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Infidelidad planeada

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Saludos queridos lectores, les enviamos un relato más, deseando que se les alborote la hormona, vuele su imaginación junto con su pareja y tengan un buen sexo, o mínimo se den una masturbada, envíen su valoración y comentarios por favor.

Para los que no nos conocen, somos una pareja madura mi esposo Roberto de 56 años 1.60 de estatura, complexión mediana con 15 cm de verga, yo Fanny de 50 años 1.50 de estatura, pechos grandes 36C con estrías y abdomen propios de los embarazos, pierna y nalga aún firmes.

Este relato lo hemos dividido en dos partes, la primera redactada por mi y la segunda por mi esposo de acuerdo a lo que cada uno vivió.

Primera parte:

A finales de abril se realizó una reunión de exalumnas de la prepa, solo acudimos 10 de las 15 que estábamos en el grupo, todas alrededor los 50 de edad, sucedió lo clásico de estás reuniones principiar con el ¿Que tal?, ¿como te va? y comienzan las presunciones de algunas y las desgracias de otras, después de casi 3 horas se empezaron a retirar algunas al final solo quedamos 5 Graciela, Alicia, Esther , Marisol y yo, fuimos las que mejor nos llevamos, cómplices de copiar en los exámenes, pasarnos las tareas y tapaderas de las pintas y aventuras con los novios, al estar en confianza la conversación se tornó en los recuerdos con las aventuras sexuales de esa época y nuestra situación con nuestras parejas.

Graciela:

Inició contando que la prepa fue el detonador de su sexualidad, en cuarto semestre conoció a Pedro quien cursaba el sexto semestre y el fue su maestro en el arte amatorio, fue quien la desvirgó y con el aprendió a manejar el sexo oral, anal y vaginal, tomándole gusto al gusto, fueron 5 meses de aprendizaje con Pedro quién al finalizar su prepa se perdió y ya no volvió a saber de él, después en quinto y sexto semestre tuvo otros novios medio pendejitos, inclusive a alguno, ella le enseño a coger, la satisfacción fue ser ella quién lo dirigiera y hacerlo como a ella le satisfacía más.

En la actualidad tiene 4 años de divorciada, no tuvo hijos y está feliz de no estar atada a una relación y coger cuando y con quién se le pegue la gana.

Alicia:

Recordó que aunque era novia de manita sudada de Joaquín, el profesor de matemáticas la desvirgó en el sexto semestre para darle mayor calificación y alcanzar una beca en la universidad, ahí tuvo tres o cuatro novios y a todos se los cogió, terminando la carrera se casó con su actual esposo, tiene dos hijos ya casados, cómo ya viven solos le dan vuelo a divertirse, salen cada fin de semana a bailar y si se pasan de copas o se hace tarde se meten algún hotel a terminar la fiesta, su esposo es muy imaginativo en el sexo por lo que se siente satisfecha, no niega que de repente alguien les mueve la hormona y fantasean coger con esas personas mencionando sus nombres, tal vez en algún momento lleguen de común acuerdo a realizarlas.

Esther:

La más puta de todas, ella contó que perdió la virginidad antes de entrar a la prepa, ya en la prepa se cogió a varios, tanto de nuestro salón como de otros salones, en lo que tuvo mucho cuidado fue en hacerlo siempre protegida con condón, eso evito un embarazo y lo más importante una enfermedad venérea, actualmente está casada pero eso no ha sido impedimento para ponerle el cuerno al marido, ya que sigue con la hormona muy alborotada, y dice ella que cuando alguien le gusta se le hace agua la nalga, y la vagina se humedece y termina cogiéndoselo.

Marisol:

Ella siempre fue la más nerd de todas, siempre llevaba sus tareas y se portaba bien, tuvo un novio, Ángel, con el que se casó por desgracia para ella actualmente sufre de disfunción eréctil pero lo peor es que no quiere consultar al urólogo, esto ha provocado que se haya vuelto muy celoso, compró un dildo realístico vibrador y rotativo con testículos y chupón para ponerlo en la pared o el piso y darse sus arrimones, pero solo le duró el gusto tres ocasiones ya que cuándo su esposo se lo descubrió, se lo escondió y le negó haberlo tomado, así que ahora se masturbaba con pepinos o zanahorias, o metiéndose el dedo, no pudieron tener hijos y la calentura por coger no la deja en paz y no sabe cómo hacer para coger con alguien.

Yo (Fanny):

Todas saben que en prepa solo fajaba cómo decimos aqui en México, y calentaba a los novios, alguno que otro había sido novio de alguna de ellas, de hecho ellas me apodaron la calienta pitos, pero al entrar a la universidad pedagógica y ya casi para terminar la carrera, perdió la virginidad, después de salir de una fiesta y entonados con unas copas de alcohol, Roberto me llevo a un hotel y me desvirgó, embarazándome, así que nos casamos, tuvimos tres hijos que también ya volaron, solo quedamos él y yo en casa, les platiqué del bache que tuvimos y del engaño por parte mía en el que entregué el culo, para después invitarlo a coger analmente para hacerle creer a Roberto que él había sido el primero en mi culo.

Les conté que después de casi divorciarnos, llegamos a un acuerdo, platicamos el por qué de nuestro hastío y monotonía en la relación, y convenimos en buscar algo que nos sacará de esa situación, buscamos información en internet donde todo mundo da consejos desde ir con un sicólogo hasta los matrimonios abiertos, intentamos primero con el sicólogo, después de varias terapias, nos invitó a reinventarnos buscando fantasías que encendieran la chispa dela pasión, así que iniciamos cambiando roles, al principio cambiabamos de nombre por el de algún conocido o conocida cuando cogíamos o nos decíamos frases cómo cogeme cabron que quiero tu leche en mi panocha o el me decía así mueve tus nalgas puta, quiero ser tu cliente y pagarte por qué de des el culo esto último nos llevó a qué yo me vistiera muy provocativa ouy puta y esperara en una esquina a que el pasará por mi como si el fuera un cliente y yo una prostituta y nos metiamos al hotel para dar rienda suelta a la fantasía.

Después en un cumpleaños, Roberto contrató un gigoló para hacer por primera vez un trío hmh, siendo una experiencia deliciosa, cuando me tocó festejarlo, le pedía una amiga que me ayudara para hacer un trío mhm, ambos tríos heteros pues aunque respetamos, no nos atrae el sexo lésbico ni homosexual.

Todas se veían muy interesadas pidiéndome que siguiera.

Les platique de los intercambios con otras parejas y los compadres, la aventura con un single que vimos en una página de corneadores, el ganbang con los chicos que desvirgue.

Marisol y Esther preguntaron ¿Con cuántos cabrones has cogido? Les dije que pese a que parezca otra cosa, solo unos 8 en los casi 3 años que tenemos en éste estilo de vida, que después de una aventura Roberto y yo recordamos y contamos cómo y por donde me la metieron, o el como y por donde se las metió, y el placer que sentimos en ese momento, eso nos excita y nos motiva a coger muy rico, pensando cada uno lo que vivió el otro.

Esther preguntó ¿y los celos?, No te negaré que al principio tanto Roberto con yo los tuvimos pero lo fuimos superando, con la confianza de no engañar al otro, el tener sexo con otras personas no implica enamorarse de ellas, pocas veces hemos repetido con algunos y siempre con las reglas que pusimos. ¿Cuáles son?

La principal cuidar nuestra salud, pidiendo y haciéndonos pruebas de laboratorio para descartar enfermedades de transmisión sexual, si tenemos dudas usar condón, ninguno interactúa con otra persona si no es del conocimiento y está de acuerdo la pareja, utilizar para nuestro encuentros un número y teléfono distinto al personal, al cual tenemos acceso los dos y podemos leer los mensajes, si algo no es del agrado de ambos paramos y nos retiramos, nada sado o que nos lastime, alcohol moderado, no drogas, no interactuamos en casa, en la calle o el trabajo somos otros, en la intimidad nos liberamos y somos todo lo pervertidos que queramos.

Paso un rato más entre preguntas y bromas y poco después nos despedimos, pero Marisol me pidió hablar a solas así que esperamos a que las demás e fueran.

Sin darle vueltas al asunto me soltó un "quiero que me ayudes, prestándome a Roberto para una tarde de placer" tan solo de estar platicando me moje, pedía que solo que lo planeáramos de manera que su esposo por sus celos no se diera cuenta, no le prometí nada pues tenía primero que hablarlo con Robert, que después le marcaba para informarle.

Llegando a casa me puse cómoda en lo que llegaba Roberto.

Cuando llegó Roberto me preguntó ¿Cómo estuvo la reunión?, Le platiqué todo con lujo de detalles, antes de llega a la propuesta de Marisol y su intención de coger con el, le pedí que tomara la propuesta en pago de haber desvirgado a los muchachos que salieron de prepa y no avisarle a tiempo, solo movió la cabeza en señal de aceptar.

Ahí mismo le marqué a Marisol, le propuse enviarle la invitación para el festejo del día del maestro en la institución donde yo trabajo para el siguiente sábado, le pedí que la enseñará y pidiera permiso a su esposo, yo pasaría por ella sola para que él estuviera más tranquilo, que vistiera poco atractiva y poco maquillaje, Roberto haría los arreglos en un hotel que es ejecutivo, no es de paso y la esperaría en el restaurante bar del mismo hotel, nosotros ya lo conocíamos pues ahí celebramos un aniversario y la pasamos muy bien.

Roberto hizo la reserva de la habitación a sugerencia mía con el paquete romántico, consistente en poner pétalos de rosas de la entrada hasta arriba de la cama con las dos toallas en forma de cisne besándose, una botella de vino espumoso, condones y lubricante, también en el restaurante una mesa para dos personas con arreglo de rosas, la comida incluye dos copas de vino tinto dulce.

Fuimos a la sex-shop a una hora en que Marisol estuviera sola y pudiera atender una videollamada para que escogiera la lencería, tomó la llamada y me preguntó que cuál era la preferida de Roberto, le dije que color rojo o negro o combinación de ambos, escogió un coordinado de brasier y bikini rojo con un liguero y medias con costura atrás color negro todo en tela semitransparente, me comentó que solo de escoger la ropa ya se había mojado, le dije que estábamos igual Roberto y yo, que siempre nos pasa cuando escogemos ropa para un encuentro.

Llegó el esperado sábado Roberto se fue al hotel para terminar los arreglos y que todo estuviera en orden, yo pasé por Marisol a su casa, salió su esposo atrás de ella y con el pretexto de saludarme verificó que solo fuéramos ella y yo, solo reí por dentro y me acordé de una lectora que comentó en otro de los relatos, que los hombres no saben que la mujer no necesita del permiso de la pareja para coger con quién y cuando se le antoje.

En el camino me vino contando que su esposo le preguntó ¿desde cuándo me nació tener atenciones con ella?, ¿quién más iría?, ¿A que hora regresaría?, pero que al ver cómo se vistió y como se maquillo además de salir a verificar que solo íbamos las dos se quedó más tranquilo.

Me preguntó cuál era la preferencia para coger de Roberto, le contesté que le gustaba dar y recibir sexo oral, coger en varias posiciones, el anal, pensó un poco y externo que su marido solo lo hace de misionero y nunca intentó otras cosas con ella, así que aprovecharía para que Roberto estrenará su boca y culito y ella probar por primera vez el semen, riendo dijo por lo menos algo va a estrenar jajaja.

Llegamos a la entrada del hotel y espere a que se metiera al lobby, antes le dije que pasaría a la 6.15 de la tarde por ella, que no olvidará volverse a cambiar y desmaquillar, que dejara la lencería Roberto se haría cargo.

Segunda parte:

Hola a todos soy Roberto y esta parte del relato es la que me tocó vivir.

Espere a Marisol en el restaurante bar del hotel pedí una mesa discreta alejada de la entrada para poder platicar y acariciar sin miradas ni oídos indiscretos que la cohibieran, le di una propina a la mesera dándole la indicación de que terminando la comida nos diera un tiempo para estar a solas con mi pareja.

Cuando llegó Marisol hasta la mesa me levanté a saludarla y ella puso sus labios en los míos para darme un beso, abrió su boca y con la lengua buscó la mía, puso su pechos con el mío y me agarró la nuca para hacer más duradero el beso, nos sentamos y pedimos la comida, platicamos de algunas cosas intrascendentes y las expectativas que teníamos del encuentro, brindamos con las copas de vino tinto, me acerque a ella y nos volvimos a besar, esta vez fui yo quien prolongó el beso puse la mano en su rodilla y fui subiéndola hasta su entrepierna soltando un suspiro, pese a la tela del calzón y el pantalón que separaban su vagina de mi mano la sentí caliente y húmeda, ella a su vez me tocó la verga para sobarla, le susurré al oído mira cómo me tienes, toque sus pechos y me dijo ya quiero sentir como me la metes, estoy peor de caliente que tú, me separé un poco para buscar la llave indicándole el número de habitación y le pedí que subiera a ponerse la lencería, que yo subiría en 20 minutos, me dio otro beso y dijo te espero no tardes, dejaré la puerta emparejada para que puedas entrar.

Pasando los 20 minutos, subí y toque diciéndole soy Roberto, pasé cerrando la puerta con el seguro, la vista no pudo ser mejor estaba en la cama recostada de lado vestida con la lencería en posición provocativa con una sonrisa y mirada perversa, muy maquillada, con labial rojo encendido, diferente más atractiva, invitándome con su dedo índice a acercarme, se levantó y nos besamos con mis manos agarre sus nalgas y las acaricié apretándolas hacia mi, bajó sin parar de besar y lamer mi cuello, abrió la camisa, sacó la camiseta y lamió mis tetillas y vientre hasta llegar al cierre de la bragueta el cual bajo, abrió el pantalón y junto con el bóxer los bajo hasta mis talones, para tener frente a su rostro mi verga bien parada, la tomó con sus manos temblorosas y me dijo como justificándose, es la primera vez que voy chupar una, espero te guste cómo lo hago, comenzó lamiendo la cabeza y bajó por todo el tronco hasta llegar a los testículos jugueteo con la lengua un poco y después volvió a la cabeza para meterla en su virginal boquita, para ser la primera vez lo hacía muy bien, disfrutaba cada chupada y con su mano me masturbaba apretando delicioso, le pedí que se parara para recostarla en la cama, hice a un lado el bikini para poder mamar su vagina que chorreaba delicioso líquido vaginal, y disfrutar su aroma, la puse en un rico 69 no aguantó y tuvo su primer orgasmo, y le avise qué me iba vaciar y me hizo señas de eyacular en su boca, salió un chorro de semen, por un momento se medio atragantó pero lo pudo pasar, descansamos un momento, le comenté de la delicia de su vagina y ella me dijo que le gustó mucho el sabor de mi semen.

Para revivir mi pedazo de carne volvió a la faena de mamar nuevamente hasta que la tuvo parada en sus manos, me pidió casi rogando que se la clavara, primero de misionero abriendo las piernas de par en par no le quite el bikini solo lo hice a un lado, no hubo necesidad de poner lubricante ya que seguía mojada con sus líquidos corporales me tomó la verga con su mano para mostrarle el camino, poniéndola en la entrada y pidiendo que se la metiera poco a poco para disfrutar cada centímetro, movió sus caderas de arriba abajo y a los lados un rato, le puse sus piernas en mis hombros y seguimos con el ritmo del mete y saca, con un grito de placer y clavándome sus uñas en la espalda, tuvo otro orgasmo, paró solo un momento y se puso en cuatro, no tuve que moverme ella solita se movía hacia adelante y hacia atrás con un ritmo que volvió a explotar en otro orgasmo, pidió que me recostara boca arriba para montarse, le agarre sus grandes pechos mientras me cabalgata, ella solita marcó el ritmo volviendo a tener otro orgasmo, siguió moviéndose y me pidió que me viniera para sentir lo caliente de mi leche en el interior de su vagina.

Se tiró a un lado mío y me besó agradecida, diciendo que ya extrañaba ésto y que le dejara tomar aire pues todavía faltaba que le estrenará el culo, que no se lo quería perder.

Ya que se relajó, me empezó a masturbar para volver a excitar al amigo.

Se puso de perrito y aproveché para mamar su culo que se frunció de placer con cada lengüetazo, tomé el lubricante anal y lo puse en su ano y en mi pene, le pedí que me dejara meterlo poco a poco para que no le lastimara, así lo hice en algunos momentos me paraba para dar tiempo a qué su culo se fuera adaptando al intruso, cuando la tenía toda adentro, fui metiendo y sacando lento, hasta que el dolor fue tornándose en placer, ella empezó a gemir y sus dedos en la vagina cada vez más acelerados hicieron que explotara en varios orgasmos uno tras otro, bajó el ritmo y me preguntó si me había venido, le dije que aún no y volvió a moverse gritando vente, lléname las entrañas con tu leche, dame verga, sigue rompiendo mi culo, que rico siento, sus palabras y su fogosidad hicieron que me viniera, cuando sintió lo caliente de mi leche volvió a tener otro orgasmo.

Nos tendimos en la cama y nos abrazamos, sin querer nos dormimos un rato, desperté y vi que el reloj casi marcaba las 5 de la tarde, la desperté para que se lavara y se arreglará para evitar que su marido le reprochara algo.

Se lavó solo el cuerpo y desmaquilló para volver a ponerse solo un poco de rubor y labial rosa muy discreto

A las 6 Marisol bajó al lobby para esperar a Fanny quien llegó muy puntual por ella.

Yo por mi parte metí las prendas usadas en una bolsa, bajé al lobby para entregar la llave, baje al garaje por mi carro para irme a casa.

Espere a Fanny, no tardó mucho, me comentó que Marisol se deshacía en agradecimiento con ella, que los detalles en la habitación, la comida el trato que le di, sobre todo la experiencia sexual saboreando semen y la culeada, no los podrá olvidar, que si no era mucho encaje más adelante le gustaría repetirlo.

Fanny no prometió nada solo le dijo que si se daban las circunstancias le hablaría para ponerse de acuerdo, cuando bajo del carro su esposo ya la estaba esperando

Me preguntó cómo me sentía, le dije que excelentemente bien, que ambos disfrutamos el encuentro y que se notaba cañón la falta que le hacía coger,

Se acercó a besarme y me dijo hueles a sexo carbón, no te bañaste, le dije que no que prefería bañarme y acostarme a descansar.

Esperamos haber cumplido sus expectativas con este relato, hasta la próxima.

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