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La niñera

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Hola, mi nombre es Lina, después de haber leído muchos relatos, he decidido relatar lo que a continuación les presentó, como una de las situaciones más calientes e increíbles que me han pasado. Soy casada hace 5 años, con un hijo de dos, y con una vida familiar y empresarial muy fuerte.

Mis días se dividen entre un alto movimiento ejecutivo de una importante empresa de telecomunicaciones, en la cual he logrado un importante cargo y mi casa a la cuál intento dedicarle el mayor tiempo posible. Mi esposo un ingeniero muy importante, un hombre increíblemente sexy, que tiene la mayor habilidad de encender mis más profundos deseos, o al menos eso creía yo, con solo un mensaje en el celular, que sin ser más de las 10 de la mañana, podía ponerme más que roja más de un vez, incluso generando comentarios con un par de compañeros de trabajo cercanos.

Por cuestiones de trabajo, mi esposo viaja mucho, y usualmente mi hermana o mi madre me ayudan con mi hijo, cuando mis sesiones de trabajo se alargan más de lo habitual. Sin embargo hace 6 meses, en uno de los largos viajes de mi esposo, hubo una necesidad imperante de contratar una niñera para un par de días que se cruzaban múltiples eventos sociales. En primer lugar, un cocktail de lanzamiento de uno de los productos en los que llevaba trabajando al menos 1 año, y adicional el grado universitario de mi hermana.

Mi esposo en sus ocupaciones, me pidió que me encargará de seleccionar la niñera, ya que él en sus múltiples ocupaciones no tendría tiempo, y además en mi interior, no querría que estuviera entrevistando jóvenes de 23 años, de cuerpos extraordinarios, y con ganas de experiencias. Es por eso que decidí hacer la convocatoria yo, con 3 entrevistas programadas por la agencia de empleos, pero con poco tiempo para las mismas. Las primeras dos postuladas, cumplían bastante con el perfil requerido, jóvenes, no muy lindas (Importante para mí jejeje), tenían el tiempo para el trabajo, y sobre todo muy dulces para los niños. Sin embargo, la tercera candidata, Luisa, quien llegó muy puntual sobre las 6 p.m., generó una imagen muy impactante que hoy todavía no me explico porque casi de inmediato la contraté.

Tal vez me hipnotizó, tal vez su actitud conmigo, movió algo que nunca había sentido. Voy a describirles a Luisa, quien vestía de forma muy correcta, con un vestido rojo ligeramente arriba de la rodilla, con un ligero escote, que dejaba entrever unos muy bien proporcionados pechos, que cualquier hombre estaría degustando aún encima del vestido. De una estatura media, 1.70 aproximado, algo más baja que yo, cabello rubio, ojos claros, labios perfectos, cara angelical, y una sonrisa increíble, era tal vez una perfecta modelo en persona.

Durante la entrevista, me contó que adelantaba estudios de publicidad, y que al ser una carrera tan costosa debía buscar trabajos alternos en distintos horarios para ayudarse a pagarla. Al final de la entrevista antes de despedirnos elogió mi forma de vestir, insinuando que era una ejecutiva muy hermosa, y que ella quisiera verse como yo más adelante, durante esa parte de la conversación, sus ojos fueron muy directo a los míos, y alcance a notar que se desviaron ligeramente a mi escote, algo que con frecuencia me ocurre entre hombres y debo decir que también mujeres. Esto despertó un poco mi sentido de autoestima, y creo que en parte me llevó a decirle que quedaba contratada de inmediato.

Esa noche, antes de dormir, decidí tomar una ducha caliente ya que me sentía en exceso cansada. Antes de entrar a la ducha, me miré al espejo, admirando mis hermosos pechos, que sin ser exagerados logran un 36B hermoso. Mi cintura, aún conservada luego de ejercicio durante y después del embarazo, aún conserva parte de las curvas de mi juventud. Me gire admirando una hermosa cola, algo que realmente excita a mi esposo, sobre todo cuando me hace el amor en la sala de la casa conmigo en cuatro en el sofá. Al empezar a sentir el agua, empezar a enjabonar ligeramente mi cuerpo, y cuando baje mi mirada, solté una ligera sonrisa, recordando como mi nueva niñera había mirado mi escote, haciéndome sentir orgullosa de lo que mis pechos aún generaban.

Debo admitir, que aunque no uso escotes profundos, siempre me ha gustado sentirme admirada… bueno, cuando no son tan exagerados viejitos verdes muy intensos. Al seguir mirando noté mis pezones estaban algo emocionados, y que algo hacia debajo de mi abdomen estaba un poco mojado, y no precisamente por el agua de la ducha. Durante los próximos dos minutos, mis manos hicieron algo más que enjabonar, y me sentí realmente excitada, llevando a que dos de mis dedos generarán un delicioso Aghhh!!! En menos de 5 minutos. Vaya!! no había logrado un orgasmo en semanas, ya que mi esposo había estado bastante ausente, y mi ocupación me había mantenido bastante cansada.

Mi sonrisa al iniciar era evidente, mis ojos brillaban un poco, y mi actitud era la mejor con todo. Al llegar a la oficina, mi jefe, con quien hemos desarrollado una confianza de mucho tiempo, me dijo que mi esposo estaba cumpliendo sus deberes maritales a cabalidad. Yo me puse un poco roja, sobre todo al saber que habían sido esos delgados dedos que me habían llevado a un rico clímax. Al respecto del comentario, solo dije, que no le iba a contar nada de mi vida íntima, que me lo reservaba para mi esposo, sin embargo mi sonrisa cómplice y mis ojos algo malvados parece solo le corroboraron que mi sonrisa era por algo más!! En ese momento le pedí permiso para poder ir a mi casa más temprano para poder ir a recibir la niñera, y poderme arreglar para el coctel de esa noche, a lo que él no tuvo ningún problema en acceder, ya que todo se encontraba listo.

Llegue a mi casa hacia las 3:00 p.m. , para recibir a mi hijo, y esperar a la niñera a quien había citado a las 4:00 p.m. Antes de que llegará la niñera procedí a alistarme, dándome un baño para arreglar mi cabello. Una vez estaba saliendo de la ducha, sonó el timbre!! Ohhh era la Luisa quien había llegado temprano, pero yo aún estaba desnuda saliendo de la ducha. Me puse la primera bata que encontré, me seque un poco el cabello, y baje a abrirle la puerta.

Al abrir la puerta, me sorprendí un poco, Luisa estaba más hermosa que el día anterior, con una blusita amarilla de tirantas que resaltaba bastante su escote, el cual mire de reojo, un jean perfectamente ajustado a sus curvas, y zapatos ligeramente altos, que ayudaban a destacar muy bien su cuerpo. Inmediatamente le pedí disculpas por salir así vestida, diciéndole que la esperaba más tarde, a lo que ella respondió que estábamos entre mujeres, que no había ningún problema, que en su experiencia de modelo hace unos años, había compartido camerino casi desnuda con muchas mujeres.

La verdad es que mi bata era bastante corta, y se veían casi todos mis muslos, los cuales estoy seguro detallaba cada vez que podía. Le presenté a mi hijo, y se quedó jugando tranquilamente con él, aunque a los quince minutos ya estaba dormido, lo que es usual cada vez que llega del jardín. Luego de arreglarme el cabello, procedí a buscar que vestido utilizaría para la noche, y estaba bastante dudosa de cual usar. En ese momento recordé que Luisa tenía experiencia como modelo, y que seguro me podría aconsejar cual era el mejor.

Al llamarla ella atendió inmediatamente, y llegó a mi vestier, y al mostrarle 3 de los vestidos elegidos, ella sugirió que la ropa era mejor evaluarla puesta para saber que me sentaba más. Al parecerme lógico, le pedí que se sentará en mi cama para que me ayudará. Ella se sentó, bastante contenta, agachándose ligeramente, lo que exponía muchísimo sus pechos, algo que me fue imposible dejar de mirar. Me sentí algo extraña, pero estaba admirando los senos de otra mujer, en principio pensando que era un poco de envidia, sin embargo de inmediato recordé que ayer era yo quien se sentía orgullosa, por lo que tal vez por un sentido de competencia empecé a exhibir un poco más los míos.

En principio, luego de probar mi primer vestido, al desabotonarlo, lo hice enfrente de ella, quedando completamente en ropa interior. Mis ojos se giraron, como buscando algo, pero realmente fueron al espejo buscando la reacción de Luisa, en la que observé como me miraba fijamente el cuerpo, y en la que la sorprendí mordiendo sus labios. Esto último, me sorprendió a mi misma, tenía un sentido de competencia natural, pero sabía que esa mirada que acababa de causar no era de envidia, era de excitación. Eso me causó sensaciones algo extrañas, que mi cuerpo empezó a notar.

Al probarme el siguiente vestido, el cual tenía un escote bastante pronunciado, me giré hacia ella y le pregunté: ¿Qué te parece el escote? ¿Un poco atrevido? O se ve bien? Ella tomó un poco de aire, y al mirarme fijamente con total aprobación mía mis pechos, esbozó a decir, Wow, que hermosos se te ven!! Creo que serás la sensación de la noche!! Al escuchar esto, inmediatamente recordé la sensación de la noche anterior en mi ducha, con exactamente los mismos efectos sobre mi cuerpo, poniéndose un poco duros mis pezones, y empezando a sentir calor en mi entrepierna.

La verdad empecé a sentir que estaba seduciendo a mi niñera, y me gustaban sus miradas. Nuevamente cambie el vestido por un rojo, pero al ponerlo Luisa sugirió que debía cambiar a un brasier del mismo color, para que no se notará tanto la ropa interior. Además hizo énfasis que mi ropa interior se marcaba atrás en mi cola, que si no tenía algo un poco más delgado. Ante esto, acudí a mi closet, sacando un mini conjunto de ropa interior rojo que hasta ahora, solo usaba con mi esposo en momentos que quería enloquecerlo. Al verlo, ella solo dijo, Wow, definitivamente eres una mujer súper sexy!! Eso se te debe ver hermoso. Póntelo!!!

En ese momento me sentí algo cohibida, ya que aunque había estado en ropa interior, ponérmelo enfrente de ella, haría que me viera desnuda, y sobre todo notará tal vez lo excitada que me estaba sintiendo. Sin embargo, no me iba a dejar cohibir de una niña de 23 años, yo era la adulta!! Por lo que sencillamente procedí a quitarme el vestido, y la ropa interior que tenía puesta. Al mirar al espejo nuevamente, y saber que ella me estaba mirando desnuda, observé que su mirada era aún más morbosa, y que detalló mi cola, intentando ver más abajo. Yo sabiendo lo mojadita que ya estaba por la situación, me quede un poco más de lo normal expuesta para ella, abriendo ligeramente mis piernas y permitiendo que viera un poco más allá.

Luego al seguirla mirando por el espejo me di cuenta, que una de sus manos rozó suavemente uno de sus pechos. Wow de verdad estaba excitando esta mujer, y lo increíble era que yo estaba más excitada en el intento. Procedí a ponerme lentamente la diminuta tanga, y luego antes de ponerme el brasier, ligeramente transparente, me giré hacia ella, mostrando en pleno mis pechos. Al verlos ella se le salió un ligero suspiro, y sus ojos claramente notaron lo duros que se encontraban. Luego lentamente procedí a ponerme el brasier, que sus ojos rogaban no pusiera.

De todas formas, la transparencia de la prenda, hacía que ella siguiera notando su estado, y mirándome de arriba abajo mordió nuevamente sus labios. Luego de esto, procedí a ponerme el vestido rojo de nuevo, y a modelarlo para ella. Caminando hacia ella, me le acerque, y nuevamente sin poder contenerme mire ese par de hermosos pechos, notando que sus pezones sobresalían un poco sobre la blusa. Ella al mirarme el vestido, me dijo que si podía sugerir algo.

Yo sin problema le dije que claro, a lo que ella se levantó acercándose a mi, poniéndose en mi espalda y colocando sus manos alrededor de mis brazos, acercó su boca a mi oído, y dijo: Creo que debes exponer un poco más tus pechos, y acercando una de sus manos abrió el botón más alto de la blusa. Desde atrás ella tuvo una nueva visión de mis pechos, y ahora una de sus manos se mantuvo en mi pecho izquierdo, rozando mi pezón, y excitándome aún más, dejándome salir un ligero suspiro, el cual parece que ella noto.

En ese momento su mano no se movió de ahí, y sus dedos siguieron acariciando mi pecho, en círculos, sabiendo que me estaba gustando lo que hacía con sus manos. Su otra mano, se acercó a mi vestido, y liberó otros dos botones. En mi oído dijo ahora, sabes que… Se ven mejor fuera del vestido. Yo no dije nada y deje que sus manos siguieran. Ohhh!! Que está pasando, llevo un rato seduciendo a la niñera y ahora ella me está manoseando!!!

Al bajar mi vestido sus manos siguieron acariciando mis pechos, ya ahora ambas, jugando con ellos, y excitándome más. De pronto me giré hacia ella, y mis ojos fueron directo a sus pechos, que me tenían excitados hace rato. Ella al notar mi mirada, soltó las tirantas de su blusa, y la bajó. Se giró y me pidió que desabrochará su brasier, Ay nooo, mi mente no lo dudó ni un segundo, y libere esos deliciosos pechos. Ella se giró hacia mi, diciendo ¡ahora estamos iguales! Y puso sus pechos contra los míos, sus pezones con los míos, algo que causó una excitación extra en ellos y un corrientazo que nunca había experimentado, que llegó directo a mi entrepierna, mojándola aún más.

Sin darme cuenta, su boca buscó mis pechos, quitó mi brasier, y empezó a besarme de manera desesperada, como si los deseará increíble. Sus manos fueron a mi cola, y me acariciaron, llevando uno de sus dedos suavemente dentro de ella, y adentrándose en mi entrepierna. A esta altura estaba más que mojada, y no podía disimular nada, mi tanga estaba muy mojada, y esto lo sintió ella, lo cual la excitó aún más, acelerando sus besos en mis pechos, y la intensidad con la que sus manos me acariciaban. En un segundo, dos de sus dedos estaban sobre mi ropa interior y mi clítoris, y su boca seguía besando mis pechos. Yo nunca había estado con una mujer, pero la excitación me hacía desearla de tal manera, que me fui acercando a la cama.

Me recosté suavemente en la cama, y deje que Luisa siguiera haciendo, sus manos retiraron mi ropa interior, y con una increíble agitación uno de sus dedos se metió al fondo de mi vagina, lo cual no le costó ningún trabajo, y sacó un profundo aghhh!! De mi boca. Me recosté más en la cama, y abrí mucho más mis piernas, para permitir un mejor ingreso de lo que ya eran dos dedos dentro de mi. Su boca, se acercó suavemente en mis muslos, y mis ojos daban crédito de lo que iba a ser la primera vez que una mujer me hacía sexo oral… Ufff, lo estaba deseando como loca, mis manos cogían mis pechos, y mi respiración estaba muy acelerada.

Ella dirigió su boca a mis labios, y su lengua, empezó suavemente a recorrer mi clítoris, que a esta altura sobresalía bastante!!! Ese contacto produjo en mi cuerpo increíbles sensaciones, Luisa sabía cómo dar cada beso, cada caricia, y como excitarme más. Me tenía increíblemente excitada, y sobre todo fuera de mi, mi deseo empezó a aumentar de manera acelerada, y miraba el cuerpo de Luisa con ganas de comerlo, sus pechos me traían mal, y el morbo que me daba verla media desnuda, haciéndome suya, hacia que generara olas en mi entrepierna.

De pronto mis piernas empezaron a temblar, mi respiración se agitó mucho, mi pelvis la empecé a mover de manera intensa, y empecé a sentir un muy intenso orgasmooo! Ohhh, aghhh!!! Me vengo le decía entre gemidos a Luisa, ella al sentirlo, intensificó el movimiento de su boca, y el ritmo al cual me penetraba con sus dedos, estoy seguro que al menos 4 de sus dedos estaban entrando y saliendo sin parar!!! Puse mi cabeza hacia atrás y disfruté de uno de los más deliciosos e increíbles orgasmos de mi vida.

Cuando abrí de nuevo mis ojos, los dedos de Luisa estaban en su boca chupando todos los jugos que acababa de sacar de mi. Su mirada tenía un morbo sin igual, y estoy segura que la mía tenía mucho más. Sin dejarla pronunciar palabra, me abalance sobre ella, y empecé a besar esos pechos que me traían mal desde hace rato. Mis manos, jugaron con ellos, y mi lengua con sus pezones. Ella me gemía al oído, y entre esos gemidos, le escuche mmmm!!!... anoche soñé como me hacías esto!!! Me traes excitada desde ayer!!! Me moría de ganas de me comieras toda!!! Eso en otro momento hubiera generado algo de rechazo por mi parte... pero en este momento me estaba excitando más y de qué manera, quería terminar de desnudarla.

Quité lo que quedaba de blusa, y rápidamente desabotone su pantalón, lo removí tan rápido como pude, era increíble era como si me la quisiera devorar, mi boca se dirigió a la suya y por primera vez en el día nos fundimos en un delicioso beso profundo, muy apasionado… Mi lengua quería excitarla más!! De pronto, sin decir nada mis dedos bajaron tal cual lo hicieron los de ella, y se adentraron en un delicioso jugo, que rápidamente chupe en mi boca, mostrándoselo mirándola a los ojos.

Mi boca se hundió en su vagina, con el trabajo de dos de mis dedos… y girando mi vagina se la puse nuevamente en su boca. Un delicioso 69, que nunca imagine con otra mujer, pero que a estas alturas gozaba como nadie. Poco tiempo pasó entre que empecé a besarla, y su primer orgasmo, el cuál bebí con todas las ganas…

Minutos más tarde, de chupar cada jugo que me había dado, mire el reloj!! Ohhh!!! Eran casi las 6!!! Y creo que necesitaba otra nueva ducha… Me esperaba un coctail!

Luisa me ayudó a colocar el vestido, y terminó diciendo: Cuando termines aquí te estaré esperando para recibir mi pago!! Con esa mirada tuya espero no seduzcas a todos los hombres de la fiesta!!

Tomé un taxi y partí hacia el coctail, con mi vagina aún muy mojadita, con unas ganas enormes de ser nuevamente cogida, y sabiendo que mi niñera me estaría esperando para que le diera su pago, el cual ansiosamente añoraba llegar a darle.

Continuará…

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