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Las tardes con mamá

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Cómo todas las tardes/siesta salí a correr con mamá por el descampado que tenemos detrás de nuestra casa, ella con la ropa habitual, top y calza deportiva, y yo con mi short de fútbol de unos de mi equipos favoritos. Ambos hicimos el recorrido que hacemos todos los días, yo por momentos corriendo a su altura para ver esas tetotas moverse o detrás de ella para verle ese tremendo orto que tiene, y nos detuvimos en el mismo sitio de siempre a descansar. Allí debajo de esos árboles y entre toda la hierba hicimos lo que habitualmente hacemos, tener sexo de manera desenfrenada.

Ya no nos alcanzaba hacerlo toda las tardes en nuestra casa mientras mi padre trabaja, necesitábamos tener una experiencia que sea más salvaje y más gratificante para los dos. Nos dimos cuenta entonces que tocarnos al aire libre era algo que nos satisfacía esa necesidad que teníamos ambos. Ese temor a ser visto por algún conocido o desconocido nos excitaba y nos fue empujando a hacer las mismas cosas que hacíamos en casa pero afuera de ella.

Así fue que una tarde de verano salí a correr con ella por este descampado y nos detuvimos en este sitio que daba para hacer cierta cochinada debido a que estaba cubierta de hierba y de algunos árboles. Recuerdo que agarre a mi madre por detrás y como si estuviésemos en casa la empecé a chuponear por el cuello y a manosearle esas enormes y espectaculares "tetotas" que tiene. Haciendo esto hice que ella se ponga super hot como siempre, así que paso que busco mi boca con la suya y cuando la encontró comenzó a besarme de manera apasionada. Mientras ella me daba estos besos, yo ya le había levantado el top con lo cual ya estaba con mis manos sobre sus senos y apretándolos con toda mi fuerza.

En cuestión de segundos ambos nos pusimos re caliente por la situación, con lo cual, nuestros besos se convirtieron en lengüetazos por fuera de nuestras bocas, yo comencé a apretarle esos ricos pezones que tiene y ella a tocarme el bulto que ya se me marcaba entre mis piernas. Ya no nos podíamos detener e íbamos directo a hacer aquella cosas sexuales que hacíamos en casa. Así fue que ella luego de tocarme el pene se arrodillo en frente de mi y sobre la hierba, para luego bajarme el short y contemplar mi tremenda erección.

Ella, deseosa de pene, agarro mi poronga y como toda una desesperada se la empezó a tragar con tal locura que parecía que me la iba a comer. Como decimos en la Argentina empezó a "cabecear" y era una delicia como lo hacía porque se la tragaba casi por completo. Yo no daba más de placer con esto, me estaba succionando el miembro al aire libre y lo hacía de tal forma que me llevó a cerrar los ojos del disfrute que estaba sintiendo. Además agarre su cabeza con mis dos manos y cada tanto hacia fuerza con ellas para que se la trague toda y por varios segundos, miraba hacia el cielo cada vez que hacía esto.

Podíamos haber estado haciendo esto toda la tarde porque era algo riquísimo pero ella, insaciable, quería tener sexo de verdad, quería que la penetre como lo hacía en casa así que sobre la hierba se colocó en cuatro patas como si estuviésemos en su cama o en la mía. Yo si hubiéramos estado en casa le hubiera comido el orto primero pero estaba tan excitado que me salte esta parte y de una se la metí hasta el fondo. Entonces la agarre de las caderas y la empecé a embestir con toda mi fuerza, no solo se empezó a escuchar sus gemidos y gritos sino que también mis embestidas contra su cuerpo.

Luego me agarre de sus tetas para embestirla y para, segundos más tarde, levantarla un poco y así poder besarla mientras me la garchaba. Estuve a la vez, penetrándola, tocándole las tetas y besándola, estas tres cosas al mismo tiempo. Estaba tocando el cielo con las manos cuando de repente me vinieron las ganas de acabar, entonces debía detenerme para seguir cogiéndomela o acelerar para tener un super orgasmo, y bueno decidí esta segunda opción. Por lo tanto, la volví a poner en cuatro patas sobre la hierbas y para embestirla más fuerte tuve que agarrarme de sus hombros para poder hacerlo. En un santiamén y de forma muy rápida acabe dentro de ella a través de un tremendo orgasmo. Esta fue la primera vez de tantas que hubo después.

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