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Infidelidad inconsciente (2)

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Llevaba casi 2 años viviendo en Madrid, y un año con Raúl, mi amante. Seguía compartiendo el piso con Bea, quién no me lo dice, pero me doy cuenta de su molestia por las veces que Raúl se queda conmigo. En fui a Chile, por vacaciones de invierno de allá y de verano de acá. estuve por 3 semanas.

Aproveché de estar con mi marido y de ver a mi hija, ya de 3 años. También estuve con mis padres y mi hermana. Pude disfrutar de mi familia, y esperaba aclarar un poco mi cabeza respecto de Raúl y Alfredo. Pero eso quedó igual. No puedo evitar volver a España, ni después a Chile. Recibía todos los días algún mensaje de Raúl por mi Facebook.

Al volver a Madrid me estaba esperando en el aeropuerto Raúl. Llegué algo cansada, así que me fui prácticamente directo del avión a mi cama. Al día siguiente quedé en almorzar con Raúl. Había estado muy calmado, sabía que no tardaría mucho en volver a ser el de siempre. Almorzamos, tranquilos, me pregunto por mi viaje, como me sentía y estaba muy romántico. Llegué a pensar que el haber estado lejos 3 semanas pudo haberlo hecho cambiar. Pero sólo hasta ahí llegó el cambio.

Cuando terminamos de almorzar nos subimos al auto, rumbo a mi piso, yo andaba con una blusa escotada y un brassiere rosado. Apenas puso el auto en marcha me dijo: - déjatelas tetas al aire - Algo desconcertada no supe qué hacer, entonces el mismo hizo a un lado mi blusa y me dejó ambas tetas al aire. Todo el camino en auto fui en el asiento del copiloto con las tetas afuera. Algunos automovilistas lo notaban. La situación claramente ponía caliente a Raúl. Me dejó en mi edificio, y me dijo -vuelvo en una hora - Aprovecharíamos que Bea no estaría.

En una hora casi exacta llegó Raúl. Lo recibí. Entró y rápidamente me arrinconó contra la pared, agarrándome fuerte las nalgas. Una vez contra el muro, tomó mi pelo me lo jaló y me dio un beso casi salvaje. En un momento me dijo que dejara juntos mis labios. Lo hice, y el comenzó a pasar su lengua por sobre ellos, varias veces, hasta que no resistí más y abrí mi boca haciendo entrar su lengua en mi boca. Metió uno de sus dedos en su boca y acto seguido lo puso en la entrada de mi culo. Me levantó en brazos, y me cargó en uno de sus hombros, con mis caderas a la altura de su cabeza.

Durante el trayecto de la puerta a mi cuarto, iba metiendo su dedo en la entrada de mi culo, mis piernas estaban juntas, mis bragas estaban en la mitad de mis muslos y mi culo mirando el techo, mi pelo colgando en su cintura... Me tiró en la cama y me quitó las bragas. Iba depilada sólo con el triángulo, como le gusta a él. Me agarró de los muslos y levantó mis caderas en el aire, dejando mi cabeza en el colchón.

Empezó a pasarme la lengua por el coño. Separaba mis labios con su lengua y también me la metía en el ano. Estaba poniéndome loca.

Yo, mirándolo desde abajo, agitaba mis manos, apretaba las sábanas, me estrujaba las tetas. hasta que Raúl, me dijo lo que probablemente había querido decirme desde que volví: - ¿Así que el cabron de tu marido te folló? - Yo no respondí nada. Eso pareció molestarle y calentarlo a la vez, porque me metió profundo su lengua en mi culo. -Responde - me dijo. Respondí; -Si, le dije. -"¿Cuántas veces?" -"Todos los días." Me dejó en la cama y siguió comiéndome el coño.

Separó mis labios con 2 dedos, los acariciaba con su lengua y dejó un dedo en la entrada de mi vagina. Yo agitaba mi lengua en el aire. Y el pareció darse cuenta, pues estuvo mucho tiempo haciendo lo mismo, Luego le dedicó tiempo a mi clítoris, hasta que me hizo correr. Sin darme tiempo a descansar, me sacó la camiseta y mis tetas se bambolearon unos segundos.

Las sentía duras y mis pezones muy erectos. Empezó a engullirse mis tetas, a besarme todo el contorno, a recorrerlas desde su base hasta la punta del pezón. Ceremoniosamente, tomándose su tiempo, su lengua corrió por cada centímetro de mis mamas. Hasta terminar con muchos besos de lenguas muy muy lujuriosos. Se puso un condón y le puso mucha crema, se sentó en la cama, me sentó sobre él, dándole la espalda y empezó a clavarme por el culo, sostenida por mis muslos.

Sentía como de a poco iba entrando hasta tener su polla profundamente enterrada y empecé a sentir un cosquilleo delicioso, mientras tanto mordía mi espalda y me apretaba las tetas mientras me culeaba. Hacía fuerza hacia arriba, clavándome cada vez más. Había estado muy callado para lo que es su costumbre, hasta que me dijo: - Por si no te has dado cuenta, este es el escenario; a dos días de tu vuelta de Chile, yo ya te estoy ensartando mi polla por el culo, ya he comido tus tetas y tu culo, mientras que el cornudo de tu marido se quedó en Chile. Yo le he quitado a su mujer, tú eres mía.- Me decía esto mientras me tenía muy clavada, profundamente clavada por el culo y me masturbaba el chocho con una mano y las tetas con la otra.

Estuvo culeandome un buen rato, hasta que hizo algo imprevisto. Diciéndome "voy a correrme", me sacó de encima de él, se sacó el condón, me la metió profundo por el coño y se corrió dentro mío. Me dijo: -Ya te había dicho que iba a embarazarte para que te quedes acá, conmigo. Luego subiremos fotos de nuestro bebé a tu Facebook." No me dio tiempo de reaccionar, y ya sentía su corrida dentro mío. No daba crédito a lo que se atrevía a hacer Raúl. Esa tarde se corrió 5 veces dentro de mí.

Cada vez que se corría, me hacía chupársela para que volviera a endurecerse y me montaba de nuevo. Sin condón. Al finalizar, volvió a clavármela en el culo y me agarro por los brazos de las muñecas desde atrás. Me hizo caminar por todo el departamento con su verga clavada en mi culo. Antes de correrse me llevó a la mesa de la cocina, y me la ensartó por el coño. Mis tetas estaban aplastadas en la mesa y mi culo vibraba con sus embestidas. Mi pelo estaba pegado en mi cara sudada.

En total, esa tarde, se vino 6 veces dentro de mí. En Madrid yo era su mujer, me culeaba cuando quería, hasta que llegó el día inevitable, terminó mi posgrado y tuve que volver a Chile. Lo hice, pero evidentemente mi relación hacía mi marido no era la misma, me calentaba mucho más culear con Raúl, el morbo hacia más fuertes mis orgasmos. Volví en 2016, pero yo ya era otra. Me gane un puesto de profesora en una universidad. Creo que soy bonita, desde adolescente he sentido las miradas de los hombres. Fue solo cosa de tiempo para que terminara enfrascándome en un affaire con un alumno ayudante.

En todo ese tiempo, Raúl no dejaba de escribirme por Facebook, incluso teníamos cibersexo, pero no le conté que me estaba acostando con un alumno. Hasta que un día, de sorpresa, Raúl me dijo que iba a venir a verme a Chile. Llegó el día y se lo presenté a mi marido como un colega español. Él se quedó en otra casa, pero cuando mi ex marido tenía turnos, él es médico, Raúl no tardaba en ir a mi casa y culearme en todos los lugares posibles; en mi cama matrimonial, incluso en la de mi hija, en la cocina, donde fuera. Yo conseguía dejar a mi hija con mi hermana o con alguna amiga, no les decía la verdad, pero sospechaban.

Raúl estuvo 2 semanas y volvió a España. A punta de culiadas de Raúl y de mi ayudante ya había dejado de querer a mi ex marido. Terminé con mi alumno. Finalmente, Alfredo y yo nos divorciamos. Alfredo se fue de la casa y acordamos que nuestra hija se quedaría una semana por medio con cada uno. Y así fue, como 10 años después de la noche en que me culeó Raúl en Madrid soy una mujer divorciada, activa sexualmente, con una hija de 11 años.

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