Nuevos relatos publicados: 8

Mi maestra de último grado (4 y fin)

  • 6
  • 17.125
  • 9,17 (12 Val.)
  • 0

Comienza la última parte de mi historia vivida en mis años de juventud.

Me quedé mirando a Ingrid fijo a los ojos sin saber que decir, una mezcla de curiosidad y morbo me invadió, la curiosidad pudo más y le pedí que me cuente.

-Con mi hermana éramos muy unidas de jóvenes y no teníamos secretos entre nosotras

-¿Unidas? ¿A que te réferis?

-Si, muy unidas, tanto que cuando un hombre nos gustaba no teníamos problemas en compartirlo

Y mientras me decía eso se fue acercando y desabrochando los botones de su pijama, tenía una mirada felina que hizo erizar mi piel.

-Y hasta a veces estábamos las dos con el mismo hombre

Ya su cara estaba a escasos centímetros de la mía, le quedaba solo un botón sin desprender de su pijama, podía observar el nacimiento de sus pechos, tenían forma de gota de agua, muy tentadores.

-¿Me ayudas vos o me desabrocho yo el último botón? Parece que te comieron la lengua los ratones, hoy a la madrugada estabas mucho más hablador "bebe"-

-Es que estoy con tu hermana, no quiero lastimarla ni engañarla

-Tranquilo, esto es sexo amor, solo sexo y placer- Al decir esto desabrocho el último botón que le quedaba sin desprender y se quitó la parte de arriba del pijama, dejando a mi vista sus pechos, eran generosos, deberían ser talla 110, en forma de gota de agua, coronados por unos hermosos, pequeños y puntiagudos pezones.

Me quito la remera que tenía puesta y apoyó sus pechos sobre mi piel. El perfume de su piel me venció por completo, y me olvidé de todo, la última barrera había caído. La abracé y la besé, ella abrió su hermosa boca y me metió su lengua para jugar con la mía, era una lucha en cámara lenta entre nuestras lenguas, para ver quien atrapaba a quien. Cuando nos comenzó a faltar el aire Ingrid se separa de mí y me dice

-¡Me encanta besar! Me pone muy muy caliente

-Y a mi que me beses, me enloquece

-Tranquilo, que esto es solo el comienzo Dany

Se fue arrodillando mirándome siempre a los ojos, me desabrocho el pantalón y tiró de él, bajando en el mismo movimiento mi pantalón y mis boxer. Ahí estaba mi pija a centímetros de su boca. Ella la fue besando y pasándole su lengua como si fuera un helado, siempre mirándome a los ojos, eso me enloquecía. Apoyé mis dos manos en su cabeza y no hizo falta hacer nada más, Ingrid abrió su boca y de una sola vez se la hundió hasta el fondo de su garganta para luego volver a sacarla, pasarle su lengua y volver a repetir el mismo movimiento.

-Me estas matando de placer Ingrid

Solo obtuve de respuesta que se metiera mi pija más dentro de su boca, sentía como la punta de mi pija le llegaba hasta su garganta. Su mano apretaba mis huevos fuertemente cada vez que yo sentía que estaba por acabar. En un momento le pedí que pare o terminaría acabando en su boca.

-Para Ingrid, me estas enloqueciendo, no doy mas, si seguis acabo

Ingrid apretó fuerte mis bolas cortando toda posibilidad que acabe.

-Vas a acabar cuando yo te diga- y siguió comiendo mi pija como una experta

Después de un rato, del cual perdí la noción del tiempo totalmente, dejó de comerme y se paró, me dio la espalda y con ambas manos bajo el pantalón de su pijama. dejándome a la vista su hermosa cola, durita y redonda, como una manzana.

-Veni Daniel, quiero que me comas toda y prepares mi cola para vos, quiero darte algo que seguro mi hermana no te dio

Se puso contra la pared de la cocina y no hizo falta que me dijera más nada. Me arrodille a sus pies, separe sus nalgas y hundí mi cara entre sus glúteos, mi mano fue a buscar su vagina, la tenía totalmente depilada, sus labios eran finos, como alas de mariposa y estaba muy húmeda, lo que facilitó que mis dedos penetraran dentro de ella sin dificultad, cuando la yema de mis dedos alcanzó su clítoris, Ingrid emitió un suave gemido, que me excito aun mas.

Ella con sus manos abrió sus cachetes y mi lengua al fin pudo alcanzar su ano, fui besando y pasando mi lengua y sus gemidos fueron en aumento, saque mi mano que estaba jugando dentro de su vagina y penetre con uno de mis dedos su ano, muy despacio fue entrando y saliendo, dilatando bien su cola, en un momento Ingrid me dice.

-Ahora nene, quiero que me rompas el culo con esa pija hermosa que tenes, es ahora o nunca

Se apoyó contra la pared y arqueo su cuerpo, agarre mi pija y la apoye entre los cachetes de su cola, buscando el hermoso anillo de su ano y no podía encontrarlo.

-¿Que pasa Daniel? ¿No encontras mi tesoro?

-No Ingrid, realmente no

-Parece que fuera tu primera vez, no podes ser tan torpe jajaja

-Es mi primera vez Ingrid, nunca antes había tenido sexo anal con nadie

-Entonces déjame a mí, yo te guio

Paso su mano por detrás de su cuerpo agarrando el tronco de mi pija y la fue guiando hasta su cola, apoyó la cabeza de mi pija en su ano y tiró el peso de su cuerpo para atrás levemente, haciendo que la cabeza de mi pija entrara bajo presión en su ano, yo me sentía en la gloria, ella se quedó quieta unos minutos.

-Dejame sentir esa cabezota hermosa en mi culo Daniel- y fue moviéndose muy lentamente para atrás y para adelante, en cada movimiento mi pija entraba más dentro de esa hermosa cola. Cuando tenía metida más de la mitad, se da vuelta y me dice.

-Agarrame de las caderas y enterramela toda hijo de puta, rompeme bien el orto

Puse ambas manos en sus caderas y la atraje fuerte contra mi cuerpo, mi pija entró toda hasta el fondo, Ingrid respiro profundo abriendo su boca como faltando el aire.

-No te muevas, quedate así quito, quiero sentir toda tu pija en mi culo

Me quede quieto dentro de ella, y comenzó a moverse muy despacio, para adelante y para atrás, sentía como si una mano me estuviera apretando la pija, era una sensación hermosa.

-Me encanta como se siente, nunca lo hubiera imaginado

-Seguí, no pares hijo de puta, quiero que des tu lechita en mi culo, bien adentro

-Tenes un culo hermoso Ingrid

-Es todo tuyo, seguí dándome duro, no pares, penetrame la concha con tus dedos

Pase mi mano por delante de su cuerpo y comencé a acariciar tu vagina, estaba muy húmeda, más que antes.

-Me encanta que estés tan mojada Ingrid

-Es toda obra tuya Dany

-¿Te gusta? ¿Lo estoy haciendo bien?

-Si Daniel, me encanta, lo estas haciendo muy bien, segui no pares

Ingrid apoyó sus dos manos contra la pared de la cocina y se puso en puntas de pie, se fue acelerando su respiración y aumentando sus gemidos y llegó su orgasmo, sentí como su cuerpo vibraba de placer. La abrace por detrás y bese su cuello, mientras sentía los últimos espasmos de su orgasmo.

Nos fuimos separando lentamente e Ingrid me miró y me dijo que no podía ser el orgasmo que le había hecho tener, que con razón su hermana había gozado tanto conmigo.

-Ahora te toca a vos acabar

Tenía mi pija dura, me hizo sentarme en una silla de la cocina, comenzó a besar mi cara y fue bajando por mi cuerpo hasta mi entrepierna, luego abrió su boca y se devoró la cabeza de mi pija, comenzó a recorrer con su lengua por la cabecita de mi pija, después de eso se paro, separó sus piernas, agarró mi pija y la apoyó en la entrada de su vagina y se sentó despacio sobre mi, sentía el calor de su cuerpo en mi pija, una vez que le entró toda, pude sentir como sus músculos vaginales me apretaron con fuerza dentro de ella, no podía creer lo que esa mujer me hacía sentir, comenzamos a movernos muy despacio hasta alcanzar mayor velocidad, hasta que realmente se hicieron veloces nuestros movimientos, tenía una vagina estrecha que lograba hacerme sentir mucho más todas las sensaciones de ese momento. Nuestros gemidos fueron en aumento a medida que pasaba el tiempo.

-Estoy por acabar otra vez Daniel

-Yo también Ingrid

-Si, acabemos juntos, damela toda adentro

Sentía que ya era imposible evitar mi orgasmo y ante el pedido de Ingrid me hundí hasta el fondo de ella y descargué toda mi leche dentro de ella hasta quedar completamente seco, ambos gemíamos, la abrace y nos fundimos en un beso, para después besar su cuello. Nos quedamos juntos uno dentro del otro un buen rato, cuando escuche que la puerta de la cocina se abrió y entró Estela. No sabía que hacer, la situación era imposible de ocultar.

-Buenos días ¿Que tal estuvo el mañanero hermanita?

-Excelente, gracias por prestarmelo

-De nada hermana, me alegro mucho que lo disfrutaras tanto como yo anoche

Yo no podía creer lo que estaban hablando entre hermanas, era todo nuevo para mi.

-Bañate y andate Daniel por favor- me dijo Estela

Yo traté de decirle lo que sentía, pero Estela esquivo mi mirada, solo fue hasta la cocina a poner agua a calentar.

Subí al cuarto, me di un baño, junté mis cosas y me estaba por ir. Baje las escaleras y en la puerta me estaba esperando Ingrid

-Yo quería que fueras diferente, por eso te pedí que te quería para mi sola, para tener sexo lo puedo tener con cualquiera, yo a vos te quería para hacer el amor

-Lo siento mucho Estela, no fue mi intención lastimarte

-Tranquilo Bebe, todo bien, me hiciste pasar una noche magnífica e inolvidable que la guardaré dentro mío

Esa fue la última vez que vi a Estela, fue una mujer que me marcó en la vida y jamás olvidaré. Con Ingrid tuvimos otros encuentros, pero eso será para otra historia.

Se agradecen sus comentarios, sugerencias y críticas, ayudan mucho, saludos.

(9,17)