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Encuentro con Elena (relato 01)

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Y de repente ante mi aparece la foto de Elena. Pelirroja de 23 años con unos senos grandes y carnosos, con unos pezones que se antojaba morderlos y chuparlos. Gordibuena eso sí, pero creo que esas son las que más llaman mi atención. La cita era a las 5, habitación 211. Esta era la primera vez que me quedaba de ver con alguien.

Entré a la habitación, encendí las luces, reconocí el lugar, cerré las cortinas, me dispuse a relajarme. Eran las 4:30 y había llegado a propósito temprano para poder tranquilizarme. No sabía que iba a pasar o quién iba a llegar, trate de no pensar en esas cosas. Puse música en mi teléfono y me acosté, dejé que pasara el tiempo. En realidad la noche anterior no había dormido muy bien y me sentía un poco cansado y por unos minutos creo que me quedé dormido. La hora se acercaba y era momento de enviar un mensaje para avisar que ya estaba ahí. Me contesto enseguida, me pidió una foto de la llave y dijo que estaba por llegar. Si me había relajado no importo ya que de nuevo mi corazón se volvió a acelerar.

En realidad no me sentía tan excitado como yo esperaba, por un momento pensé que tal que no me funciona a la mera hora, cierta ansiedad se apoderó de mi, intenté gestionarla lo mejor que pude.

Entonces trate de probar que tan sensitivo andaba me empecé a tocar de una manera tranquila, tratando de disfrutar y pues si reaccionaba, pero no del todo. Al fin me puse en la posición de que pase lo que tenga que pasar, decidí confiar.

Tocaron a la puerta al fin, recuerdo que me aproxime a la puerta y al intentar abrirla una descarga eléctrica en mi mano al tocar la chapa. Trate de no perder la concentración y abrí, entonces me percate que si era ella la chica de las fotos que había visto, genial pensé en ese momento.

Pasó a la habitación mientras hablamos de trivialidades que ni recuerdo. Y no sé si estuvo bien o mal pero tuve que decirle que era mi primera vez, quizá esperando un poco de orientación pero no dijo gran cosa al respecto. Se dispuso entonces a sacar condones de su mochila y me pregunto que quería hacer.

La verdad que el atuendo que llevaba no era muy sugerente, más bien su forma de vestir era el de una joven estudiante, no sé por qué pero inmediatamente me recordó una compañera con la que tuve que ver en un trabajo hace unos años.

Se quitó el mencionado atuendo y bueno al fin pude verla en ropa interior, lo que más llamó mi atención en ese momento fueron sus grandes senos, esos que me habían animado a hacer la cita. La acerque hacia mi y mientras se terminaba de quitar lo demás comencé a besar su cuerpo a tocarlos, a recorrer sus nalgas y su espalda con mis manos, disfruté el olor de su piel y oh sorpresa olía tal como olía mi ex compañera. Eso me pareció extraño pero al mismo tiempo excitante. Al fin descubrí su zona y pude tocarla y olerla, olía a vagina, eso me éxito y decidí recostarla sobre la cama para seguir disfrutandola.

Llevaba más de año y medio sin penetrar a una mujer, quizá pude haber esperado más tiempo en los toqueteos pero creo que solo pensaba ya en penetrarla. Y así fue que me puse el condón y le dije que se subiera en mi. Mi pene entro y comenzó el vaiven de los cuerpos yo tomaba sus nalgas y sus senos, estaba ansioso, quizá quería que todo pasara rápido, pero creo que después de tanto tiempo era normal.

Quise pasarme atrás de ella, ponerla en cuatro pero mi erección comenzó a bajar, me desconcentre un poco, ella lo noto y se volteo. Comenzó a hacerme oral que claro comencé a disfrutar mucho, hace tanto que una mujer no me la mamaba. De nuevo reaccione y entonces me dispuse a penetrarla. Aunque pude entrar por algun motivo se salía, y lo volvía a intentar y se salía, creo que ella lo provocaba un poco. Decidí entonces ponerla de lado con la pierna cruzada y yo entre sus piernas así ya no pudo oponer resistencia me la cogía por qué me la cogía pensé y comencé a empujar. Algo que empezó a gustarme fue que comenzó a gemir, ya venía haciendo algunos ruidos antes, pero está vez se notaba más, supongo por qué en esa posición la penetración era más profunda. Así estuve dándole por varios minutos, comenzamos a sudar, el roce y el choque comenzaron a emitir ese característico olor a sexo. Recuerdo que me encantaba ver cómo se movían sus pechos vertidos en la cama y como se agitaban al compás de mis embestidas. En algún momento los iba a tocar los sobaba y seguía empujando.

Cómo mencioné no estaba al 100 de energía de un momento a otro me comencé a cansar y la erección también perdió fuerza. Salí de ella y de nuevo se volteo para chuparmela. Que rico se sentía, con todo y el cansancio lo disfrutaba. Esta vez tarde más en que reaccionara pero al final logro ponerse duro de nuevo y decidí cogerla está vez en misionero. Encontré su entrada y empecé a bombearla. Apoyaba mis brazos en la cama, con los antebrazos llevaba sus piernas más arriba, luego ella misma se las levantaba. Veía su cara aunque no de frente ella se voltea. Veía como la tenía abierta ante mi, sus pechos moviéndose. No pensé en allá, pensé en mi, en lo rico que se sentía. Así dure varios minutos hasta que el cansancio me venció. Un poblema que tengo es que a veces olvidó respirar y eso me cansa de más.

Desnudos los dos en la cama comenzamos a platicar. Me habló de alguna aventura que había vivido en ese mismo hotel, me habló de sus tatuajes, me habló de varias cosas que ya no recuerdo. Yo por mi parte me sentí satisfecho y cansado, no quise esforzarme mas y le mencioné que lo íbamos a dejar hasta ahí.

Continuamos platicando y unos momentos después se paro y se metió a duchar. Presencié con atención como se volvía a vestir con ese atuendo no tan sexy y se despidió.

Satisfecho por mi primera experiencia con una escort pensé en ese momento y me dije a mismo creo que aquí comienza una etapa excitante de mi vida.

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