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Mi cuñada Rosa (2)

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Mi cuñado Ramón me llamó a mediados de semana para preguntarme si podía ir ese fin de semana para ayudarlos otra vez, yo dije que sí solo pensaba en poder cogerme a mi cuñada otra vez.

Le dije a mi mujer que ese fin de semana teníamos que ir a la aldea que había llamado su cuñado si íbamos porque necesitaba que le ayudara, me contestó que ya había hablado con su hermana que no había problema, pero que ella no podía ir porque tenía que trabajar ese fin de semana y que le había dicho su hermana que me quedara ya en casa de ellos a dormir para que no estuviera solo.

Llegó el viernes y salí para la aldea, cuando llegué a casa de mis cuñados ya era de noche, estaban esperando por mi para cenar, después de charlar un poco, me levanté de la mesa y me fui a duchar y a continuación me fui para la cama.

Al poco tiempo escuché a mi cuñado Ramón decirle a mi cuñada que quería follar, mi cuñada le contestó que yo estaba en la otra habitación y que los podía escuchar, Ramón le dijo “ya está dormido no nos va escuchar”, “vale espera voy mirar si esta dormido”.

En eso se abrió la puerta de mi habitación y apareció Rosa, se acercó hasta la cama y llevándose un dedo a los labios me indicó silencio, en eso me dio un beso en la boca y puso su mano por encima y me tocó la polla, dándose la vuelta salió de la habitación dejó la puerta entreabierta y pude escucharle decir a mi cuñado que tenía razón, que yo estaba durmiendo.

Desde mi habitación escuché a mi cuñado decirle a Rosa que abriera las piernas un pequeño quejido al penetrarla y un suspiró al evacuar.

Al día siguiente me levanté y bajé a desayunar, me encontré con mi cuñado que estaba preparado para marcharse de viaje.

-Bueno cuñado ayuda mañana a Rosa que yo tengo que marchar a una reunión -a los 10 minutos lo llamaron y lo recogieron para ir a Madrid.

Una vez que se marchó subí a las habitaciones y me puse en la puerta de la habitación de Rosa que seguía durmiendo, me acerqué y le quité la sabana que tenía por encima y ahí estaba ella en braguita y con la parte de arriba de un pijama, me acerqué más y empecé a sobarle las tetas tocarle el coño por encima de la braguita.

Sin abrir los ojos la oigo susurrar “Ramón ahora no”, le meto un dedo por debajo de la braguita y le estimulo un poco el clítoris abriendo los ojos y diciéndome “Antonio nos puede ver Ramón”, “tranquila Rosa ya lo han recogido y se han marchado y ahora tengo ganas de follarte pues llevo toda la semana esperando para hacerlo y después de escucharos por la noche tengo más ganas y me imaginó que tú también pues si lo que escuché ayer cuando te follaba tienes razón que no disfrutarás durante estos años”.

-Antonio espera un momento que me voy a duchar y después me follas como tú sabes llevo esperando semanas a que volvieras y me hicieras el amor.

Se desnudó y se fue a la ducha, cuando volvió yo ya la estaba esperando en la cama se acercó y mirando para mi pene me dijo “quien se va comer ese rabo, quien me va comer mi coño”, subiéndose a la cama empezó a comerme la polla. Que mamada me estaba haciendo, esta mujer ya no era la mojigata que hacía un año no sabía más que moverse, pero que no sabía disfrutar ni llegar al orgasmo cuando hacía el amor con mi cuñado, con la misma me puso su coño en mi boca para que se lo comiera mientras ella seguía comiéndome la polla, sus jugos y sus órganos me motivaban para seguir comiéndose.

Después de un rato la puse a cuatro patas y le empecé a dar fuerte notaba como le temblaban las piernas con cada envestida que le daba, cuando estaba a punto de correrme se lo dije y se dio media vuelta y se la metió en la boca y me terminé en su boca, “cuantas ganas tenía de tu lechita en mi boca”.

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