saben de lo que hablo saben que no es fácil mantener abierta la boca tanto tiempo y menos para engullir algo tan gordo como la virilidad de Chema. En fin, Chema me ayudó a levantar y me dijo:

C- Eres espectacular Pau… Pero ven, me toca regresarte el favor…

Entonces Chema me dio a mí una soberbia chupada de pene-clítoris, jajaja… le llamo así a mi cosita, pues desde siempre la tuve muy pequeña y lejos de parecer una verga más bien parece un abultado clítoris, y de verdad que mi novio sabía cómo atenderlo, además de que acompaño sus caricias con lengüita y dedo sobre mi aún virgen ano. Yo sabía que Chema no era virgen a diferencia de mi, pero esto me tranquilizaba pues afortunadamente parecía que en verdad mi novio sabía lo que hacía.

Y entonces llegó el momento que había estado esperando, Chema se levantó y me guio a su cuarto, yo irradiaba felicidad en mi rostro, pues en verdad me gustaba este hombre y deseaba en ese momento que mi primera vez como pasivo fuera con una persona que además de todo cuidaba mi integridad, por tal motivo me dejaba guiar al antojo de Chema. Al llegar a su habitación le propine un cachondísima beso e intente jalarlo conmigo hacia la cama, pero obvio Chema era mucho más fuerte que yo, por lo que termine yéndome de nalgas al colchón y un poco desconcertada le pregunté:

P- Que pasa?

C- Es que no tengo condones aquí… Espera, voy a robarle uno a mis padres.

P- Ohhh… por un momento creí que te habías arrepentido…

C- Y perder la oportunidad de romper ese hoyito?? Voy y vengo…

Chema se fue prácticamente corriendo a la habitación de sus padres, yo podía escuchar como revolvía cajones buscando un condón, y eso me hacía sentir especial, Chema en verdad me quería, y era especial pues él era un chavo con bastante buen físico y guapillo, además de que era el típico gandalla de la escuela, todo eso hacía que fuese atractivo para las niñas de la escuela, obvio desconocían las preferencias sexuales de Chema afortunadamente para mí, pues de esta manera no había manera alguna de que me lo bajará alguna de esas perras facilonas. Sentada en el borde de la cama estaba yo cuando Chema regreso a la habitación más feliz que un político en navidad. Su rostro tenía una enorme sonrisa dibujada de cachete a cachete, sin embargo me percate que su erección se había bajado por completo, mi novio tomo su gran pedazo de carne ahora flácido y trataba de despertarlo desesperadamente, por lo que me levanté de la cama y dirigiéndome a él le dije:

P- Jajaja… Te ayudó??

C- No te rías!! Ahorita que se despierte te voy a dar hasta para llevar!!

P- Uyy!! En serio?? Déjame despertarla entonces!!

Él estaba de pie con el preservativo en su mano y yo me arrodille por segunda vez en esa tarde ante él, nuevamente tome su vergota entre mis delicadas manos y comencé a acariciarla y a llenarla de besos primero, para enseguida subir el tono de la atención que le estaba dedicando y meterla completa a mi boca, eso era algo que solo podía hacerlo cuando la vertotota de Chema estaba flácida, pues en su estado erecto que era mi favorito, apenas y podía engullir la mitad de su poderosa espada de carne dura de hombre. Por supuesto que la virilidad de Chema no tardó en responder ante mis caricias, y en un par de minutos de nueva cuenta estaba durísima, sin embargo y a pesar de que Chema intento levantarme del piso, me puse dura como piedra y chille como si a un bebé le estuvieran quitando su mamila, por lo que cedió ante mi tierno berrinche y me dijo:

C- Jajaja!! Así que a mi novia le gusta mamarme la verga eh!! Pues se sacó la lotería mi niña, porque a tu macho le encanta como la mamas!!

P- Mmmm… Está vergota me trae loquita!!

C- Ahora si ven zorrita, te voy a hacer mujercita por completo!!

Muerta de miedo, pero deseosa de que sucediera solo me dedicaba a seguir a Chema. El me pidió que me pusiera en posición de perrita sobre su cama y mientras se colocaba el condón pude leer que en el envoltorio decía claramente las palabras Magnum XL, en ese momento no le di mucha importancia, pues no significaba nada más para mí, sin embargo años más tarde conocí en esa misma casa al dueño de esos condones, y ya con mi mente más afeminada y con experiencia en lo sexual, entonces sí que comprendí, entendí y ame a los hombres que usan condones tamaño Magnum XL. Chema lo llenaba? Obvio si, sin embargo estaba lejos de llenarlo como el dueño de esos condones, eso es otra historia y pueden leerla en mis otros relatos.

Regresando a la historia, me encontraba en 4 sobre el colchón ansiosa de perder mi virginidad, trataba de mover mis nalgotas de manera sensual, indicándole a Chema que estaba feliz de que eso estuviera sucediendo, entonces llegó el momento, Chema se colocó detrás de mí y posiciono su enorme miembro en la virginal entrada de mi agujerito anal, y comenzó a empujar su peso sobre mi con la intención de penetrarme, como toda niña primeriza y virgen me dio mucho miedo en cuanto comencé a sentir dolor y no pude evitar hacerme para adelante, inconscientemente huía del dolor al sentir ese enorme miembro desgarrando mis paredes anales, claro que esto me frustraba de sobremanera, pues en verdad deseaba que eso sucediera pero el dolor y el miedo a lo desconocido me traicionaban, Chema me decía:

C- Tranquila mami…

P- Es que duele mucho!!

C- Solo relájate y deja que yo haga lo demás. O quieres que me detenga??

P- Nooo…

Y de verdad no quería que se detuviera, pero volvimos a intentarlo y el resultado fue el mismo, era un dolor para mí totalmente desconocido aún en ese momento, a pesar de esto le pedí una tercera ocasión a Chema que lo hiciera, en su rostro podía notar cierto enojo y resignación, así que me puse a llorar enojada conmigo misma. De inicio Chema no decía nada pues evidentemente también estaba molesto, pero después me tranquilizo, me decía:

C- Ya nena… No pasa nada, podemos intentarlo más tarde si quieres, cuando estés más tranquila, U otro día… Yo no me voy a enojar por esto…

P- Ni siquiera puedo satisfacer a mi novio… Que vergüenza de niña soy!!

C- Eres una niña que me encanta…

P- No me vas a cortar entonces?

C- Claro que no!! Cómo te dije, no me rendiré hasta que ese enorme culote que te cargas se devore mi verga completa…

P- Jajaja… Ok Papi!! Me perdonas??

C- Ya no pasa nada… ven, vamos a la sala para ver una peli

P- Oye…

C- Mandé?

P- Te amo…

C- Te amo…

Chema y yo nos fuimos a la sala y nos acurrucamos en uno de los grandes sillones, y comenzamos a ver la película de Flubber, el invento del siglo, cuando nos dio hambre yo prepare el desayuno como buena fémina que debía atender a su hombre. Pero en toda la mañana no pude evitar dejar de pensar que debía hacer que Chema eyaculara al menos de la única manera en que era experta y que sabía que a él le encantaba, así que durante la película comencé a resbalar mi traviesa mano por encima de su gran bulto apenas ataviado en su ajustado bóxer, por su parte solo me volteó a ver cómo con cara de “ya vas a empezar de putita”, pero por mayor respuesta el paso su fuerte brazo por detrás de mí y comenzó a recrearse acariciando mis gordas nalgotas, yo me puse a mamar su inmensa vergota con verdadera devoción hasta que sus huevotes me premiaron con 4 abundantes disparos de esperma que se depositaron hasta el fondo de mi garganta, como buena niña no me separé de allí sino hasta que la deje totalmente limpia de rastros de semen.

Después simplemente pusimos otra película. El resto de la tarde dormimos un par de horas juntos pero me sorprendió al despertar que mi novio estaba como carpa de circo, por lo que sin que me dijera nada me dispuse a atender su erección con mi boquita nuevamente hasta que mi premio salió nuevamente en forma de esperma de Chema. Y ya para finalizar la tarde, nos dispusimos a recoger la casa para borrar cualquier rastro de nuestra presencia y que sus papás descubrieran lo que había pasado allí, y antes de salir de su casa incluso ya de nuevo con mi fea ropa de niño, nos fundimos en un apasionado beso de despedida que por la temperatura del momento terminó conmigo nuevamente de rodillas con su durísima vergota nuevamente en mi boca para hacerlo eyacular por tercera ocasión en ese día en dentro de mi garganta.

Fue una tarde especial para mi, la recuerdo con felicidad, obviamente se repitió un sin número de veces, algunas tardes con permiso y muchas otras de pinta, fueron tantas que esos bimestres al lado de Chema el subió su promedio escolar y en cambio el mío se miró afectado, pero eso que puede importarle a una niña enamorada? Obvio nada.

Mi relación con Chema próspero, algunas personas cercanas (La hermana y la mamá de Chema, mi abuelita, mi mamá y mi hermana, algunos amigos) y no tan cercanas a nosotros se percataron de lo nuestro. Así que Chema fue mi primer novio oficial, y todo fue bueno hasta que una tarde Chema explotó en la escuela contra un profesor que me insultó, faltando solo dos meses para salir de la secundaria, Chema lo golpeó tan feo que terminaron por expulsarlo de la secundaria. Sus padres hartos de la situación decidieron ingresarlo al colegio militar para que allí fuera disciplinado, por obvias razones perdimos el contacto y no volví a verlo si no hasta 8 años después, durante el auge de las redes sociales.

Fue muy difícil volver a coincidir con él ya que una vez dentro del ejército mexicano optó por la opción de enrolarse a la seguridad de las embajadas en el extranjero y fue asignado casi de inmediato después de terminar la capacitación a la embajada mexicana en Australia, por lo que se fue a vivir para allá. Siempre supe que eso lo hizo para alejarse de su familia, sin embargo yo también lo resentí.

Lo que pasó con Chema y nuestros reencuentros posteriores, además del desenlace de nuestra vida pueden leerlo en mis otros relatos.

Espero hayan disfrutado esta historia, sé que no es tan sexosa como las otras a las que los tengo acostumbrados, pero era de suma importancia que la conocieran para que pudieran seguir la línea de tiempo de mi vida.

Por favor escríbanme sus comentarios a mi correo personal:

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Besitos.

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