Nuevos relatos publicados: 14

Mi hermana con un viejo (parte I)

  • 5
  • 15.796
  • 10,00 (1 Val.)
  • 1

Bien, todo comenzó con mi nuevo empleo, pero antes les hablaré un poco de mí, tengo 24 años, titulado de una carrera que no tiene empleos, adicto al airsoft y similares. Tengo casa, auto y una hermana que ha sido mi compañera de aventuras desde hacía ya unos 6 años, y no hablo de aventuras eróticas, sino aventuras de vida, viajes, paisajes, fiestas, alcohol, drogas, amistades y así... nada nunca nos ha faltado.

Ella, 26 años, con novio. Siempre ha sido cerebrito, su estatura ronda el metro y 55 cm, piel morocha, ojos cafés claro y labios gruesos. Yo era el desenfrenado y ella mí cable a tierra. Su novio era un buen chico, nos llevábamos súper bien.

Todo comenzó cuando una empresa muy conocida de retail a nivel nacional, abrió puestos de trabajo. Ambos desempleados decidimos postular a puestos de trabajo que no correspondían a nuestros estudios, pero era preferible eso a estar sin trabajo.

El proceso de selección fue rápido y ambos quedamos en los puestos. Ambos en áreas distintas, con turnos distintos.

Pasaron así unos tres meses, todo iba de maravilla, tenía un gran grupo de trabajo y el ambiente era bastante bueno.

Así fue cómo un día, me topé con un trabajador del área de seguridad en un pasillo, sin querer lo pasé a llevar, le pedí disculpas y seguí, pero él murmuró algo que me dejó atónito "de no ser hermano de la zorra, te hago un escándalo aquí mismo". Me detuve y volteé a mirarlo, él siguió caminando lentamente pero seguro. Pensé no haber escuchado bien, pero había oído cada una de las palabras que dijo entre dientes. El tipo se llamaba José tenía unos 57 años por lo que averigüe, casado e hijos, de unos 1.66 de alto y panza.

Pasaron las semanas y olvidé aquel momento.

Un día miércoles me tocó trabajar hasta media noche, y José era quién estaría hasta que yo me fuera.

Es agotador trabajar hasta estas horas -dijo él queriendo conversar.

Si -respondí fugaz.

No eres de muchas palabras al parecer -volvió a decir.

No nos conocemos, no tenemos de qué hablar -dije.

A ti no, a ti no te conozco -respondió.

Somos compañeros y nada más -dije.

Tú hermana es mucho más social y simpática que tú -dijo.

Ella es más cortés, y se compadece de los ancianos -dije en tono irónico.

Es una buena muchacha, a decir verdad nos conocemos bastante ya -respondió.

Le gusta charlar -dije.

Y mucho más -dijo.

No respondí porque estaba concentrado en lo que hacía y todo me pareció normal de aquella conversación.

Dos semanas pasaron y un buen amigo que había conocido ahí pidió conversar conmigo, según él tenía un rumor.

Dime qué pasa ahora -dije.

No sé cómo te tomes esto, tampoco sé si me creas pero escuche algo en la zona CCTV -dijo.

A ver, si vas a venir con chismes mejor ni sigas -dije.

No no no, no es chisme ni nada -dijo serio.

Suéltalo entonces -dije sin más.

Escuché que alguien de aquí se está acostando con Consuelo (mí hermana) y ya ha sido repetitivo -soltó.

No vengas con estupideces, que para bromas de esas no estoy -respondí enfadado.

No son bromas, eso es lo que escuché, ya lo había oído, pero necesitaba confirmar -dijo.

¿Cómo estás tan seguro? ¿Sabes quién es? -pregunté.

Sé quién es, porque él fue quién estaba contando. Es José, el de seguridad -dijo.

Toda sospecha sé hacía realidad y un frío recorrió mi cuerpo. Decidí enfrentarlo así que lo busqué por la empresa hasta encontrarlo sólo y encararlo.

¿Así que dices que te acuestas con Consuelo? -dije una vez que lo encontré y empujándolo contra la pared.

Déjame malparido -dijo él mientras quitaba mis manos.

Hoy mismo dejas de inventar estupideces -le grité enfadado.

No te metas en lo que no te importa -respondió.

Me importa porque estás inventando cosas que implican a mí hermana -respondí.

¿Y quién dice que las invento? -dijo.

Es imposible que sea cierto, ella tiene novio y tampoco se fijaría en un viejo como tú -respondí enfadado.

Pues pregúntale con quién estuvo hace dos días atrás después que salió del gimnasio. Te lo digo yo, estuvo abajo de este "viejo" como dices tú -dijo con una risa burlesca.

Deja de inventar babosadas o lo que haga te dejará sin comer por días -lo volví a amenazar.

No invento nada y si quieres detalles, en su cuarto tiene un peluche de Pikachu, una foto enmarcada de ustedes dos juntos y para que no te queden dudas, en su pierna izquierda a unos 15 cm de su sexo tiene un lunar -dijo orgulloso.

Basta maldito imbécil -le grité.

Ponme un sólo dedo encima, y los hundo a ambos, sobre todo a ella. Si tu me haces algo o dices algo, filtro las fotografías que tenemos juntos, adiós -dijo eso, me empujó y se fue.

No podía creerlo, quería morir o desaparecer. Sabía que era cierto, pero no quería creerlo. No podía creer que mi hermana, que tenía un novio y su relación era super sana, se estuviese acostando con un viejo roñoso, no podía creer que tuvieran sexo y no podía creer que lo metiera a nuestra casa. Y todo lo hacía cuándo no estábamos. Que se le pasaba por la cabeza a esa mujer. Mi hermana mantenía sexo con un compañero de 57 años en mí casa.

No lo podía creer, yo podría hacerlo algo así, pero ella noo.

No podía dejar las cosas así...

(10,00)