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La iniciación de la viuda (II)

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Gigi me cogió de la mano y me llevo a mi habitación y me estiro en la cama y se me puso encima y me beso en los labios.

- te gusta que te hable sucio

- me pone muy cachonda que me hables y me trates así… le conteste… me he masturbado y me he corrido pensando en ti… aquellas palabras salían de mi boca incomprensiblemente, Gigi me abrió las piernas y me mordía en los muslos mientras me miraba morbosamente y me quito las bragas y me lamió los dedos de los pies provocando que la temperatura de mi cuerpo subiese al máximo.

- te huelen los pies, eres un poquito marrana… voy a tener que castigarte

Yo la miraba lascivamente, todo aquel juego me estaba llevando a un grado de excitación que nunca había experimentado y Gigi me abrió los labios de él coño con sus dedos y yo solté un gemido placentero y su lengua recorrió mi raja y mi cuerpo se estremeció de arriba abajo.

- qué coñito más sabroso que tienes putita…. Me encanta tu coñito… te huele a putita cachonda… te voy a comer el coñito guarra

Yo le hice un gesto con la cabeza y Gigi me dio con su lengua y recorría mi coño lentamente, y yo le acariciaba la cabeza y gemía, la lengua de una mujer en mi coño me estaba volviendo loca y cuando la lengua de Gigi me lamió el clítoris con rapidez solté un gran gemido de satisfacción y me retorcía encima de la cama.

- te gusta que te coma el coñito… tu marido no te comía cómo te lo hago yo… eres una buena putita

- vas a hacer que me corra…

- córrete en mi lengua putita

Yo no pude soportarlo por más tiempo y solté un grito seco y me retorcí en la cama, cerré las piernas atrapando a Gigi entre ellas y me corrí profundamente soltando una gran cantidad de fluidos, Gigi se apartó de mis piernas sonriendo y pasándome sus dedos por el coño y luego llevándolos a mi boca.

- chúpame los dedos, que notes el sabor de tu coñito cuando te corres

Le lamí los dedos mirándola avergonzada, me acababa de entregar a otra mujer y me había hecho correr salvajemente y me estaba dejando dominar totalmente por ella, Gigi era una experta y parecía que podía leer mis pensamientos y me abrió las piernas y me paso los dedos por el coño y metió dos dedos profundamente y yo solté un grito y empezó a meterlos y sacarlos.

- tienes el coñito bien lubricado y te voy a follar con mis dedos guarra

Los dedos de Gigi entraban en mi coño y cuando los sacaba los abría y los giraba y aquello me estaba provocando otra oleada de placer y gemía fuertemente y mis piernas temblaban y yo me llevaba mis manos a mis tetas y me apretaba los pezones y empecé a retorcerme de placer.

- te gusta cómo te follo, guarra… dime cómo te gusta que te folle

- quiero que me folles así, no te pares… fóllame

Gigi me quito los dedos y yo hice un gesto de desaprobación y ella me metió su dedo por mi culo y me penetró profundamente, yo lance un grito de dolor y me eche para atrás y Gigi sacó su dedo y volvió a meterlos en mi coño y a volver a meterlos y sacarlos.

- te voy a follar bien follada, marrana y voy a follarte por donde no lo hacía tu marido… ahora eres mi putita… dime que eres mi putita

Yo no podía negar el placer que estaba sintiendo y cómo estaba disfrutando de cómo Gigi me sometía.

- soy tu putita… fóllate a tu putita… tu putita se va a correr

- aguanta, no te corras hasta que yo te diga

Gigi me penetró profundamente y aumento la velocidad de sus dedos entrando y saliendo de mi y empecé a gritar fuertemente.

- córrete ahora….

Mi cuerpo se estremeció fuertemente y mis piernas temblaron y solté un grito enorme y me corrí salvajemente y de mi coño salió un chorro de fluidos enorme, nunca mi coño había expulsado tanta cantidad de líquido en un orgasmo y me quede temblando en la cama, Gigi me beso en mis hombros y me susurro al oído.

- voy a hacer que te corras toda la noche… te voy a hacer mía para siempre putita

Gigi me levanto y quede sentada en la cama, estaba extenuada y le pedí a Gigi que me dejara descansar y ella se levanto y me trajo un vaso de agua con unos cubitos de hielo y me dio a beber y quedamos las dos de rodillas abrazadas.

- has visto cómo te corres… que putita que eres

Yo la mire avergonzada y mis brazos rodearon su cuello y nos fundimos en un beso y nos dimos la lengua y las manos de Gigi se pusieron en mis nalgas y empezaron a darme azotes y yo me quejaba mientras seguíamos dándonos la lengua apasionadamente y mi calentura y excitación volvió a resurgir y Gigi lo notó y llevo su dedo a mi ano y yo me abrí mis nalgas con las manos y Gigi me metió su dedo en mi culo y solté un grito y la mire desafiante.

- hazme tuya… quiero sentirme muy puta… le pedí

- cada momento que pasa te vuelves más sucia y me encanta… te voy a follar otra vez

Gigi me estiro y me abrió las piernas y me lamió el coño, yo eche los brazos hacia atrás y me abrí bien de piernas y empecé a gemir

- como te huele el coñito ahora…estas muy caliente… mírame cómo te como el coñito

- te gusta comerme el coño

- tienes el coñito más sabroso que me he comido en mucho tiempo y lo apretadito que lo tienes… me da mucho morbo comerle el coñito a una mama tan marrana como tu

- me estas volviendo loca… como siento tu lengua… te lo suplico cómeme el coño

Gigi me lamió el coño expertamente y me pasaba la lengua por mi inflamado clítoris yo no podía soportar tanto placer y mordí la almohada hasta que me volví a correr y quede abatida encima de las mojadas sabanas tras mi orgasmo y Gigi cogió uno de los cubitos de hielo que había en el vaso y me lo pasó por el coño y pegue un respingo.

- voy a enfriarte el coñito… tienes el clítoris inflamado… se nota que no te corres hace tiempo y nunca te han follado bien follada

Yo me aguantaba mientras Gigi me pasaba el cubito de hielo y la miraba con curiosidad porque no sabía que es lo que me iba a hacer y se lo pregunte tímidamente.

- ¿qué me vas a hacer ahora?

- ¿dónde tienes lo que te regalé?

Yo abrí el cajón de la mesilla y le di el dildo y ella cogió el bote de lubricante y me puso el culo en pompa, me dio un azote y me dio un mordisco en las nalgas, yo solté un grito de exclamación y Gigi me cogió las manos y me hizo abrirme las nalgas.

- ahora es cuando voy hacer de ti una buena puta… y me dio lametazos en el ano

Sentir su lengua me arrancó un sollozo y Gigi abrió el bote de lubricante y me embadurno el culo y me metió el dedo y yo grite de dolor, pero sabía que Gigi me iba a sodomizar y me sentí muy sucia y puta. Gigi me insinuó la penetración con el dildo y yo me giré y le suplique que no me hiciera daño y Gigi me penetro con el dildo y solté un alarido de dolor, pero Gigi se mostró imperturbable y me volvió a penetrar más profundamente, mis manos se agarraron a las sabanas y enterré mi cara en la almohada y empecé a sollozar de dolor.

- que guarra que eres… dejarme que te folle por el culo

Y Gigi seguía penetrándome y me azotaba las nalgas yo gritaba de dolor y llegue a pedirle que parara porque me hacía daño y Gigi se mostró inflexible y siguió metiéndome el dildo yo empecé a experimentar las primeras muestras de placer y ella lo notó y empezó a penetrarme más suavemente y su dedo me acariciaba la raja de mi coño y empecé a gemir placenteramente.

- te va a gustar que te folle por el culo putita

Gigi me penetraba con el dildo suave pero profundamente y notaba cómo yo me abría y consentía que me follase mi culito virgen.

- piensa en tu marido si viese como la guarra de su mujer se deja violar por el culo

Yo pensé por un momento en mi marido y en lo puta que me estaba volviendo y eso me hizo sentirme triste y empecé a llorar pero mis lagrimas de tristeza se volvieron lagrimas de placer y cómo Gigi supo tocarme mi lado más débil mientras me follaba placenteramente por el culo mientras también me metía dos dedos por el coño me hizo empezar a gritar salvajemente de placer.

- vas a suplicarme que te folle por el culo guarra

Yo nunca había sentido tanto placer al ser follada y sentirme sometida y por un momento creí que iba a perder el conocimiento y empecé a gemir como si fuera una enferma y lanzar palabras incoherentes.

- fóllame así… no quiero que esto se acabe… me voy a volver loca de lo puta que soy

- córrete ahora putita

Yo lance un grito tan fuerte que me dolió hasta la garganta y me derrumbe encima de las sabanas que cada vez estaban más mojadas por mis fluidos y me quede temblando, Gigi se levanto y se fumo un cigarro y se me quedo observando, más tarde me llevo a la ducha y mientras me duchaba ella cambió las sabanas y nos quedamos abrazadas y profundamente dormidas.

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