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Las mejores son las casadas

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Yo trabajaba en un hospital, había una compañera casada con la cual me llevaba muy bien, platicábamos a gusto, pero yo notaba que era muy agradable conmigo, yo sin darle importancia. En una convivencia por mi cumpleaños a ella se le pasaron las copas y se acercó mucho a mí, ofreciéndome un regalo por mi cumpleaños, y me preguntaba qué era lo que quería, y le respondí que, a ella, se rio y siguió acercándose, nos fuimos del lugar yo esperando ir a cogerla, pero por sorpresa llego su esposo y se la llevo a la fuerza, literal me cague.

Por miedo deje de platicar con ella, pero al tiempo volví a trabajar donde mismo, y ella me saludaba pero yo un poco serio, dentro de mí con unas ganas de cogerla y concluir lo de aquella noche, así que me decidí y fui a su oficina, le pedí que me siguiera a la oficina siguiente que estaba sola y la bese, ella se sorprendió pero respondió, la empecé a tocar toda, le baje la ropa y la empecé a penetrar en el hospital, le pregunte si quería que acabara afuera, pero me dijo que terminara adentro, le deje la vagina chorreando de mi leche.

Cada que trabajábamos juntos nos escapábamos al mismo cuarto a coger, ella siempre tuvo una cara seria, y parecía que no mataba una mosca, pero la mamaba como una experta, y se ponía unas tangas deliciosas por petición mía, que paraban mi verga de solo imaginarlas.

Nuestra relación fue solo coger, cuando ella tenía ganas y cuando yo tenía ganas, de hecho, ya nos escapábamos en horarios laborales a hoteles, ella con su tanga y su vagina deseosa de leche, y yo preguntándoles "¿quién te coje mejor? Yo o tu esposo" a lo que respondía que yo, eso me excitaba más.

Su vagina era pellejuda y carnosa, siempre se la quería mamar, pero nunca quería, hasta que lo logre, era delicioso mamar esos labios grandes y jugosas, un sabor acido y amargo, un olor que impregnaba mi boca durante mucho tiempo.

Abría sus nalgas y veía su culo, siempre se la quise meter por el culo, pero nunca acepto (con un poco más de trabajo lo hubiera logrado).

Pero toda la magia se fue cuando volvió con su esposo, aun la veo y me dan ganas de besarla y de recordar los viejos tiempos donde literal era mi puta, pero no se ha dado el momento.

Si lo logro de nuevo, ya les contaré como me fue.

(8,50)