back to top
InicioInfidelidadJornada electoral

Jornada electoral
J

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.
Tiempo de lectura: 18 minutos

Sé que mis relatos son algo extensos, estoy viendo la manera de hacerlos más cortos, igual estoy receptiva a conocer relatos, vivencias, fantasías, de ustedes, que me pueden enviar vía IG.

Como siempre espero sus valoraciones y comentarios, son motivantes para seguir compartiendo con ustedes.

Como ya saben en México, recientemente vivimos una jornada electoral para elegir representantes, por lo cual, les comparto:

Durante ese proceso electoral, yo pasaba por un receso laboral y mi amado Mor, empezó a colaborar con el candidato oficial “magenta” de los tantos candidatos que pretenden vivir a costa de los impuestos, para mi gusto todos estos seres son unas sanguijuelas que solo ven por sus intereses, pero, trabajo es trabajo y la necedad y fanatismo de mi Mor, es inquebrantable.

Ese domingo de votaciones dormía plácidamente cuando fui despertada abruptamente

Mor: Bebecita, despierta se hace tarde-bañado y vestido para salir.

Yo: Tarde ¿para qué? – aun somnolienta viendo el reloj despertador- apenas son las 6:30 am

Mor: Para ir a votar, de ahí me tengo que ir al comité “magenta”-acelerado como siempre.

Yo: Pues ve tú, y déjame dormir otro rato- poniendo una almohada en mi cara.

Mor: No, Bebecita cada voto cuenta, así levántate para que vallamos juntos a votar por el “magenta”

No me quedo más remedio que levantarme, decidí no ducharse y me vestí, total solo sería un rato y podría volver a mi camita pronto.

Así que registre mis cajones en busca de algo que ponerme. Finalmente encontré un viejo par de jeans que no había usado en algunos años y decidí probármelos.

Los efectos de mis días de hormonales estaban comenzando a aflorar cuando sentí que un calor comenzaba a generarse entre mis piernas. Con un pensamiento travieso, decidí no usar ropa interior alguna, la sensación de la tela vaquera ajustada directamente en mis labios se sentía demasiado bien.

Mientras se subía los pantalones y abrochaba el botón, oí la voz desde la sala de mi maridito adorado.

Mor: Bebecita apúrate

Rápidamente me puso una blusa negra sobre un sujetador de media copa de encaje blanco y me mire en el espejo para una última revisión.

Mi cabello recogido en una cola de caballo, los ajustados jeans contorneaban mi cuerpo como una segunda piel y resaltaban mis piernas, mis caderas y mi trasero.

No es exactamente lo más glamuroso que debería llevar una buena esposa, pero solo iba a votar y regresar a casa antes de que las bendiciones despertaran para el desayuno.

Mor: Bebecita que bien te ves- abrazándome y pasando sus manos por mi trasero-

Yo: Mor, no empieces, porque después me tienes que cumplir, -con mis manos sobre su pecho-

Mor: Tienes razón vámonos-dándome una sonora nalgada-

Yo: Ay Mooor-algo decepcionada de que prefiriera ir a votar que cumplirme-

Llegamos a la casilla correspondiente a pie pues estaba instalada bajo unos toldos en la plaza central del vecindario, a unos cuantos metros de nuestra residencia, en espera de la apertura, pero los minutos pasaban y la calma se convertía en desesperanza.

Mor: ¿Porque aún no abren? – preguntando a los funcionarios de casilla-

Funcionario: Aún nos falta una persona ya fueron a buscarlo, pero parece ser que no vendrá. -apenado con todas las personas que estábamos haciendo fila-

Persona 1: ¿Y luego que procede o qué? – desesperados

Funcionario: Pues solicitarle a alguno de ustedes se ofrezca de voluntario para sustituir a quien nos faltó. ¿Algún voluntario?

Mor: bebecita tu ahorita estas en receso laboral, porque no te quedas en la casilla- mirando su reloj con impaciencia queriendo ir al comité de su amado candidato “magenta”

Yo: No, como crees es quedarse todo el día, yo quiero descansar-molesta- además las bendiciones ya no tardan en despertar.

Mor: Las bendiciones ahora las llevo con los Abues – mirando nuevamente su reloj-Ándale Bebecita- con su cara de niño bueno que no rompe un plato.

Yo: Ok ok, pero me vas a tener que compensar esto- molesta-

Mor: Si, bebe claro que si- dándome un beso- joven, joven aquí hay una voluntaria-señalándome

Funcionario: En serio señora, ¿nos podrá echar la mano? -entusiasmado-

Yo: Claro, si me explica con gusto-sonrisa fingida-

Funcionario: Sígame-avanzando al interior de la casilla

Mientras lo seguía mi ego se fue por las nubes al sentirme como estrella de cine por la ola de aplausos y gritos de júbilo de todas las personas que esperaban en la fila.

Ya en la casilla me presentaron con los demás funcionarios y representantes de los diferentes candidatos que competían ese día, prácticamente todos eran vecinos de la zona a excepción de Cesar el represente del candidato opositor “marrón”, que descaradamente dirigía su vista a la parte baja de mi cuerpo envuelto en mis ajustados jeans.

Me indicaron rápidamente mis funciones y actividades e iniciamos el proceso de votación y el resto del día transcurrió sin incidentes, pero cada vez que tenía la oportunidad, Cesar el represente del “marrón” me comía abiertamente con los ojos cuando me inclinaba o me movía de mi lugar.

La temperatura había subido considerablemente durante el día, y eso, combinado con el arduo trabajo, hizo que transpirara y mis ropas se agarraran aún más fuerte en torno a mi cuerpo. El calor del día provocó que mi blusa se humedeciera mientras ella transpiraba, y se pusiera prácticamente transparente.

Los efectos del calor junto a mis jeans ceñidos y empapados en sudor, estaba causando una deliciosa presión en mi coño. Cada vez que doblaba la sensación de la mezclilla a través de mi sexo desnudo, pequeños pulsos placenteros irradiaban a través de mi cuerpo.

El día se hacía muy largo para regresar a casa y estaba tan excitada por el efecto de la mezclilla frotando su coño que deseaba que todo eso terminara para volver a casa y aliviar mi dolorido coño, con o sin ayuda de mi Mor.

Sumado a que Cesar el representante del candidato “marrón” no perdía la oportunidad de estar cerca de mí, y en algunos momentos que estaba sentada pasaba cerca de mí no podía notar de reojo la abultada protuberancia en su entrepierna, lo cual, no ayudaba en nada a mi estado hormonal.

Llegamos al final de la Jornada, sin incidentes comunitarios, yo con la ilusión esperanzadora de que ahí terminaría mi labor colaborativa, iniciamos el conteo de los sufragios y es en donde empezó mi sufrir.

Cesar con su insistencia y retorica en contra del candidato oficial “magenta” y a favor del candidato “marrón” en escrutar la mínima marca en cada boleta provoco que el conteo durara horas, y nos llegara la noche.

Ya me encontraba fastidiada ocupaba con urgencia ir a casa a relajarme con una buena sesión de baño, y quizás algo de auto cariño. Cuando mis pensamientos fueron interrumpidos por una llamada de mi esposo al celular, por lo cual me aleje de la mesa de escrutinio, dejando a los funcionarios discutir con el pesado ese, y atender mi llamada.

Mor: ¿Cómo estas bebecita?

Yo: Al full, te pasaste ya mira horas son y aún estoy en la casilla-molesta-

Mor: Si me imagine se alargó mucho en todos lados, como que los “marrón” trae la estrategia de fastidiar para anular las casillas-molesto más por el proceso que por mis reclamos-

Yo: Si ya se el tipo de aquí anda muy pesado

Mor: Así, y como van ahí contigo, ¿quién va ganando?

Yo: En primer conteo el “magenta” pero ya vamos en el cuarto conteo va arriba el “marrón” y cada vez que los volvemos a contar aventaja más.

Mor Si aparentemente está pasando en todos lados eso-molesto-, sabes, no creo llegar a casa hoy, nos vamos a quedar hasta que tengamos todos los conteos de salida, así que no me esperes.

Yo: ¿Ósea cómo? ¿Y las bendiciones? -muy molesta

Mor: Con tus papas, cuando termines pasas por ellos- quitado de la pena

Yo: Moor, me dejaste aquí varada, no traigo mis llaves- enojada- ¿cómo pretendes que haga eso?

Mor: Así verdad, pues, pide un auto de alquiler y te vas con tus papas, y mañana paso por Ustedes.

Yo: En que líos me metes enserio-muy enojada, le colgué la llamada-

Volviendo a la mesa de escrutinio.

Yo: ¿Cómo vamos? – resignada a mi suerte-

Funcionario: Pues sigue ganando el “marrón”, pero aquí el joven insiste en un conteo más- visiblemente enojado, cansado y fastidiado-

Yo: ¿A ver por cuánto va ganando? – tratando de poner paz y salir de eso lo antes posible.

Funcionario: Por más del 40% del padrón- fastidiado-

Mirando la hora en mi celular ya eran casi las 8 de la noche y realmente deseaba ir a bañarme y descansar, gire hacia donde estaba sentado Cesar apoyando mis codos sobre la mesa mirándolo fijamente y mordiéndome los labios.

Yo: ¿No crees que ya es muy claro el gane de tu candidato? – . inclinada sobre la mesa, dejaba una vista generosa a mi escote, mi bra y busto.

Cesar: Mirando hipnóticamente mis pechos-Si, pero, necesitaremos una contabilidad completa para asegurarnos de que…

Yo: Interrumpiendo su retórica- Acepta el resultado y podremos enviar el acta para asegurar el gane de tu candidato- presionado mis brazos hacia adentro y hundiendo mis hombros, ese pequeño movimiento causó un empujón en mi pecho más cerca de mi escote

Cesar: Sus ojos se agrandaron hasta que amenazaron con salirse de sus órbitas. Su posición privilegiada llenaba su vista su boca se abrió – Ok, ok- Balbuceando

Escuchando los suspiros alivio de los ahí reunidos, al enderezarme pude ver muy claro como todos los ojos de los presentes no perdieron detalle, los de las damas de mi proceso de convencimiento y los de los caballeros de mis nalgas atrapadas en mis ajustados jeans.

Pensé que ya era prácticamente el momento de retirarnos, pero, craso error, el llenado de las actas y armado de paquetes les llevo otra hora más, debido a la falta de una buena iluminación de la plaza dada la penumbra de la noche.

Funcionario: Al fin terminamos, aquí tiene señora Elena- señalándome el paquete electoral sobre la mesa.

Yo: ¿Confundida- Como? No entiendo.

Funcionario: La persona que usted relevo era la responsable de llevar el paquete a las oficinas electorales, del centro, así que es usted quien tiene que llevar el paquete.

Yo: Impactada, pensando que todo el lio inicio por las necedades de mi amado esposo – Ha No pues, ya será mañana, yo no tengo ahorita como moverme, estoy hambrienta y cansada- molesta.

Funcionario: Pues es su decisión y responsabilidad – empezando a retirarse de la casilla junto a todos los demás.

Estaba pensando la forma de llevarme ese paquete, cuando sentí una presencia detrás de mí que me hizo girar, era Cesar que contemplaba descaradamente mis posaderas.

Yo: ¿Ocupas algo?

Cesar: Si, que ese paquete llegue a las oficinas electorales- señalando la caja.

Yo: Pues, yo tengo forma de llevarlo de momento- con cara de puchero encorvando mi espalda para volverle a aplicar la técnica y quitarle las intenciones.

Cesar: Mirando directamente mis pechos- Pues sí, pero eso tiene solución, yo te ayudo a que entregues ese paquetito y te vengas rápido… de regreso a tu casa – con sonrisa sínica, viendo más mis caderas que el paquete y énfasis en ciertas palabras.

Yo: Con cara de puchero- No, estoy muy hambrienta, ocupo un baño y descansar.

Cesar: Ándale, no seas mala yo tengo que reportar que el paquete fue entregado y te invito a cenar, ¿Cómo ves? – con cara suplicante.

Como si con el necio de mi Odiosito no bastara la vida me mandaba a este tipo. Estaba a punto de negarme rotundamente cuando sonó mi teléfono, haciéndole la indicación con la mano que me esperara a contestar la llamada.

Mor: ¿Dónde estás Bebecita?

Yo: En la plaza ya cerraron las casillas, pero quieren que “yo entregue el paquetito”.

Mor: Si bebecita hay que llevarlos para poder impugnarlos

Solo podía pensar Dios les da las pruebas más difíciles a sus mejores guerreros, pero a de pensar que soy alguna especie de Rambo, con tanto hombre necio que pone en mi camino.

Yo: Ok, ok, ¿ya que más le hago- resignada- y para eso me hablabas?

Mor: No bebecita, te hable para comentarte que en casa de tus papas tuvieron una fuga de agua, y están sin el servicio, que, si antes de llegar le puedes llevar algunas botellas de agua, pero ahorita les aviso que aun vas a tardar más.

Yo: Adiós mi baño relajante –Pues ya que, yo me encargo bie.

Durante todo el tiempo que dure hablando podía sentir la mirada de Cesar recorrerme de arriba abajo.

Al colgar la llamada doy la vuelta y ya estaba el señorito con su sonrisa,

Cesar: ¿Entonces si se arma? – visiblemente emocionado

Yo: Pues si- sonriendo resignada

Entonces me dejo impactada con un eufórico abrazo, que provoco una reacción instintiva en mi cuerpo y mi entrepierna envió vibraciones por todo mi ser, al sentir tanta masculinidad pegada a mi cuerpo, mi piel se erizo, mis pezones endurecieron y una placentera humedad se formó en mi coño.

Cesar: Pues vamos – indicándome la caja

Yo: ¿Quieres que yo la cargue? – indignada

Cesar: Yo no puedo ni debo tocar el paquete electoral por ser represente de un candidato, es delito electoral

Suspirando me resigne a tener que cargar con ambas manos la caja.

Yo: ¿Dónde está tu coche? – con la caja en mis manos

Cesar: Por aquí- indicándome el camino para que caminara por delante de él apoyando una de sus manos en mi zona lumbar

Yo sumisamente me deje guiar de esa forma al llegar al coche abrió la cajuela, al dar un vistazo dentro además de lo habitual vi una hielera, me incline para meter la caja junto a la misma.

Cesar: Yo creo debemos “metértela” lo más dentro posible hasta el fondo, no queremos que un movimiento brusco se “te vaya a salir” nada – parado tras de mi disfrutando de la vista que le daba al estar empinada y dando picardía a sus palabras.

Yo: Ok, ok, -empujando más dentro dándole una mejor vista de mis ancas.

Al enderezarme me retire de la cajuela y él se acercó a abrir la hielera, dentro traía unas cervezas en hielo, sacando una y ofreciéndomela.

Cesar: La Jornada de votaciones ya termino, por tanto, ya no hay Ley Seca, acompáñame para celebrar el triunfo de mi candidato. – sonriente.

Yo: Tomando la cerveza, que estaba heladísima, me tome media botella de un trago, me supo a gloria- Haaa, gracias, ¿Estas muy seguro que gano tu candidato? – con el afán de molestarlo

Cesar: Por supuesto, ya verás – confiado

Subimos al coche y nos dirigimos a las oficinas electorales, durante el viaje disfrute de otras 2 cervezas, no así de la charla, este tipo no sabía otro tema que su candidato, yo solo ascendía afirmativamente, mientras disfrutaba de ese helado elixir del Dios cebada.

Al llegar a las oficinas era borbollón de gente, buscamos lugar para estacionarnos, y me volvió aplicar la misma tuve que cagar la caja con ambas manos mientras él me guiaba con una sus manos en mi región lumbar, mientras hacíamos fila no perdía oportunidad de mover sus dedos, elevando mi libido al cielo, como deseaba ir a casa de mis padres pronto

El cansancio y las bebidas ya me estaban cobrando factura, ya algo mareada me apoye mi espalda primero en su mano y después en su pecho mientras avanzábamos en la fila, esperábamos turno.

Podía sentir su aliento en mi nuca, mientras seguía con su incesante platica en contra del Gobierno, y los cambios que habría ahora que ganara su candidato, yo no ponía atención, mi concentración estaba en el agradable cosquilleo de mi entrepierna, producido por su aliento en mi nuca, el juego de sus manos en baja espalda y el constante rose de la mezclilla con mis labios vaginales que me auto producía, al frotar mis piernas una contra otra.

Cesar: ¿Ahorita que entreguemos, me puedes hacer el favor, de preguntar por el conteo rápido?

Yo: Si claro- sonrisa fingida

Cesar: Tu sí que eres “buenota” persona- coqueto

Cuando al fin entregamos lo dichoso paquete y salimos del compromiso, comprobé que mi celular esta con la batería muerta, ya se me hacía raro que mi Odiosito no me pusiera gorro, pensaba.

Yo: Me quede sin batería en mi celular, ¿Tienes Idea de que hora es?

Cesar. Poco más de las 11:30 -Mirando su reloj de mano

Yo: Tardísimo al menos acabamos – desesperada- y yo sin poder comunicar para ir a casa.

Cesar: Eso no es problema yo te traje y conmigo te “vas a venir”, donde tú quieras-pícaramente

Sin más remedio, me resigne a mi suerte, pensando al menos trae cerveza para distraerme durante el camino, le indique la dirección a donde iba, lo que extrañamente le alegro.

Cesar: En serio, acabo de rentar una residencia en esa zona, estoy viviendo a unas cuantas cuadras de ahí, es una zona muy padre-

Yo: Que pequeño es mundo, si es un padre toda esa zona de hecho ahí viven mis padres, voy a quedarme con ellos esta noche.

Entonces si el viaje fue 100% agradable, buena cerveza y buena charla, platicamos de muchos puntos en común, definitivo el acérrimo defensor del candidato “marrón” se había quedado en las oficinas electorales.

Cuando al fin llegamos a casa de mis padres, estaba cerrado, y por más que toque el timbre no recibía respuesta.

Yo: Deben de estar ya bien dormidos en las habitaciones del fondo- decepcionada

Cesar: Pues ten mi celular y háblales para salgan- compresivo

Yo: Pues para ser sincera, soy culpable, de ser una tecno dependiente, no se me los números de memoria- avergonzada

Cesar: Entonces no hay de otra más que cargar de energía tu celular

Yo: Si

Cesar: Mira vamos a mi casa, ahí tengo cargadores compatibles con tu Smart- cooperativo.

Yo: En serio, muchas gracias Cesar, que amable eres

Efectivamente su residencia estaba a unas cuantas calles de la de mis padres, esperaba ver el típico hogar de soltero, pero no la casa era tan hermosa y arreglada como la de mis papás.

Cesar: ¿No gusta pasar a tomar una tacita de café? – amablemente.

No sé si era mi cachondez, las 6 cervezas que llevaba o el cambio de actitud de Cesar, pero me empezaba a caer muy bien el individuo,

Yo: ¿No será mucha molestia? –juguetonamente

Cesar: De ninguna manera, pase Usted- pícaramente

Yo: Después de Usted- rematando con una carcajada que fue secundada por Cesar.

Cesar: Ya en serio pasa por favor, por mientras carga tu celular.

Aceptando la invitación y nuevamente siendo guiada a través de su mano en mi región lumbar al interior de la casa.

Cesar: Pásame tu celular y ponte cómoda estás en tu casa

Le entregue mi celular, y desapareció hacia lo que supongo eran las habitaciones, tiempo en cual me di tiempo de recorrer el lugar, que era amplio, se podía ver un patio interior bien iluminado, al cual ingrese a través de un ventanal.

Ahí me encontré con la grata sorpresa que contaba con una tina de hidromasaje, por curiosidad retire la capota, estaba casi llena al borde, y el agua lucia cristalina, volviendo la mirada al interior de la casa veía que Cesar no regresaba, active la tina y sus turbinas empezaron agitar el agua y un juego de luces se encendió.

Me encontraba fascinada, al agua se veía tan deliciosa, no sé si era mi ansiedad o el estado semi alcohólico en el que ya estaba, que la tentación me estaba venciendo, volví a buscar al interior de la casa sin señales de Cesar, entonces tomé valor y retiré mi blusa, me deshice de mi calzado y escape de mi jeans, solamente vestida con mi sostén blanco, me sumergí en la deliciosa y cálida agua de la tina de hidromasaje.

Estaba totalmente relajada, disfrutando de la tibieza del agua y el movimiento en mi cuerpo generado por las turbinas, con mi cabeza apoyada en un borde bajo la luz de la luna, era una con el universo y perdí la noción del tiempo.

El movimiento del agua estimulaba mis deseos, necesitaba tanto la liberación sexual. Tenía tanta tensión reprimida dentro de mi mente y cuerpo. Que instintivamente de baje la mano a mi región suave y depilada región pélvica para tentar y explorar, muy lentamente, mi cuerpo comenzó a responder al calor del agua y la mi auto estimulación. Simultáneamente estaba masajeando mi clítoris mientras acariciaba los labios de mi coño y empujaba un dedo, estaba empezando a sentir los leves susurros de un orgasmo creciendo en mi interior e iba por el segundo dedo dentro de cálida intimidad, cuando.

Cesar: ¿Esta cómoda la señora? – sonriendo con un par de cervezas en sus manos

Yo: Ay, qué pena Cesar, discúlpame, no pude evitar caer en la tentación – dándome cuenta de lo fuera de lugar que me encontraba en ese momento.

Cesar: Sin problema, te lo mereces fue una Jornada electoral larga- ofreciéndome una de las cervezas, sonriente, mientras bebía un largo trago de la otra.

Yo: Gracias, esta divina tu hidromasaje- apenada bebiendo de mi cerveza

Cesar: Me alegra que te guste, pero creo que hay espacio para uno más – mientras retiraba su camisa y desabrochaba su pantalón.

Yo: No espera, ¿qué haces? – sorprendida y asustada-

Cesar: Creo también me he ganado un espacio en la tina- con cara suplicante mientras se retiraba el pantalón quedando solamente en bóxer

Yo: No pues, si, pero obviamente no estoy usando traje de baño y…. – nerviosa, disfrutando, increíblemente, del cuerpo voluminoso de mi anfitrión

Cesar: Si lo sé, por eso para ser parejos me entrare en puro bóxer- juguetonamente

Yo: No espera -tratando de seguir cubierta por el oleaje artificial- es que… es que yo estoy usando ropa interior de debajo del oleaje- apenada

Cesar: Lo sabía, sabía que no usabas nada debajo de esos jeans- sonriendo- eres traviesa Elena, pero, ok seamos parejos – y se quitó el bóxer.

Quise pronunciar alguna protesta, suplica o pretexto, de mi boca abierta no salía sonido alguno, quedé paralizada, ahí tenia de frente a mi anfitrión totalmente desnudo, luciendo un cuerpo rollizo con una polla semi erecta de muy buen largo y mejor grosor.

Mientras el entraba en la tina, y veía fijamente su pollón, sentí como los músculos de mi vulva se abrían lentamente mis labios, y mis pezones presionaban contra mi bra.

Cesar: Creo que cause una buena impresión, si gustas más tarde le puedes tomar una foto del recuerdo- burlándose cuando noto mi mirada en su pollón.

Yo: Ay como crees – sumergiéndome hasta el cuello en el oleaje sumamente nerviosa, apenada y excitada.

Al ingresar a la tina tuve que hacerle espacio, con la buena o malo fortuna que acabe sentada muy cerca de una salida de respiradero, que emitía burbujas de aire, con tal ritmo que acariciaba mi vulva placenteramente, estimulando las terminales nerviosas de labios.

Cesar: No, puedo creer mi suerte, mi candidatote gano y ahora estoy en tomando en mi tina, y no sé qué se mas delicioso y caliente, la compañía o el agua- dándole un sorbo a su cerveza viéndome con picardía.

Yo: Ya no deberías de beber más la cerveza te está afectando la vista- juguetona.

Me apoye nuevamente mi cabeza en la orilla de la tina, para disfrutar de las bulliciosas burbujas de aire bajo el, cerrando los ojos, en mi estado solo quería disfrutar un poco más el momento,

Durante un tiempo simplemente nos remojaron. Unas cervezas frías y un baño caliente reconfortan, el estrés de la Jornada Electoral finalmente comenzó a evaporarse.

Cesar: Ya se terminó mi cheve, voy a ir por otra, ¿quieres otra? – levantando la botella vacía.

Yo: No veo porque no- relajada con los ojos entreabiertos

Cesar se dirigió a los escalones de la bañera de hidromasaje y comenzó a salir, no sé porque le miraba directamente se trasero mientras salía de la bañera. Serian la burbuja o la cerveza, pero me pareció ver claramente unos glúteos masculinos y fuertes.

En unos momentos, Cesar regresó con unas botellas bien frías. Todavía estaba bastante mojado. Y disimuladamente le echó un vistazo al su bulto y testículos, que lucían prominentes, instintivamente pensaba en cómo se vería ese garañón cuando se pusiera duro. Tan rápido como me pregunte esto, parpadee rápidamente y mire hacia otro lado, esperando que Cesar no la hubiera visto mirándolo, me extendió la botella, pero antes de yo poderla tomar la retiro.

Cesar: Estaba pensando que estoy en desventaja- juguetonamente

Yo: ¿Desventaja de qué? – confundida

Cesar: Yo estoy totalmente expuesto y desnudo y Usted no Señora, eso no es justo- jugando

Yo: ¿Lo dices por mi bra? – sonriendo y siguiendo la broma

Ya esas alturas mi bra estaba totalmente transparente por el agua y no dejaba nada a la imaginación, pero también ya era incomodo, así que…

Yo: Eso tiene solución- desabrochándolo y arrojándolo por encima de la cabeza de Cesar.

Cesar se quedó con la boca abierta y tragó un sorbo de su cerveza entregándome finalmente la mía.

Yo: Además, el oleaje da suficiente revestimiento para evitar que Usted señorito tenga malos pensamientos. – riéndome y bebiendo de mi cerveza

Volvió a entrar en la tina, y me reacomode en mi lugar cerré los ojos por un momento y deje que las burbujas me hicieran cosquillas allí abajo. Me sumergí en mi gozo, sin querer se me escapo un gemido, nerviosa volví a abrir los ojos y miré a Cesar. Fue muy vergonzoso, pero al mismo tiempo divertido ver su cara de lujuria y asombro.

Yo: ¿Qué? No crearas que me estoy auto estimulando frente a ti- tratando sonar casual y riéndome

Cesar: No lo creo, me da más la impresión que eres una mujer de sólidos y no de líquidos – acercándose y pasando su brazo por mis hombros.

Simplemente hizo contacto visual conmigo y sonrió, no sé si fue mi imaginación o algún efecto de luz, pero pensé que vi su verga cobrar vida a través del oleaje. ¡Pude sentir que mi interior se ponía más caliente y mojado que mi piel y una fuerte atracción sexual creciendo!

Se inclinó y me besó. Nos acercamos el uno al otro y sus manos me rodearon, apretando mis nalgas de la manera más maravillosa. También lo apreté y pude sentir la creciente dureza de su verga. Me aparté y miré hacia abajo.

Cesar: ¿Hay algo mal?

Yo: No, está bien no podemos continuar soy una mujer casada, es mejor que ya me valla- jadeante.

Cesar: Quédate y me aseguraré de que no te arrepientas-con lujuria en su mirada

Me volvió a besar, mis tetas presionaban contra su pecho y su mano serpenteó y agarró nuevamente mis nalgas. Gemí de placer ante esto.

Cesar me la levantó fácilmente, mi 1.50 y 56 k, no eran problema para un hombre de su volumen. Me acomodo en una de las cunetas de la tina, su polla se balanceaba arriba y abajo. Tocando cortes mente para entrar en mi intimidad.

Con mis manos empecé a acariciar mis tetas y a gemir de placer. mi respiración se estaba volviendo más pesada y me di cuenta de que ya estaba increíblemente excitada.

Cesar maniobró por encima de mí y colocó gruesa verga entre mis tetas, comenzó a deslizarla entre ellas y en cada movimiento ascendente la gran cabeza se encontraba con mi boca. Comencé a chupar y lamer su polla.

Cesar: ¿La quieres?, tendrás que pedirla – dominantemente

Yo: Si, necesito llenarme, necesito satisfacerme- jadeante y rogando

Seguía lamiendo y chupando la verga de Cesar, no podía creer lo emocionada que estaba, tan excitada. Cesar retiró su polla de mis labios y se deslizo por mi cuerpo, tomando mis piernas por encima del nivel del agua, abriéndolas más, colocó la cabeza de su verga en mi hambriento coño. Lentamente presionó hacia adelante, pero todavía estaba apretado, grite jadee y gemí, él estaba adentro de mi al fin.

Lentamente, rítmicamente comenzó a deslizarse dentro y fuera de mí. Mi rostro era un sinfín de gestos y muecas por el placer, mis manos se clavaban profundamente en la espalda de Mike. Mis tetas rebotaban lentamente hacia arriba y hacia abajo, a ritmo de sus embestidas compitiendo contra del oleaje de la tina, me estaba corriendo una y otra vez.

Yo: ¡Ooh, ¡Cesar, me estas cogiendo riquísimo, no pares! – aullé mientras otro orgasmo se apoderaba de mi cuerpo de nuevo.

Estaba teniendo más orgasmos esa noche que las últimas dos semanas previas

Cesar: ¿Quieres más? ¿Así quieres que te coja? –embistiéndome más rápido y más fuertemente.

Yo: Si cógeme, cógeme toda, soy tuya, toda tuya –mordiéndome los labios, mientras me aferraba a sus hombros

Con eso, Cesar me penetró profundamente y comenzó a cogerme con más velocidad. Su polla estaba tocando cada rincón de mi vagina como nunca antes estaba teniendo la cogida que necesitaba.

Cesar me estaba follando a con un ritmo feroz perforando mi dulce coño con su deliciosa verga. Gimoteaba caliente por dentro y por fuera, sacó su verga de mí.

Yo: ¿Porque paraste? – con voz entrecortada.

Cesar: Sentí que me iba a correr y quiero que te sientes encima de mí. – jadeante

Se sentó a un lado, yo me pare, y podía sentir como el agua corría por mi cuerpo por efecto de la gravedad, gravedad que era retada por mis pezones que se erguían buscando a la luna, sentía mi vagina palpitar, vacía y ansiosa de ser llenada nuevamente, me monte en él, coloqué la cabeza de su vergon contra mi abertura, penetrándome lentamente, quería disfrutar cada milímetro de esta vergota entrando en mi cuerpo, Cesar frotaba mi clítoris y chupaba mis pezones.

Yo: ¡Oh, chingada madre, se siente riquisimoo!- mi codicioso coño se tragó la vergota de Cesar por entero y un escalofrío recorrió mi cuerpo de arriba abajo, me había corrido de nuevo, con uno de los orgasmos intensos más memorables de mi vida.

Me di cuenta ahora que el menor movimiento me ponía en camino de orgasmos, estaba extremadamente súper sensible y estimulada.

Estaba montada sobre este casi extraño teniendo el mejor sexo en semanas y a punto de correrme por enésima vez. Acariciaba y magullaba mis sus tetas y mis pezones mientras molía la herramienta de Cesar

Ni siquiera podía pensar y estaba gritando, gimiendo y golpeando esa maravillosa polla. Cuando terminé, comencé a levantarme. Bob pareció decepcionado, pero no dijo una palabra. Mientras me elevaba hasta el nivel donde la cabeza estaba dentro de mi coño,

Cesar: ¿Qué estás haciendo?

Yo: ¿No lo sé? – con voz entrecortada

Cesar: Ya sé lo que estás haciendo, te estás cogiendo como la mejor de la putas – dominante tomándome de la nuca

Yo: ¡Sí, estoy cogiendo, como puta

Perdí la noción del tiempo al estar bien empalada encima de él, pero todo el tiempo apretaba mis nalgas, mordía mis seños, me jalaba el cabello, diciéndome lo puta que me veía con su verga dentro de mí, cómo debía ser.

Entonces me levantó, me empino, poniendo mis manos sobre la orilla del jacuzzi.

Cesar: agárrate bien puta- enérgico y dominante

Y así empinada como perra en celo tuve la cogida más dura de mi vida. Cesar entro de un solo empujón en lo más profundo mí, sus bolas golpeaban mis labios vaginales y clítoris con cada embestida.

Fue aquí donde salió su lado real. Tiro de mi largo cabello, rasguño senos y me nalgueaba con fuerza cada que penetraba profundamente dentro de mí. Me jodió tan fuerte que sentí que podría partirme en dos, pero también se sintió increíble ya que tuve orgasmo tras orgasmo.

Para cuando finalmente llegó, depositando una generosa cantidad de semen en vagina, yo había perdido la cuenta de las veces que llegue al orgasmo y cuando se retiró, sentí como si un pedazo de mí se hubiera ido con él, se sentó en la orilla del hidromasaje a recuperar la respiración.

Yo como la buena chica y agradecida chica que soy, me acerque a él acaricie sus muslos y arrodillada frente a él, tomé su polla en mi boca y se la limpié.

Cesar: Eso fue increíble, ¿no te podrás quedar hoy?

Yo: Dios, la hora, el celular, mis bendiciones, mis papas, mi marido- acelerada.

Salí de la tina mojada recogiendo mi ropa, corriendo al interior de la casa y Cesar detrás de mí.

Cesar: Calma, calma, no te puedes ir así- con una toalla en mano entregándomela- sécate voy por tu celular y vamos a con tus papas- amablemente- en el baño hay cepillo y secadora- señalándome el camino.

Me sequé lo mejor que pude y con rapidez me vestí, me hice un chongo sencillo a mi cabellera, desechando la idea de volver a usar el bra por lo empapado que estaba, dejándolo en el baño.

Al salir, Cesar me esperaba en la estancia, con mi celular en mano, subimos al coche mientras viajábamos a casa de mis padres, les llamé, informándoles que iba para su casa, justificando que la Jornada era más “dura” y “larga” de lo esperado, pero que al fin pude “entregar mi paquete” e iba para casa de ellos, si podían salir a recibirme.

Al revisar mi celular tenía múltiples llamadas perdidas de mi Mor, así como mensajes donde se quejaba como su candidato “magenta” había perdido estrepitosamente ante la oposición “marrón”, que tantas cosas habían salido, que las bases le fallaron, que en esos momentos todo era perdida.

Pícaramente pensaba pues al menos ganaste unos centímetros más de calcio sobre frente Mor.

Durante todo el camino Cesar no perdió la oportunidad de ir sobando mi entrepierna, manteniendo mi entrepierna cálida, cuando llegamos a casa de mis padres, se llevó la mano a la nariz y aspiro profundamente.

Cesar: No pienso lavarme la mano, nunca, hueles deliciosamente.

Solo reí tímidamente,

Yo: Fue gusto, bonita noche y felicidades – dándole un beso mordelón de despedida para bajar del coche.

Apenas me pare en el portón de casa de mis papas, llegaba el coche de mi Mor, mientras se estacionaba frente a la residencia, mi padre abrió el portón y vio la escena.

Mi papa: A que bueno que llegaron juntos, bueno hay cierran Ustedes- retirándose al interior de su residencia.

Mor descendió del coche y se unió a mi para ingresar a la morada.

Mor: Hasta los coches de plataforma traen publicidad del “marrón”, como los odio- con decepción

Yo: ¿Cómo? – confundida

Mor: El coche de plataforma que te trajo traía publicidad de la oposición.

Yo: Ha, ni lo note- fingiendo demencia

Mientras subía las escaleras para ingresar a la habitación de huéspedes que normalmente ocupábamos con mis padres, mi Mor empezó acariciar mis nalgas por encima de mis ajustados jeans.

Yo: No Mor estoy muy cansada- suplicante.

Mor: Nomas tantito necesito relajarme-

Entremos a la habitación y me abrazo con ternura empezó a besar mis labios mi cuello, con ternura cachonda, tomándome por la cintura acariciando mis glúteos.

Mor: Pues te sientes y hueles muy fresca, bebecita hermosa

Recostándome sobre la cama siguió besándome, acariciando mis senos sacando mi blusa, sobando mi entrepierna, desabrochando mi pantalón.

Su boca se prendió de mi pezón izquierdo, mis manos van ambas a su nuca, mi cuerpo se sacude en reacción y las yemas de sus dedos se arrastran juguetonamente más allá de mi cintura, más abajo en mi cálida y húmeda apertura insaciable.

MI cuerpo se tensó cuando sus dedos bajo mi pantalón llegaron a su destino sintiendo el calor que irradiaba mi ella. Sus dedos acarician su clítoris, primero frotando y luego dando vueltas. Se deslizan a lo largo de sus labios sintiendo la humedad escondida allí y la palma de su mano continúa aumentando la excitación en ella mientras la punta de su dedo se inserta en su tirantez.

Se separa un poco de mi toma mi pantalón con ambas manos de las pretinas, arqueo mis caderas para deslizar mi cuerpo fuera de mis jeans, con una mano trato de ocultar mi sexo tímidamente, mientras la otra oculto mi cara avergonzada esperando lo peor

Mor; Bebecita, estas muy hinchada y rosada, que mal, por eso no debes usar jeans sin ropa interior- apurado y decepcionado

Yo: Si no debí, en el pecado llevo la penitencia, estoy muy adolorida Mor- haciendo cara de niña regañada

Mor: Pobre de mí bebecita, déjame darte alivio- tiernamente

Su boca se mueve en la dirección a mi vientre besando mi estómago mientras, bajando suave y deliamente a mi canal de amor, él desliza su lengua por mi ya duro clítoris. Deteniéndose un poco sobre él, luego desliza su lengua para ahondar profundamente en ella. Todo mi cuerpo se sacude. Un gemido escapa una vez más de mi boca. Estoy casi lista para el orgasmo.

Yo: No te detengas, Mor – sintiendo su en mi montículo- ya casi, ya casi- él acelera el movimiento de su lengua.

Pierdo el control de mi cuerpo y de la realidad, convulsiono, mi mente gira y gira. Y exploto mis interiores se vacían en torrente en un destello, a punto de perder el conocimiento, solo veo el rostro manchado de todos los líquidos expulsados de mis entrañas y sonriente de mi amor.

Mor: Sabe mas amargo que de costumbre, pero deliciosa eres- creo escuchar antes de desvanecerme.

Compartir relato
Relato anterior
Relato siguiente
Autor
ElenaRmz
ElenaRmz
Solo compartir relatos, cuentos e historias

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.