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Mi esposa me permite verla coger

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Saludos a todos y agradeciendo su tiempo dedicado a estas líneas.

Como es costumbre para nosotros, nuestros hijos nos dan la oportunidad que los fines de semana los tenemos libres para disfrutar nuestro matrimonio, por lo cual solemos ir a cenar o algún bar y en ocasiones algún baile de boda, 15 años o fiestas en general, y pues el fin de semana pasado dando un paseo por el centro de la ciudad a eso de las 9 de la noche, mi esposa recibe un whatsapp de un amiguito suyo, preguntándole que si tenía planes para ese sábado, para lo cual ella inmediatamente con una sonrisa pícara me voltea a ver y me pregunta si le doy permiso de ir a visitarlo, y pues como no me rogo tanto jeje, pues le dije que con mucho gusto la dejaba ir, para esto me pide que nos regresemos a nuestro hogar para prepararse para la cita, durante el camino ella iba poniéndose de acuerdo con él para donde poder verse y que planes tenía para ella.

Llegamos a nuestro hogar y sube a darse un baño para refrescarse un poco y mientras tanto yo le ayude a elegir su atuendo para el encuentro, agarre un vestido casual por encima de la rodilla, de tirantes y con poco escote, de ropa interior le escogí una lencería de encaje negra y unos zapatos de tacón. Para su salida de la regadera ya tenía todo sobre nuestra cama y rápidamente empieza a vestirse, yo a la distancia le decía lo guapa que se veía, y ella me correspondía con besos y agradeciéndome mis palabras, arreglo su pelo y su cara, para esperar que vinieran a buscarla a casa.

Cuando entra Daniel nos saludamos como amigos, nos hemos visto pocas veces, pero siempre cordiales y sabiendo la posición que tenemos para ella, en eso ella baja para saludarlo y se dan un morreo genial, muy cachondo, y para esto les digo no sean malos ustedes se van y me van a dejar con ganas, y en eso se voltean y es él quien me invita a irnos los tres de fiesta, cosa que a ella con mucho gusto acepto y me animo a que me uniera. Me di un baño rápido y me arreglé para salir de nuestro hogar.

No teníamos plan definido así que volvimos a pasear por el centro de la ciudad mientras que decidíamos que hacer, al poco tiempo elegimos un driveinn para comprar algo de tomar, la plática con él siempre es muy amena y divertida, como si fuéramos amigos de mucho tiempo, de vez en vez, ellos se morreaban o en veces conmigo. Después de unos tragos salimos del lugar y nos dirigimos a un motel, cuando Daniel se baja a pedir una habitación, mi esposa me pide que el primer encuentro lo quiere tener solo con él, y que para el resto de la noche entre los dos podríamos hacer con ella lo que quisiéramos. Vuelve con la llave de la habitación y nos encaminamos hacia ella.

Ya dentro y sin más empieza la aventura, ella se va sobre el cuello de el con sus brazos para fundirse en besos llenos de pasión, y las manos de este directamente a tocarle todo su cuerpo, pechos, nalgas. Después de un tiempo se empiezan a desvestir, sale volando el vestido quedando en ropa interior, y él se quitó la camisa y zapatos y cuando se iba a desabrochar el pantalón ella lo intercepta y es ella quien lo hace y cuando lo baja se pone de rodillas frente a él para de su bóxer sacar ese miembro que tanto deseaba, comienza a pasar su lengua desde sus testículos hasta la cabeza del pene sin metérselo en la boca varias veces lo hizo hasta que desapareció completamente en su boca, el sexo oral es algo que me encanta de ella, porque siempre está dispuesta a hacerlo y siempre intenta hacer la garganta profunda, bastante tiempo duro practicándole el sexo oral, y cuando el sintió que estaba por eyacular, es este quien le pide se levante para tenderla sobre la cama, en esta se llenaron de besos de nuevo y las manos de este jugando por cada centímetro del cuerpo de ella.

Empieza a masturbarla con su ropa interior puesta todavía, pero yo desde mi lugar podía ver como la ropa interior de ella no me permitía ver la mano de él, la masturbo durante un rato hasta que ella en un grito desesperado le pidió que se la metiera, que la cogiera, que la hiciera suya, le rogaba por sentir su carne dentro de ella, y Daniel se levantó para quitarle su calzón y subir desde sus pies hasta su boca con besos. Y cuando estaba por metérsela le pregunta que sí que quiere, y ella con voz más cachonda le pide que se la meta sin compasión, con la mano se agarra el pene y lo frota en su empapada panocha y sin más se la mete, entrando en un frenesí que ambos disfrutaron, lo digo por el tipo de gemidos que ambos emitían, ella le pedía más y este como todo maestro le cambiaba de posiciones de rato en rato, pero la que más ella disfruta es de perrito, le gusta le den nalgadas y la fuercen a mantener su cara sobre la almohada, duraron cerca de una hora y media cogiendo, pero siempre que ella tenía oportunidad volteaba a verme y siempre decirme gracias por permitirle tener a otros hombres y sobre todo volver a ver a Daniel.

Después de esa primera cogida, descansaron un poco y tomamos bebidas que habíamos llevado para los descansos, y ahora fui yo quien empezó a besarla y a meterle mano, ella con gusto me acepto y Daniel solo observaba, después de un tiempo algo que nos pone muy cachondos es que mientras yo la beso alguien más le esté agarrando las nalgas y/o jugando con su pene queriendo metérselo, así que se voltea a donde esta y lo invita a jugar con nosotros, y así empezamos un rico trio, cogiéndola yo y ella le mamaba el pene, o intercambiábamos y hasta doble penetración pudimos hacerle. Estuvimos casi hasta el amanecer cogiéndola, en ratos los dos en ratos yo o él, cuando sentíamos que estábamos por estallar nos quitábamos para darle paso a el otro y retrasar un poco nuestra eyaculación. 

Ya de mañana y descansados un poco nos despedimos de él y le agradecimos la noche esperando repetirla en un futuro no tan lejano. El placer que nos da el invitar a alguien más a coger con ella, es algo que disfrutamos ambos y esperamos seguir haciéndolo. Saludos a todos y agradecemos el tiempo de lectura que nos dedicaron.

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