Nuevos relatos publicados: 0

Hasta que la descubrí

  • 5
  • 14.563
  • 9,00 (20 Val.)
  • 0

Corría el año 1994, estábamos casados con mi esposa hacía 3 años, no teníamos hijos, yo trabajaba de administrativo y ella era operaria en un taller textil. Teníamos una unión sexual normal. Mi esposa diría que era pulposa más o menos 96 de busto, 70 de cintura y 110 de cola, era más culona y caderona, con 1,60 de atura, yo debuté con ella, que ya tenía experiencia.

A mediados de junio de ese año, frio casi invernal, la acompañé en el viaje al taller, para después dirigirme a mi trabajo, tomamos el colectivo, y ese viaje fue incómodo, perturbador para mí. Al subir, me dijo "ya viene medio lleno, quedémonos donde podamos" nos terminamos quedando uno al lado del otro, con las manos entrelazadas, agarrados cada uno de un asiento de 1 persona por mitad del colectivo. En dos paradas el colectivo se llenó hasta el tope. No nos podíamos mover, ambos teníamos personas atrás nuestro. Ella estaba con un pantalón jogging y un pullover, no llevaba campera.

En un momento dado noto que el tipo que esta detrás de ella está pegado a su cola, y ella movía la cola ligeramente hacia atrás y hacia adelante, con un notorio gesto de placer en su rostro. Cabe destacar que por ser invierno temprano estaba oscuro todavía y el colectivo tenía poca iluminación o sea pasaba casi desapercibido lo que veía menos para mí.

Después de un rato, el tipo disimuladamente con el dedo de una mano le subió el pullover, y muy despacio le fue abriendo el borde del jogging, metiendo más dedos, pero no toda la mano. Al instante vi cara de placer en mi esposa, a la vez que el tipo ya tenía movimientos sexuales más intensos sobre la cola de mi esposa y también con cara de placer. Estuvieron así un rato hasta que a medida que se fue vaciando el colectivo dejaron de hacerlo. Ella me dijo "estas bien mi amor?", “si, si todo bien” le dije.

Yo quedé caliente, me había excitado esa imagen no sé porque. La acompañé hasta cerca del trabajo y en una calle cercana que había pocas casas y muchos árboles, paramos y empezamos a besarnos. Nos abrazamos y en un momento dado, llevó mi mano por dentro del jogging y le sentí la bombacha en su cola, totalmente suave al tacto, era una vedetina normal, no usaba tangas, de color tipo marfil, le dije "mmm que linda se siente la bombacha, no es la de algodón áspera que usas siempre" ella me dice "Es de lycra satinada la estoy estrenando, viste que suave te gusta? me siento sexy con este tipo de bombachas" y también me dice "amor estoy indispuesta me quiero ir a cambiar la toalla femenina me siento empapada”, “anda que ya tengo que entrar, a trabajar". Sí, yo le había sentido la presencia de la toalla se notaba atrás en la parte de abajo de la cola.

Me iba al trabajo pensando y ahí me di cuenta y relacioné esa imagen que había visto del tipo apoyándola y metiendo los dedos bajo el jogging, cuando sintió la bombacha suave empezó a moverse para acabar en su cola, no pude ver en el tipo si se bajó mojado, ella tenía la zona de contacto seca, la bombacha no estaba pegajosa, con semen digamos.

Cuando terminé de trabajar, pensé en ir a darle una sorpresa a la salida de su trabajo, viajo, cuando estoy a unas dos cuadras de donde salía, la veo que sale con dos compañeras y se van juntas las tres, yo no quise apurar el paso porque preferí que charlaran, dejarlas solas digamos, mientras yo iba a dos cuadras de distancia, no me habían visto.

En un momento dado, las dos chicas la dejan sola a mi esposa y se separan, ella sigue como camino a la parada del colectivo, pero inesperadamente para mi vista cambia de dirección, hacia otro lado, eran como las 18 h empezaba a oscurecer, la sigo y después de caminar dos cuadras para otra dirección se encontró con un tipo que la estaba esperando.

Me quedé helado, petrificado. Empezaron a besarse intensamente y vi que el tipo le metía la mano bajo el jogging a la vez que le hablaba al oído. Se fueron agarrados como novios, y luego de caminar una cuadra se metieron en un hotel alojamiento medio oculto al final de una calle. Después de 2 horas salieron y se despidieron en la esquina con un beso y cada uno por su lado.

Por alguna razón no reaccioné a todo eso con un ataque de celos, es más me apuré a llegar a casa, y me masturbé pensando en lo que había visto. Cuando llegó mi esposa, yo estaba muy caliente de querer coger, mi pija decía "y a mí cuando me toca?"

Inmediatamente empezamos a besarnos y mi esposa dice, "mira que estoy indispuesta yo me siento caliente y sexy, pero a vos te gusta así?", “sii” le dije, "bueno espera me cambio la toallita y vengo".

Fue al baño y cuando vino la vi con esa bombacha de lycra nueva (ya estrenada con otro) y la toallita adosada por dentro, parecía un pañal que llevaba. Se tiró en la cama boca abajo y me dijo “besame desde abajo hacia arriba por las piernas y la cola”, yo la besaba y veía como le quedaba esa bombacha en esa cola pulposa, me imaginaba el tipo como la disfrutó y acumulaba más leche, después me dijo "ponete atrás mío, como si me apoyaras y vas a ver" me puse atrás de ella con mi cara sobre su nuca, y ella empezó a abrir y cerrar la cola y me dijo "te gusta? acabame toda la leche en la bombacha me calienta sentirla mojada de semen". Y no aguanté más y la llene de leche toda la bombacha nueva.

Dejé que se siga viendo con su amante, me excitaba ser cornudo, conmigo se ponía bombachas de algodón y cuando se veía con su amante se ponía de lycra o satén blancas, marfil, o beige.

(9,00)