Nuevos relatos publicados: 6

Imaginación

  • 10
  • 7.209
  • 9,50 (4 Val.)
  • 0

Solo sentate y usa tu cabeza, hace de cuenta que estás viviendo lo que te voy a relatar…

Estás en tu habitación, sentado frente a la computadora, terminando el día laboral, corrigiendo el último pedido de tu jefe, fue un día intenso, a la mañana te levantaste y te cambiaste para poder laburar tranquilo, sin ganas de acostarte de nuevo.

Por la tarde tomaste una siesta y volviste a la ropa cómoda, ya es la tarde noche, estas frente a la computadora, das el ultimo click, trabajo terminado.

Una vez enviado el archivo, decidís mirar un poco que hay en la internet, navegas, buscas, lees y te aburrís, es hora de irte a bañar y cenar, pero antes pasas por un sitio porno, un video por aquí, un video por allá, tu pene se erecta, se empieza a calentar, tenés abierto tres videos, una orgia, uno casero y uno de un trio, tu pene ya está prendido fuego, tus manos empiezan a manosearlo, a tocarlo, querés masturbarte, ves en tu pantalla como se la chupan entre todos, algunos en cuatro disfrutando de la penetración, otros con la boca llena de carne, vos sentado tocándote de a poco tu pene, que ya está erecto y listo para ser usado.

De pronto paso yo por al lado, con una toalla donde se nota mi cola redonda, una manzana que te gusta mucho, tu mirada ya me desnuda, paso y te miro, miro tu pene erecto y listo para mí, pero paso de largo, antes de entrar al baño se me cae la toalla, estoy desnudo, me rio y entro al baño, solo escucho tu gemido, tus palabras “Mi manzana preferida”.

Entro al baño a depilarme la colita, las piernas y todo lo que te gusta tocarme, me depilo, me paso la navaja, me voy sacando todo eso que preferís que no este, al pasar unos minutos soy una nena con un pene, una mujer con un cuerpo flaco, cola redonda y parada.

Me doy cuenta que me estas mirando por algún lado, veo tus ojos detrás de la puerta, masturbándote y esperándome, yo sigo en la mía y abro la ducha, caliente, lista para entrar, voy caminando despacito así miras mi manzana y más te calentas, todo depilado, listo para ser chupado, saboreado y franeleado.

Voy caminando y entro a la ducha, caliente como tu piel, hirviendo como tu pene y tus ojos que me miran a través de la puerta, me baño, me lleno de jabón y voy dejando que el agua saque todo, que me limpie, mi cuerpo esta nuevo y listo para subirme arriba tuyo.

Me seco de a poco todo mi cuerpo, mi pene también esta erecto, solo y parado entre tanta piel sin nada, al descubierto. No lo toco, lo dejo parado que espere.

Ahora estoy listo para salir del baño y verte, ahí sentado masturbándote seguramente desnudo, solamente vos y tu carne caliente y firme.

Abro la puerta y la luz está más tenue, bajaste un poco la intensidad por tu vista que ya está cansada, pero estas ahí sentado, desnudo y masturbándote.

Me acerco por atrás, te rozo la espalda con un dedo, con la palma de la mano toco tu cuello, con mi pene parado rozo tu piel, tu cara e intentas a tirarle un beso pero me alejo justo, te dejo con los labios pagando, al alejarme dejo mi manzana toda depilada en tus ojos, me rozas con tu mano, me acaricias mis nalgas limpitas y con perfume.

Mi cuerpo está desnudo, doy una vuelta alrededor tuyo para que me mires y tu pene se pone más duro todavía, mi cuerpo está totalmente limpio y listo, me acerco y rozo mis nalgas con tu piel, te paso cerca para que sientas mi presencia.

Te alejas un poco de la computadora, dándome lugar para llegar, me arrodillo frente a vos y voy abriendo mi boca, le paso la lengua a todas tus piernas, voy subiendo y me acerco a los testículos, les doy un beso, le paso la lengua y sigo mi camino.

Tu pene me pasa cerca, sigo con mi saliva por tu pecho, tu panza, todo tu entorno, toda la parte cercana a tu miembro más rico y suave.

Estoy ahí, arrodillado ante vos, desnudo y depilado, mi cuerpo te pide cerca y tocándome, yo sigo rozándote con mi lengua, subo por tu panza de nuevo, te beso fuerte y con pasión mientras agarro tu pene erecto y duro con una mano, es grande y me queda corta la palma de una sola, de inmediato lo agarro con la otra palma, lo siento, lo palpo, está hirviendo y lleno de miel.

Empiezo a bajar con mi lengua, por tu pecho, tu panza, voy disfrutando, saboreando, beso, lengua, saliva en vos, dejo todo, mi aire y pasión.

Llego de nuevo a tu pene, le pasó la lengua desde la cabeza hasta los testículos, nunca sentí un gusto tan rico en mi vida, es suave, delicado, grande y prendido fuego.

Estoy desnudo, arrodillado y por chuparte el pene, me acerco más todavía, abro la boca y lo voy dejando entrar de a poco, la carne está en mi lengua, se siente el gusto a piel, lo disfruto, voy abriendo más para que llegue hasta el fondo, es grande y me cuesta, pero ya estoy acostumbrado a tanta carne, finalmente entra todo en mi boca, lo siento completo.

Lo empiezo a saborear, subo y bajo, entra y sale, lo escupo, te miro con cara de nena, de mujer hambrienta, tu mirada es de un animal salvaje, no podes más, me decís cosas sucias, yo sigo chupándotela, abriendo mi boca, tragando toda tu carne.

Pasados unos minutos me levantas sin moverte de la silla, me das vuelta y me agachas, me empezas a chupar la cola, las nalgas, tu lengua por mi colita, mi espalda, siempre sentado, con tu pene prendido fuego, yo no puedo más, empiezo a gemir, me estas mojando todo.

Me haces agachar suavemente abriéndome mas y mas con tu lengua, mi cabeza está explotando, me agacho y pongo las manos sobre el escritorio y me abro a vos, me estas mojando todo, tu lengua es una víbora candente que entra en mi agujero y me hace volar por las estrellas, de pronto acercas un dedo, lo vas metiendo de a poco al ritmo de mis gemidos, te pido otro, “Meteme otro por favor” y lo haces, me metes dos dedos en mi cola dilatada y mojada, mi olor a recién bañado se transforma en necesidad de penetración, me estás pasando la lengua y un dedo, se me seca la lengua, me quedo sin saliva de tanta calentura, mis suspiros secaron mi garganta, me vuelvo a dar vuelta, me agacho y te la vuelvo a chupar, a tragar toda tu carne.

Me levanto y te miro, te pones vaselina en el pene, me das vuelta y me pones vaselina, me acercas con tus brazos para que me vaya sentando. Me acerco con furia pero despacio para empezar a sentir como tu carne me abre y entra, me voy agachando, me voy acercando y se empieza a sentir tu cabeza cerca, me rozas el agujero, me haces calentar, me vas tocando de a poco con tu miembro, de a poco me vas dejando sentarme, se empieza a abrir mi cola, a dilatar, la entrada está sucediendo, tu carne empieza a penetrarme, tu pene me está haciendo gemir, entras despacito y todo se abre para vos, mi mundo y mi cuerpo son tuyos.

Me siento y subo, ya la tengo adentro, subo y bajo, subo y bajo, grito y me masturbo, no aguanto y me toco, ya es una cabalgata, subo y bajo a toda velocidad, la vaselina y mi cola ya están haciendo su trabajo sobre vos, que gritas, que me decís cosas sucias de nuevo, tu pene esta firme como un palo, duro y sabroso, me seguís dilatando, mas y mas.

Subo y bajo durante varios minutos, sin preservativos por tanta confianza y años juntos, la piel se hace sentir, estamos completamente desnudos, me estas penetrando, dilatando mi parte trasera.

Me coges como nunca, el juego de pasarte por al lado te encanto y te calentó, subo y bajo, yo parado y vos sentado en tu silla de trabajo.

Me corres y sacas tu pene de adentro, me dejas agachado contra el escritorio y me volvés a coger, me penetras fuerte para que lo sienta y se siente toda tu carne de varios centímetros, larga y gorda, ideal para una perra en celo como yo.

No paro de gemir ante cada arremetida de tu carne, tu pene sin anda se siente como nunca, me estás haciendo explotar de placer, no tengo más saliva de nuevo, me acercas tu cara y me escupís la boca, exploto de fuego, eso me calienta mucho, como me agarras del cuello y me haces sentir tu puta y me escupís, me abro más todavía, “Cógeme por favor, cógeme” te grito entre gemidos y palabras.

Salgo de tu carne y me voy a la cama, me pongo en cuatro y te espero, venís corriendo y me penetras como nunca, me coges, entras y salís, me haces gritar y gemir, me seguís entrando y saliendo, tu pene esta duro como una columna de cemento, seguís entrando y saliendo, todo la piel se siente, tu carne caliente dentro de mi organismo, de mi cuerpo. Estamos transpirando los dos, disfrutando del placer de hacernos el amor, me seguís penetrando con furia y amor, me das vuelta y me acostas, me levantas las dos piernas y te las pones al hombro, te miro y pongo cara de mujer, de necesitada, te acercas y penetras nuevamente una cola toda dilatada, me abrís mas y me muevo, como una perra, me seguís cogiendo sin parar, ahora si soy tu mujer, abierto con mis piernas en tus hombros.

Llevamos varios minutos entre pasión piel y deseo, fuego y amor, no podemos mas de erección, nuestros cuerpos están por explotar, mi boca no tiene más nada, mi cuerpo está abierto para vos, tu pene adentro mío dándome como si fuera la última vez, no puedo mas y vos tampoco, llega ese momento de conexión única y explosión.

Siento que te vas poniendo más firme, que movés tu cintura, está viniendo, está llegando todo para mi, vas estirando tus piernitas y yo también, está llegando, gemidos, gritos, de pronto acabamos juntos, siento tu miel caliente adentro de mi cuerpo, me acabaste adentro, yo acabe afuera, los pechos se mojaron con mi miel, mi cola está llena de la tuya, explotamos en el momento justo, descargamos todo lo que guardamos durante esta caída del día, durante esta noche que estaba ya dando su espectáculo, me hiciste el amor como nunca, sin nada más que la piel.

La dilatación se cierra para guardar todo tu néctar, lo disfruto, el calor que tenía me hizo volar, todo caliente pasando por mi cola, adentro bien al fondo.

Mi pecho lo limpie con mis manos y boca, trague todo lo que quedaba, disfrute mi propia miel, vos tirado en la cama, cansado y satisfecho, te acaricio el cuerpo, te paso la manos por todos lados, te beso, bajo y chupo un rato mas lo que te quedo de erección, tus gemidos me dicen quiero mas pero a la vez que frene, no tenés energía.

Saboreo un poco más tu pene y lo dejo descansar, me doy vuelta para que me abraces y sentir tu piel caliente y llena de placer cerca.

Me apoyas y nos dormimos.

Ahora imagínate que estas en la computadora trabajando y paso casi desnudo por al lado tuyo, prepárate que vuelvo enseguida.

(9,50)