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La conocí en un bar

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Era un día normal mi esposo me dijo que, si quería tomar algo, accedí y fuimos a un bar donde por casualidad nos encontramos con un grupo de amigos, yo soy muy caliente y con algunos tragos de más el cuerpo se me pone muy sueltito.

Un amigo venía con una mujer que estaba deliciosa era de piel blanca casi lechosa, cabello castaño, ojos grandes y unos pechos que parecía iban a explotar de tan grandes solo los cubría su blusita halter blanca que no dejaba nada a la imaginación además de que no llevaba brasier. Ufff dejaba ver sus deliciosos pezones que estaban bien erectos tal vez a ella el alcohol también la ponía cachonda. Yo no lo pude evitar no quité mi mirada de esos hermosos pechos, ella se dio cuenta porque después de un rato me dijo -¿me acompañas al baño?

Obvio sonreí maliciosa y acepté seguirla fue excitante pues iba moviendo sus nalgas de una manera que invitaba a culear, cuando estuvimos en el baño sin más saco ese sabroso par que me tenía con la boca abierta y me los dio a probar, solo de recordar me estoy mojando con aquel día, sus senos tremendamente blancos y unos pezones rosas deliciosos, los chupe hasta dejar rojeces por todos lados ella excitada al mil se alzó la falta y me mostró su deliciosa vulva depilada completamente con unos labios rosas que abrió para dar paso a un delicioso clítoris que ya estaba bien erecto y mojado yo me lo comí inmediatamente lo succioné con desesperación era la primera vez que hacía esto con una chica sin embargo desde hacía mucho lo deseaba, y bueno esta mujer estaba justo para iniciarme.

Cuando por fin se vino en un rico orgasmo decidimos volver a la mesa , ya habíamos tardado... Sin embargo, al volver mi esposo ni cuenta se había dado del tiempo que me fui pues sentada a su lado estaba una morena con una blusa que dejaba ver tremendos pechos y unos pezones ridículamente grandes y casi negros de lo oscuros que eran, pero no lo juzgo estaba muy rica la mujer. Pasamos más tiempo seguimos bebiendo y cantando, y a ratos mi tetona hermosa me lanzaba miradas y reía sexy.

Más tarde era hora de irnos, yo iba que explotaba en calentura porque recuerden que yo di placer, pero no me lo dieron a mi, al llegar a casa mi hombre iba caliente por aquella morena que estuvo viendo y bueno yo, yo llevaba un delicioso sabor a pucha rosadita en la boca que ufff me acordaba y me saboreaba. Cada quien iba caliente por diferente motivo, pero en casa tocó sacar la calentura juntos así que sin más me saqué la ropa me acerqué a él bajé sus pantalones y le comí la verga como nunca.

Y el me cogió como si el mío fuera ese culo moreno y delicioso que le dejó la verga llena de fuego. Uf bye luego te sigo contando.

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