Nuevos relatos publicados: 9

Feliz y con el paladar sabor a semen

  • 3
  • 13.522
  • 10,00 (1 Val.)
  • 1

Hola, soy Alyssa y este es mi primer relato con mi hombre Roge, espero les guste.

El cómo llegué con Roge a esta situación es parte de otra historia que pronto les contaré.

Me sentía muy caliente, mi boca y mi culo estaban listos para ser tomados por una gran verga, me deshacía de ganas de sentir unos testículos rebotar contra mis nalgas. Me puse mis bragas negras de encaje, unas medias blancas de red, un vestido corto blanco y mis zapatillas rojas de tacón super alto.

Perfumé mi culito con todo cuidado, retoqué mi maquillaje, resaltando ese labial rojo que hacía ver mis labios carnosos y ansiosos, eché una última mirada en el espejo de cuerpo entero que se encontraba en ese baño y decidí que ya estaba lista para mi hombre. Sali decidida, resonando mis tacones en el piso del departamento, en cuanto me vio Roge me devoró con la mirada.

Corrí hacia él y lo rodeé con mis brazos fundiéndonos en un delicioso beso. Yo me extasiaba con su lengua mientras el acariciaba frenéticamente mis nalguitas, pegándome fuertemente contra él, sentí su enorme bulto en la entrepierna, lo que me excitó aún más. Me empezó a subir el vestido y metió su mano debajo de mis bragas, me empezó apretar fuertemente las nalgas mientras me besaba con mayor fuerza, obvio yo respondí de la misma manera, de repente suavizó y empezó a pasear su lengua tiernamente por debajo de mis labios, y al mismo tiempo con su dedo índice empezó a buscar mi culito y empezó a masajearlo, yo sentí una descarga de placer increíble.

Con ansias puse mi mano en su entrepierna, sintiendo toda su verga dura por encima del pantalón. Le quité el cinturón, bajé su cierre y metí mi mano. Al sentir esas venas en la palma de mi mano, mi mente solo pensó en tener todo eso dentro de mi boca, así que me fui agachando poco a poco, besándole el cuello, el pecho, una mordidita en sus pezones hasta quedar de rodillas y de frente a su hermoso miembro.

Lo estuve acariciando con mucho cariño, viéndolo embelesada, saboreando cada instante antes de empezar a devorarlo. Fui acercando lentamente mi boca, empecé a darle pequeños besos, en su glande, en medio, en sus testículos hasta que no pude mas y me lo metí totalmente, levanté mi vista para posarla en los ojos de Roge con mirada de puta consumada, el colocó su mano detrás de mi nuca para meterme su verga hasta el fondo de mi garganta, embistiendo fuertemente una y otra vez, yo sentía que me ahogaba pero estaba gozando enormemente, cuando paró y pude sacar su verga de mi boca junto con grandes hilos de saliva, me los limpié y empecé a mamar de nuevo, ahora más tranquilamente, tragándome todo su liquido pre seminal que sabia delicioso.

Así estuve unos minutos más, hasta que de golpe me levantó, me cargó fácilmente, ya que soy menudita y me llevó a la recamara, ahí de forma brusca me aventó a la cama, y me puso en cuatro, se acercó y empezó a pasarme su verga por mis nalgas y por mi culito, yo le supliqué que ya me penetrara, ya quería sentirlo todo dentro de mí, respondió a mis suplicas con ‘ahorita te voy a reventar ese hermoso culo puta suplicante’, me abrió mis nalguitas y poco me fue penetrando, “ayyy poco a poco papi que me duele!”, “uuuf si así, velo metiendo papi, reviéntame el culo mi amor!”

Y de repente embistió con todo y solo pude ver estrellas entre el dolor y el placer, empezó a sacarlo y meterlo, ‘si roge, no pares, así, ¡así!’, apretaba con todas mis fuerzas la sabana para resistir las embestidas tan ricas que me estaba dando, yo gemía y gemía de placer al sentir sus huevos rebotar en mis nalgas, tal como anhelaba instantes antes.

Me siguió penetrando en varias posiciones, con mis piernas en sus hombros, yo encima de él, en 45, entre otras, me estaba cogiendo maravillosamente, mi culito ya adaptado a su verga, la dejaba entrar sin problemas, ya cuando estaba a tope, me hizo la espada en la pared, penetrándome con todas sus fuerzas, yo sentía hasta el fondo cada mete y saca, hasta que mi querido Roge no pudo mas y saco su verga para eyacular sobre mí, el primer chorro cayó en mi pecho, me incorporé de inmediato con la boca abierta para tomarme el resto de su leche, los siguientes chorros me llegaron directo a la cara y a mi boquita ansiosa, Roge gritaba de placer: ‘trágatelo todo putita!’, yo con un enorme placer sentía como resbalaba su semen en mi cara, por supuesto no deje ni una gota, me lo devoré todo, estaba espeso y delicioso.

Roge se recostó y yo me acurruqué a su lado, sintiéndome dichosa, con una mano le acaricié su verga, y con la otra agarré la mía, para masturbarme y llegar al clímax al lado de mi hombre.

Nos quedamos dormidos, yo con una sonrisa de oreja a oreja y todo el sabor de su leche en mi paladar.

(10,00)