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Inicio de un matrimonio abierto (5)
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Después de nuestro primer encuentro con la pareja de Alicia y Gerardo, tuvimos contacto telefónico con ellos, nos dijeron que aún lo estaban asimilando, nuestras esposas se llamaban y platicaban por teléfono al respecto, nosotros también, por nuestra cuenta estábamos claros de lo que habíamos pasado y recordarlo y platicarlo nos excitaba cuando cogíamos, a mí me volaba la cabeza imaginar a mi esposa mamándole la verga y metiéndosela en el culo, a ella le daba morbo imaginarme haciendo un 69 y a Alicia cabalgando montada en mi verga.

Pasó un mes en el que no tuvimos acercamiento físico solo llamadas, mensajes de whatsapp y algunas videollamadas, en la última de ellas nos mostramos los cuatro y los vimos más receptivos, entonces surgió la cita para el siguiente encuentro, quedamos de vernos en otro fin de semana largo que había un día festivo, en el mes de mayo, quedamos de vernos en el bar de un hotel que se encuentra sobre el periférico a la altura de Tlalnepantla, tienen un bar con un día, Miércoles para solteros y jueves, viernes y sábados para parejas, sin que esto sea una regla, música en vivo y cuenta con acceso directo a la recepción desde el bar para facilitar a las parejas entrar a las habitaciones.

Entramos y ellos ya nos esperaban, Alicia se veía muy sexy pues llevaba un mini vestido de licra sin brasier y con tanga pues no se notaba en el vestido también se puso pantimedia abierta de la entrepierna, entendí que se habían puesto de acuerdo pues mi esposa también llevaba prenda parecidas solo de diferente color mi esposa de negro y Alicia de rojo, pedimos algunas bebidas yo un vodka tonik, el un ron con coca y ellas unas margaritas, el conjunto musical ya estaba tocando algunas canciones, cumbia, salsa y romántica, el bar a propósito lo mantienen a media luz lo que era bastante conveniente para nosotros, nos paramos a bailar cada quién con su esposa, cuando tocaron romántica cambiamos de esposas morreamos con ellas, les agarramos sus nalgas y sus bubis durante el baile, lo que nos éxito a ambos y ellas no se quedaron atrás también nos agarraron el pene además de sentirlo durante el baile, volvimos a la mesa y nos sentamos intercalados para facilitar las caricias por debajo de la mesa, mi esposa dio un beso de lengua Gerardo y posó su mano en la bragueta tocando su pene, bajó el cierre y metió su mano para tocarlo se veía a Gerardo feliz del tocamiento, yo puse la mano en la pierna de Alicia, subiendo la hasta tocar su tanga, ella me ofreció sus labios lo que aproveché para besarla y poner la otra mano en su nuca, inmediatamente se prendió y me agarró la verga por encima del pantalón, me dijo al oído estoy muy caliente, dile a Gerardo que subamos a la habitación, le pregunté a mi esposa ¿cómo estás? y me dijo estoy que Ardo, me dirigí a Gerardo y le dije ¿Pedimos la habitación?, y me respondió si, solo déjame pagar las bebidas.

Después de que el mesero nos pasó la cuenta Gerardo dijo yo pago el consumo y tú paga la habitación, pasamos a la recepción del hotel atendía una chica que sonriendo preguntó si los 4 en una habitación y le dijimos que si, nos comentó que el costo es de 600 pesos más 150 por persona extra que serían 900 pesos, le pagué y nos dio la llave quinto piso habitación 14, enfilamos hacia el elevador Gerardo con mi esposa adelante agarrándole las nalgas y ella parándolas más, yo con Alicia también sobando sus nalgas, en el elevador ya estaba otra pareja que venía adelante de nosotros, también le agarraba las nalgas y ella le sobaba la verga, solo sonrieron pero no se inmutaron, siguieron sobándose igual que nosotros, llegamos a la habitación y cerrando la puerta mi esposa y Gerardo se sentaron a la orilla de la cama a seguir fajando, nosotros nos pasamos a un sillón llamado fajodromo, nos llenamos de caricias y besos apasionados, vi a mi esposa que ya le había bajado el pantalón y el bóxer a Gerardo y lo masturbaba mientras seguía besándolo, yo le saque el vestido a Alicia y confirmé que no tenía brasier dejándome disfrutar de chupar y masajear sus pechos arrancándole gemidos de placer, creo que es su punto débil, Gerardo ya estaba desnudo y también le quitó el vestido a mi esposa que paró sus nalgas y se puso delante de él para que se las agarrara, sé que es el punto débil de mi esposa, las dos quedaron en pantimedias abiertas de la entrepierna y la tanga, hice que Alicia se sentará del otro lado de la cama para sacarle la tanga y mamarle su vagina, que para ese momento ya escurrían sus jugos, que sabor tan delicioso, mi esposa ya había cambiado de posición y de rodillas también le daba unas ricas mamadas a la verga de Gerardo que la tenía agarrada de la cabeza para meter y sacar, yo recosté de lado a Alicia y nos acomodamos en perfecto 69, Alicia sabe mamar muy rico, por su parte Gerardo sentó a mi esposa y saco su tanga para mamarle su vagina, la que se vino primero fue mi esposa y después Alicia, después yo eyaculando en la boca de Alicia que no perdonó ni una gota, mi esposa volvió a mamar la verga de Gerardo hasta que lo hizo venir en su boca también, fue tanta leche que salió por la comisura de sus labios, tomamos un descanso para recuperar fuerzas.

Las mujeres no quisieron limpiarse pues dijeron que querían tener el sabor del semen en sus bocas un rato más,

Gerardo me preguntó que te ha parecido, le dije Alicia mama muy rico y se mueve muy bien, Gerardo a su vez me dijo tu esposa también sabe mamar muy rico, pero más me gustó de ella que la vez pasada que se lo metí por el ano ¿Crees que se pueda otra vez?, le contesté no depende de mí, si ella quiere adelante.

Volvimos a acariciarnos para volver a excitarnos, puse a Alicia de perrito que sé que le gusta y la penetré de un solo golpe, con lo lubricada que estaba no hubo problema, mi esposa se puso boca arriba para recibir a Gerardo que también se la dejo ir sin miramientos, así estuvimos cada quien hasta que volvieron a venirse, Gerardo y yo nos reservamos para más tarde, ellas se fueron a limpiar al baño mientras nosotros nos limpiamos en el lavamanos.

Platicamos un rato y mi esposa dijo se me antoja una doble penetración, me podrán hacer favor señores, Alicia replicó yo nunca he realizado un anal y también me gustaría una doble penetración pues he leído que se siente mucho placer.

Mi esposa dijo pues manos a la obra, primero que sea Alicia para que estrene su culito, yo le dije a Gerardo, en el potro es más cómodo, yo me pongo abajo y Alicia de frente a mi para que pare la nalga y que tú la estrenes, solo ten cuidado para no lastimarla, mi esposa nos dijo, en mi bolso traigo lubricante anal, y con cara de pícara comentó uno nunca sabe si se va a ofrecer, reímos y nos acomodamos, Alicia se montó en mi clavando mi verga en su vagina, se quedó quieta para que Gerardo se acomodara mi esposa les puso el lubricante a ambos, eso los éxito, Gerardo apunto la cabeza de su verga hacia el ano y poco a poco se la fue introduciendo no sin parar algunas veces por el dolor que sentía Alicia, cuando ya la tuvo adentro Alicia fue tomando su ritmo hasta que su esfínter se adaptó a su nuevo inquilino, entonces fue que empezó a gozar la doble penetración, yo por mi parte también me excitaba sentir a través de la membrana que separa el ano y la vagina el miembro de Gerardo, Alicia se vino varias veces consecutivas pues lo describió como algo que nunca había sentido y le gustó.

Gerardo y yo tuvimos que hacer un esfuerzo para no eyacular, ya que nos faltaba mi esposa,

Alicia se bajó del potro y nosotros nos fuimos a lavar para poder coger con mi esposa.

Le dije a mi esposa prepárate chiquita, vas a tener dos vergas clavadas como a ti te gusta, y me contestó, que ricooo.

Gerardo me pidió volver a ser el que lo metiera por el culo, le dije que si, así que volvimos a colocarnos igual que con Alicia, antes mi esposa nos dio unas chupadas a los dos tratando de meterse las dos vergas en la boca, nos dejó y lubrico sus dos hoyos y se acomodó para recibir la doble penetración, a mi en lo particular me excita mucho ver cómo se la culean, igual que con Alicia mi esposa se acomodó en mi verga y se agachó para adelante dejando su ano al alcance de Gerardo, el se acercó y le fue más fácil meterlo pues a su esposa ya está más acostumbrada, una vez que los tuvo adentro se empezó a mover y a jadear por el placer que sentía, le vinieron varios orgasmos continuos, y nosotros ya no pudimos aguantar más y también eyaculamos, mi esposa dejo de moverse y se levantó para asearse en el camino al baño dejó un rastro de leche que le salía de vagina y ano.

Alicia comentó, la próxima vez me toca al último para sentir su leche dentro debe ser excitante,

Mi esposa que regresaba del sanitario alcanzo a oírla y le dijo, excitante como no te imaginas.

Nos recostamos los cuatro en la cama y nos estuvimos acariciando, y platicando que nos había parecido, Gerardo dijo que la primera vez que salimos después de salir del hotel sintió una mezcla entre celos y excitación, de pensarlo se le paraba y a Alicia le pasaba lo mismo, por eso dejaron pasar unos días antes de este encuentro, les dijimos que era normal ya que a nosotros nos pasó igual, pero que esto nos ha hecho disfrutar más nuestra sexualidad, tenemos una comunicación abierta y lo mejor es que no tenemos celos, que lo único que si pactamos fue no involucrar sentimiento, solo sexo y nada más.

Quedamos en llamarnos, ellos nunca han hecho un trío y quieren probar, les dijimos que somos materia dispuesta.

Nos vestimos y salimos del motel rumbo a casa, cada pareja en su auto.

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