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Iniciando a mi mejor amiga
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Después de mi experiencia con el taxista pedí incapacidad en el trabajo pues tenía sentimientos encontrados y no me sentía lista para regresar.

Por un lado tenía miedo y ansiedad de recordar lo que había pasado, pero al mismo tiempo me excitaba recordarlo y sentía unas ganas incontrolables de repetirlo.

Estuve con esa batalla interna por un par de días hasta que una de mis mejores amigas de nombre Michelle fue a buscarme ya que ella no se tragó el cuento de que estaba enferma. Antes de continuar voy a describirles a mi amiga, ella es una mujer de aproximadamente 1.60, cabello rubio y ojos verdes, piel blanca aunque no tanto como la mía, sus pechos y sus nalgas son un poco más grandes que los míos y calza del 4 detalle importante para mí y para mI novio. Es una mujer realmente sexy.

En fin cuando fue a verme la invite a pasar, yo estaba vestida únicamente en una bata semi transparente, mi conjunto de ropa interior y unas sandalias. Ella se notaba que venía de hacer ejercicio, traía unos leggings pegados, un bralette deportivo y sus tenis para correr.

En fin la invite a pasar y a sentarse en la sala conmigo, cuando volvió a cuestionarme por mi actitud de los últimos días yo insistí que era por qué me sentía enferma pero me tiró esa mirada a la que no le puedo mentir y le dije ok, pero trae el tequila que está en la barra por qué necesito algo fuerte para hablar de esto.

Ella parecía asustada pero me trajo el tequila y dos caballitos para comenzar a beber y terminé contándole mi experiencia omitiendo algunos puntos.

Al terminar Michelle tenía una cara de asombro, estaba boquiabierta y me miraba fijamente.

-bueno amiga, eso es lo que me pasó y la razón por la cual en estos días he estado algo desconectada de todo

-amiga no sé qué decir… Cómo te sientes ahora que ya lo hablaste con alguien?

-pues rara, te voy a confesar algo. Al principio tenía mucho miedo y ansiedad, pero ahora cuando lo recuerdo me excito mucho

-amiga no sé qué decirte y no quiero verme mal pero, la verdad ahorita que me lo estabas contando yo también comencé a excitarme…

-no te preocupes, estoy comenzando a disfrutar ese recuerdo.

Después de eso, ya animándome por los tragos terminé contándole lo que pasó con Andrés, ella volvió a poner una cara de sorpresa y siguió bebiendo como si le ayudara a asimilar lo que le estaba contando.

-cómo pudiste hacer eso?? Raúl sabe lo que pasó?

-ja, claro que sabe… Si él fue el que me dio permiso de hacerlo

-cómo dices???

-sí, déjame contarte…

Para no hacerles el cuento largo, y como ya había hablado de esto en un relato anterior solo les voy a decir que le conté todo con lujo de detalles, le hice saber por qué ahora mi novio era un cornudo sumiso y que me había iniciado en el mundo del fetichismo.

-vaya… Nunca lo hubiera pensado.

-y que piensas de eso amiga?

-pues, no lo sé… No voy a negarte que me excitó todo lo que me acabas de contar.

Y que eso del fetichismo me causa una mezcla de pensamientos. Cómo puedes disfrutarlo?

-pues, yo al principio pensaba que era algo incluso desagradable. Pero cuando me convenció y comenzó a adorar mis pies me di cuenta que es bastante placentero.

Digo, para empezar el hecho de verlo humillado a mis pies, dispuesto a complacerme ya es buen comienzo, pero los masajes, los besos, incluso cuando los prueba como si fueran un manjar me dan un placer físico impresionante.

-ok… En lo personal yo siempre procuro tener los pies arreglados por qué me gusta que todo mi cuerpo se vea bien. Pero no me ha tocado estar con alguien que tenga ese gusto.

No sé si fue la excitación del momento combinado con mi gusto por las mujeres y el alcohol que ya tenía encima pero me animé a proponérselo.

-bueno Michelle, que te parecería que te demostrara lo que se siente?

-como? Jajaja me estás diciendo que quieres adorarme como lo hace Raúl contigo?

-si, eso es exactamente lo que te estoy proponiendo.

Si cara cambió instantáneamente, me miraba sorprendida y con miedo. Supongo que nunca se esperó escuchar esa respuesta.

Pero no me dijo que no inmediatamente, se quedó mirándome como pensando que es lo que iba a responder.

Por mi parte al notar su duda le dije que no haría nada que ella no quisiera y que en el momento que me dijera que me detuviera lo haría sin ningún problema.

Michelle siguió observándome durante unos segundos y sin decir nada se tomó el tequila que le quedaba de un solo golpe y camino a la recámara. Yo sabía lo que eso significaba y estaba emocionada de por fin comenzar a disfrutar los pies de una mujer y que mejor que con mi amiga que ha sido objeto de muchas de mis fantasías.

Le pedí que se relajara y que se recostara en la cama dejando sus pies al borde, ella únicamente obedeció.

Al tenerla ahí recostada me acerque a la cama y la contemple por unos instantes. Mi amiga, a la que siempre le he confiado mis secretos y que siempre me ha gustado iba a ser mía por fin.

Me arrodille y comencé a descalzarla con cuidado, tenía muchas ansias por disfrutar esos hermosos pies pero me controle y decidí que al ser mi primera vez y sobre todo con una mujer tan hermosa iba a disfrutarlo al máximo.

En cuanto retire sus tenis pude sentir el ligero aroma que salía de ellos, era muy agradable y cálido, no pude evitar el llevarme uno a la nariz para inhalar.

Inmediatamente sentí como mi cuerpo se erizaba por completo, mi entrepierna comenzaba a cosquillear y mi cuerpo se calentaba poco a poco.

Después acerque mi cara a sus pies que todavía estaban cubiertos con sus delgadas calcetas blancas, pase mi nariz por encima notando que le cause cosquillas puesto que arqueó sus pies por completo. El aroma era más intenso y agradable que el de sus tenis, ya no podía esperar más…

Delicadamente le quité la calceta derecha y deje su pie desnudo frente a mí… Era hermoso. Completamente blanco, suave, con un arco bien marcado y unos dedos preciosos.

Comencé a besar toda su planta y recorrí desde el talón hasta sus dedos con besos pequeños y rozando todo lo que podía con mi nariz.

Noté que esto comenzaba a gustarle y que comenzaba a relajar el cuerpo, en ese instante comencé a recorrer su pie con la lengua. El sabor era exquisito… Yo estaba súper excitada y por momentos lograba escuchar pequeños gemidos que salían de su boca.

Procedí a darle el mismo tratamiento a su pie izquierdo. Yo estaba en el cielo y notaba que a Michelle le estaba gustando también, llegó un punto en el que lo excitación fue tanta que me levanté y le dije que se desvistiera, ella me miró fijamente y sin decir una sola palabra comenzó a desvestirse, dejándome ver su perfecta figura y su entrepierna perfectamente depilada.

Volvió a recostarse boca arriba y me apresuré a quitarme la ropa, cuando las dos estábamos desnudas me acerque a ella y nos fundimos en un beso apasionado.

Lentamente fui bajando por su cuerpo dándole besos por cada rincón, me detuve un momento en sus preciosos pechos y los bese y los mordí como una loca, después baje por su vientre y notaba como si pier se enchinaba al sentir mis besos bajando.

Por fin llegué a su entrepierna, notaba como su vagina escurría, lo que mostraba la gran excitación que tenía.

No perdí tiempo y comencé a besar por los costados buscando desesperarla un poco.

Por un momento inhale su aroma y era embriagante. Una verdadera delicia.

No soporte más y hundí mi cara en su entrepierna, saboreando los jugos que salían de su vagina y jugueteando con su clítoris. No sé cuánto tiempo estuve en esa posición, pero después de estar bebiendo sus jugos sentí un espasmo en ella y sentí como terminó a chorros, me fue imposible retenerlo todo, por lo que mi cara y pechos terminaron llenos de sus fluidos.

Al terminar limpie a detalle toda la zona y me levanté mirándola con una sonrisa.

-bueno amiga que te pareció?

-increíble (me contestó jadeando)

-bueno… Creo que es mi turno de disfrutar no?

Inmediatamente me coque sobre su cara indicándole lo que quería. Ella comprendió y comenzó a lamer mi vagina y a beber todos los fluidos que escurrían de mi ya que me encontraba muy excitada.

Debo aceptar que para ser su primera vez era fantástica… Después de unos minutos me hizo terminar en su cara y note que intentaba llevarse a la boca la mayor cantidad posible.

Una vez que terminé me baje recostándome a su lado y nos besamos de manera apasionada…

Le pedí que me diera un masaje y me coloque boca abajo, ella comenzó a masajearme con sus suaves manos. Recorrió toda mi espalda y mis nalgas, comenzó a masajear mis piernas y cuando llegó a mis pies comencé a sentir una enorme excitación de nuevo.

Sabía lo que vendría y no me equivocaba.

Comenzó a lamer las plantas de mis pies mientras se masturbaba y yo lo estaba disfrutando.

De pronto sentí que se alejó y comencé a sentir una enorme humedad en mi pie derecho. Al voltear note que estaba frotando su entrepierna con mi talón mientras gemía y se tocaba los pechos.

A los pocos segundos sentí que volvió a terminar mojando mis dos pies por completo, era como si los hubiera metido a remojar pero eran sus fluidos los que los habían bañado.

Inmediatamente se puso de rodillas frente a ellos y comenzó a comerse sus propios fluidos directo de las plantas de mis pies, lo que provocó que yo tuviera un nuevo orgasmo.

Al terminar ella se levantó y me dio las gracias por mostrarle una nueva forma de placer.

Se visitó y se despidió de mí, no sin antes decirme que había que repetirlo pronto…

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