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Malas experiencias

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Me llamo Ana tengo 22 años vivo en Granada (España) con mi madre Sofía de 49 años y su nueva pareja Efraín de 48 años. Esta historia ocurrió hace tiempo atrás cuando mi padre estuvo preso porque alguien lo acuso de un robo en la empresa pero más adelante se detendría al culpable pero salió libre según la justicia por falta de pruebas. A los 2 años de estar ahí mi padre murió o según dicen alguien lo mandaron a matar. Bueno vamos al grano.

Al morir mi padre nos había dejado muchas deudas e íbamos a perder el chalet que teníamos. Tiempo después mi madre se casó con un hombre llamado Efraín quien se encargó de pagar nuestra deuda. En el primer año todo iba excelente hasta que perdió su trabajo empezó a tomar y no hacer nada. Vive del trabajo de mi madre quien trabaja en casas haciendo limpiezas y de lo que aporto yo cuando trabajo los fines de semana. Para ajustar mi universidad, Es un hombre violento ya que tiene a mi madre dominada ya que mi madre es muy sumisa, y yo le tengo algo de miedo también.

Un buen llegue con un amigo a hacer unos trabajos en el computador de pronto vi a mi madre que había llegado ante de tiempo a prepararle la cena a Efraín me dijo que me apurara en terminar que si nos veía a los dos Efraín no sé qué podría hacer. Una hora después llego Efraín con una botella de champaña dijo que íbamos a celebrar ya que le habían pagado una plata que había prestado, esa noche después de celebrar mi madre se fue a su cuarto con Efraín, antes de irme a mi cuarto podía escuchar los gemidos de mi madre Oh oh oh

-Te gusta Sofía, te gusta cómo te chupo la vagina. Cállate y solo sigue por favor.

Los sonidos que producían sus labios de ese infeliz en la vulva de mi madre, se escuchaban como si reventasen globos.

-Tu concha me gusta mucho Sofía, no entiendo como el difunto de tu marido no supo aprovechar a comerse algo tan rico, mi marido, nunca me comió la concha como me la comes tú Efraín. Quieres chuparla, Sofía

-Si, si quiero chuparla

-Venga, empieza a chupármela de una vez.

Sentí que mi madre se ponía de pie, porque se escuchaba como se movía la cama y pronto el sonido de que si algo se chupara con mucha lascivia, no hacía falta pensar que ella le obedeció al instante.

-Oh Sofía, sigue sigue

Los sonidos de que algo se estaba chupando, continuaron, hasta que se escuchó que él le decía

-Estás lista

-Si por favor métemela, ya

De pronto se escuchó como unos sonidos bastante fuertes, ahhh

-Te gusta cómo te la meto

-Sí por favor, sigue

-Dime quien te la hace mejor él o yo

-Tú, solo tú Efraín

A cada embestida mi madre gemía de placer, mientras Efraín seguía penetrándola al parecer se empezaba a escuchar como mordiscos, chupetones de piel.

-Qué cuerpo tienes Sofía

-Y es todo tuyo Efraín repítelo

-Es todo tuyo

Los sonidos de cuerpo, así como el de las penetraciones continuaban, hasta que de pronto ambos dieron un grito de animales. Al parecer habían terminado.

-Ohhh Sofía estoy cansado

-Yo también.

Al rato pude escuchar la llave del baño abierta así que baje y al asomarme era mi madre que ese estaba ducha.

Un fin de semana llego Efraín borracho eran como las 3 de la tarde yo estaba escuchando un poco de música en mi cuarto cuando mi madre y Efraín cerraron la puerta del cuarto, les oí hablar.

-Venga Sofía, desnúdate que tengo ganas de fiesta esta ahora

-¿ahora? Es muy temprano y mi hija nos puede oír.

-No me jodas Sofía, a ver si vamos a tener que echar a tu hija para poder echar un polvo.

-No es eso, pero…

-Ni pero ni ostias. Te he dicho que me apetece echar un polvo y punto.

-Ya lo sé Efraín, pero es que no me apetece, estoy cansada de hacer mucho oficio

-Que te calles de una puta vez y que te desnudes.

Después de eso se quedaron en silencio y en los cinco minutos siguientes, solo oí un par de fuertes suspiros de Efraín. Pero pasado ese tiempo, oí como mi madre empezaba a gemir... Pero enseguida oí a Efraín decirle.

.Venga puta, muévete.

Mi madre no decía nada, solo gemía mientras Efraín seguía insultándola, llamándola puta y zorra innumerables veces, hasta que por fin le oí bramar que se corría. Después vino el silencio y no volví a escuchar nada más.

Un buen día volvió a en la noche llegar un poco tomado y esta vez con un amigo llamado Alberto y le dijo a mi madre que les sirviera unas copas en la mesa del comedor mi madre así lo hizo y le hizo beber a mi madre una copa luego, Entonces Efraín la rodeo con los brazos y la empezó a manosear las tetas por encima del vestido, mientras le seguía susurrando al oído ante la atenta mirada de Alberto.

.Venga Sofía, imagínate tener dos pollas para ti sola, dispuestas para hacer todo lo que tú las pidas.

Mi madre estaba con los ojos cerrados y con la cabeza ligeramente para atrás. Entonces Efraín empezó a besarla por el cuello mientras le metía las manos por dentro del vestido y muy lentamente le saco las tetas fuera. Mi madre no opuso ninguna resistencia y se dejó besar el cuello y que le manosease las tetas unos segundos, hasta que Efraín miro a Alberto y le dijo.

-Que tío, ¿has visto unas tetas como estas alguna vez? Pues venga, no te cortes y cómeselas, que no veas como la pone eso.

Alberto no se lo pensó dos veces y se abalanzo a chupárselas, mientras mi madre, lejos de resistirse, luego Alberto se bajó los pantalones y el bóxer y saco la polla, que la tenía totalmente empalmada, siendo una polla bastante normalita. Entonces sin preámbulo ninguno, mi madre se la metió en la boca. Alberto puso cara de gozo y cerró los ojos a la vez que apoyaba los brazos en la mesa.

-¿Qué Alberto? ¿la chupa bien?

Entonces el muy cabron miro hacia mi mientras mi madre seguía chupándole la polla con el esmero

-Tu zorra la chupa de puta madre.

En ese momento, mientras tanto Efraín y Alberto se empezaron a reír, me dieron unas ganas terribles de bajar y partirles la cara, pero pensé que sería peor el remedio que la enfermedad, ya que no sabría explicarle a mi madre él porque estaba yo allí. Así que me quede donde estaba,

Cuando Efraín dejo de reírse, se bajó los pantalones y empezó a pajearse despacio mientras les miraba atentamente. Les dejo dos o tres minutos, en los que animo a mi madre a que se esmerase en hacerle la mejor mamada del mundo a su amigo, bueno Sofía, túmbate en la mesa que yo también quiero participar.

Mi madre miro a Efraín y sin decir nada, se bajó los tirantes del vestido hasta la cintura y se subió a la mesa, tumbándose boca arriba. Después, se subió la parte de abajo del vestido y se quitó las bragas, venga Alberto, métele la polla hasta que te parezca que te van a entrar los huevos.

Dicho y hecho, Alberto se metió entre las piernas de mi madre, encaro su polla con el coño y se la metió suavemente. Al sentirlo, mi madre soltó un leve gemido.

Entonces Efraín se la metió suavemente en la boca mientras Alberto empezó a follarla. Las tetas de mi madre se movían al ritmo de las sacudidas mientras veía como el canalillo empezaba a estar brillante por el sudor. En los siguientes tres o cuatro minutos, nadie dijo nada, con los gemidos de mi madre amortiguados y tapados por la polla de Efraín, que se la metía despacio pero hasta el fondo. Entonces Alberto agarro las tetas de mi madre y antes de que empezase a chupárselas, le dijo.

-Que buena que estas Sofía, me voy a correr dentro de poco.

-No te corras dentro Alberto, - le dijo Efraín. – córrete donde quieras menos dentro de ella.

Alberto no contesto, ya que estaba muy ocupado comiéndole las tetas, pero después de un minuto, saco la polla del coño., empezó a pajearse sobre los pelos del coño de mi madre y salió disparado un chorro de semen que cayó en el canalillo, para terminar soltando unas gotas sin fuerza que cayeron en su tripa. En ese momento, cuando ella se fue a darse un baño, Efraín subió donde estaba yo y me dijo.

-¿Has visto como hago lo que quiero con tu madre?

Yo le respondí Eres un hijo de puta.

Nuevamente me dieron ganas de partirle la boca, pero me fui corriendo para evitar que mi madre me pillase.

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