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Mi mejor polvo

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Yo soy un hombre heterosexual y siempre me voy a considerar así, sin embargo, he mantenido relaciones sexuales con un amigo mío. Sucede que como hombre no me puedo resistir a ciertas cosas que a mi me encantan y a las cuales no les puedo decir que no.

Yo tengo un amigo gay que gustaba mucho de mi y que para tratar de conquistarme me decía cosas bastante subidas de tono. Entre las cosas que me decía había una que a mi en cierto modo me calentaba mucho. A mi me encanta que las mujeres me practiquen sexo oral, me fascina que me la chupen y el todo el tiempo me decía que quería chupármela. Entonces ocurrió que un día le dije que si y les puedo asegurar que fue la mejor mamada de la historia.

Él como loquita me la devoró por completo, era como una putita en celo con mi poronga en su mano, me la succionó tanto que hasta el alma mía se tragó. Estaba tan trola aquel día que la bofeteaba con mi poronga en la cara una y otra vez para que se calmase pero él no lo hacía. Entonces por ser muy puta le agarré fuertemente de su cabeza y se la metí por completo durante varios segundos. Fue tan rico esto para mi que realicé un tremendo gemido que retumbó por todo mi departamento.

Al sacar todo mi miembro de su boca me la encontré toda mojada y pegajosa por culpa de su saliva, estaba asquerosa y eso a él no le importó. Volvió agarrar mi poronga con su mano y nuevamente se la llevó a la boca. Entonces el muy hijo de puta me hizo gozar de placer con su lengua como nunca en mi vida. La sabía usar perfectamente, era una maravilla como me lamía la cabeza de la poronga.

Él para que yo le acabe en la boca me masturbó tan fuerte con sus manos que fue como una explosión de leche cuando me vine, no solo acabé en su boca sino que también le manché toda la cara con semen. A partir de este día él se convirtió en mi puta secreta, nadie sabía que él me tiraba la goma y no quería que nadie lo supiera porque como les dije al principio no me considero homosexual. Entonces él cada vez que venía a mi departamento me la chupaba hasta sacarme la última gota de leche, se hizo adicto a mi poronga y yo a sus mamadas.

Una noche mientras me chupaba la pija me preguntó si yo tenía ganas de "hacerle la colita" a lo que le respondí que si. Entonces ambos fuimos a nuestra habitación, ambos nos desnudamos por completo y él como toda una puta se colocó en 4 patas sin antes chupármela para dejármela lubricadita. El inicio de la garchada fue raro ya por el solo hecho de que me estaba cogiendo a un hombre, pero cuando mi pija se acomodó a su culo y empecé a embestirlo más fuerte él comenzó a gritar como si fuese una mujer y eso me hizo sentir como en casa.

Me excité tanto que pensé que estaba con una mujer, entonces le cacheteaba el orto, me agarraba de su cabeza para embestirlo más fuerte, le decía todo tipo de groserías y para mi sorpresa me encantó agarrar su pene mientras me lo cogía en posición de perrito.

Luego llegó el turno de que se sentara arriba de mi poronga y lo hizo primero de frente a mi y luego de espalda y terribles sentones realizaba el hijo de puta, mi pija desaparecía dentro de su culo cada vez que caía sobre mi, era muy excitante ver aquello. Después de esto volvimos a coger en posición de perrito pero esta segunda vez fue muy distinta ya que ahora yo me encontraba subido en la cama junto con él y no parado afuera. Lo que quiero decir con esto es que literalmente me monté encima de él como si fuese un verdadero perro, hice que apoye su cabeza contra el colchón y me lo cogí tan fuerte que no me detuve cuando tuve el orgasmo así que le llené el culo de leche.

Esa noche es recordada por mi porque fue nuestro mejor polvo ya que fue el primero de los tantos que hubo después y quiero terminar diciendo que no importa si es hombre o mujer, lo importante es disfrutar y yo disfruto cogerme a mujeres como también disfruto cogerme a mi amigo.

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