Ese día iba de prisa a mi casa pues Fernando me estaría esperando para almorzar como todos los jueves que él llegaba antes que yo a la casa. Yo iba un poco apurada pues en la Uni mis alumnos me entretuvieron más de lo normal con sus preguntas. Hacía calor y eso hacía que el vestido se me pegara a mi curvilíneo cuerpo con el sudor, hasta que por fin llegué a la casa, toqué timbre para no sacar las llaves, pero para sorpresa mía Fernando no me abría, “estará terminando de cocinar escuchando música como a él le gusta” pensé, así que decidí sacar mi llave y abrir con ella.
Al hacerlo me encontré con una imagen que me estremeció, estaba Fernando totalmente atado a una silla las manos el cuerpo y los pies y además amordazado, no alcancé a hacer nada pues al siguiente segundo alguien me empujó y cerró la puerta y fui a dar contra la pared del empujón golpeando un poco mi cara.
En eso siento que alguien me agarra del cabello y me empuja la cabeza hacia la pared con toda su fuerza y me susurra al oído “vas a hacer todo lo que yo te diga putita o tu esposo es boleta, entendiste?” Yo no pude ni contestar de los nervios y la sorpresa, entonces esa misma voz me dijo apretándome más aun contra la pared “entendiste putita” casi gritándome, yo solo atiné a contestar si entre sollozos.
Inmediatamente vi que en la mesa había dos bultos enormes envueltos con frazadas supuse que eran las cosas que nos estaban robando, y giré para ver a mi esposo nuevamente y por primera vez vi a uno de los ladrones que le apuntaba con una pistola en la cabeza. “no le hagan nada” grité, a lo que el que me tenía por la cabeza me contestó “¿Desde cuándo tu das las ordenes, acá se hace lo que yo digo, entendiste putita?” y con su otra mano me apretó uno de mis pechos fuertes pellizcando mi pezón que me hizo ver las estrellas ya que no llevaba brasier.
“no por favor no nos hagan nada” supliqué.
“Así me gusta más putita que supliques, vas a hacer todo lo que te digamos? ¿O quieres quedarte viuda?“, me contestó el que me tenía por la cabeza a quien desde ahora llamare el jefe “si si“ contesté “no le hagan nada”.
“Así me gusta” dijo él mientras me manoseaba groseramente el culo. “no por favor, no“ exclamé.
“vamos hacelo por él“ señalando a mi marido mientras el otro le hundía la punta de la pistola en su sien ”Además yo sé que te gusta tenés una pinta de puta” y comenzaba a levantarme la falda. Ante esta situación no tuve más remedio que ceder y le dije “está bien, pero despacio por favor no le hagan nada”.
“eso solo depende de ti putita” contestó el jefe con cierto cinismo e inmediatamente grito “viruta ven” e inmediatamente apareció un tercer hombre “esta putita quiere chuparte la pija” dijo “no la dejes con las ganas” a lo que respondí “no por favor, no”.
“vamos putita recuérdale a tu marido lo bien que la chupas”. Mi esposo intentó moverse para zafarse, pero entonces el tal Viruta me apuntó a mí con otro revolver y Fernando se quedó quieto. Mientras el Viruta ya se había bajado los pantalones y el jefe me empujaba la cabeza hacia abajo y en dirección a Viruta de modo que mi boca quedara a la altura de su pene que ya estaba al descubierto.
“chúpasela perra” gritó el jefe empujándome más aun, como no me quedaba más alternativa empecé a lamerle lentamente parte del tronco de su pene ante los suspiros del Viruta.
“así no, trágatela entera puta” gritó de nuevo el jefe y me empujó hacia el Viruta haciendo que su pene entre todo casi hasta mi garganta lo que me provocó arcadas, pero aguanté, el “viruta” comenzó a cogerme por la boca con fuerza agarrándome de los pelos, yo trataba de no mirar a mi marido muerta de vergüenza y a la vez que sentía como su pene entraba y salía por mi boca también sentía la punta del revolver sobre mi cabeza y las manos del jefe que ya se metían por debajo de mi hilo dental, llegando a mi vagina.
"vamos putita, colabora" me decía el jefe mientras uno de sus dedos se introducía en mi concha.
Si bien al principio me resistía después me di cuenta que era en vano y nada podía hacer así que me relajé… y aunque parecía mentira al sentir como crecía la pija del "viruta" en mi boca comencé a excitarme y eso hizo que me humedeciera, cosa que el jefe percibió perfectamente con sus dedos dentro de mí. "Ah te gusta putita" exclamó, cosa que me hizo sentir mucha vergüenza ya que estaba caliente como una puta por la pija de un desconocido delante de mi esposo, no quise mirar a Fernando de la vergüenza y aunque trataba de contener mi excitación iba creciendo.
"Creo que tu esposa está queriendo que me la coja" le dijo el jefe a mi esposo, y luego agrego “Y le voy dar el gusto, pero que crees? por el culo je je je".
En ese momento me sobresalté y quité de mi boca el pene del "viruta" para suplicarle "no por favor no" ya que, si bien estaba excitada, nunca había tenido sexo con dos hombres a la vez eso me hacía sentir más sucia y además era virgen de mi culo.
Demás está decir que todas mis palabras fueron en vano, El jefe volvió empujarme la cabeza contra la pija del "Viruta" haciéndomela tragar toda mientras que con los dedos que sacó de mi vagina empapados comenzaba a lubricarme un poco el culo, mi desesperación aumentaba, miré a mi esposo con miedo, él también tenía la misma mirada, pero nada podía hacer pues el otro ladrón le apuntaba con una mano mientras con la otra se masturbaba por sobre el pantalón, alcancé a notar que su bulto crecía en forma acelerada, cuando de repente sentí como una estocada del jefe que me hizo ver la estrellas al perforarme con su miembro el culo, me saltaron las lágrimas del dolor, sentía que me partía en dos, pero poco a poco el dolor fue disminuyendo y la verdad comencé a excitarme como nunca antes, por suerte todavía tenía la pija del "viruta" en la boca de no haber sido así seguramente me hubiera deschavado delante de mi marido con un "si así así que rico", así que en ese momento estaba que estallaba de placer y me aferraba a la pija del "viruta" para no descubrirme aunque al ver este espectáculo el "viruta" se corrió en mi boca sin avisarme y me tragué todo su semen mientras el jefe me bombeaba duro al tiempo que tocaba mis tetas.
Tragué todo su semen ya que el viruta no me soltó la cabeza hasta que su pija quedara completamente limpia, luego me la sacó y le gritó al que le apuntaba a mi marido ”ahora te toca a vos "trípode" mientras yo gritaba "no no por favor" para disimular frente a mi esposo aunque cuando vi avanzar al "trípode" entendí perfectamente el porqué de su apodo. Cuando se bajó los pantalones y el calzoncillo vi una enorme pija de unos 23 cm aproximadamente, algo que terminaba de excitarme.
"Agárrala" me dijo el "trípode" y le obedecí con gusto ya estaba por llevármela a la boca cuando se sintieron unos ruidos fuera de casa entonces el jefe dijo "puede venir alguien ya vámonos" y me la saco enseguida mientras los otros dos también se hicieron un lado.
La verdad me quedé con bronca porque justo cuando se venía lo mejor, estos tipos me dejaban con una excitación tremenda y encima teniendo que disimular delante de mi marido, se subieron los pantalones rápido se vistieron como pudieron y salieron corriendo por la parte de atrás de la casa saltando la barda del patio con los bultos de frazada. Yo quedé tirada en el suelo con el culo que me dolía, me quedé un rato allí fingiendo un dolor insoportable, aunque en realidad era para lograr que se me quitara la cara de excitación antes de que la viera mi marido (estaba dándole la espalda).
Finalmente me incorporé y desaté a Fernando, él me abrazó fuerte y me preguntó ”estás bien?" a lo que le dije "si algo dolorida, pero bien y vos?".
Me dijo que estaba bien que, si quería que fuéramos al médico, le dije que no, que estaba exhausta que solo quería descansar y que después veríamos que hacíamos, así que me di una ducha y al salir me fui a la cama y me quedé completamente dormida hasta el otro día.
Lo que me sorprendió que mientras me bañaba no pude evitar masturbarme pensando en todo lo que me habían hecho eso tres tipos y peor aún, imaginando todo lo que me quedé con ganas de hacerles y que me hicieran, me imaginaba las delicias que haría con la pija del "trípode" y lo lindo que hubiera sido que el jefe eyaculara en mi culo y un montón de otras fantasías que lejos de sentirme triste me hicieron ver que me faltaban muchas cosas por probar que me podrían dar placer y estaba dispuesta a conocerlas.
Lore: muy caliente tu relato.
Te confieso que amo a las mujeres infieles, que andan por la vida haciendo que otros hombres la desnuden con la mirada.
Yo tuve una relación con una chica con la que experimenté el arte de “volverla pe-u-te-a”. La historia es larga pero jugosa. Ya te contaré. Abrazos y brindo por las hembras que denomino