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La ex despechada de mi amigo

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Hace unos años, me hice muy amigo de un pata que conocí en pichanga, lo llamaremos Juan, nos gustaban casi las mismas cosas y congeniamos bacan, en una de nuestras salidas me presentó a su flaca, Teresa, ella era trigueña, cara normal, contextura normal, nada del otro mundo excepto por su culo, aunque lo había notado no pensaba cochinadas pues era mujer de mi pata. Me hice amigo de Teresa, y le dije que me consiga una amiga para salir los 4, así que me presentó a su amiga Pamela, era más alta que ella, blanca, no un cuerpazo, pero todo un su sitio, para unos caches está bacan pensé cuando la vi.

Después de presentármela, Juan me habló y me dijo que él se levantaba a Pamela hace un tiempo, así que yo no podía pulsearla, acepté como caballero, pero le dije que tener de amante a una amiga de su flaca era peligroso, me dijo que no como la hueva. Teresa siempre me jodía a ver si yo estaba pulseando a su amiga, pero yo me hacía el loco no más. Un día pasó lo inevitable y Teresa se enteró por una amiga que Juan se estaba tirando a Pamela, por el roche dejé de salir mucho con ellos y me alejé un poco, aunque igual siempre hablábamos no tocábamos el tema.

Algunas semanas después, Teresa me habló, me dijo que si sabía lo que había pasado con Juan y Pamela, fingí que no pero no me creyó, me dijo que ya no estaba tan dolida, pero que necesitaba hablar con alguien que entienda la situación y yo había estado indirectamente involucrado en el roche, le dije que estaba ocupado y no acepté, ella insistió en que cualquier día que yo tenga libre nos veamos para conversar, le dije que sí cualquier día como para zafar. En los próximos días me seguía hablando y yo no sabía cómo evitarla, estaba dolida y no quería cagarla más.

Un fin de semana salí a tonear a una disco con 2 patas de la universidad, todo normal hasta que un pata me avisa que una flaca me estaba saludando, era Teresa con 2 amigas más, me sorprendió verla tan producida, se había teñido el cabello de un tono más claro, estaba con un vestido blanco apretado y chiquito que hacía resaltar más su culo, por un momento pensamientos sucios pasaron por mi cabeza, no pude evitarlo. Me acerqué a saludarla, miré a mis patas que me hacían señas para que llevara a las flacas al grupo, así que no tuve más remedio que proponer juntarnos a lo que aceptaron al toque.

Estuvimos tranqui en tragos un rato, ya como a las 2.30 am empezaron a poner reggaetón antiguo, y Teresa me sacó a bailar, yo estaba recontra palteado, trataba de ser lo más respetuoso posible, pero ella se volteaba y me frotaba el culo, me decía que baile como siempre lo hacía, ella me había visto bailar. Le hizo una seña a una amiga, la flaca me trajo mi vaso con trago y Teresa me dijo "seco y volteado", le hice caso, quería echarle la culpa al alcohol si hacía alguna huevada esa noche, ella tomó mi cabeza y la sacudió, me dijo "baila bien pues", ya que chucha me dije, le di vuelta y empezamos a perrear. Le metí una buena refregada de huevo, no pude evitar que el muchacho crezca un poco, "te emocionaste" me dijo, yo sólo me reí, estaba recontra palteado por lo que estaba haciendo, sabía que terminaría mal, o mejor dicho bien. Después de unas canciones volvimos al grupo, seguimos tomando y Teresa se pegaba cada vez más a mí, sus amigas ya se habían emparejado con mis patas y cada quién andaba en lo suyo.

Uno de mis patas vivía en un departamento con su hermano, pero éste se había ido de viaje, de hecho habíamos planeado seguirla en su departamento con bandidas que consigamos, pero no pensé que sería con Teresa, bueno mi pata lanzó la propuesta y la flacas aceptaron en one, terribles bandidas. Cómo sólo iban 4 por taxi, yo decidí ir con el pata del departamento, Teresa y una de las flacas, mientras la otra parejita iría en otro taxi, los pendejos nunca llegaron, mi pata llamó diciendo que la iba a dejar a su casa porque ya no quería tomar, así que sólo los 4 entramos al departamento. Mi pata sacó un pisco que tenía, y lo tomamos sólo con limón, aunque casi no tomamos nada, la amiga de Teresa pidió ir al baño, mi pata la acompañó, sabíamos que no iban a volver en un buen rato, sobretodo porque alcancé a ver que en vez del baño entraron a su cuarto.

La noche me había llevado hasta ese momento, ya no había marcha atrás, un silencio incómodo nos invadió en la sala, yo estaba con mi vaso tomando el pisco, no quería mirar a Teresa, ella se acercó a mí y me dijo "seguro crees que estoy despechada por lo de Juan, pero no es así, tú siempre me gustaste" mientras decía esto una mano me sobaba la pierna y la otra me quitaba el trago, volteé a verla, tenía una cara de arrecha, se estaba mordiendo los labios y su mano ya estaba tocando mi paquete "yo no puedo hacerle esto a Juan, él es mi pata" dije medio fingiendo, ya sabía lo que estaba a punto de pasar "no le estás haciendo nada, yo ya no estoy con él".

No aguanté más y la besé, nos dimos un apasionado chape, ella comenzó a sobarme la pinga por encima del pantalón y yo le estaba acariciando los muslos desnudos que dejaba su corto vestido. De repente se paró, empujó mi cuerpo hacia atrás del mueble, y se subió encima mío, al sentarse su vestido se levantó liberando su rico culo, se acercó a besarme y yo me puse a masajear su culo "que rico se siente tu pene" me dijo sobándose con mi pantalón, la tomé con fuerza del culo pegándola a mí, soltó un gemido y comenzó a besarme el cuello, yo la ayudaba a moverse para que siga sintiendo mi verga que ya me estaba apretando el pantalón, estaba como roca.

Hice que se levantara un poco mientras yo me abría el pantalón para sacarme el huevo, ella lo cogió y me masturbó unos minutos, me seguía viendo con esa cara de arrecha mordiéndose los labios y jugando con su lengua, se bajó de mí y se arrodilló frente a mi pinga, sin dejar de mirarme le pasó la lengua desde los huevos hasta la punta y la introdujo en su boca, me calentaba su mirada, no dejaba de verme mientras me la chupaba. Me relajé y disfrute de la mamada que me estaba dando, de repente se escucharon ruidos desde el cuarto de mi pata, ruidos de cache por supuesto, ambos reímos y ella continuó en lo suyo por un buen rato.

Ya era hora, quería llenarla de pinga como nunca, le indiqué que se levantara, como siempre sin dejar de verme se puso de pie, se levantó el vestido hasta la cintura, tenía un calzoncito negro, le ordené que se diera vuelta para disfrutar de la vista de su culo, le presioné la espalda para que se agachara, empecé a chuparle las nalgas como loco hasta que le bajé el calzón, dejando su rajita expuesta, le metí un par de dedos y ella gemía bien rico, sentía como humedecía mis dedos de sus jugos. Le di vuelta para que se siente encima de mi verga que estaba parada y dura esperando por su cuca, ella me sonrió con su cara de arrecha y se acomodó encima mío, jugué con mi pene sobando su concha hasta que empecé a meterla mientras ella bajaba suave, soltando pequeños gemidos de placer, una vez ensartada comenzó a cabalgar, yo cogí su culo y le di nalgadas fuertes, sonaba duro pero me llegaba al pincho, no quería cortarme en nada.

Después de unos buenos brincos, le abracé la cintura y me paré cargándola, ya que no pesaba mucho le pude dar unas embestidas en esa pose, sus gemidos se escuchaban cada vez más haciendo competencia con la flaca que estaba en el cuarto. Sin sacárselo, la recosté en el mueble y la puse piernas al hombro, la taladré otro buen rato en esa pose, que rico me miraba con su cara de perra, pero me dio ganas de verle el culo, así que le dije que se dé vuelta y la puse en cuatro, que buen culo tenía esa bandida, le di unas buenas nalgadas, estando en 4 giraba la cabeza para mirarme. Le di unos vergasos en sus nalgas, luego las usé para pajearme un poco, "métemela" me dijo mirándome, puse la cabecita en la entrada de su hueco y empujé con fuerza, ella soltó un grito, inicié con la bombeada, le di nalgadas tan fuertes que le marqué las nalgas, seguí un buen rato con las embestidas.

Ella pedía más y disfrutaba como loca, hasta que me dijo "quiero tu leche", me quedé huevón pensando que quería que me venga adentro, cuando me dijo "quiero tomármela, dámela" entendí lo que la perra me pedía. Le dije que le avisaría, pero la idea me arrechó al momento, quería vaciarme en su boca, me zafé y la arrodillé poniendo su cara frente a mi falo, ella se relamía los labios y sacó su lengua esperando el yogur, me la corrí rápido hasta que sentí que me venía, le metí la cabeza a la boca y disparé varios chorros de leche dentro de su garganta, ella empezó a succionar sacando hasta la última gota. Cuando saqué mi verga de su boca ella mostró la lengua con orgullo, indicando que se había tragado a mis hijos, tomé mi pinga y la golpeé varias veces contra su lengua, ella disfrutaba como una puta, luego empezó a chuparla dejándola totalmente limpia.

Nos sentamos a tomar el pisco y nos quedamos jato hasta que mi pata nos despertó, me sentí una cagada por lo que había hecho, mientras tanto Teresa estaba radiante y sonriente, ella me pidió encontrarnos de nuevo pero le dije que no, que estuvo mal hacer eso, pero había disfrutado ese polvo, así que fue cuestión de tiempo para volver a cachar con ella.

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