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Nos descubren en vía pública

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Era un sábado común. Recuerdo que ese día desperté muy tarde porque tenía que recargar energías para la noche ya que ese día cumplía años mi mejor amiga y a pesar de que sus padres le habían dado permiso de hacer la fiesta en su casa no había problema en invitar gente de otras escuelas.

Yo solo quería ir a divertirme, hice mi rutina de los sábados y luego me volví a dormir. Desperté alrededor de las 7 pm y ya tocaba alistarme. No sabía si ir en falda o pantalón así que en el grupo de Whatsapp de mis amigas nos pusimos de acuerdo en ir de mini ya que mi amiga había invitado a chicos de otras universidades y desde ahí sabía que la fiesta se iba a poner buenísima. Una amiga llegó a mi casa para irnos juntas y mientras escogíamos nuestros atuendos decidimos ver qué ropa íntima llevar. Mi amiga que es un poco fácil decidió llevarme un hilo color negro ya que sabía que entre las copas y los chicos podrían pasar algo. Yo decidí ponerme una tanga color azul radiante (una de mis favoritas por cierto) haciendo juego. Encima me puse un vestido ajustado y unos tacones medios. Las dos lucíamos demasiado hermosas ¡je!

Mi papá se encargó de llevarnos y en el camino nos pidió que le llamáramos cuando ya fuera por nosotras. Él es muy cuidadoso conmigo por eso no suele darme permiso para quedarme en sus casas en fin... al llegar a la fiesta saludé a sus papás que estaban en la entrada, entramos y vimos a muchos compañeros y amigos ahí adentro, saludamos a nuestra best y comenzamos con la primera ronda de shots.

La noche estaba bien entretenida. Había chavos súper guapísimos, pero no había suerte aún. Mi amiga que ya estaba media ebria ya había agarrado a uno y estaban bailando en eso me hizo señas y me acerqué a ella, me preguntó qué si no había nadie de mis gustos por lo que le dije que aún nada, que ya lo que cayera fuera bueno me reí. Me aleje un rato de la pista para ir a fumarme un cigarro en eso llega un tipo como de 28 años, ya lo conocía de vista en fiestas y aunque no estaba nada mal no era como mi tipo para esa noche, llegó a saludarme y me pidió un cigarro el cuál le di uno por cortesía, comenzamos hablar para luego despedirse no sin antes presénteme a su amigo Sebas un tipo alto cabello largo y bien presentable. Me quede con el hablando de temas equis, me pidió ir a bailar y acepté ir con él, mis amigas y yo fuimos el boom en la pista, bailamos twerking y todos nos vieron tal cual como si fuéramos las últimas cervezas de la fiesta.

Cada una de mis amigas ya tenían parejas en esa fiesta a excepción de mi amiga ya que estando en casa no podría hacer el desmadre el cual estaba acostumbrada. Yo me quede con Sebas y aunque ya estaba media ebria decidí pasar parte de la noche con él. Bailamos y mientras lo hacíamos le restregaba mi culo en su paquete (bueno a qué hombre no le gusta) decidimos descansar un poco y me pidió si fuéramos a dar una vuelta en su coche el cual acepté. Nos metimos en una de las calles menos transitadas del fraccionamiento y comenzamos a besarnos, el típico faje intenso para luego bajarle el cierre e ir succionando su miembro poco a poco. El reclinó su asiento para disfrutar y mientas yo seguía en lo mío pude observar unas luces azules con destellos intensos... era la policía.

¡MALDITA SEA! ¡LA POLICÍA! Dije.

Sebas a cómo pudo logró ponerse firme y abrocharse el cinturón pero era demasiado tarde ya que a lo lejos ya nos habían visto. Tocaron el vidrio y tuvimos que bajarlos, nos dieron las buenas noches para posteriormente pedirle a Sebas su identificación, él se los enseñó y luego de una verificación le comentó que iríamos detenidos por faltas administrativa por lo que estábamos haciendo encima teníamos un poco de aliento alcohólico y eso hizo crecer más el problema. Bajó el otro oficial de la patrulla, nos pidió bajarnos para una inspección y aunque no debíamos salir del auto tuvimos que hacerlo ya que ni con una buena lana quisieron dejarnos ir. Revisaron el auto y aunque todo estaba en orden esposaron a Sebas y me dijeron que no había forma de quitárselas ya que aparte de haber intentado sobornarlos tenía aliento a alcohol y sumado a eso la falta administrativa en que nos habían encontrado mínimo el coche quedaría en el retén unos días. Yo estaba demasiado asustada porque si mis papás sabrían esto adiós a todo y peor aún la universidad lo sabría y eso sería el fin para mi.

Metieron a Sebas en la parte trasera de la patrulla y aunque estábamos en una calle donde hay casas apenas construidas estaba completamente sola eso me puso aún más nerviosa. Le pedí a un oficial si había algo que yo pudiera hacer para evitar eso, el solo se rio, le dije que solo contaba con $1500 pesos y una caja de cigarros, el otro oficial solo me quedo viendo de pies a cabeza y luego le dijo a su compañero que iban hablar en privado. Me quede de brazos cruzados pero algo invadió mi cabeza y si iban a pedir algo ya sabía que era, entre lo ebria y el miedo sentí una sensación algo indescriptible. Uno de ellos se acercó y me dijo: “Mire señorita si hay algo que puede hacer, dejaremos a su amigo libre, pero usted tiene que cooperar con nosotros también, nos meteremos los tres en la parte trasera del coche de su amigo y ahí usted decidirá si su amigo quiere salir”.

Yo puse cara de asombrada, no sabía qué hacer, solo veía a Sebas y me dio tristeza verlo ahí, solo le pedí un minuto para pensarlo y dijeron que estaba bien. Si enviaba un Whatsapp a algunos de mis amigos sabían que irían por mi, pero corría el riesgo de que el chisme o rumor lo esparcieran en la uni, estaba sola así que no había de otra. Del otro lado de la calle estaban ellos uno medio gordo típico policía promedio y el otro moreno medio chacalon solo les hice la seña con la cabeza que si.

Apagaron las luces de la patrulla, el gordo entró primero y yo quedé en medio y el otro cerró con fuerza la puerta, ya sabía que esto no iba bien. Solo recuerdo que el gordo con más iniciativa me dijo: “Y bueno ya estás aquí termina lo que estabas haciendo con tu amigo...” desabrochó su pantalón y dejó ver un pene algo pequeño pero mientras lo tocaba iba creciendo poco a poco. El otro hizo lo mismo pero solo rozaba su pene con mis piernas descubiertas. Yo solo quería terminar rápido, el gordo tomó de mi cabeza con señal que me lo metiera en la boca y así lo hice. Mientras subía y bajaba el que estaba detrás de mi alzaba mi vestido y ahora rozaba con su pene mi culo, estiraba mi tanga y tocaba mis partes. Los dos comenzaron a alzarme el vestido y quede en tanga y top. Mientras esto pasaba veía que en el miembro del gordo salía un poco de líquido y cuánto antes comenzó a succionarlo rápido para terminar pero por más que lo intentaba no podía. Al otro solo lo masturbaba con mi mano pero tampoco sin éxito. Ahí estaba con mi cara angelical metiéndome el miembro de un gordo policía algo que nunca me había atrevido hacer ni en un millón de años. El otro pidió bajar del coche ya que no había mucho espacio, salimos a cómo pudimos y seguí haciendo lo de adentro, chupar y masturbar pero ahora en turnos. El gordo pidió que me lo metiera hasta el fondo y tuve que hacerlo para luego sentir cómo terminaba dentro de mi y mientras sentía eso el otro oficial termino en parte de mi espalda y el suelo. Yo solo tosí un poco y me puse de pie para ponerme de nuevo el vestido. Ya había hecho lo que querían y les pedí que bajaran a mi amigo.

Ahí iba el otro oficial a bajarlo de la patrulla cuando el oficial gordo me pidió la tanga y tuve que dársela ya sabía que si lo hacía enojar me iba a pedir más. Me limpié como pude y mientras lo hacía veía como Sebas se acercaba a mi. Los policías nos dieron las buenas noches una vez más y nos pidieron no volver hacerlo porque ya sabía lo que volvería a pasar. Subimos al coche y le pedí que me llevara de nuevo a la fiesta. En el camino le iba diciendo que no dijera nada sobre esto y nuestra excusa fue que habíamos ido a cenar aunque la cena había sido yo. Llegando a la fiesta nos quedamos un rato, él terminó yéndose y yo pidiéndole a mi papá que ya fuera por mi. Fue algo desagradable, pero necesario para evitar el castigo.

(9,20)