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Mi joven esposa, mi amiga, mi amante, mi puta (VII)

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Juan obediente y disciplinado acudió y se paró a un lado de Enrique, Eugenia le acaricio el miembro por encima del pantalón, le desabrocho el cinturón y cayo de golpe la prenda, enseguida le bajo por completo los calzoncillos y tomo su enorme miembro erecto que pude apreciar al acercárselo a su boca ya que los tres hombres nos quedaban de espalda tapando la visión, eso ocasiono que tanto Marco, Lety y yo nos mudáramos a otra posición para no perdernos tan excítate visión.

Lety se paró y la seguimos, nos sentamos justo a un lado acercando uno de los sillones medianos, teníamos una excelente visión de lo que sucedía.

Juan podría ser actor porno sin ningún problema, si creía que Marco era un dotado, este tipo era un súper dotado, Enrique tiene un miembro de buen tamaño aun así se veía chico al lado del de Juan, obviando el diminuto miembro del marido de la chica. Eugenia era una excelente anfitriona y animadora, ensalivo sus manos y froto el erecto miembro de Juan por unos segundos mirando y mostrándoselo a la joven señora… enseguida paso su lengua sin dejar de ver a la chica, como invitándola… se metió una buena porción en la boca, también masturbaba a Enrique, jalo bruscamente de las piernas al marido de la chica al grado de casi hacerlo caer, lo acerco y engullo por completo su pequeño pero muy erecto miembro, se entretenía más con el de Juan pero a los 3 miembros les daba su porción de lengua y garganta, la joven mujer estaba hombro con hombro con Eugenia, su marido le sostenía la cabeza exigiéndole que viera lo que sucedía, ella lo hacía sin dejar de reír nerviosamente, note que la mano que estaba sobre su regazo temblaba.

Eugenia se paró para despojarse totalmente de su ropa ayudando a Juan a quitarse su camiseta dejándolo tan desnudo como a Enrique, por un momento de pie Juan y Enrique recorrieron y acariciaron el hermoso y esbelto cuerpo de Eugenia, era un espectáculo, tres bellos y jóvenes cuerpos desnudos acariciándose y mirando a la chica, pero para todos la presa era la joven señora, por alguna razón estaba aquí, quizá engañada como lo suponía Lety o quizá consiente tratando de agradar a su marido. El tipo seguía hablando con la joven, se veía que tenía una gran labia y ella parecía aceptar, seguir…

Nuevamente y ya desnuda se sentó Eugenia a un lado de la chica y la volvió a besar, tomándole con ambas manos su lindo rostro, ella no la rechazo, Eugenia beso su cuello y sus orejas, la joven señora parecía ceder aunque no vencía su timidez, Eugenia le empezó a acariciar las piernas subiéndole en la medida de lo posible el ajustado vestido de una pieza, su marido le bajo el cierre trasero del vestido, hizo que se parara y entre él y Eugenia le sacaron el ajustado vestido quedándose en un sexy liguero rojo, pantaletas y brasier, mostrándonos un hermoso y estilizado cuerpo, breve cintura y gran trasero, por un instante quedo de pie tapándose pudorosamente los senos aunque traía puesto el brasier, su actitud era de timidez y sometimiento, quizá por la misma altura pero se veía un tanto encorvada, tratando de buscar o encontrar algún punto de refugio, a todas luces le daba pena estar semidesnuda.

Eugenia y el marido de la chica la ayudaron a sentarse de nuevo sobre la alfombra. Marco de pronto se paró al bar dejándome solo con Lety (que seguía jugando con mi verga), no perdíamos detalle, Marco regreso con una copa de licor de anís y se lo ofreció cariñosamente a la joven señora, lo acepto brindándole una hermosa sonrisa, lo ingirió de dos tragos, Marco le pregunto paternalmente si apetecía otro, como respuesta le regreso el vasito y Marco salió volando al bar a llenarlo. Eugenia y el marido de la chica acariciaban a la joven, Juan y Enrique se acercaron a Eugenia como recordándole que ahí estaban ellos con sus vergas bien erectas y necesitaban atención, Eugenia se repartía entre los dos miembros y el cuello de la joven.

Marco le entrego el licor y nuevamente lo ingirió de dos tragos, su marido jugaba con sus senos sobre el brasiere, la chica cerró los ojos, Eugenia acerco el miembro de Enrique a la boca de la chica al tiempo que masturbaba a Juan, la joven señora al sentir el miembro sobre sus labios cerrados se quedó estática, Eugenia rosaba el pene de su esposo sobre la barbilla y cara tratando que abriera la boca rozando suavemente el miembro de su marido sobre los labios entreabiertos, el glande de Enrique se tiño de labial.

El obsesivo esposo de la chica le hablaba al oído y se masturbaba, finalmente abrió levemente la boca sin abrir en ningún momento los ojos y Enrique fue avanzado, entonces se acercó Juan a petición de Eugenia y se colocó justo enfrente de la joven señora, la chica sin abrir los ojos seguramente sintió la presencia de Juan e hizo un gesto con sus ojos cerrados como tratando de cerrarlos aún más o desaparecer de la situación, su marido veía de cerca a su esposa permitir algunos centímetros del pene de Enrique en su boca y seguramente noto el gesto de tensión de su mujer ante la presencia de Juan… pero ello lo excitaba más, se masturbo con más fuerza y con la mano libre guio la temblorosa mano de su esposa sobre el pene enorme y erecto de Juan.

Eugenia guiaba el miembro de Enrique y le hablaba también al oído, la señora joven parecía ceder, aunque no vencía del todo su timidez. Eugenia la besaba en el cuello y recorría con la mano libre su cuerpo. Por su parte el marido no dejaba de hablarle al oído (¡me hubiese encantado escuchar lo que le decía!). Eugenia a su vez avanzaba introduciendo el miembro de su marido en la boca de la joven señora que permitía nuevos milímetros de carne.

Sin embargo, su gesto bucal era estático, como una bolsa, no usaba su lengua, solo el hueco de su boca. Igual sucedía con la mano que tomaba la verga de Juan, su marido le movía prácticamente el brazo para subir y bajar el prepucio del joven. Juan no se atrevía a tocarla, seguía de pie esperando instrucciones de Eugenia. Y entones apareció la experiencia de un viejo lobo de mar, Marco se separó de nosotros y se acercó al grupo.

- Relájate niña… aquí todos somos adultos, es una fantasía… un juego excitante… nadie te va a hacer daño ni hará nada que no quieras hacer, nadie te va forzar a nada… todo es porque lo deseas y lo quieres disfrutar…  estas tensa es lógico, Mau (su esposo) me confió que es tu primera vez y aceptaste venir… te advirtió que no solo sería fiesta de cumpleaños verdad? – Un paternal y conciliador Marco sobada y relajaba la espalda de la joven señora.

- ¿Es así señora? sabias que venias a este tipo de reunión de buenos amigos del ambiente liberal? es así? – Insistió Marco quizá tratando de dar una salida a la señora de la situación en la que la tenían Eugenia y los hombres, a los cuales se sumaba Marco si contamos que estaba desnudo y presentaba una erección que rozaba la espalda de la joven.

La chica abrió los ojos y miro a Marco, asintió “resignadamente” con la cabeza ya que el trozo de carne que pugnaba por entrar en su boca no le permitía hablar.

- ¿Tranquila niña… relájate y disfruta, déjate llevar… te traigo algo de tomar?

- Un tequilita Marco… mi mujercita es tequilera con eso se va a animar, verdad amor? – Solicito Mau.

- David… Por favor trae un tequila doble para relajar a Sandrita – Me ordeno Marco que seguía propinando un leve masaje de hombros y restregando su grueso miembro en la espalda semidesnuda de la chica.

De inmediato me levante dejando a Lety sola en el sillón, la excitación me ahogaba, pase a un lado de Ramiro que estaba copulando sobre una de las damas mientras ella mamaba el miembro de otro de los señores. La otra pareja ya no estaba. Con la premura del encargo de Marco tome cualquier vaso y serví generosamente del primer tequila que encontré en la barra y regrese de inmediato. La orgia estaba en su momento más caliente (o así lo entendí hasta ese punto) La chica fitness estaba sentada a un lado de Lety desnudita y con la pierna cruzada viendo la escena, nunca más volví a ver a la chica les, el foco de atención estaba ahora en las parejas del centro de la sala.

En los escasos 2 o 3 minutos que me ausente nuevamente el escenario había cambiado, Lety y la chica Fitness iniciaban escarceos, se besaban suave y dulcemente, las piernas de ambas féminas pegadas piel con piel además de la belleza de 4 piernas fuertes y marcadas por el ejercicio, y ver como se acariciaban las tetas firmes y abundantes, la fugaz visión me excito sobremanera, sin embargo la ansiedad de regresar a la acción que se cernía sobre la chica y el encargo de entregar el tequila se convirtieron en mi objetivo prioritario.

La situación igualmente había cambiado sustancialmente, Juan y Enrique estaban parados frente a Eugenia que se alternaba mamando sus miembros. Marco conversaba íntimamente con la chica y su marido le tomaba amorosamente ambas manos colocadas frente a ella como si la acariciara o tranquilizara, ignoro que paso en esos escasos minutos, la chica se notaba afligida y movía su cabeza en señal de negación ante lo que le susurraba Marco. La cara de su marido parecía más de decepción y casi de enojo.

- Gracias amigo! – Marco tomo el vaso y se lo dio a la chica con un gesto paternal.

- Niña tomate tu tequila tranquila… relájate.

- Gracias señor Marco… – Agradeció la chica con su mirada dulce y sumisa.

En ese intercambio de roles y situaciones perdí mi lugar y acudí con la mirada a mi mentor Marco quien me guiño un ojo y me hizo la seña que nos acercáramos a Eugenia.

- Esperemos que ese tequila haga su parte amigo… acompáñame a el buffet de salchichas calientes con mis compadres.

Ni tardo ni perezoso Marco se colocó a un lado de Enrique y por mi parte hice lo propio a un lado de Juan. Eugenia se repartía entre 4 vergas, estaba excitadísima, pasaba la lengua con avidez por cada una. Enrique y Marco metieron sus miembros al mismo tiempo en su boca y con las manos libres nos masturbaba a Juan y a mí. Entonces se acercaron Lety y la chica fitness…

- ¡Comadre que golosa! nos invita? – Lety se arrodillo frente a mí y me empezó a dar una mamada como solo ella sabia propinar, la chica fitness hizo lo propio con el enorme miembro de Juan.

- ¡Bienvenidas chicas! ¡Le dejan todo el trabajo a la cumpleañera! hay para todas – Contesto Eugenia lamiendo y chupando hincada a su esposo y a Marco.

- Mau… Sandra… acérquense a la fogata… anímate niña, mira nuestras esposas se están divirtiendo… todos lo hacemos, lo que pase aquí, se queda aquí. ¿Ves a alguien filmando o tomando fotos? - Un provocador Marco volvía la carga.

Lety se acostó sobre la alfombra con las piernas abiertas invitándome a que la penetrara, todos estábamos muy calientes y ansiosos, por fortuna había condones en una mesa, me enfunde uno y penetre la encharcada y jugosa vulva de Lety olvidándome del mundo y del resto de los asistentes. Lety recibió mi verga y de inmediato empezó a gemir, la voltee con algo de brusquedad porque quería sentir sus ricas nalgas y la bombee en posición de perrito, de pronto se acerco Ramiro y le metió la verga en la boca ahogando sus gemidos de hembra en brama.

- ¡¡¡Asii!! que rico dame más papito… que rico!!! – Lety se vino convulsionándose, me sentí orgulloso de haber hecho venir a la segunda bella esposa en la misma noche.

Ramiro saco su miembro de la boca de Lety, se acercó masturbándose, pidiéndome le cediera mi lugar, y la verdad yo entendía un carajo los protocolos de este tipo de reuniones, si bien todos estábamos calientes, fuera de control y ya Ramiro le había metido su miembro en la boca sin pedir permiso y ella se lo trago con verdadera pasión me parecía inadecuado que penetrara a Lety sin su consentimiento, me deje caer sobre la espalda de Lety besándole la nuca y le pregunte si la podía penetrar el otro chico…

- Siii!… hagan lo que quieran conmigo estoy muy caliente!! – Ante tal respuesta me salí y pasé a la vanguardia a ocupar su boca mientras Ramiro se enfundaba un condón y la bombeo hasta venirse al mismo tiempo que Lety. Se dejo caer sobre su espalda como toro desbocado, me salí de la boca de Lety al verla agotada y convulsionándose por el reciente orgasmo. Por enésima vez me sentí sin saber que hacer, me quite el condón y opte por masturbarme al ver a la chica fitness sobre el enorme miembro de Juan, vi como sus abultados labios vaginales lo enguian.

Note un apetitoso ano que se abría en cada empalada, me acerque a centímetros y le acaricie la espalda, me voltio a ver con cara de éxtasis y abrió su boca y con su lengua hizo el ademan de que quería lamer mi pene, entendí de inmediato el gesto y de nueva cuenta mi afortunado miembro era succionado por otra nueva boca. Cerré mis ojos a punto de venirme y al abrirlos tratando de evitarlo (no quería venirme, quería más!) vi a Eugenia acostada sobre su espalda y a Marco sobre ella penetrándola, a su vez así acostada mamaba a su esposo y a Mau!... por instinto y curiosidad busque a Sandra su esposa.

La joven señora estaba en el mismo sillón en donde antes estábamos, observándonos, tomando tequila con las piernas cruzadas, al parecer más relajada y aun semi desnuda, soy quizá por mi profesión una persona sumamente observadora y con memoria fotográfica, me excito ver su mirada algo turbia al parecer el tequila hacia su efecto, movía nerviosamente una pierna sobre la otra continuamente y aunque parecía cubrirse con su cabello y la copa al levantarla para beber, pude notar que no dejaba de ver a su marido y en general a toda la acción que ahora se concentraba en un mismo lugar.

Eugenia se incorporo y los 3 hombres la rodearon acariciando su bello cuerpo (todos hincados), Enrique besaba con pasión a su esposa mientras Mau y Marco le metían mano, en tetas, vulva y culo. Mau le propinaba fuertes nalgadas con cierto sadismo dejando marcas rojas. Marco se colocó atrás de ella y la cogió de perrito mientras volvía a mamar a Mau y su esposo.

- ¡Amor… acércate! quiero verte disfrutar – Pidió un desquiciado Mau a su mujer.

Marco se desenchufo de Eugenia y se paró masturbándose dirigiéndose al sillón en donde estaba la chica, tomo a la chica de la mano y con la otra continuo masturbándose para enseguida caminar con ella y dirigirla al grupo.

- Quieres otro tequila?

- Ssí… por favor.

- Acércate al grupo, te lo traeré – Marco salió volando al bar.

La joven señora obedeció diligentemente, se acercó y permaneció de pie junto a su esposo que la abrazo de la cintura y beso mientras Eugenia seguía de rodillas mamándolo junto a Enrique. Marco regreso, entrego la bebida a la chica y volvió a tomar su posición penetrando de nuevo a Eugenia de perrito.

La joven señora abrazaba (ambos de pie) con la mano derecha a su marido y daba pequeños sorbos a la copa de tequila, su mirada ahora era turbia, no sabría explicar si por los efectos del licor o de excitación al ver a Eugenia prácticamente a sus pies mamando dos miembros entre ellos el de su marido mientras era penetrada desde atrás, los gemidos de Eugenia se mezclaban con el resto de los participantes.

La chica Fitness pasaba su lengua sobre mis testículos y todo mi falo, me mamaba y masturbaba con fuerza, abría su boca sacando la lengua y me indicaba que arrojara mi leche, no pude más, dispare copiosamente y la chica siguió succionando, algunas gotas de semen inevitablemente escurrieron de su boca y fueron a parar a la cara de Juan ya que estaba recostado sobre su espalda justo debajo de mí. Se cubrió de inmediato con ambas manos al recibir la lluvia tratando incluso de salirse de la chica para no seguir expuesto a mis disparos, pero ella no lo dejo ya que tuvo un fuerte orgasmo sobre Juan intensificando su movimiento de cadera… trastabillé un poco y me senté exhausto sobre un sillón tratando de recuperarme, se me quería salir el corazón, mi pene aún seguía erecto, pero la calentura había pasado momentáneamente…

Me pare y fui a la barra por otra cerveza necesitaba tomar algo, me senté unos segundos y me dirigí al baño, afuera se escuchaba música, voces y risas. Oriné, mi pene seguía semi erecto, jugué un poco con él y lo erecte completamente, era una sensación diferente, de alguna forma seguía excitado, lo mismo me sucedió la noche con Lety y Marco, algo inédito para mi sexualidad o hábitos. Regrese a la barra termine mi cerveza y abrí otra, en ese momento entraron Pedro y Martha acompañados de otra pareja relativamente joven (35-40) y que aún no habían participado en la orgia. Fueron directo a la barra los salude con un gesto cediéndoles el lugar que yo ocupaba, entonces apareció Mau totalmente desnudo con su mini pene bien erecto y grandes testículos rebotando grotescamente, ignorando a las parejas que aun estaban vestidas, extendió el vaso vacío en donde le habían servido el tequila a su mujer preguntándome:

- ¿Compa de cual tequila le dieron a mi mujer?

- Hum de esa botella azul que esta sobre la barra…

- ¡Gracias!, ya se está prendiendo mi vieja, con un tequila más va a aflojar vas a ver…

Continuará.

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