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La tarotista: Baño de florecimiento (Parte 1)

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Era el año 2010, y tenía unas buenas amigas llamada Lina y Kaori, teníamos ambos 27 años y Lina 22, congeniamos mucho incluso repasábamos en mi departamento las exposiciones de inglés que solíamos tener al finalizar cada módulo; Kaori de rasgos tipo orientales, 1.60 m. le gustaba vestirse en ocasiones con blusas muy ceñidas exhibiendo sus pechos aunque de figura llenita, sobresalía sus buenas tetas, aunque no muchas carderas, y lo que me gustaba de ella es que solía usar muchos brazaletes y anillos ,bisutería de fantasía, típico quizás de las tarotistas, pues si, ella trabajaba leyendo tarots y haciendo limpias para la buena suerte, baños de florecimiento para el amor, negocios, etc.

A menudo terminábamos bebiendo cerveza o vinos, éramos íntimos. Incluso teníamos conversaciones privadas confesando lo que hacíamos sutilmente entre todos, en una ocasión entre copa y copa salió de Kaori dijo toda decepcionada.

-Pucha nada pues con Raúl, mi esposo… nada.

-Que nada de que, acaso no te tira bien –riéndonos los 3

-Peor que eso –dijo Lina

-Que podría ser peor seguro no te haces nada de poses, es clásico

-Uhmmmm –Se lamentaba Kaori, mirando ahí el techo

-¡Nada pues, nada de nada… no se le para! –exclamo Lina

-What, que!-abriendo mis ojos y girando viendo a Kaori

-Si, pues y la verdad no lo juzgo, pero estamos tratando de buscar ayuda, pero el todo orgulloso dice que no, que es por el stress del trabajo que ya va comprar viagra, pero a las finales cambiamos de tema y lo dejamos pasar.

-Oh, ya me imagino, pero seguro que es por el stress lo entiendo

En mi pensamiento replicaba pesado de idiota como no se te va parar con tremenda mujer que tienes, con sus rasgos orientales misma estrella de película porno, mientras bebía.

Bueno a todo eso ya habíamos acabado de pasar la noche de copas Lina tomo un taxi y Kaori dijo:

-Voy a tomar el metropolitano aún son las 9 pm si llego a lima norte

-Kaori, aparte de los baños de florecimientos haces baños de...

-Que para el amor –sonrió, a todo esto íbamos caminando rumbo al metropolitano

-No, Aunque también necesito de eso -reímos. ¿Pero aparte de eso baño para la buena suerte, florecimiento personal así es no?

-Si, si normal tu dime cuando quieres que te lo prepare, y te traigo el baño ya listo

-Ok, pero no podría ser un día camino a clases de inglés que podrías hacerlo, como que matas 2 pájaros de un tiro.

-Pero esos baños te tumban! O sea es tanta la relajación que tienes que quedarte reposando.

-Ok, bueno no problem, ya no iría a clases y cualquier cosa de la clase ya me lo dices

-¿Bueno si, seria cuando el viernes? –le pregunte a Kaori

-Uhmmm ya bueno está bien, así tengo 2 días para comprar las plantas hierbas todo lo que necesito.

-Genial.

Así quedamos y entro a la estación y la va partir, no me había dicho cuanto sería, pero deduje que sería algo de 100 o 200 soles, así pasaron los días de clases de inglés durante la semana y el jueves en la noche cuando nos despedimos nos dijimos

-ya ¿mañana plan 3 pm, cierto Kaori?

-Ok, si está bien esa hora –ya que las clases empezaban 5.35 pm

Y llego el día en que Kaori, se volvió mi diosa oriental, mi dueña.

Al día siguiente, llego un poco más temprano de lo habitual, cargando sus hierbas y en un bolso grande tenía sus frascos aromas y esencias que después constaté, así ella empezó a utilizar una olla grande que me pidió para poner a hervir todas las hierbas y demás menjunjes que se necesitaba para el baño de florecimiento. Para esto, haciendo una pausa, me olvide de contar que vino con unas sandalias veraniegas y un vestido típico gitano de falda ancha blanca y con pliegues, y para no olvidarme toda su bisutería que me prendía, y aparte trajo una muda de ropa, ya que con el olor que emanaba el baño de florecimiento debía quizás de bañarse y cambiarse para luego salir a clases, yo no me hacía problemas que lleve deje cosas, total era una buena amiga de confianza, y ya se imaginan que imaginaciones pasaron por mi mente.

-Prepárate para el baño, aparte traje flores y voy a rezarte como parte del baño –hablándome desde la cocina.

-Ok, ya voy, ya voy -Replique

Fue el momento en el que sentí que me excitaba, ya tenía puesto una trusa ceñida amarilla que me quedo del año nuevo, dije aquí se va ver el bulto cuando me caiga el agua; Salí de mi habitación de frente al baño solo con la trusa ceñida a mi verga y huevos.

-Ok ahí voy metete a la ducha.

Estaba ya parado dentro de la ducha esperando que entre en eso entro y abrió los ojos mirándote de frente la diminuta prende que me ceñía y desviando la mirada viendo el piso para poner la olla y mezclarla con agua fría, ya no tenía puesta todos sus brazaletes y joyas.

-Ok, jaja –te pasas pensé que tendrías un short al menos

-Es que es para que entre bien el baño por todo mi cuerpo pues.

Prosiguió a mesclar todo en un balde con agua fría solo un poco para que no me quemará, aunque aún seguía caliente; mesclo más esencias y con un pequeño jarro procedió a echármelo de pies a cabeza diciendo oraciones mientras tiraba pétalos con la otra mano libre.

Veía como estaba sin sandalias, en cada echada del jarrón del baño a mi cuerpo, al alzar los brazos veía como sus pechos meneaban libremente, no tenía brazier por dentro seguro se lo saco disimuladamente en la cocina mientras yo me alistaba.

-Gira, gira mientras te hecho el baño -olía muy fuerte sentía calor y con los ojos cerrados me decía

-Visiona, piensa lo que quieres el éxito laboral, tus metas pide al universo, a los ángeles

Mientras rezaba sentía que mi verga empezó a levantarse sentía toda esa trusa pequeña mojada ciñéndose mas a mi bulto, en un momento abrí los ojos y ahí estaba ella mirando mi bulto diciendo seguro ¿qué pasa acá?

-Uy, creo esto parece más un baño de levanta muertos que de florecimiento –sonriendo pícaramente

-Ya, cállate -seguía rezando mientras desviaba la mirada al vacío para disimular

Pero también vi como parte del agua empapo parte de su vestido y parte de su busto que al movimiento se reflejaba la forma de sus pezones, eso me puso más caliente.

-Ya ahora espera que se seque el baño en tu cuerpo y vas a reposar a tu cama porque como te dije este baño te va tumbar

-Ok gracias, Kaori ¿y cuánto es entonces? No me dijiste

-Ah, 120 soles

-Ok, deje en el cajón de mi velador dinero, cuenta ahí y agarra el dinero para que te cobres.

Esa fue una táctica y al salir del baño me fue diciendo

-Me prestas tu otro baño para cambiarme también me cayó parte del baño y huele fuerte

-Si claro no te preocupes,

Salió rumbo a mi habitación caminando descalza manchando con algo del baño los pisos y flores que cayeron sobre su vestido también, abrió mi cajón y no encontraría nada de dinero, solo tenía varios condones y un lubricante en frasco que deje para que lo viera, a lo cual asevero.

-Ehhh, dijo mi nombre, aquí no hay dinero hay de todo menos dinero.

-Si, a ver levanta las cosas por ahí deje billetes doblados –oía que movía suavemente las cosas de mi cajón

Mientras aproveché en sacarme rápidamente la trusa amarilla muy mojada y, salí raudamente con dirección a mi cuarto previamente habiendo sacado el dinero, que lo tenía escondido atrás del espejo baño, iba camino a embestirla con mi pene ya casi erecto dejando más chorros camino a mi habitación, todo olía a aroma de baños turcos que fue lo que me excitó mas.

-No, nada no hay din…

Volteado y mirándome la verga sorprendida por la escena que estaba viendo.

-Aquí esta Kaori, lo tenía dentro toma -mientras estiraba el billete de 100 soles.

-Sí, son 120 –su rostro se tornó enfadado

-Que pasa, todo bien?-dije

-Te pasas, está bien que tengamos confianza, pero no tanto tapate por favor o déjame salir

A lo que atine a hacerle una broma subida de tono

-bueno agárralos pues –colocándonos rápidamente debajo de mis huevos casi introducido entre mis piernas

Su cara se tornó más furiosa y con un rápido movimiento agarro con una de sus manos mi verga erecta apretándola produciéndome dolor, y gritándome muy molesta.

-¡Mira, dijo mi nombre, no me gusta que te juegues así y menos con mi trabajo, así que si sigues déjate de tonteras idiota! ¡Así mejor es que te vayas olvidando de nuestra amistad!

A la vez que presionaba mi verga y empujándome hacia la pared que estaba fría, me dejo desconcertado y excitado a la vez. Pero a la vez sentí retarme, por lo que; con la otra mano la metió debajo de mis huevos buscando sacar el dinero y yo haciendo fricción para no ponérsela fácil.

-Ya idiota! Abre las piernas-mientras me samaqueaba la verga pero que a la vez sentía que me empujaba hacia la pared y hacia ella medio como masturbándome, me excitaba más y mas

-Ya, ya dámelo si, ya –tornándose su vos nerviosa y a la ves molesta

-Lo que te quiero dar es verga Kaori –repliqué arrecho

-Estúpido! -tirándome una cachetada con la mano que intentaba sacar los billetes y pero jamás soltando mi verga erecta y magullada por sus apretadas.

Sentí que estaba excitándose y su enfado se tornaba nerviosa y solo atino a darme golpes de puño en el pecho pero muy suaves.

-Enfadada y todo Kaori, pero no sueltas mi verga, ¡te gusta verdad, se ve que lo disfrutas? seguro es porque hace tiempo a tu marido no se le para y extrañabas esa sensación

La soltó nerviosa, como expuesta al darme cuenta que estaba excitándose, todo y magullado me embestí sobre ella tomándola por debajo de esa suelta falda y levantándola en peso tumbándola a mi cama.

-Que haces? ¡Qué haces, suéltame… que me quieres violar idiota, que te pasa!

Mis manos recorrían sus muslos apretándolos y tratando se bajarle su calzón, aunque no podía ver tus tetas que solo se veían a medias traslucir, ya que ella me empujaba tratando de que no la besara, estaba ardiendo. Me sentía quemar por poseerla

-Eres un idiota! ¡Crees acaso que yo estoy necesitada, y por eso crees, que porque tengo confianza vas a querer tirarme, estas equivocado!

Mientras veía que su fuerza la abandonaba y poco a poco iba pegando más mi cuerpo desnudo sobre ella haciendo fricción con mi verga en su concha y rosando el interior de sus piernas, estaba hecho un toro nada me podía detener quería poseerla tenerla desnuda a mi lado, quería saborear su cuerpo, sus enormes tetas, su pequeño trasero y suave piel.

-Basta, ya basta por favor, no sigas, no sigas ahhh uhh no sigas –sentía que iba ganando la batalla

-Ves que si tenía razón tu si querías verga, la extrañas verdad, extrañas que te claven, que te follen

A la vez que iba besando su cuello, y por encima de su vestido ya manoseaba sus grandes tetas, y en eso sentí marearme de un momento a otro, que me pasaba iba perdiendo fuerza me sentía muy relajado, a lo que ella atino a decirme

-Ves te dije que te iba a tumbar, ya está haciendo efecto, déjame ahora

-Diablos, tenías razón ya perdí esta batalla, tu ganas, además así no te imagine… que fueras tan ruda, pensé que serías más cariñosa, pero diste batalla.

Me recosté en mi cama boca arriba, con mi verga erecta pero muy cansado a punto de relajarme y caer en sueño. A los cual ella aprovecho para pararse y salir, acomodándose el calzón y su vestido, que está todo revoloteado, estaba mismo ebrio, pero era el bendito baño de florecimiento que hizo efecto, con los ojos cerrados sentí la llave de la ducha abierta, me imagine oh por dios debe estar ahí desnuda bañándose y yo aquí tirada maldita sea.

Así pasaron unos minutos y ya habiendo bajado el brillo de la tarde mi habitación se tornaba menos iluminada, tuve un breve sueño el cual desapareció al oír el rechinar de mi puerta abriéndose.

¡Y, oh dios!!! Ahí estaba ella entrando a mi habitación totalmente desnuda, con sus despampanantes tetas que caían por su peso, de cuerpo llenito, sus piernas con algo de celulitis pero con una cadera no tan anchas y su vagina oh… depilada en tu totalidad, era toda una hembra expuesta a mi mirada y lujuria, su cabello recién mojado cayendo de sus hombros y algunos posándose sobre tus tetas, era toda una diosa oriental.

-Kaori! –wao que sorpresa ven, acércate no puedo pararme aun, que estoy cansado, ¿eres tú? O eres un sueño –mientras estiraba mi brazo, como diciéndolo ven ven

-Shiii, Ya silencia descansa

Mientras subía lentamente a gatas por mi cama, posando su cuerpo y sus deliciosas tetas sobre mi pecho, con sus cabellos negros y mojados refrescándome el ardor de mi cuerpo.

-Entonces no es un sueño, me hace muy feliz que te hayas quedado, no sé qué decirte –mientras con una de mis manos tocaba sus pezones y presionaba ligeramente tus pechos.

-Lo único que te voy a decir es que, aquí acabo nuestra amistad después de este día no quiero que me vuelvas a dirigir la palabra, esto se terminó acá.

Al oír todo lo que me decía, lamentaba y sentía cada palabra con dolor punzante.

-No, porque me dices eso, tú me gustas, me atrajiste siempre y sería cruel de tu parte que me dejes así, sé que fui un estúpido en mi actuar, pero solo pensaba en poder besarte, poseerte.

-Ya calla tonto, ya lo decidí, y así que disfrutemos de este momento porque no se repetirá.

-No Kaori, no me digas eso, -mientras me acercaba tratando de besarla, pero presionando cada vez más fuerte sus tetas, mi verga volvió estar nuevamente dura.

-Shii shii, ya, pareces un niño rogando, yo quiero un hombre no un niño

Esa palabra hizo que tornara en mí una fuerza y agarrándola de las nalgas y vociferándole.

-Y yo a una mujer, a ti, una mujer riquísima una hembra como tú, que a cualquier hombre lo vuelve loco, siempre me atrajiste me gustaba tu figura cuando bailábamos en alguna reunión tus tetas a medio mostrar me volvían loco, por eso me ponía celoso cuando te hablaba cualquiera menos yo.

Mientras ella solo cerraba los ojos y dejaba que le digiera todo eso en el odio, acto seguido empecé a besar su cuello, lamerlo y morderlo, sentí que estaba excitándose. Atreviéndose ella a masturbarme con una de sus manos, entre en éxtasis total.

-Si, vamos sigue, pajeándome pero esta vez con cariño si –a lo cual reí y ella también.

-A ver niño, entonces Ud. quiere solo que lo pajee o quiere algo mas

-Quiero todo contigo, hazme todo tu quieras… eres mi dueña y yo obedeceré

-Sonrió pícaramente, ok entonces voy a cabalgar esa verga que ya la tienes paradota

-Si, hazlo, hazlo cabálgame

En un rápido movimiento bajo hacia mi verga y dándome suaves besos, seguro por el daño que me hizo antes; procedió a morderme suavemente como queriendo llevar el tronco de un mordisco, pero fue tierna empezó a subir y bajar su boca recorriendo por unos segundos mi verga, mientras acariciaba mis bolas y empezó a metérsela en mi boca haciendo sonidos desesperantes

-Slup, slup, ahhh ,ohhh uhmmmm

-Ya veo que te gusta, sigue así lo haces muy bien

-Sssshii, ya cállate -siguió devorando desesperadamente mi verga mientras sentía que sus tetas rozaban mis piernas al compás de cada mamada.

-uhmm uhmm –mientras cerraba los ojos, estaba excitadísimo

-¿y ahora que ya veo mojada tu verga, creo que si me la podre empalmar, crees tú?

-Si, hazlo, súbete y cabálgame! Con voz de excitación, no me lo podía creer

Vi subir su rellenadita figura sobre mi pelvis con sus enormes tetas, las cuales aproveché en darles pequeñas succiones y mordidas en esos pezones con aureolas marrones marcadas. Ya con la verga dentro de su concha sentí como estaba mojada; fue una cabalgata monumental. Se movía tan fuerte que mi cama sonaba chillante una y otra vez, rápidamente y lentamente en intervalos mientras sujetaba sus pequeñas caderas y al mando me ordeno repetir.

-Soy tu dueña, Kaori, soy tu dueña repite

-Kaori, sí, mi dueña, eres mi dueña -mientras se retorcía de placer y echaba su cabeza para atrás buscando un orgasmo que seguro añoraba

-Sigue, repite

-Mi dueña, eres mi dueña -sentía que su cuerpo empezaba a vibrar presionando mis pectorales y casi arañándome, sentí mucho placer

-Me vengo ohhh me vengo ay ay ayyay ayyyy ahhh

A lo cual solo atine a tocar tus tetas presionándolas hacia ella y sosteniendo su espalda por debajo de sus brazos dándole la seguridad, de que yo su hombre la iba a sostener. Fue mágico ese momento con la luz ya casi a oscuras en la habitación.

Se dejó caer sobre mi mientras yo le daba suaves besos en sus mejillas y frotaba su espalda hasta sus muslos, como afirmándole, bien bien, lo hiciste muy bien. Pero faltaba yo así que con miedo procedí a decirle.

-Kaori, y yo? ¿o sea también quiero darte tu leche de florecimiento? -a los cual sonrió y dijo

-Tarado, haber pues que tienes para darme

-Toda mi leche para que te alimente -a lo cual ella me miro diciendo

-Ah ah no, no me los voy a tragar ok, solo dime dónde quieres darme esa leche de florecimiento que dices.

¡Y sin dudarlo exclame –Pues en tus lindas tetas Kaori!

Bajando empezó a masturbarme suavemente, a lo cual yo procedí a pararme en la cama y ella de rodillas empezó con más fuerza a agitar mi verga, demoraba en venirme ese baño de florecimiento floreció todo al parecer, además estaba en una edad perfecta para el sexo, a mis 27 años me sentía un potro, seguía dale y dale, me miraba como diciendo ya pues a qué hora.

-¿Ya, ya te vienes?, apúrate que estoy sintiendo frio

-Pero al menos antes sóbalo con tus tetas! Anda no seas mala, trágate mi verga con tus tetas

Accediendo a colocarlas sobre mi verga ya enrojecida por tanta acción y maltrato previo, me sentía en el cielo; wao, ella presionando sus tetas con mi verga al medio, dándome placer; subía y bajaba tratando de que pudiera venirme, hasta que sentí estar a mil

-Ya ¡ya ahora si ya creo!, déjame acabar a mí

Agarrando mi verga y empezándola a pajear desenfrenadamente para que recibiera toda mi leche en sus exuberantes senos

-Si sii ohh ohhhh toma toma ahí va ahí va -mientras apuntaba directamente sobre sus tetas.

Ella audazmente paso uno de sus brazos por debajo de ambas tetas presionándolas entre si a la vez que se sujetaba a su otro brazo a la altura del codo haciendo una perfecta auto presión, y para que no dejase caer tan pesadas y voluminosas tetazas.

Ohh por dios! Fue una escena maravillosa, digna de porno oriental donde su rostro quedaba mirándome a los ojos, mientras sometida se disponía a recibir mis chorros de leche, con el mentón hacia arriba y recibiendo toda mi descarga en sus tetas chorreando hacia sus pezones, en su cuello, incluso llegando hasta sus hombros, a la vez que con una de sus manos libres me sujetaba de unas de mis piernas para no caer de la cama, a la vez que yo me sujetaba de las cortinas que estaban pegadas cerca a la cama.

-Waooo, ahora si después de esto volveré a tumbarme, te di la mejor leche de florecimiento solo para ti, veras y como se ponen firmes y fuertes esas tetas cuando las frotes.

-Estas seguro, jajaja riéndonos pícaramente.

Mientras frotaba esparciendo mi leche en la inmensidad de sus pechos, uniéndose junto con mis manos entrelazadas y frotando enérgicamente, ambos disfrutábamos de tal épica escena; el olor de la habitación se tornó a sauna, a sudor, a aromas purificantes, a la vez que mi habitación poco a poco se tornaba en la oscuridad con los últimos rayos del sol de aquel maravilloso día.

(9,50)