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Mi vecina Norma

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Hay veces en donde del odio a la cama sólo hay años y las ganas. Norma es una vecina nada sexy, un poco mayor que yo, con quién hace años cuando se mudó al lado de la casa de mi madre tuve varios roces y hasta incluso casi llego a los golpes con su esposo de entonces, quién era el hijo de mi vecina.

Luego se mudaron a unas casas de la casa de mi madre, fue cuando tuvo que bajarle como decimos en Venezuela a su carácter y a sus altanerías. En el 2018, por problemas con los servicios públicos, específicamente el agua y la luz, fue cuando comenzamos a tener más contacto, todo dentro del debido trato respetuoso.

Físicamente hablando lo que tiene bonito son esos ojos negros que prácticamente te desnudan con la mirada. En esos menesteres de ir a la oficina de la compañía de la luz, que en Venezuela se llama Corpoelec, pude detallar que Norma es muy caliente, tanto así que su proceso de menopausia, le dio por subirle su deseo sexual. Ella trataba de disimularlo bien, dado que a pesar de nuestros pasados roces comenzamos a tratarnos bien, está demás decir que soy muy respetuoso con mis vecinos y con cualquier persona.

De esto se dio cuenta Norma y bueno comenzó a ser más comprensible. Cierto día venía de buscar a mi hija, la cual es un año mayor que la hija de Norma. Esto fue hacia el 18 de febrero, recuerdo bien porque mi hija estaba entusiasmada por el carnaval, puesto que en el colegio previamente les habían asignado muchos deberes escolares, y escuchaba a mis hijos decir que necesitaban un receso del colegio.

El sol estaba fuerte y veo que Norma está colocando un letrero en la reja de su casa, el cual decía que estaba vendiendo productos de comida. Disimuladamente me detengo a detallar el aviso, pero lo que me dejó absorto, fue que cuando Norma queda de frente a mí, su pantalón de algodón color gris, tipo mono deportivo, marcaba una gran vagina. Norma es algo alta, aproximadamente 1,70 m de estatura, unos 70-75 k, morena clara, cabello negro con algunos rasgos de canas, su cabello le llega a los hombros, senos medianos, algo caídos, pero apetecibles. Una vez pasada la vergüenza y preguntando disimuladamente los precios de dos de los productos para ocultar mi erección y salir airoso de tan bochornosa situación, a Norma se le dibuja una leve sonrisa con algo de picardía, me da los precios, me retiro tratando de caminar un poco inclinado para ocultar la erección, a pesar de que el pantalón jeans me quedaba algo holgado y traía la franela por fuera.

A partir de ese día era una cacería de miradas entre Norma y yo, ella trataba de estar en la puerta de su casa cuando pasaba a llevar a mis hijos al colegio en la mañana, ella estaba en la entrada de su hogar vigilando a su hija salir para la institución educativa. Cuando venía de regreso estaba ella en el porche de su casa con una tasa de café, varias veces me puse a conversar con ella de cosas triviales, pero detallándola con la mirada, algunas veces traía su pantalón mono con el cual se le notaba su gran atributo vaginal, a pesar de que le quedaba algo flojo.

Ya era algo asiduo, después del carnaval, ponernos a charlar. Cierto día casi antes de la cuarentena, el jueves 12 de marzo, vengo del colegio en la mañana luego de dejar a mis hijos, Norma estaba en la puerta de la calle de su casa, la vía estaba sola, recuerdo que le pregunté en son de broma:

Yo: Cuidado le raptan?

Con un tono jocoso Norma me responde:

Norma: ¿quién va a estar raptando a una mujer vieja como yo?

Pero se lanzó ella misma una mirada explorativa, al mismo tiempo me observaba de pies a cabeza, con esa mirada pícara, de esos ojos negros vivaces...

Por mi parte, viendo para todos lados, le respondo casi murmurando:

Yo: "vieja la plaza Bolívar y sin embargo aún para palomas que da miedo, y uno no sabe.

Soltó una risa jocosa por el chiste, repicándome:

Norma: Bueno si Ud. lo dice vamos a creerle... quería pedirle un favor y disculpe el abuso...

Yo: Dígame para que soy bueno...!

Norma: Ah bueno dígame Ud. para que puede ser bueno... jajajaja (risas de ambos), no, hablando en serio para ver si me puede revisar el tomacorriente de la nevera, es que mi esposo no está, y Rodolfo (papá de su hija menor) no está y discúlpeme el abuso...

Yo: Bueno déjeme ver si puedo resolverle el problema... (Mirada picara)

Norma: Bueno pase por favor y discúlpeme la molestia (mirada picara)

Yo: Tranquila estamos para ayudarnos, no dude en llamarme para cualquier cosa (haciendo énfasis, en esto último)

Respondiendo con otra pregunta con tono pícaro:

Norma: cualquier cosa?

Mirándome de arriba a abajo, desnudándome con la mirada, fue tan penetrante su mirada, que me sentí desnudo, indefenso, al mismo tiempo sentí recorrer una sensación por mi cuerpo respondiendo a Norma con la mayor tranquilidad posible, sacando fuerzas de donde no la tenía...

Yo: Cualquier cosa que Ud. necesite... -Haciéndole énfasis en esto último.

Entré a la casa detrás de ella, por el mono se le notaba un bikini, tradicional, nada del otro mundo, pero iba como idiotizado. Esta mujer como después me contó, tenía un largo verano sexual, estaba destilando hormonas, de repente se volteó bruscamente pillándome mirándole su culo, ante bochornosa atrapada, rápidamente me señala la nevera, indicándome el sitio de enchufe, le pido apagar la nevera, desconectarla y desenchufarla, bajar el tablero eléctrico para deshabilitar la corriente, saco la tapa y lo que tenía era que se había soltado el cable, lo uní y volví a colocar todo en orden, como la nevera tenía desde el día anterior apagada, estaba algo sucia.

Norma en agradecimiento me ofrece una taza de café, la cual acepto aparte me ofrece una galleta, al verla comenzar la faena de limpieza me ofrezco a ayudarle en eso que salgo a colaborarle, ella estaba doblada con el culo en pompas, salgo rápidamente y por estar viendo ese trasero tropiezo, quedando pegado al culo de Norma, ella siente mi pene un poco erecto, y ahí mismo quedamos inmóvil, me dice con su picardía:

Norma: Vecino y eso viene con la ayuda?

Yo: Bueno que otra cosa necesita vecina?...

Agarrándola por sus caderas, la sujeto para levantarla, nos fundimos en un beso, más bien Norma me quiere devorar, saca su lengua, la cual es interceptada por la mía, con sus manos me acaricia una mejilla y con la otra mi corto cabello, yo por mi parte la pego contra la cocina y le tallo mi pene erecto, ya con su respiración entrecortada y sus ojos cerrados le recorro mi lengua por su cuello, busco acariciar sus pequeños senos, para lo cual le levanto su franela blanca, ella rápidamente se despoja del sostén blanco, quedando al descubierto unos pechos medianos, algo caídos, apetecibles aún, aureola negruzca, picos pequeños, los cuales estaban duros, los amaso, más bien aprieto con fuerzas, Norma busca liberar mi pene del pantalón, en plena calentura me dice que la penetre..

Norma: Métemelo papito, no aguanto métemelo, después te lo mamo, métemelo no aguanto...

Como eran alrededor de las 8 am y teníamos como hasta las 12, quería hacerla gozar al máximo, pero también recordé que nuestros vecinos son muy curiosos, el hecho de que no haya visto a nadie en la calle no quiere decir que no estuvieran pendientes, pero siguiendo mi filosofía sexual, de que hay que darles en la madre para que cuando les falte te pidan y supliquen, decidí disfrutar y hacerla gozar.

La ubiqué en la mesa que tenía en la cocina, procediendo a degustar de sus pequeños pechos, lo primero que hice fue morderle suavemente sus pequeños picos negros, luego con la punta de mi lengua dibujarle círculos alrededor de sus piquitos, ya Norma estaba erizada en todo su cuerpo, acto seguido, tomé su seno izquierdo con mi mano derecha y lo introduje en mi boca, succionando muy delicadamente, Norma abrió sus piernas, yo me acerqué más para tener más de cerca esas masas de carne, mi mano izquierda la introduje por su mono, buscando esa raja, la cual ya estaba húmeda, depilada, al sentir mi dedo medio, Norma da un pequeño brinco, el cual fue acompañado por un débil pero sentido suspiro, sentí a Norma relajarse, estaba disfrutando, acariciando mi corto cabello, miré de reojo, estaba con los ojos cerrados, disfrutando, gimiendo, porque con mi dedo medio se lo introduje hasta la mitad, estaba todo mojado, lo cual me facilitó la tarea de meter y sacar el dedo de su vagina, le hacía círculos algo torpe, en eso Norma dirige su boca a mi oído para decirme:

Norma: Papi no aguanto más métemelo, vamos a mi cama, por favor...

Me desprendí del pecho de Norma, rápidamente me despojé de mis zapatos, pantalón, boxers, franela, Norma me agarró de mi goteante miembro, el cual ya estaba todo mojado de mis líquidos pre seminal, seguí a Norma hasta su recamara, se quitó de un sólo jalón su mono gris y su bikini color blanco, quedando ante mí desnuda, su vagina cuidadosamente depilada, humedecida, se sentó en la cama, mirándome con picardía, pero a la vez como que no estaba acostumbrada a estas situaciones, lo cual besándola por el cuello le digo:

Yo: Tranquila corazón de esto nadie por mi parte se va a enterar...

Norma: Por favor te lo agradezco, pero métemelo no joda que estoy arrecha, quiero que me calmes este verano...

Seguidamente procedí a tumbarla sutilmente en la cama, ella abrió sus piernas, con mi mano derecha en mi pene lo situé en la entrada de su vagina, estaba muy caliente, parecía hervir literalmente de fiebre, húmeda, no tuve dificultad para entrar, su abultada vagina, la cual succionó mi pene, en sentido literal, se lo introduje hasta los testículos, los cuales chocaron con sus nalgas, Norma me hace un candado con sus piernas, procediendo yo con un rítmico movimiento circular de cadera, la vagina de Norma estaba caliente, muy mojada, con su lengua me acariciaba el lóbulo de mi oreja, ubiqué mi dedo medio de la mano derecha hacia sus nalgas para que con los mismos líquidos de la cuca de Norma lubricarle el ano e introducírselo, yo por lo menos estaba gozando mucho, ni que hablar de Norma, mi vecina, la cual estaba hablando bajito muy desaforadamente...

Norma: Sí que rico, cógeme así, uf sigue, no pares dame asiii...

Yo: Si mami que rica cucota te gastas, te gusta...?

Norma: Si papito, tiempo sin un guevo rico, cojee así, así ahiii...

Yo: Cuando quieras guevo mami dime para darte bien rico en esa cuca, la tienes rica, gorda... sabrosa...

Norma es una mujer muy caliente, pudiera decirse que ninfómana, de ahí que por eso era que vivía amargada, porque en la cama es una insaciable, por eso es que le estaba dando a un ritmo suave para no venirme rápido, como dije antes, no tenía un gran físico, pero había algo en ella que me atraía, ese algo era esa gran vagina, carnosa, jugosa, palpitante y por supuesto el apetito sexual de Norma, en fin le gustaba complacer y que le complacieran en la cama...

Norma estaba disfrutando al máximo y yo tratando de aplacarle su largo y ardiente verano sexual, se estaba moviendo rico con su cadera, apretaba su vagina con la cual me generaba un placer muy intenso, que muchas veces tuve que detener el ritmo para no venirme, la vagina de Norma estaba convertida en un lago, en eso al sentir que me toma por mis nalgas, aprieta su vagina, lo cual debo confesar que me asustó, ya que apretó tan fuerte su vagina carnosa, jugosa, que por un momento me quedé quieto, no fuera a cortarme el miembro, empezó a moverse bruscamente y a decir:

Norma: Dame papi, dame ahí ahí no joda me vengo, ahí viene, ahí viene, ahiiiii vieeeeneee...

Se aferró fuertemente a mí y tuve que besarle en su boca porque estaba subiendo el volumen de sus gritos. inmediatamente le aventé mis chorros de leche, en su interior, quedando exhausto, besándonos, sudorosos, agitados, respirando con algo de dificultad, pero en la cara de Norma se le notaba otro aspecto, una serenidad, una faz en su rostro, una vez con mi pene flácido, procedo a retirarlo de ese gran cucón que se gasta Norma. Debo reconocer que sí no le hubiera acabado adentro, o no hubiera terminado aún, me hubiera lanzado a comerle y morderla esa gran cuca que se gasta Norma.

Me ubico a un lado de la cama boca arriba, Norma se me pega para con su mano derecha acariciar mi pectoral, me da tiernos besitos en el pecho y cuello, queremos seguir otra tanda pero con nuestras miradas sabemos que no debemos abusar, a los minutos me levanto, Norma busca ver la hora en un reloj de pulsera que tiene en su mesita de noche, se incorpora rápidamente y me dice que son las 10:50, nos besamos, nos dirigimos rápido al baño nos aseamos, nos vestimos, me despido de ella, le pido 2 productos de lo que tiene en venta, al salir de su casa viene una vecina, no puede ocultar su asombro, pero es tan fuerte mi mirada, que sin yo gesticular palabra alguna, sabe que no debe meterse en lo que no es su problema, le digo a Norma que al llegar a mi casa le hago la transferencia para cancelarle los productos, le explico rápidamente que por eso me llevo los artículos que tiene en venta, para disimular, como tengo su número telefónico le digo que le escribo luego, brevemente le expreso que me gustó y que hablemos por mensajes de texto, ella hace un gesto de aprobación con su cara, así hicimos, aclaramos algunos aspectos, quedamos como "Vecinos con beneficios sexuales".

Me dirigí a mi casa que está a 3-4 casas de la de Norma, le hice la trasferencia rápidamente para salir a buscar a mi hija al colegio. Cuando salgo apresurado por mi hija y paso por la casa de Norma, ésta casi me mata del susto, puesto que estaba como escondida, yo venía algo distraído por la hora, el sol, implacable, pensando en esa gran cuca de Norma, ella al ver que me agarró desprevenido, mira hacia los lados y me susurra al oído:

Norma: Me gustó mucho, quiero volverlo a hacer, pero con más calma, que me beses toda, quiero comprobar si es cierto eso que dicen de ti...!

Yo: ¿Y qué es eso que dicen de mi? -Pregunto extrañado...

Norma: Que tienes cara de pícaro y esa mirada que eres ocioso en la cama... vi que me querías mamar la cuca (esto me lo dijo pegado al oído)...

Yo: Bueno corazón eso lo descubrirás tu para la próxima! ¿si es que me merezco otra próxima vez?

Norma: Todas las que tú quieras papi... -Esto me lo dijo guiñándome un ojo y con ese brillo en sus ojos negros...

Le hice señas con mi reloj ubicado en mi muñeca derecha, cuando vemos que su hija cruzó la esquina a una distancia de cuadra y media, salí a toda prisa, y cuando pasé por un lado de su hija pude notar su mirada penetrante de pocos amigos.

Por lo sucedido a raíz de la cuarentena y el Covid19 no hemos podido volver a intimar, pero con la firme esperanza por lo acordado en mensajes de texto y de whatsapp que así será.

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