Reflexión de mi sumiso pedro1974madrid en un día en el que tuvo un error de confianza.
Nunca me he considerado una persona celosa, pero desde que soy sumiso de L, hay mil cosas que estoy descubriendo mejor de mi forma de ser, que antes seguramente pasaba por alto.
No soy una persona reflexiva, pero L me fuerza a serlo, a contestar lo que opino en cada momento. No lo que crea que Ella quiere escuchar, sino mis sentimientos ante determinadas circunstancias o contestaciones a preguntas muy claras, de las que Ella espera la verdad. Mi verdad… sin clichés ni postureos BDSMeros.
Yo he pasado muchos años siendo un comodín, un recurso para pasar el rato… y eso ha terminado haciendo que mi mente no terminaba de entregarse. Entregaba mi cuerpo y obedecía cada orden, por supuesto. Pero eso no es BDSM. L lo llama teatrillo, y creo que me he pasado muchos años en una gira por los teatros de muchos sitios sin sentir de verdad lo que significa pertenecer a un AMA. Con todas las letras, y en mayúsculas.
Y eso es lo que me está pasando ahora. Que desde hace dos meses y pico, L ha llegado a mi vida y ha hecho saltar todo por los aires. Para empezar mis prioridades, pues Ella es mi prioridad en todo momento (salvando las obligaciones en casa y el trabajo, pero diría que incluso con éstas). Además, por si faltara algo, en estos meses hablando ocho o diez horas al día (si no más) me he dado cuenta de que el grado de conexión es máximo. Que me gusta todo de Ella. Conectamos con un feeling y una química brutal Alucinante… y eso me ha llevado a enamorarme de la persona en toda su esencia (con y sin BDSM).
Porque es curioso pensar que Ella aún no me ha puesto un pie encima. Todavía no hemos llegado al piel con piel que se suponía que ambos podíamos estar buscando, pero ahora eso es secundario, porque estamos construyendo una base tan sólida, que sobre eso… podrá ponerse encima cualquier cosa sin temor a que nada se caiga.
Pero vuelvo al tema de esta reflexión. Me pasan dos o tres cosas a la vez, y hace unos días, se dio la tormenta perfecta y me explotaron en la cara decepcionando a L, y haciéndome sentir muy mal por ello, y por el hecho en sí de haber fallado, porque la situación era nueva para mí.
Entre las veces que hemos hablado, L me ha repetido que me usará con otros hombres. Con otros juguetes, porque Ella desea humillarme así, desea disfrutar, y yo terminaré suplicándole que llame a otro juguete para jugar los tres, en esa situación de “no-igualdad” de la que parte todo. Me ha dicho al menos dos o tres veces que no usará a nadie sin estar yo. Que no hablará con nadie porque nadie le interesa salvo yo,
Pero se ve que los celos nublan la mente y el otro día, después de irme a dar un paseo con mi hija durante una hora aproximadamente, y volver a hablar con mi Ama, le pregunté qué había estado haciendo, y Ella me comentó que nada… que había estado haciendo cosas, pero sin recordar exactamente la forma en la que lo hizo, no quiso entrar en detalles, y de pronto ocurrió lo que yo no había sentido en años. Inseguridad. Un tio que creo que confía en si mismo en todas las circunstancias, resulta que una especie de “remoloneo” en la respuesta, complementado con un “y después fui a la ducha y me masturbé” me sacó de punto completamente.
En ese momento dudé. Ella me dice que hay gente en su skype saludándola o algunos ofreciéndose de vez en cuando, y quizás por la intervención estelar del que fue su sumiso y pareja durante 8 años, mi cabeza hizo click y no entendió las evasivas que en ese momento me dio L. Acepté y bajé la cabeza. Apreté los dientes, pero algo se quedó dentro de mí. La duda, la desconfianza, el miedo
Se quedó el mal dentro de mí, y aunque eso no significa que lo estuviera reflexionando o madurando… cuando por la noche volví a hablar con Ella en skype, volví a estropearlo aún más. Le comenté que me había extrañado su respuesta, y en el fondo estaba poniendo en duda su palabra. Además no fui capaz de sacar a la luz las conversaciones que habíamos tenido sobre la presencia de terceros. Incluso me recordó que en todos los sentidos éramos como una pareja. Sin infidelidades y terceras personas por ningún lado, salvo cuando Ella quisiera usar a alguien más en mi presencia… y para eso había anunciado varias veces que quedaba aún bastante tiempo.
Pues no fuí capaz de pensar con claridad. Es como si todo eso que me había dicho claramente en varias ocasiones se hubiera difuminado de mi mente, y solo pudiera pensar en esa “no respuesta”, que me hacía enrocarme sin prestar atención a nada más. Estúpida de mí. Tengo a la persona más increíble que he visto en mi vida y me pongo a dudar de gilipolleces solo por la inseguridad que tengo o que me hizo sentir.
Creo que el hecho de estar enamorado de Ella no me ayudó, y una opresión en el pecho me acompañaba mientras torpemente hablaba con Ella por la noche. Hasta que llegó mi mujer a casa y -para colmo- no pude atenderla ni casi despedirme como merecía.
Y lo peor fue al día siguiente, ya en mi trabajo, volví sobre lo mismo. Mi error de interpretación, mi supuesta y partidista forma de ver o de interpretar lo que Ella claramente me había dicho. En un momento dado noté que me sentía fatal por mi comportamiento y por dudar de Ella… y descubrí con la ayuda de L que lo que había sentido desde el día anterior a las 8 de la tarde, tiene un nombre, y se llaman celos.
Pero además de un putón, soy una persona inteligente, y positiva (optimista), así que me quedo con la lección, con la presión en el pecho para que no se me olvide que no he dudar de quién quiero y respeto… y con algo que siempre he hecho en mi vida. Confiar en mí, y confiar en los demás. Y eso incluye a L. Lo mejor que me ha pasado jamás, y a quién debo todo lo que me está haciendo sentir desde hace más de dos meses… y todo lo que nos queda vivir juntos.
Lo siento L. Me van a tocar vivir muchas primeras cosas a sus pies, pero le prometo que mi actitud será mucho mejor que la demostrada la semana pasada con tanta niñería y tanta desconfianza. De su mano y a sus pies, estoy convencido que disfrutaremos del camino.
Gracias por todo. Gracias por existir y dejarme ser su sumiso. No la defraudaré.