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Mis amigos me dan una deliciosa sorpresa

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Eduardo y Luis suelen visitarme los sábados y los domingos para compartir y tener sexo, ambos son de rol activo igual que yo; actualmente los tres estamos solteros. Luis es de piel blanca bronceada, alto, delgado, y Eduardo es bajo de estatura, de piel blanca muy clara, con un cuerpo trabajado, y yo soy de piel morena, alto y delgado.

La semana pasada llegaron más excitados que nunca, y me dijeron que me tenían una sorpresa. Llegada la tarde, decidimos encerrarnos en mi cuarto, ver películas y luego tomarnos unos tragos; pero, antes de hacer todo eso, nos quitamos la ropa y comenzamos a darle placer a nuestros cuerpos.

Para mi sorpresa, mis amigos no se habían afeitado sus partes íntimas, y tampoco se bañaron, saben que me encantan los hombres con olor fuerte y que nunca se afeitan (amo a mis amigos). Los tres nos sentamos en mi cama, yo en el centro, Luis a mi izquierda y Eduardo a mi derecha, comenzamos dándonos un beso triple con lengua, después de eso yo me llené de saliva el dedo índice de cada mano, mis amigos se levantaron un poco y les introduje a cada uno un dedo en su ano, mientras nos besábamos, ellos hacían movimientos de cadera para estimularse y al mismo tiempo masturbaban sus penes velludos que tenían un olor fuerte el cual me tenía increíblemente excitado.

Después de unos minutos de realizar los mismos movimientos, Luis suelta un gemido, estira sus piernas y dobla los dedos de sus pies, tuvo su orgasmo, su precioso pene delgado y con el glande rosado, comenzó a disparar semen muy líquido, unos 6 o 7 disparos de placer, y al terminar saqué mi dedo de su ano y él comenzó a darme sexo oral sin parar, mientras que Eduardo aún seguía moviéndose encima de mi dedo, al poco rato Eduardo se vino, él es mucho menos expresivo en el sexo, sin embargo, tenía su boca abierta mientras su semen brotaba, un semen espeso que bajaba poco a poco por el tronco de su pene, que por cierto es grueso y mide unos 22 centímetros (menos mal no soy pasivo), cuando lo ví eyacular, mi nivel de excitación se incrementó y no pude evitar venirme en la boca de Luis, fue una eyaculación intensa, y mi amigo no desperdició ni una gota de mi semen, se la tragó a pesar de ser activo.

Cuando todos ya habíamos eyaculado, nos dimos un abrazo, comenzamos a hablar tonterías por unos minutos; después de eso nos levantamos de la cama para limpiar todo y luego irnos a bañar los tres al mismo tiempo.

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