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Miguel, un señor del campo fue lo mejor de ese verano

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Siempre me han atraído las personas mayores. Mi despertar sexual se fue dando conforme cumplía la mayoría de edad. Tenía esas ganas por probar que se sentía ser deseado por otro hombre. Tuve pocas previas con Alan, un amigo que tuve por un tiempo. Sin embargo, fue por un periodo corto.

Luego de eso estuve solo por un tiempo, no me importaba o llamaba la atención alguien, tampoco andaba teniendo sexo con cualquier persona. Prefería conocer primero.

Recuerdo que por la universidad en un curso como proyecto final nos pedían viajar a Villa Rica para realizar entrevistas a productores de café.

Yo recuerdo haber ido con mucha flojera, pero al llegar me di cuenta que resultaba bastante interesante. Es así como conozco a Miguel, un señor mano derecha de uno de los dueños de unas parcelas de café.

Miguel fue muy amable en todo momento, tenía en ese entonces yo 21 y él 46. Se le veía fuerte y lleno de vida. Muy ocurrente y bromista.

Me tocó hacerle la entrevista a Miguel y al finalizar intercambiamos números por si necesitaba alguna otra información. Regresé a Lima y durante ese semestre tenía que comunicarme con él constantemente. Recuerdo que en una de esas él me dijo que vendría a Lima y tal vez sea bueno vernos para conversar mejor.

Accedí, la verdad me atraía mucho y jamás se me pasó por la cabeza que él se interesaría en mí o por último solo tener una "aventura" conmigo. Yo no lo veía así y creía que él tampoco.

Nos vimos en un restobar, picamos algo y tomamos unos tragos. Fue siempre muy amable y yo era el interesado por la información así que al querer pagar me dijo que mejor él pagaba y la próxima yo le invitaba. Entonces no iba a ser la última vez que nos veríamos. Yo algo contento creo y tambien nervioso, siempre el nerviosismo y ponerme rojo me delatan. Nos despedimos, él se fue y así ya conversábamos más seguido de muchas cosas, del día a día y así.

Terminó el ciclo, me fue bien con el proyecto y salí de vacaciones. Quería irme a algún lado solo y pensé en que sería bueno ir a Villa Rica, conocer Pasco, Oxapampa, no sé, a donde me lleve el momento.

Avisé que iría a Miguel y creo que él fue el más feliz. En esos días también salía de vacaciones en el trabajo. Me preguntaba como iba, a que hora llegaba y al llegar la sorpresa fue mía al verlo esperandome. Entre temor y alegría yo lo saludé y me dijo que sería bueno que me quede en su casa, que si quería quedarme una semana cuanto gastaría y en su casa él estaría cómodo de hacerle compañía. Tanto fue que me convenció y fuimos a su casa.

Allá hace mucho calor y yo andaba en short. Fue una especie de guía para mí. Aprovechamos que estuvo de vacaciones para hacer tours a las cataratas, lugares para probar tragos exóticos y eso como que nos daba confianza para bromear. Los tragos se llamaban: “Levantate pajaro muerto”; “7 veces sin sacar”; “rompe calzón” y demás... Recuerdo porque compré uno y él otro.

Hemos regresado, comimos y así. Al otro día salimos para Oxapampa, tomamos cerveza y nos quedamos allá. Creo que ese momento fue cuando sentí que podría pasar algo porque por momentos me quedaba viendo y yo notaba que esa forma de verme era distinta. Había confianza creo, lo conocía ya unos meses y por la forma en como nos tratabamos pude darme cuenta que era una buena persona, dentro de lo normal y seguramente tambien como todos tenía ganas de estar sexualmente con alguien y tal vez esa persona sería yo. De mi parte si sucedía, bien, me caía bien, era un buen tipo y tambien me atraía. Estaba solo, él también, viajé para vernos, estabamos solos en su casa todo el tiempo, todo se prestaba a que pasaría seguramente algo.

Dormimos ese día en Oxapampa y visitamos más lugares. Al volver a casa, volvimos con los tragos exóticos y entre broma y broma dijimos a que no nos tomaríamos de esos porque eran muy fuertes, tienen bastante alcohol y nos marearía. A mi al menos si me marearía porque soy bien pavo para tomar.

Al final esa noche terminamos tomando esos dos tragos. Si que te suben rápido y también es cierto que despiertan tu apetito sexual. Al menos a mi, si.

Tenía cervezas en la refrigeradora y recuerdo que por torpe a mi se me terminó cayendo en el short. Lo que hice por inercia fue sacarme el short que salió con todo y ropa interior y me quedé con el polo que me quedaba alguito largo, suficiente para cubrirme.

Al ir al baño y regresar, Miguel me dice: Sebastian, tienes buenas piernas. Disculpame que te diga esto, pero es inevitable no quedarte viendo. Me pareces un chico atractivo y seguro muchas personas quisieran salir contigo.

A lo que yo solo sonreí y le dije: Pero estás conmigo, así que disfrutame.

Al segundo me arrepentí de lo que había dicho por lo que había dicho. Eso había sonado muy mandado de mi parte, me sentí muy "perra". Pero si Miguel ya me había dicho que le gustaban mis piernas, o sea mi culo, en otras palabras, ya que mas daba?

Solo reímos y me dijo que efectivamente, era su invitado y que haría todo para hacerme sentir bien. Seguimos riendo.

En una de esas como estabamos sentados en el mismo mueble, él me preguntó si podía tocar mis piernas. Le dije que sí, que no había problema. Esos tragos ya hacían efecto y esa combinación con cerveza eran una bomba de tiempo, una bomba me iban a hacer sentir esa noche, pensaba...

Sentía que sobaba su palma de mi mano y eso ya me estaba excitando mucho. El hecho de sentir que me deseaba un hombre me ponía a mil, pero sabía disimular. Han sido ya casi las 2 am y yo quería irme a echar. Quería echarme ya pero quería seguir tomando, o sea quería estar más cómodo.

Él me dijo que mejor vayamos entonces a la cama donde dormía y así fue. Me dijo que también se pondría un short para estar más cómodo. Yo seguía solo el polo, sin nada abajo. Es que a él lo estaba volviendo loco.

Nos echamos, pusimos canciones esas de discoteca y nos prendía. Entonces en una de esas empezó a tocarme el cuello y decir que estaba un poco contracturado y que sería bueno recibir unos masajes. Yo acepté y le dije que mejor se siente sobre mi y yo me pondría boca abajo.

No dudé en hacerlo porque era el momento. Miguel y yo tendríamos sexo y estaba encantado con la idea. Había pasado muchos meses en los que no tenía nada de nada y también sentía ganas de sexo y Miguel era una gran oportunidad para tenerlo.

Me empezó a frotar la espalda, la cadera, la espalda de nuevo. En eso le agarré una mano y la llevé a mi trasero. Empezó a sobarla y luego a frotarse sobre mi. Sentía como su pene iba tomando forma y sentía que en cualquier momento la sacaba.

Para esto, me preguntó si estaba seguro a lo que asentí con la cabeza. Mojó sus dedos con un poco de saliva y empezó a meter su dedo poco a poco dentro de mi culo. A mi me dolía, pero ya no había vuelta atrás. Estaba dispuesto a aguantar lo que vendría luego.

Miguel: Sebastián, quieres probar mi pene?

Sebastian: Si, Miguel. Quiero sentir tu pene. Deja que lo haga.

Miguel se sacó el short y la ropa interior y pude ver un enorme pene que me pedia a gritos comerlo. Me lo llevé a la boca y empecé a hacerle sexo oral. Le dije: quieres que te pida perdon? Él no entendía. Le tomé de la mano, lo hice pararse y me arrodillé frente a él para empezar a comerme semejante miembro.

Antes de venirse me dijo que me avisaría porque quería correrse entre mis nalgas. Me pidió abrirlas y fue cuando sentí que gritó y expulsó mucho semen caliente. Nos limpiamos y nos echamos en la cama un rato, seguimos tomando y me pidió penetrarme.

Me subí sobre él, me remangué el polo, tomé un poco de saliva y poco a poco fui empujando su pene para que entrara. Debo confesar que fue la calentura lo que hizo que sea sin condón. Confiaba en él y quería sentir por primera vez como es la sensación cuando se vienen dentro de ti o te "preñan" como le dicen de manera vulgar. Con mucho dolor tenía su pene dentro y empecé a subir y bajar. La poca experiencia que tengo se dio a notar, pero me esforzaba por complacerlo. Si disfrutaba él, yo feliz.

Llegó el momento en que me pidió ponerme en 4, le pedí que vaya despacio a lo que me hizo caso y empezó el bombeo. Me sentí en la gloria, les juro.

Miguel sabía lo que hacía y eso me encantaba. Me pedía que me ponga en muchas posiciones. Se sentó al filo de la cama y me pidió sentarme dandole la espalda. Yo le di muchos sentones que me palpitaba todo hasta que me tumbó boca abajo y se subió sobre mi. Así estuvo un rato hasta que gritó y sentí todo su semen caliente dentro. Estuve tan excitado que yo también me corrí manchando su cubrecama. Nos reímos y se tumbó sobre mí. Tenía aún su pene dentro de mi y sentía como le latía.

Ni siquiera nos lavamos, nos tapamos, abrazamos y así dormimos. Me dolía todo y sabía que no iba a poder caminar, pero estaba muy excitado que eso era lo último que pensaba.

A la mañana nos bañamos y me hizo el beso negro en la ducha, yo se la chupé y terminó en mi boca. Debo aceptar que este hombre estaba despertando mi lado travieso, perverso, "sucio", pero rico y super placentero.

Miguel se convirtió en una especie de maestro que iba guiando mi forma de ver y disfrutar el sexo. Siempre se portó bien conmigo.

Tanto fue que los días que pensaba quedarme fueron más con la intención de querer estar con él. Sabía que no me estaba enamorando, eso lo tenía claro, pero no estaba seguro si de parte de él sucedía igual.

Volví a Lima y viajaba seguido para verme. Muchas veces no teníamos sexo porque más disfrutabamos de la compañía del otro y eso le bastaba a él y a mí. Dormíamos en el cuarto donde se quedaba en Lima y no pasaba nada muchas veces, solo disfrutabamos pasar tiempo juntos.

Tengo muchas experiencias buenas con él que les iré contando.

Gracias por leerme.

Besos y abrazos.

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