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Mi cita con la profesora (3)

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Mi nombre es Luna y tengo 21 años. No soy muy alta (155 cm), pero soy delgada. Mi piel es blanca, y mis ojos y mi pelo son de color castaño. Quiero contarte una anécdota que me pasó hace poco y que les narré a mis amigas. Es una historia divertida y curiosa.

Cómo estaba contando en la parte 2. Entramos al departamento de Sofía. Era bastante cómodo para ser un departamento de soltero. Tenía una sala pequeña con un sillón grande y una televisión pequeña. Estaba lleno de plantas de todo tamaño y color. En las paredes tenía decoraciones psicodélicas con estatuas budistas por todos lados. Al entrar sentí un fuerte aroma a incienso y una pizca de marihuana. El ambiente era de un departamento hippie, lo cual, me sorprendió bastante. Siempre tuve la imagen de una profesora exigente.

Ella me hizo sentarme en el gran sillón de cuero. Mientras yo me sentaba ella me dijo que debía irse a cambiar de ropa por qué le incomodaba bastante su vestimenta. Yo estaba bastante nerviosa para ese punto y no me importó. Mientras esperaba no paraba de admiraba el lugar. Me encantaba el estilo de su vivienda y más por qué tengo una debilidad por las personas bohemias y hippies.

De pronto sale una hermosa mujer del cuarto. Sofía salió con una camiseta blanca holgada con un estampado de Star Wars y un pantalón oversize. Su cabello estaba suelto y llevaba unos lentes que le quedaban espectacular. Yo la admiraba de arriba hacia abajo y ella solo soltó una sonrisa pícara.

Sofía agarró su iPod y lo conectó al parlante. Parecía bastante indecisa para encontrar una canción, casi podría decir que se veía muy nerviosa.

Sofía finalmente encontró una canción que le gustaba. Puso un Jazz bastante sensual y acorde a la situación. Era una melodía suave y relajante, con una voz femenina que cantaba en inglés. Sofía me preguntó si quería algo para tomar. Yo intenté ser educada y le dije que no quería nada. Ella solo me miró, soltó una pequeña sonrisa pícara y se fue directo a la cocina. Cuando meno lo esperaba ella regresó con dos copas y una botella de vino. Yo no tenía la más mínima intención de tomar alcohol, eran literalmente las 5 de la tarde.

Estuvimos hablando muchas cosas, recordando algunas otras y riéndonos de todas. Me sentía muy cómoda y el nerviosismo quedó atrás. Recuerdo que yo me había tomado 2 copas de vino. Estaba algo borracha, yo me mareó fácilmente. Y cuando menos lo esperaba ya eran las 6:30 de la tarde. El tiempo, literalmente, voló entre copas y copas. El hermoso atardecer se veía por la ventana del departamento.

Ella se acercó a mí y me tomó de la mano. Me miró a los ojos y me dijo:

-Luna, quiero decirte algo. Sé que esto puede sonar extraño, pero desde que te vi en mi clase sentí algo especial por ti. Me pareces una chica muy inteligente, simpática y hermosa. No sé si tú sientes lo mismo por mí, pero me gustaría saberlo.

Yo me quedé sin palabras. No podía creer lo que estaba escuchando. Sofía era mi profesora, y yo era su alumna. Eso era algo prohibido y peligroso. Pero al mismo tiempo, sentía una atracción irresistible por ella, algo excitante. Su personalidad, su estilo, su belleza… todo me fascinaba. Y ahora ella me estaba confesando sus sentimientos.

-Sofía… yo… no sé qué decir… - balbuceé.

Ella sonrió y acarició mi mejilla.

-No tienes que decir nada, Luna. Solo déjate llevar por lo que sientes. Yo no quiero presionarte ni hacerte daño. Solo quiero compartir contigo un momento especial.

Y sin esperar más, se inclinó hacia mí y me besó suavemente en los labios.

Yo sentí un cosquilleo en todo el cuerpo. Su beso era dulce y cálido, como el de un ángel. Me abracé a ella y le correspondí el beso con pasión.

Nos besamos durante varios minutos, sin importarnos nada más. Solo éramos nosotras dos, en un mundo de fantasía. Comencé a sentir su mano posándose sobre mi pecho. Ella apretaba con su mano, lo movía de lado a lado. Yo No llevaba sostén, lo único que separaba su mano de mis pechos era el croptop.

Yo para ese momento me encontraba muy excitada, me encontraba muy mojada. La calentura se notaba en mi rostro combinada con la embriaguez. Sofía me comenzó a besar por el cuello y luego por el hombro. Yo estaba que explotaba de excitación, mis respiraciones eran cada vez más profundas y de vez en cuando soltaba un pequeño gemido. Ella notó eso y con un tono de autoridad respondió.

-Amor vamos a quitarte esto

Agarró mi croptop por debajo, yo levanté mis brazos (intentando predecir lo que estaba por hacer) y me lo quito con un movimiento suave. Quedando mis pechos a su disposición. Ella se quedó un segundo admirando mis pechos desnudos y cómo si fuera un bebé en busca de leche de abalanzó sobre mis pezones. Con una mano masajeaba uno y con la boca chupaba el otro. Me encantaba sentir su lengua caliente sobre mis pezones. Ella se detuvo por un momento y se fue directo a mi rostro. Nos fundimos en un beso salvaje y apasionado, como si fuéramos dos amantes que no se habían visto en años. Mientras eso pasaba, sus manos tocaban todo mi pecho desnudo y yo hacía lo mismo tocando sus pechos sobre su camisa blanca. Estuvimos así de cariñosas por unos 5 minutos. Ella me miró y me dijo al oído:

-levántate amor quiero verte

Yo sin palabras en mi boca procedí a hacerle caso como si aún fuera mi profesora. Sofía se quedó sentada en el sillón y yo me paré en frente de ella. Ella desabotonó mi pantalón Jean, yo ayudé quitándome los zapatos y las medias. Al final yo quedé solamente protegida por una pequeña tanga blanca (hilo dental).

Sofía se tomó un tiempo para apreciar mi cuerpo. Puso sus manos en mi abdomen, luego las subió a mis pechos. Con sus dos manos apretó mis pechos. Luego movió sus manos a mis caderas y por detrás agarró mis nalgas. Yo sólo acerté a dar un pequeño gemido de excitación.

De pronto, se levantó del sillón, me miró fijamente y me dijo:

-Vamos a mi cuarto ahí estaremos más cómodas

Ella me agarró de la mano y me llevó su cuarto. Para ese momento yo estaba únicamente con una tanga, toda mi ropa quedó desparramada por el sillón. Por el contrario, Sofía estaba completamente vestida. Yo me sentía cómo su juguete, como si tuviera un examen que aprobar.

Si les gusto pueden seguirme en Instagram para saber cuando subo el siguiente capítulo.

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