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Expectativas con mi amante

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Cada encuentro no sé para él (AF), pero para mí es siempre como si fuera la primera vez. La noche previa a la cita me cuesta conciliar el sueño. No sólo me cuesta conciliar el sueño también tengo que disimular y evitar que mi marido que duerme a mi lado se dé cuenta que no puedo dormir porque de seguro va a querer tener sexo conmigo y obvio que quiero estar impecable para AF.

Mis pensamientos se contaminan con deseos locos de tantas cosas que me gustaría experimentar con él en tan sólo 3 horas que es el tiempo que dispone para mí. Pienso en todo lo que quiero que me haga y en todo lo que quiero hacerle pero casi siempre se quedan en el aire o solo en mi mente.

Esta vez lo voy a escribir porque sé que lo leerá, Y aunque hay más de una fantasía que ronda mi cabeza voy a empezar por esta.

LA SUMISA

Al fin! el momento del encuentro, yo ansiosa y él impaciente pues trabaja una semana de día y una de noche y la hora de su salida es mucho más temprano de la que yo puedo salir (por mi marido) así que le toca esperarme un buen rato.

Nuestras visitas al hotel solo lo hacemos cuando su turno es nocturno porque tiene la mañana libre y no levanta sospecha en su casa, ¡obviamente también tiene pareja!

AF... ¿cómo es AF?

Es un hombre de 46 años, 1.70 de estatura más o menos, siempre le ha gustado el futbol así que tiene buenas piernas y un culo que me saca suspiros jajaja. No solo su culo sino su espalda ancha me encanta. Su piel es morena clara. Cabello castaño oscuro largo y despeinado, ojos café con una mirada que habla por si sola, (por lo menos yo sé lo que me quiere decir) y sus labios delgados encierran una lengua desordenada y violenta que he aprendido a domar. Vale acotar que AF es totalmente, literalmente opuesto a mi marido en todos los sentidos desde la punta del cabello hasta la punta del pene... si pudiera de esos dos hacer uno seria mi hombre perfecto! Bueno, continúo.

En cada encuentro estallan todos los deseos acumulados desde la última vez y no vemos la hora en cerrar la puerta de la habitación para besarnos desesperadamente quitarnos la ropa, para sentir nuestras pieles juntarse y en otras ocasiones para observarnos con detalle en silencio sin miradas ajenas que intentan descifrar, descubrir si hay algo entre nosotros.

Y así se nos pasan las horas y se me olvida lo que quería hacerle y que me hiciera. (Aunque a veces me cohíbo y no le cuento).

Pero ahora como dije al principio lo escribiré y después les cuento si mis expectativas superaron la realidad o viceversa así que manos a la obra.

Así me lo imagino:

Llegando a la habitación me dice "traje algo para ti póntelo"

Con curiosidad voy y hago lo que me dice es una malla entera de encaje con abertura entre las piernas que deja expuesto algunas partes de mi cuerpo en mi puta vida había usado algo así. Pero me gusta.

Le aviso que estoy lista, él se acerca y me besa se aleja para apreciar como me quedo el atuendo, satisfecho y con su sonrisa sádica me toma por la muñeca con un poco de fuerza, me coloca una especie de amarre me mira los ojos y vuelve a besarme con delicadeza con su mano acariciando mi cara y la otra sosteniendo aún mi mano.

De mi cara pasa al cuello hasta llegar a mi cabello que toma con fuerza ahí sus besos se van intensificando. Cuando me doy cuenta me tiene de espalda.

Toma mi otra mano y la ata junto a la otra; me besa la espalda y me lleva a la ducha ahí me pone contra la pared y mete su mano entre mis piernas superficialmente toca mi vagina para ver qué tan mojada estoy.

Lentamente separa cada uno de los labios para dejar salir ese flujo. Mete un dedo, lo saca; mete dos, lo saca; mete tres y empieza hacer movimiento circulares suaves. Yo solo intento mantener la calma pero no puedo. Mi cuerpo hierve con el movimiento de sus dedos y mis caderas danzan al ritmo de ellos.

Se detiene me voltea chupas sus dedos muy cerca de mi boca y compartimos mi flujo vaginal. Me besa metes sus dedos en mi vagina y vuelve a su boca. Me gusta ver cuando hace eso. Él sabe que deseo el calor de su lengua en mi cuquita y más aún su pene gordo dentro de mí. Pero seré paciente esperaré que él decida.

Pero parecía que escuchaba mi mente, me vuelve de espalda me moja con una buena cantidad de saliva, con un mano en mis cadera y la otra tomando mi cabello comiendo a sentir como entra ese pedazo de carne... se me nublaron los sentidos casi pude abrir la boca para decirle "que rico papi" literalmente mi boca se babeaba.

Cuando empezaba a disfrutar lo sacó abrió la ducha con agua fría y mantuvo ahí hasta que mi cuerpo comenzó a temblar de frio aún aferrado a mi cabello me arrodilló, tomó su pene y lo metió en mi boca, yo con mis manos atadas no podía hacer más nada que chupar y lamer mientras que el con sus manos en mi cabeza sincroniza el movimiento a su antojo.

Deja caer su saliva que se mezcla con la mía mientras que los movimientos son cada vez más profundos y su pichula llega al fondo de mi garganta hasta provocarme ganas de vomitar, él sabe que tiene el control. Me levanta me besa con mucha saliva tanta que se desborda de nuestras bocas. "Pídeme que te coja..." me dice al oído mientras me va mordiendo el cuello pasando por la nuca uno de mis puntos de debilidad. "Dime que te coja rico" Venechi... (Así me dice) con sus dos manos en mis senos juntándolos para besar ambos al mismo tiempo, baja por mi ombligo pasa la lengua por mi cintura hasta llegar a mi vagina casi derretida con la lengua relajada y extendida lame como una paleta o un rico helado de punta a punta limpiando la lava que sale del volcán que arde ahí abajo.

Con la punta de la lengua separa un labio del otro dejando al descubierto la entrada al portal. Chupa un labio bruscamente, lo hala hacia él con sus dientes como si quisiera arrancarlo va con el otro, ahora con los dos juntos. Mis piernas intentan cerrarse pero las sostiene con su mano. Mete su lengua erecta en el orificio de mi vagina en forma circular una y otra vez y luego me coge con ella y mis caderas se mueven para aprovechar ese instante de lujuria como quisiera que fuera eterno.

Yo desde arriba alcanzó a ver su cara metida entre mis piernas, de vez en cuando me mira para preguntar "¿te gusta?" Casi sin poder modular palabra le digo "si, si, me encanta, me enloquece" Mete un dedo, luego dos, luego tres mientras sus dedos se mueven adentro sin parar, su lengua caliente hace su trabajo afuera y con la otra mano toca mi culo metiendo sus dedos.

Son demasiadas sensaciones y ya no me puedo contener mis piernas no dan más le suplico que me coja ya! "papi cógeme rico" yo misma me pongo de espalda con mi cara apoyada en la pared pero me toma en brazo y me lleva a la cama, me pone de rodillas con la cara apoyada en la cama dejando mi vagina y mi culo a su merced. "papi cógeme y muévete rico". Escupe ni culo y siento como la saliva baja hasta mi vagina cierro lo ojos y espero ansiosa "mételo ya!" Le exijo.

Hasta que al fin comienza a entrar; lo saca completamente y lo vuelve a meter con mucha paciencia eso me desespera pues atada de mano no puedo hacer mucho. Le digo "toma mis caderas y muévelas duro contra ti, más duro", "suéltame para poder moverme" quiero disfrutar cada segundo... cada movimiento lento suave fuerte rudo hacia arriba hacia abajo circular a mi manera... ¡oh Dios! que rico siento todo dentro de mí hirviendo, todo dentro de mí se contrae.

Aprieto los labios, me aferro a las sábanas, lo siento todo completamente dentro de mí… el punto máximo de placer que se activa al escuchar sus gemidos al sentir su empeño por llegar juntos a ese punto máximo de ebullición. Sentir su semen llenando mis adentros y desplomándose sobre mi. Murmurando lo bueno que estuvo. Empieza a bajar el ritmo cardíaco y aún siento como se contrae mi vagina expulsando todo fluido de su interior.

FIN.

Dios mío, mientras tu mente piensa y tus dedos escriben el resto del cuerpo pareciera experimentar cada escena...

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