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Invitados a una fiesta swinger (parte 3)

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En las partes anteriores, nos invitan a una fiesta swinger, pagada por un excéntrico que iba a usar los videos allí rodados para hacer una film más largo, comienzan los intercambios y las performances más extremas en pos de lograr la mayor atención de las cámaras.

En la parte dos, tenemos sexo abiertamente y ella tuvo su maratón.

Esta es la tercer parte, había algo nuevo, ella no se iba a ir de allí sin probar.

Ya era casi de noche y nos dirigimos al lugar asignado para cenar, había varias parejas conversando solas o entre sí, nosotros elegimos una mesa apartada y ordenamos uno de los tres menús que había, eran casi las veintiuna horas y había una tregua de sexo hasta las cero horas, después habría piedra libre de cero a ocho.

Mientras cenamos planificamos, dentro de lo que se podía, la noche, y esta planificación incluía, dormir otro rato, cuando hubiera poca gente salir al patio un par de horas y volver a dormir hasta el desayuno del otro día.

La comida y bebidas eran de primera, todo muy liviano y digestivo por dos motivos, una rápida digestión y rápida limpieza de intestinos y no comer pesado por las dudas, lo que si me llamó la atención fue la cantidad de alcohol que había, demasiado en nuestra opinión, y esto era un arma de doble filo, pero estábamos tranquilos porque había abundante seguridad. No extendimos la cena hasta muy tarde, queríamos descansar, y nos llevamos la botella de champagne empezada al dormitorio y la terminamos sentados en el piso bromeando. Allí desinhibidos por el alcohol le propuse lubricarla y dilatarle para que ella consiguiera alguien que le pudiera hacer su tan ansiado primer fisting vaginal.

Tres dedos ya entraban sin preparación, cuatro no costaba ningún esfuerzo, y menos con todo el lubricante disponible, quise agregar el quinto y me detuvo

-Déjame probar con un puño chico y después vemos, dijo

Paramos ahí, ambos estábamos muy calientes, pasaron unos minutos y probamos de nuevo, cuatro dedos entraron al primer intento y le dije

-Ya estas pronta.

Ya era casi la una de la mañana y decidimos salir de la habitación, ella intentaría conseguir alguna chica me dijo que si alguien la quería follar ella no aceptaría, ya bastaba por hoy, se sentó en el borde de la cama y se deslizó lentamente hacia el piso sostenida por sus piernas, yo que no sabía que estaba haciendo, me moví en la cama hasta su borde y vi con sorpresa que, la botella de champagne que estaba en la alfombra, al lado de la cama, ahora estaba más de la mitad dentro de su vagina, solo la parte más gorda de la botella estaba afuera.

-Que haces? Le dije

-Nada, ella me invitó a bajar, dijo.

En el patio casi no había gente, se veían luces en tres de las seis habitaciones que daban a ese patio, por lo que dedujimos que había tres parejas incluido nosotros dispuestos a follar, había una chica sola en la piscina que miraba como tres tipos cogían a otra chica.

Mi mujer se arrimó a ella, se agachó en el borde de la piscina dejando expuesta su húmeda y lubricada vulva, cerca, muy cerca de ella y le susurraron durante un momento, la chica hizo caras de no saber de qué hablaba. Yo veía que mi mujer le explicaba y le enseñaba como doblar los dedos de la mano para una penetración y ella asentía con la cabeza, salió de la piscina, se secó mientras mi mujer esperaba muy junto a ella mirando para el lado donde los tres tipos seguían follando a aquella mujer. Se dirigieron a un camastro donde daba un foco de luz y se hicieron de un tubo de lubricante, colocaron una toalla sobre el camastro donde iba a apoyar las rodillas, ambas cuidaban la ubicación para que hubiera buena luz.

Me metí en la piscina y el agua tibia hizo que mi pene reaccionara y tuve una inmediata erección mientras miraba cómo mi mujer se inclinaba hacia adelante dejando expuesta su gran vulva y labios carnosos hinchados. La otra chica la lubricó y se lubricó la mano, tímidamente metió un dedo y mi mujer se giró sonriendo y le dijo algo. Enseguida ella cambió y metió 4 dedos que entraron sin oposición, tenía una mano fina y pequeña.

La mujer que follaban los tres tipos estaba recibiendo una doble penetración, gemía fuerte y me hizo mirar unos segundos al costado, cuando vuelvo a mirar a mi mujer ya tenía toda la mano adentro de mi mujer y varios centímetros de brazo también. Al principio los movimientos eran lentos, estuvo entrando y saliendo varias veces hasta que mi mujer se giró y le dijo algo, ella sacó la mano y se agregó lubricante y la volvió a meter, esta vez sí vi con la facilidad que le penetraba la vagina con toda la mano, ella gimió y lo escuché por encima del ruido que hacía el otro trío, nuevamente pararon un instante, se volvió a lubricar y cerrando su mano como puño comenzó a meterlo hasta el fondo y sacarlo del todo, los movimientos se hicieron cada vez más rápidos hasta que mi mujer explotó en un orgasmo. Se aflojaron sus piernas y se dejó caer en el camastro, no se podía sostener de la intensidad del orgasmo, la mujer aún tenía el puño dentro de la vagina y la miraba con cara de sorprendida o asustada, ella dijo algo y se relajaron ambas mientras yo veía la película entera desde unos metros mientras estaba tranquilo y solo en el agua tibia de la piscina.

Se despidieron con un beso en la mejilla y se fueron a higienizar juntas.

Cuando giro la cabeza tenía arrodillada a mi lado, en el borde de la piscina, a la rubiecita que me miraba con penetrantes ojos y me pregunta

-Te calentó ver lo que recibía tu mujer?

Para qué mentir, si estaba con mi pene en la mano a punto de explotar.

-Quieres que te descargue? Dijo.

Salí de la piscina con una erección bastante importante, mientras caminábamos ella medía lo que se iba a comer, al llegar a un lugar con buena luz ella me detuvo y se arrodilló frente de mí, me descubrió la cabeza haciéndome doler por el tamaño de la erección y se metió mi pene en la boca, una cámara estaba más lejos y nos enfocaba, ella dominaba mi pene solo con su boca, una mano recorría mis piernas y mi culo y la otra me sobaba mis testículos, sentía una especie de placer y dolor. Después de un par de minutos y luego de agregar bastante saliva se lo tragó íntegro, sus labios llegaron a mi pubis, me pareció que su lengua rozaba mis testículos pero yo no veía, un par de veces hizo eso y le dije que se detuviera que iba a explotar, ella insistió una tercera vez y le descargué un buen chorro directo en el esófago. Siguió brotando semen de mi pene mientras ella me masturbaba y se refregaba el glande por la cara. Habrá pasado un minuto más lamiendo los restos y le di la mano para ayudarla a ponerse de pie. Mi mujer miraba desde lejos la escena.

El primero en llegar a la habitación fui yo, mi mujer a los pocos minutos, le pregunté como le había ido y me contó que le había encantado, que había tenido un orgasmo y gracias a la preparación previa, no había sentido dolor ni incomodidad.

-El puño de ella no era grande, no lo sentí como tal sino como un juguete más.

-Puede relajarme y hacer acting para la cámara y el orgasmo con la arrodillada posterior porque se me aflojaban las piernas, fue todo ficticio, incluso los espasmo de la vagina apretándole la mano, un poco para aumentarle el morbo a ella y otro poco para las cámaras, agregó.

-Y a ti?

-Bien, dije.

-Ella me abordó porque me vio mirándote en el fisting y tocándome en la piscina.

Muy buena en la garganta profunda, dije y le guiñe un ojo.

Ella me guiñó un ojo y nos fuimos a costar, me dijo que tenía restos de lubricante en la vagina y que la sentía grande, incluso sentía los labios en la entrepierna al caminar, pero que no se iba a lavar porque había sido solo una mano. Entonces le dije.

-Hoy has estado fenomenal, una mamada, un polvo con acting, una orgía donde te penetraron seis y un fisting de una chica, también con acting. Has trabajado más que yo. Me di cuenta que hay tipos que lo único que hacen es mirar, son poco activos salvo que los invites. Y hay mujeres también poco activas, o tímidas. Podríamos sacar partido de eso, mañana quieres darle descaso a la vulva y usar el culo todo el día?

-No estaría mal, dijo.

-Bueno. Toma unos tragos de este aceite, que me traje de la cena y mañana luego de levantarnos hacemos una limpieza del tubo.

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