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¿Hermano mayor descarrilado? ¿Cuñado buenorro? (2)

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–Yo tampoco se lo pido, a mi también me da asco hacérselo.

– Entonces que, solo folláis y ya está?

– Sí, tampoco me hace falta más.

– Ahora vas a ver lo que te pierdes nena. Con lo rica que estás y lo que te mereces que te hagan. Ya decía yo que este tenía que ser un muermo– separó las piernas de ella, acerco su cabeza, aspirando el olor de la entrepierna de María, y bajo directamente hasta apoyar la lengua en uno de sus labios vaginales, estimulándola por el lateral de su sexo esperando el momento de enseñarle lo que era de verdad el placer. – Te corres cuando folláis? – pregunta desde abajo. Con la lengua bordea todo el contorno de la vulva, de ingle a ingle pasando justo sobre el hinchado clítoris, acercándose a el, dibujando un arco entre sus piernas.

–Si.

– Te he dicho que no me tienes que mentir.

– A veces si que me corro.

– Pero siempre acabas buscando porno para correcto tu solita no?

– A veces.

Javi entró en su rajita, deslizándose ahora de abajo a arriba, terminando ahora si en su botoncito por arriba, hasta su ano abajo, una y otra vez.

– Te corres mirando pollones y luego cuando ves la de este no puedes, es normal.– Sigue lamiendo, y vuelve a parar para añadir–. Luego la niña que va de buena ve al novio de su hermano y se imagina follándoselo como una guarra–. La lengua rodea el clítoris, girando sobre el en sentido contrario a las agujas del reloj, fijando todos sus 5 sentidos en mantener el mismo ritmo y sintiéndola arquearse bajo el. Metió los dedos por su vagina, sintiendo como chorreaba de excitación, y, acompasado al giro de su lengua, aumentando el ritmo, los movía arriba y abajo dentro de ella, apretando en el vaivén las paredes vaginales, sintiendo inflamadisimo su punto G.

–Para que me meo– dijo ella delirando. El no paraba, ella se dejó ir, incontrolable. Un orgasmo de una intensidad que desconocía hasta entonces se apoderó de todo su cuerpo, que convulsionaba imparable mientras notaba como estaba mojando todo lo que tenía entre sus piernas sin poder parar.

–Tampoco sabías lo que es un squirt? – pregunto Javi una vez relajada. – Pues encantado de habértelo enseñado, no sabes lo rica que sabes. – se relamió, y poso una mano sobre el pecho de ella, tratando de calmar su agitada respiración.

– En serio no te ha dado asco?– preguntó, tirándose hacia él haciendo que sus miradas se encontrasen por vez primera desde que habían entrado al cuarto.

– Estas preciosa María, a quien le va a dar asco hacerte gozar así? – acarició su mejilla, colorada por el rubor y el reciente orgasmo– Si te dice que le da asco se merece ser cornudo créeme– beso tiernamente el cuello de María y se colocó sobre ella.

– No, está fatal Javi. Yo nunca se lo pido tampoco, ni el a mi– miraba desde abajo, expectante al movimiento de su cuñado, que se colocó sobre ella, apoyando los codos a ambos lados de su cara.

– Ves como tenía que ver la luz? No podía perderme esa carita– punteo con su cadera, marcando la vagina de ella, que no sabía en que momento se había quitado los calzoncillos.

–Joder ni me acordaba, apágala corre. – empujó las manos hacia arriba contra el pecho de Javi.

–Que ese no va a despertarse– miro el reloj. No sabía hasta cuando duraría el efecto de su "trampa", pero el morbo podía a su planificación, y se alzó en busca de un preservativo mostrándole al levantarse su desnudez a María. La miraba divertido, a la vez que retrocedía hacia su hermano, y bajo cuidadosamente su bóxer. Dejó al descubierto un pene arrugado, de unos 3 o 4 cm. en ese momento, rodeado de una descuidada mata de pelo rizado que le hacía aparentar todavía menor tamaño. Como le llamaban ellos desde pequeños, era un auténtico "pitín".

– Estas loco o que? Lo vas a despertar!! – mirando como Javi tomaba posición dejándole en plano su pilila completamente dura, depilada por completo, especialmente gruesa y con alguna venita marcado en el tronco, curvado hacia arriba. La diferencia era tan evidente que no se molestó intentando defender a Matías. –Nunca se la he visto tan pequeña– fue lo único que dijo, devolviendo la atención de sus ojos verdes a la polla de su cuñado.

–Entonces se le pone así cuando folláis? – se señaló la suya al decirlo, disfrutando inesperadamente humillando a Matías, "don perfecto".

–No hombre así tampoco– confeso ella, con su mirada fija en el mismo sitio, como intentando grabarla en su memoria.

– Y como se le pone? Que tengo curiosidad.

– Ella se lo marcó con sus dedos, inexplicablemente obediente. Eso si, fue algo generosa en la medida, que aun así quedó bastante corta cuando Javi, acercándose a ella y agarrándola de la muñeca, la puso junto a su erección.

– Oye pues no está mal tampoco, yo es que siempre se la he visto así de encogidita– Palpita su verga al contacto de los dedos de María, que veía como lo que marcaban llegaba justo al borde del glande, grueso y brillante, gustándole mucho lo que veía.

– No hay condones María, te vas a quedar con las ganas... – se recreaba saboreando el control de la situación. – Bueno pues te toca chupármela– se encogió de hombros, acercando la punta de la polla hasta prácticamente rozarle los labios.

A ella le cogió desprevenida, y tardó en reaccionar, echando la cabeza atrás, y empujando la pilila de Javi instintivamente con ambas manos. Javi la sujetó de las muñecas, se deslizó hasta tomar el control de sus manitas, mucho más pequeñas que las de él, y las colocó ambas envolviendo su polla, que a ojos de ella era un auténtico pollón. (Eran en realidad unos 17 cm, bastante gruesa eso si, pero ella sólo había visto hasta entonces la de Matías, que no debía pasar los 9 cm en erección).

– Sin condón tampoco hay mamada? – pregunto Javi decepcionado.

– Mati se pone uno que sabe a piruleta cuando le hago oral.

– Bueno pero la mía esta mas rica y no tengo esa pelambrera mira– pasa una de las manos de María sobre su cuidadosamente rasurado bajo vientre, haciéndola recorrer la curva marcada de su abdominal inferior, subiéndola a través de cada uno de sus abdominales, su pectoral, de uno a otro, siguiendo las líneas del tatuaje estampado en su pecho, hasta colocarla directamente en el glande, que envolvió María con cuidado, sintiéndolo blandito y carnoso entre sus dedos, húmedo y caliente. Cabeceó al apretar su mano con cuidado, y disfrutó la sensación de tener esa polla entre sus manos como tantas veces había imaginado.

– Hacemos una cosa, te la meto un poco para que la notes bien dentro y me corro en tu barriguita– propuso el impaciente por la calentura.

–Ni de coña, no quiero tocar el semen– María contestó con cara de asco.

–Venga pues me voy después al baño y me corro, túmbate en la cama que ya llevamos mucho rato.

–No apagamos la luz por si acaso? – preguntó ella, sorprendiéndose a si misma por preocuparse únicamente de la luz con todo lo que estaba pasando.

– Necesito ver tu carita mientras te lo hago– dijo el agarrándole ambas mejillas, y le plantó un beso en los labios por primera vez, beso que ella recibió apasionadamente, entrelazando sus lenguas en una interminable espiral de deseo y lujuria. Javi al principio solo pensaba en la luz para su video, pero con lo que estaba viviendo necesitaba de verdad vivirlo con los 5 sentidos. Sin separar sus labios de los de María, bajo su mano, agarró su verga y la apoyo entre los calientes labios de su vagina, que lo esperaban entreabiertos y lubricados. Deslizó agarrándola arriba y abajo por su rajita el glande, como si de una brocha se tratase, hasta que al llegar a su entradita empujó sus caderas hacia dentro de ella, hasta que lo paró su quejido cuando ya llevaba la mitad. Le dolía, así que salió con cuidado y volvió a intentarlo, llegando esta vez algo más adentro, y salió despacio. No se había quejado, pero él le preguntó tiernamente transmitiéndole seguridad.

–No sé por qué me duele, ya lo llevamos haciendo 4 años– (tenían 22, y Javi 29).

– Pero esta es mucho más gorda María, es normal que te cueste al principio. – volvió a introducirla hasta la mitad, ella abrió sus piernas intentando facilitar la entrada y consiguió meterla hasta el fondo. Entró y salió un par de veces pero María no aguantaba. Así que le propuso un 69, que por supuesto ella no había probado.

Se dejó colocar sin oponerse, agarrada por Javi, que la giro sobre él hasta posar la vulva de María sobre sus labios, descubriéndole una nueva postura con la que empezó a gozar enseguida al sentir los lametones por su sexo.

Ella agarró su polla, erguida hacia el techo junto a su cara, y comenzó a masturbarla mientras Javi no paraba de darle placer desde abajo. La tenía muy cerca, el olor no le desagradaba, y se la metió en la boca, rodeando con los labios el glande y bajando hasta envolverlo por completo, repitiendo el movimiento arriba y abajo guiada por la mano de Javi que había agarrado su pelo, firme pero sin hacerle daño.

Ella movía sus caderas, gozando del trabajo que le hacía en su vagina la experta lengua de su cuñado, y volvió a sentir otro orgasmo que le hizo detener la manada para únicamente disfrutar corriéndose contra su lengua. El ritmo de los movimientos se fue apaciguando al mismo ritmo que las contracciones de la vagina de María, alargando así el placer que le daba sin sobrecargar la zona en todo el proceso.

Siempre había necesitado parar tras un orgasmo. Hipersensibilidad había leído por ahí, y se sorprendió muy gratamente sintiendo la lengua de Javi que no se detuvo por completo ni un segundo. Ese puto cabronazo maestro del sexo no sólo le había alargado el orgasmo más de lo que podía imaginar, sino que sin darle tregua había vuelto a despertar en ella ese cosquilleo calentito que Javi le había descubierto esa noche. Pasaba por el glande de su polla el pulgar, rodeando la pequeña abertura que lo culminaba en medio de la redondeada punta, como había visto en algunos videos.

–Lo haces increíble María, eso te lo ha enseñado mi hermanito? No se Rick... Parece falso– rieron los 2, el con desdén y ella divertida con la puntilla. Javi siempre era un graciosillo, y hasta en ese momento tan íntimo, macabro y remoto, la hizo partirse de la risa con ese comentario tan fuera de contexto.

–Lo he visto en vídeos, y a Mati le encanta. Con las manos si que le hago cosas, que no soy tampoco una mojigata eh– dijo aumentando ahora el roce sobre su glande, viendo en la cara de él como gozaba del movimiento de su manita. La mano izquierda la sostenía de la base, manteniendo firme y recta la polla, disfrutando de su contacto y su olor. Definitivamente le gustaba como olía, y miraba intrigada como se separaba junto a su dedo un hilillo transparente de líquido preseminal. El vio la oportunidad en esa mirada curiosa, y enseguida pensó las palabras que la iban a calentar y convencerla.

– Y con Mati no es igual que en los videos no? Con una mano te sobra jajaja

María volvió la vista a la cama de al lado. Mati dormía bocarriba, totalmente estirado y con el calzón bajado, mostrando su pilila asomando entre la mata negra y rizada que cubría su sexo. Así lo había dejado Javi, su hermano mayor, que en ese instante estaba colocando de nuevo la boca contra el sexo de su cuñada, que se excitaba ante la perversión de la situación. Nunca se habría imaginado siendo infiel, y mucho menos con el hermano de su novio, que casi podía tocar estirando el brazo, y sintiéndose tan sucia y satisfecha a la vez.

– Con Mati tampoco sale esto, por eso necesitamos un condón– dijo con el precum entre sus dedos, mostrándoselo a Javi.

–También usáis condón para las pajas?

– No hombre no, pero si tuviéramos condón te la chuparia un poco

– Como hacen en los videos que ves? Porque claro, no buscas pajas, buscas pollones y siempre se lo acaban metiendo en la boca a que si?

– Si pero yo no lo voy a hacer– dijo, y seguidamente agarro con ambas manos el tronco de la polla que tenía delante y comenzó a subir y bajar por toda ella despacio, mirándola mientras la masturbaba lentamente. Igual de lento sintió el movimiento de la lengua de Javi en su expuesta vagina, que copiaba su ritmo arriba y abajo introduciéndose en ella hasta donde llegaba. Era un cerdo, notaba como disfrutaba chupándola toda, y eso le estaba poniendo a tope. Se iba a correr, cuando Javi paro en seco, separándose de ella unos milímetros.

– Lo deseas más que yo. Prueba lo que tantas veces te has imaginado no te cortes– susurraba pegando sus labios contra los de su sexo, parecía que su voz la recorría por dentro.

–Me imagino follando, no chupándola– dijo ella con sinceridad.

– Eso te lo haré otro día, tu tranquila que te voy a preparar bien para que no te duela y la vas a sentir como te llena toda mientras te corres como loca. – volvió con su lengua a la carga, pasándola ahora en el ano, presionándolo y girando sobre él, un poco acelerado en un principio, pero contagiándola de esa energía que le imprimía esa nueva sensación. Le estaba comiendo el culo, y ella estaba disfrutando mucho, algo que nunca habría imaginado y que siempre había sido un "tabú".

– Hasta por el culito vas a querer que te la meta ya verás– dijo, y continuó incansable saboreando su culito virgen.

– Me dolía mucho, y tenía muchas ganas– confesaba ella ya con total confianza.

–Le voy a regalar a mi hermano un consolador para que te vaya ensanchando, veras a la próxima como no te duele.

–Tu estas loco, como le vas a regalar eso?

– Te lo voy a regalar a ti, y tu le vas a pedir que te lo meta.

Javi movía su lengua alternando entre el ano y el clítoris de ella, que volvió a masturbarlo con las dos manos. –Venga chúpala como antes– la instó el desde atrás. La miraba con deseo, se acercó y se la metió en la boca, saboreando esta vez el precum que brotaba de ella, cuyo sabor no era muy fuerte y soportó continuando la mamada con intensidad. –Me avisas en cuanto notes algo eh– dijo ella, y volvió a engullir el glande entre sus labios, mostrándose cada vez más familiarizada con él.

–Sisi tranquila, ya bastante que me la estas comiendo a pelo– vuelve a pasarle la lengua, deslizándola lo más lentamente posible, presionando contra el sexo de ella, y al llegar arriba dice – te he dicho que te iba a gustar o no?

–No está mal, pero al principio sin eso mejor– dice ella, acostumbrándose al líquido preseminal que antes no había tenido que saborear. El empezó a comérsela como loco, igual que le había hecho en el culo pero ahora lamiendo toda la vulva. Pasaba por los labios externos, internos, rodeaba el clítoris y volvía a bajar. Se centró en el clítoris siendo muy preciso al envolverlo con la lengua, y ella, sin sacarse esta vez el cipote de la boca, sintió un nuevo orgasmo recorriendo cada terminación nerviosa de su cuerpo, arqueándose ante esos movimientos tan agresivos que le propinaba Javi con la lengua. Esta vez sí necesitaba que parase, y apretó contra el la pelvis con fuerza para conseguirlo. El intentaba insistir, y ella aumentó el ritmo de la mamada, en una lucha de sexos en la que estaba ganando todo el mundo.

Javi agarro su cabeza estirando ambos brazos sobre su espalda, y, totalmente enajenado por el placer, empujó hacia abajo la cabeza de María, decidido a vaciar sus huevos en la boca de su cuñadita.

Ella mamaba con decisión, totalmente ignorante de lo que estaba a punto de pasar, y, justo cuando su boca engullía lo más que podía la polla de Javi, con las manos de este presionando su cabeza, sintió en su boca como se hinchaba más aún si cabe y comenzaba a derramarse el primer disparo de semen en su interior. No podía apartarse, y fue recibiendo toda la corrida en la boca, hasta que ya no cabía más. No le disgustaba el sabor, y tampoco le dio asco la textura, como había imaginado, pero se acumuló tanta cantidad que sintió una arcada. Intento abrir los labios, dejando que cayese sobre el tronco de su polla, y, cuando el separó las manos de su cabeza, ella siguió chupando un poco más, sorprendiéndose a si misma y a su cuñado, que la miraba complacido.

–Lo siento pero no podía aguantarme –le dijo el cuando ella se apartó, dejando hilillos de semen y saliva en su polla y la barbilla de ella.

Ella fue al baño a escupir y enjuagarse la boca, y cuando entró en el cuarto de nuevo le dijo –bueno no ha estado tan mal.

– Ahora se lo tendrás que hacer también a Matías– dijo con mirada burlona.

–No lo descarto– agarro la camiseta que le lanzó Javi, y se la puso ante la atenta mirada de él.

Apagó la luz, subió el bóxer de Mati que seguía durmiendo plácidamente y se acostó a su lado. El tanga no recordó ponérselo, y se quedó dormida junto a su recién cornudo novio sin ropa interior.

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