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Fui de paseo con mi novio y terminé cogida por un malandro

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Hola soy Ali. La historia que les voy a contar me pasó cuando yo iba en la Universidad, me encontraba en el receso intersemestral de verano, mi novio de ese entonces me invitó a pasar unos días en un lugar cerca a la playa de mi ciudad para relajarnos un poco, yo con toda emoción acepté y nos fuimos.

Ya estando ahí, cuando llegó la noche me fui a pasear con mi novio a la playa, íbamos agarrados de la mano caminando descalzos por la orilla del mar, platicando los dos y riéndonos, disfrutando del clima tan rico que hacía. Estuvimos así caminando por un buen rato, de repente cuando ya nos habíamos alejado bastante de la estancia donde nos estábamos alojando, alcanzamos a ver a unos chicos sentados en la arena, conforme nos acercábamos nos dimos cuenta que estaban bebiendo alcohol y fumando. A medida que nos acercábamos pudimos ver que había unos cinco muchachos de diferentes edades, un par un poco mayores de unos 22 o 23 años y los otros de entre 18 y 19, todos se veían que eran mal vivientes ya que tenían su ropa sucia y daban una pinta de que no se habían bañado en días, lo cual ya me dio mala espina porque usualmente ese tipo de gente es muy grosera y muy posiblemente algo nos iban a decir o a querer hacer.

Y dicho y hecho, una vez estando cerca de ellos fue así tal cual, cuando estábamos caminando justo frente a ellos, alcancé a escuchar que empezaban a decir tontadas como que me iban a coger frente a mi novio, apostando a ver quién se animaba a irme a tocar una nalga, que me rebotaban las nalgas bien rico al caminar, que estaba muy deliciosa y tonterías similares. Usualmente hago caso omiso a ese tipo de comentarios, pero viendo que estaban arruinando un momento hermoso entre mi novio y yo, la verdad es que me encabronó bastante y les dije en voz baja pero audiblemente que se fueran a la fregada y que nos dejaran en paz.

Seguimos andando y me di cuenta de que se habían levantado los más pequeños y nos gritaban de cosas, así que me giré y les amenacé que si no nos dejaban en paz íbamos a llamar a la policía. Al gritarles eso mi novio solo me jaló del brazo diciéndome que no les hiciera caso y que siguiéramos caminando, lo que honestamente me hizo molestarme más porque pues era gente que me estaba faltando al respeto y este tipo no hacía absolutamente nada. Total, comenzamos a caminar alejándonos de ellos cuando giré a verlos y me topé con que el mayor se acercaba todo seguro hacia mí. La verdad es que me intimidó un poco ya que se trataba de un hombre alto y muy fuerte, llevaba unos shorts blancos y una camiseta de tirantes blanca también, con la vestimenta que tenía dejaba ver muy bien sus músculos tan formados que tenía.

Al estar cerca de mí, solo escucho que le dice a mi novio “a que te parto la madre pendejo de mierda y luego me cojo a tu novia frente a ti”, yo me quedé súper asustada mirando a mi novio que no decía nada y solo tenía cara de asustado, viendo eso y sabiendo que al parecer la pelea la iba a tener que dar yo, le respondí al malandro que se callara y nos dejara en paz. Entonces el malandro se rio diciéndome “ya mujer discúlpanos solo estábamos jugando”, me ofreció la mano como haciendo las paces a lo que yo aliviada de que todo se iba a arreglar pues se la estreché, al hacerlo el muy imbécil me jaló la mano y se la llevó a su paquete, al ver eso todos los malandros soltaron las carcajadas, yo solo me solté de él y le iba a dar una bofetada, pero me detuve.

Mi novio me jaló del brazo pidiéndome que nos fuéramos, pero yo estaba muy enojada y le dije al malandro en tono de burla que no había sentido nada al tocarle el paquete, que de seguro la tenía muy pequeña, en eso para mi sorpresa se bajó un poco el pantalón y agarrándose con las dos manos su abultado paquete me dijo “si me la saco te desmayas de lo grande que la tengo putita de mierda, después le parto la madre a tu novio”, al escuchar eso solo le respondí “ya cállate verguitas, la neta no traes nada”, dije yo haciéndole ver que no me asustaban nada sus idioteces. Pero para mi mala suerte lo hice encabronar demasiado y entonces sacó una navaja pequeña, pero suficiente para ponerme nerviosa, me dijo “ahora voy a cogerte enfrente de tu novio por pendeja”, en eso me agarró del brazo y de un jalón me puso justo enfrente de él y con la otra mano me tocó una teta. Yo solo me puse a gritar y mi novio solo se puso a decirle que se detuviera o le iba a llamar a la policía, pero el malandro se rio diciéndole “en lo que llega la policía yo ya me aventé tres palos con la putita de tu novia”, después el tipo me amenazó con la navaja y vi que un par de malandrillos llevaban también una navaja en la mano y se reían.

El malandro mayor me obligó a quitarme la blusa quedando mi sostén a la vista de todos, me comenzó a manosear las tetas de una forma muy bestial, luego me cortó con la navaja el sujetador por la parte que une las dos copas, abriéndose y dejando mis tetas desnudas a la vista de todos, ante los malandrillos que no paraban de reírse y ante mi novio impotente sin poder defenderme, en eso el malandro mayor empezó a chuparme las tetas con ansia de una forma muy agresiva, después me empujó al suelo y tapándome la boca para que no gritara me desabrochó y me bajo el pantalón hasta las rodillas, quedando mis nalgas a la vista de todos con solo una tanga morada que llevaba ese día. Para cuando quise reaccionar, el malandro que por lo que oí se llamaba Santos, ya me había quitado la tanga y me estaba haciendo una comida de coño espectacular. Yo que, al principio hacia cara de terror y asco, ahora empezaba a disfrutar poco a poco de la forma tan deliciosa que me estaba comiendo el salvaje éste, de pronto mis gritos se convirtieron en gemidos de placer cada vez más fuertes.

Yo volteaba a ver a mi novio mientras el malandro me hacía sexo oral y solo veía que mi novio tenia cara de asombro, al ver como otro hombre me hacía gemir de placer, pues aunque habíamos hablado muchas veces de hacer algún trío o intercambio de parejas y cosas similares, no me esperaba esta situación en la que estábamos. Se veía que mi novio estaba indignadísimo con lo que veía y encima le tocaba escuchar a los malandrillos, amenazándole constantemente con clavarle la navaja si se le ocurría hacer algún movimiento en falso.

Entonces Santos se levantó, se quitó la camiseta dejando ver un cuerpo más que envidiable, se bajó los pantalones y se quedó en boxers ahí delante de todos, mientras me tenía tumbada en la arena con las nalgas y las tetas al aire, después Santos acercándose a mi novio agarrándose la verga con cara de ira le dijo “ve esto, me la va a mamar tu novia, decían que era pequeña, pues bájate el pantalón pendejo”

Por supuesto mi novio se negó, pero entonces Santos le puso la navaja en el cuello y lo hizo obedecer, se bajó los pantalones, pero se dejó los bóxers puestos. El malandro se rio diciendo algo sobre su ropa interior de marca y luego de un tirón le bajó los bóxers dejándolo con la verga al aire delante de todos, la verdad es que mi novio no la tenía grande, digamos que era un tamaño promedio, pero evidentemente sí más pequeña que Santos, éste entonces empezó a burlarse de la verga de mi novio diciendo “miren a este pendejo que verga tan mas chica tiene” y todos los imbéciles de los malandrillos empezaron a reírse.

Entonces Santos se acercó a mí, me agarró del cabello y me jaló hacia arriba obligándome a arrodillarme, me hizo que le lamiera la verga sobre la tela del bóxer, yo solo obedecía ya que a esas alturas ya me había sodomizado completamente y me tenía bien sumisa a sus pies. Entonces después de unos minutos se empezó a bajar los boxers y se quedó completamente desnudo, nos dejó a nuestra vista una vergota descomunal y unos huevos gordísimos colgando entre las piernas. Yo solo hice cara de sorpresa muy grata, al ver el macho tan sabroso que estaba frente a mí, en eso sin que Santos me dijera nada abrí la boca y me metí su miembro a la boca, le comencé a dar la mamada de su vida, chupaba y chupaba como loca toda su verga metiéndomela toda hasta la garganta, no dejaba de verlo a los ojos mientras lo hacía, de repente me lo sacaba de la boca y le lamia los huevos un poco haciéndolo gemir, después solo me dedicaba a estrujar con mis labios su miembro tan magistral, “eres una puta!” solo escuché que gritó mi novio, entonces salí del trance en el que estaba yo y volteé a ver a mi alrededor, caí en cuenta de que todos los malandrillos se la estaban jalando mirándome chupar aquella vergota tan deliciosa y como ponía cara de placer disfrutando inmensamente con cada mamada que le daba a Santos.

Al poco rato, Santos me sacó la verga de la boca, se giró hacia mi novio y señalando su enorme pene erecto y lleno de mi saliva, se acercó a él hasta que su verga rozaba casi con la de mi novio y dijo “esto es pequeño?” se comenzó a reír, era evidente que la vergota de Santos era muchísimo más grande que la de mi novio, que estaba de lo más flácida y chica de la humillación que le estaban poniendo. Acto seguido, se giró de nuevo a mí, viéndome como me había dejado, arrodillada con toda la boca húmeda por mi salida y con las tetas al aire, se me acercó y de nuevo me agarró de las greñas y me jaló apuntando mi rostro hacia mi novio diciéndole “ahora sigue el acto final cabron”, después me arrojó hacia el suelo quedando en cuatro patas sobre la arena con las nalgas paradas a disposición de él, se acomodó detrás mío y poco a poco comenzó a metérmela por detrás, cada centímetro dentro de mi era un gemido delicioso que yo soltaba de lo sabroso que estaba sintiendo. Santos me empezó a bombear cada vez mas fuerte, yo estaba gimiendo como loca de placer y gemía diciendo “mas! mas! fóllame! quiero que me folles mas papi”

“Eres una puta maldita sea!” solo gritó mi novio, ya que era evidente que aquello me gustaba porque estaba súper extasiada en aquel momento, Santos seguía bombeándome la vagina haciendo rebotar mis nalgotas que se bamboleaban con cada embestida que me daba, los demás chicos se la seguían jalando viendo como me cogía su líder. Después de un rato de estarme cogiendo de perrito, Santos me sacó la verga y se acostó boca arriba en la arena, su miembro parecía un poste de alumbrado, recto y firme apuntando hacia el cielo, me dijo “que esperas putita? ya sabes que hacer, así que mueve esas nalgotas y matate tú solita”, al escuchar eso me levanté de inmediato con una sonrisota en el rostro y me monté sobre él, metiéndome de nuevo su pedazote en mi vagina.

Comencé a cabalgarlo moviendo mis caderas al frente y atrás a un ritmo súper sensual, lo hacía mientras yo misma me acariciaba mi rostro y me agarraba mi cabello de lo mucho que estaba disfrutando, gemía como toda una hembra cabalgando a su macho. Después puse mis manos en su pecho y comencé a darme sentones en su verga, volteé hacia atrás y vi como mis nalgas solo rebotaban fuerte sonando fap fap fap por el choque con sus huevotes. Cuando parecía que se iba a venir, sacó su polla y me hizo arrodillarme ante él, comenzó a pajearse hasta venirse y yo sentí como su leche caliente caía en mi cara y sobre mi cabello, luego restregó su pene por mi cara como para limpiarse los restos de leche y mirándome con cara de satisfacción me dijo, “a la próxima putita de mierda lo haré en tu boca así que respeta a los malandros”.

Acto seguido se vistió limpiando los restos de leche de su verga con sus calzoncillos y luego se los puso el muy cerdo, se vistió y se fue con los demás malandrillos a donde estaban tirados antes, a seguir entre risas tomando y comentando burlándose de lo que había pasado, yo me fui corriendo a lavarme la cara y el cabello al mar, después mi novio y yo nos vestimos y nos fuimos de ahí inmediatamente, yo le reproché la manera tan cobarde que se había comportado, pero él me dijo que se notó lo mucho que yo había disfrutado todo aquello, honestamente estaba en lo cierto.

FIN.

Rápidamente les agradezco mucho sus mensajes y comentarios de mis relatos, escríbanme a mi cuenta de Instagram @tjgirl_of y díganme que les parecen mis relatos. Saludos!!

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