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La nueva manera de pajearse (Parte 4 y 5)

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Después de la festichola donde le termine haciendo un pete al gordo y al hermano del Tony desaparecí por un tiempo. El Tony me llamaba y chateábamos, pero yo siempre ponía escusas para juntarnos. Un día cae el Tony a mi casa y me dice que el hermano estaba dale pedirle mi teléfono y que él no se lo quería pasar hasta saber qué había pasado y porque concha estaba tan raro yo. Le conté el pete en la ducha y le dije que seguía ofendido porque me había acabado arriba. El Tony me ubicó al toque y me dijo que otras veces yo le había acabado arriba de él y que no había mambo con eso y tenía razón. Después me preguntó si me había obligado alguien a hacerle el pete al gordo o a su hermano y yo admití que no. Y por último, me mato cuando me preguntó si me había gustado.

Yo admití que con el gordo no lo pensé mucho, pero con el hermano me había dado morbo. Igual no quería repetir porque si no me iban a empezar a decir chupapija. El Tony se cagó de risa y me dijo que estaba en pedo y que nadie iba a decir nada porque les había gustado más que a mí seguramente. Después me dijo que estaba celoso porque se la había chupado a los otros y nosotros que nos habíamos pajeado mil veces juntos nunca se la había chupado. Me invitó a su casa pero yo le dije que ni en pedo iba si estaba el hermano. Por suerte el hermano del Tony estaba de partuza y volvía tarde. Nos fuimos en bondi piropeando a las minas, cagándonos de risa.

Cuando llegamos fuimos a su pieza y cerró la puerta. Puso una porno y nos pusimos en bola. Nos empezamos a pajear y el culeado del Tony me pedía que se la chupara. Yo le decía que no me jodiera, pero el Tony se ponía pesado de insistente y que se la chupara un poquito decía. Yo ya me estaba calentando y el culeado se mojaba los dedos y me los pasaba por los pezones. Yo estaba a full. En eso se levanta de la cama y me pone la pija cerca de la cara y con ojos vidriosos y en voz baja me dice que se la chupe un ratito nada más. Yo ya me había cansado así que me le acerqué y le chupé la punta. El Tony suspiro y me dejó hacer. Pero después me agarró la cabeza y me atragantó. Yo le dije que no sea bruto, pero él seguía metiéndomela toda y hasta el fondo y a mí me daban arcadas. Me enojé y me las quise tomar a la bosta. El Tony me dijo que no sea pelotudo y se hacía el ofendido porque a los otros sí les había hecho un pete. Yo le dije que si quería que se la chupara de nuevo, que me la chupara él a mí primero.

El Tony estuvo un minuto pensando y mirándome con odio y calentura. Me dijo que bueno, pero que me iba a hacer el pete como él quisiera. Yo me sorprendí. Primero se me prendió a los pezones como una sopapa y al toque se arrodilló y me empezó a petear como ninguna mina en mi vida. El culeado me agarró las manos y me las llevó a mis pezones húmedos con su saliva y yo empecé el manoseo mientras él seguía chupando. El cabrón llegaba hasta el fondo, así que era imposible que fuera su primera vez. Encima me agarraba los huevos y tironeaba despacito. Con la otra mano se chupeteó un dedo y me empezó a toquetear el ojete. La verdad yo no sé si quería eso, pero entre la calentura y el morbo le decía que ahí no, sin mucha convicción. El zorrudo seguía chupándome la pija a full y me metía el dedo entero, hasta que no sé qué pasó pero me volví loco y meneaba como trola para que me la chupe más y me clavara más el dedo. No duré ni un minuto así, que ya estaba acabando a lo bestia en la boca del Tony. El Tony se levantó de golpe y me escupió mi propia lefa en la cara. Él estaba rojo de rabia así que le pedí perdón, pero ni alcancé a decirle que ya estaba en el baño duchándose. Cuando salió estaba como callado y me dijo que mañana volviera con muchas ganas de chupar pija. Yo me fui medio confundido. La había pasado espectacular pero el Tony había quedado raro. Mañana íbamos a hablar y seguro se iba a arreglar todo.

Parte 5 – Otra nueva manera…

Al otro día fui re tarde a lo del Tony. Yo seguía un poquito excitado por el día anterior y curioso por saber cómo sabía chupar pija tan bien el Tony. Cuando llegué me hizo pasar y nos fuimos al living. Ahí estaba el hermano sentado, esperando. Me quería morir. El Tony me dijo que no tenían secretos así que podíamos hablar. El culeado le había contado al hermano que me había dado morbo petearlo pero que con el Tony no lo había hecho bien. No sabía dónde meterme. Le pregunté al Tony si ya había chupado pija antes y me admitió que sí. Algunas veces, pero no me iba a decir con quién. El hermano no me sacaba los ojos de encima y me preguntó si de verdad me había dado morbo chuparla. Como yo no contestaba, me ofreció a que se la chupara adelante del Tony para que su hermanito aprendiera cómo guiar el pete. Mientras, el Tony me la podía chupar a mí. Yo estaba muy nervioso pero el hermano del Tony me daba mucha confianza. Sin decir nada se empezó a desvestir y se sentó en el sofá. Yo me acerque y antes de arrodillarme me pidió que me sacara todo. El Tony también ya estaba en pelotas y se pajeaba de a poco. El hermano me hizo acercarme y cerrar los ojos. Me hizo olerle la pija primero. Yo ya estaba a mil. Me agarró la cabeza, me hizo mirarlo y me pidió que se la chupara mirándolo de nuevo. Yo empecé de a poquito pero él me pedía que bajara más. Que relajara la mandíbula y llegara con mi nariz hasta sus pelos púbicos. Mientras lo intentaba, entre los hermanos se iban consultando. Le preguntó al Tony qué me excitaba. El Tony le dijo que los pezones, pero despacito, que cuando me la había chupado también me había encantado y que me había gustado el dedo en el culo. Entonces, el hermano del Tony me traba la mandíbula cuando la tengo bien atragantada de su pija y casi me salen lágrimas de los ojos y me dice que hoy se van a encargar de volverme loco de placer.

Ahí me soltó y yo pude respirar, pero al segundo ya tenía su mano en mi cuello invitándome a chupar. Me empezó a hablar despacio y sin dejar de mirarme. Me contó que cada uno tiene sus zonas erógenas y que el Tony sabía bien las mías, así que las iban a ir probando. Hizo que el Tony me empiece a tocar los pezones. Yo estaba en 4 patas chupándosela al hermano en el sillón, así que era un poco incómodo para el Tony. El hermano le pasó un tubito de lubricante y me lo pasó por los pezones y la pija. Me dijo que me pajeara muy despacio. Mientras tanto, el Tony me tocaba los pezones con el lubricante frío y me los ponía re duros. Cuando el hermano le dijo al Tony 'ahora el culito' me asusté. Pero inmediatamente el hermano del Tony me empezó a hablar con un tono muy convincente. Me dijo que los hombres tenemos el punto G adentro del orto y por eso me había gustado cuando el Tony me la había chupado metiéndome un dedo. Que hay gente que hasta eyacula sin tocarse la pija con uno o dos dedos en el orto. Mientras me hablaba, el Tony me ponía mas lubricante en los pezones y me embadurnada la entrada del ojete. Cuando me empezó a meter un dedo, el hermano me hacía atragantar con su pija y me decía que me concentre en respirar. El Tony iba cada vez más adentro hasta meter todo el dedo y tocar ese lugar bien profundo que me hacía latir el orto. Yo ya había empezado a pajearme a lo loco, pero el hermano del Tony me agarró las dos manos y me las llevó a mis sensibles pezones. El hermano del Tony le dijo que era hora de cambiar. Me sacó su pija de mi boca y me hizo mirarlo. Se levantó y el Tony se sentó en el sillón. El hermano se arrodilló al lado mío y me pidió que se la chupara al Tony como se la había chupado a él. A mi ritmo y cada vez más profundo. Mientras tanto, él se embadurno bien las dos manos y empezó a meterme un dedo mientras me pajeaba con la otra mano. Me dijo que no parara de tocarme los pezones. Yo ya estaba recontra a full… Chupando al Tony cada vez mejor, a punto de tragarme toda su pija. El hermano había empezado un ritmo donde cada movimiento que hacía pajeándome era acompañado del movimiento de sus dedos. Sí señores, no sé en qué momento había ocurrido, pero ya tenía dos dedos entrando fácilmente en mi ojete. Yo ya estaba a punto de acabar y el hermano del Tony se dio cuenta y me soltó la pija pero siguió bombeándome el orto mientras me susurraba que si quería acabar, tenía que llegar hasta el fondo de la pija del Tony. También me decía que con los dedos en el orto y la estimulación de mis pezones podía acabar sin volverme a tocar la pija… solo tenía que concentrarme en el placer. Yo empecé a recular un poquito para que los dedos lleguen bien adentro y empecé a pellizcarme despacito los pezones porque frotándolos ya no me alcanzaba. Ya había llegado hasta el fondo de la pija del Tony y sus pelos a veces se me metían en la nariz y sentía su olor tan característico. El hermano seguía bombeándome el orto y me preguntaba si me gustaba y como no podía responder porque estaba atragantado con la pija del Tony, respondía por mí y me decía… sí, te encanta, mirá cómo estás. Ahí me di cuenta que seguía con la pija re parada. El Tony aviso que estaba por acabar y el hermano me dijo que me tragara toda esa leche, que el Tony se lo merecía, por todo el placer que me había enseñado a tener. Yo cumplí y cuando vino la lefa la tragué.

Cuando terminó el Tony se paró y se fue al baño. El hermano había parado el bombeo. Me miró fijo y me preguntó ¿Qué querés? Acabar, le dije de una. Tenés dos opciones, me dijo: te pajeas y acabas como siempre o seguís mis instrucciones y te hago acabar de otra manera. De otra manera, le dije. Se levantó y se sentó en el sillón. Tenía el lubricante y había dejado el celular, que se ve que lo había estado usando para filmarme en algún momento. Sentate arriba mío me dijo mirándome mientras se pasaba lubricante por su poronga. Yo cumplí como una ovejita. Él me embadurno de nuevo mi pija y empezó a pajearme mientras me miraba. Se me arrimó y me chupó un poquito el pezón y después lo mordisqueó. Yo ahí gemí agudo… como una minita… fue al otro pezón y lo mismo. Dejó la mano en mi pija quieta y me pidió que buscara mi ritmo. Yo empecé a moverme y sentía su pija resbalosa en la entrada de mi ojete. Ya sabía lo que el hermano del Tony quería… y yo estaba dispuesto a dárselo.

Me empezó a clavar esa pija dura y resbaladiza mientras me miraba y me estimulaba los pezones con su boca o con su mano libre. Franeleaba un poquito y después pellizcaba. Después me agarraba la cintura y me presionaba para abajo, con fuerza pero muy pausado. Me miraba con tantas ganas que parecía que fuera rabia. Yo estaba en trance, totalmente entregado. El hermano del Tony, por ahí paraba de meter y volvía a estimularme mirándome cada vez más rojo. Yo me había agarrado con las dos manos de su cuello y me dejaba hacer. En un momento sentí que estaba completamente sentado en la falda del hermano del Tony. Sentía mucho calor y veía como nuestra transpiración empezaba a chorrear por nuestros cuerpos. El hermano del Tony sonreía como contento. Como triunfante. Me agarró otra vez fuerte de la cintura pero esta vez me levantó un poquito antes de tirar fuerte para abajo. Yo sentía una molestia y un ardor pero a la vez gemía como gata en celo. Cuando estaba bien empalado, el hermano del Tony me mordisqueaba algún pezón y cuando yo gemía el cabrón se reía y repetía la acción. En eso me pregunta si me gustaba su pija y yo le dije muy despacito y tímido que sí. Entonces se me acercó y me susurró que se lo dijera fuerte, que le calentaba escucharlo. Así que la próxima vez que sentí su pija hasta el fondo, me relajé y le dije bien fuerte y gimiendo bien a lo trola que me gustaba su pija. Se puso como loco. Me agarró la geta y mientras me bombeaba fuerte me transo metiéndome la lengua bien adentro. Después, me separo la cara y me sacó la pija casi de golpe. Me levanto y me dio vuelta, así que pude apoyar mi espalda en su pecho. Me clavo la pija de nuevo y empezó a bombear. Me llevo mis manos a mis tetitas y mientras yo me estimulaba los pezones a puros pellizcones él me agarraba de la cintura y me subía y bajaba a lo bruto. Mi pija me rebotaba en mi pansa y el culeado me susurraba que siguiera gimiendo y diciéndole si me gustaba. Yo estaba extasiado y tenía los ojos bien cerrados. Gemía bien agudo como había visto mil veces en las pelis porno y gritaba:

Así… me encanta tu pija. Culeame… ay… sí... y cuando ya no creí que podía ser más puta, empecé a acabar chorros y chorros de semen. Mientras el hermano del Tony me seguía clavando yo me desplome casi sin fuerzas arriba suyo. Al minutito ya me estaba llenando el culo de leche. Cuando atine a abrir los ojos el Tony estaba parado en frente mío con los ojos como huevos fritos y filmando con el celular. El hermano le dijo que dejará de filmar y el Tony dijo que me quería culear él. El hermano le dijo que se tomará el palo y el Tony se fue ofuscado. Yo me salí de arriba del hermano y me empezó a agarrar la culpa y la vergüenza. El hermano del Tony se levantó, me limpio la cola que me estaba chorreando su lefa y mirándome fijo me dijo que estuve espectacular. Ahí me calme un poco. Me dio un pico y me dijo “nos vemos” y se fue a la bosta. Yo me cambié y me fui a mi casa así como estaba, con olor a sexo y con el culo chorreando.

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