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Nueva experiencia de intercambio
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Desde el sillón donde estamos podemos ver esa pareja que llama nuestra atención y que está sentada en el sillón de enfrente, besándose en forma apasionada. Él la abraza y ella se deja acariciar, con una expresión de gozo y deseo. Las manos de él la recorren toda, la acarician, la hacen vibrar poniendola muy exitada. Entonces él voltea hacia nosotros, que también nos besamos con intensidad y deseo, y hace que ella gire su cara hacia nosotros. Con la pura mirada nos regalamos expresiones de deseo y sensualidad. Él la toca, nos muestra sus senos a través de su blusa abierta y los toca jugando con sus erectos pezones que ocasionalmente rozan con los bordes de su blusa, pero se adivinan tiesos. Las miradas dejan ver complicidad y pasión.

Él se la lleva a uno de los cuartos que están al lado de la estancia principal en esta amplia casa y los seguimos para ver qué más pasa. Entran en la habitación y rápidamente le retira la ropa, excepto por la blusa y la pone de espaldas contra la pared, le sube los brazos por encima de la cabeza de ella, sujeta sus muñecas con una de sus manos y eso hace que la blusa se abra más y nos dé una vista interesante de su cuerpo bien formado. El sostén ya está por atrás del cuello de ella, abierta de piernas, y con la mano libre de él le toca los senos su abdomen y se adentra en su falda para tocar su vagina, mientras la besa en la boca, en su cuello, en su pecho, en las mejillas, detras de sus orejas. Ella se retuerce con las caricias de él.

Nosotros los vemos desde el marco de la puerta, que está entreabierta, él está al tanto de nuestras caricias y busca darnos el mejor espectáculo exitando a ella. Yo abro tu blusa, dejandole ver tus senos ricos, llenos y los toco para mostrarle tus pezones erectos de la exitación.

Lo vemos seguir tocando a ella y ahora ya la masturba directamente y podemos ver cómo la penetra con sus dedos. Ella reacciona inmediatamente, mojando la mano que la hace sentir placer. Sabe que la estamos viendo, que está vulnerable a la merced de las caricias de su pareja y le genera mucho morbo, exitación y deseo. Así la tiene por varios minutos y vemos como ella se corre nuevamente en su mano, mojándolo con sus jugos.

Mientras, tú tomas mi pene y me masturbas, poniendo mi pene muy erecto. Entonces decides agacharte frente a mi para chupar mi pene, sin dejar de ver el exitante espectáculo que nos brindan al interior del cuarto. Él te vé mamar mi pene y hace que ella gire su cabeza para que nos vea también, mientras le dice algo a ella que sólo alcanza a asentir, mientras sigue siendo cogida por la mano de su pareja.

Él nos hace una seña para indicarnos que nos acerquemos a ellos. Te incorporas, cruzamos el umbral de la puerta y quedamos al lado de ellos. Sin dejar de sujetar las manos de ella, te acercas y le acaricias su pene erecto, y él acerca su cara a tu cuello para besarte y llegar a tu boca. Mientras, yo me acerco a ella y le acaricio la cara, sus mejillas, y al pasar mis dedos cerca de su boca, ella la abre y se mete dos de mis dedos succionandolos con intensidad, cerrando sus ojos con pasión y deseo.

Ahora nuestro eventual amigo, deja la vagina de ella y te abraza pegando tu cuerpo al suyo, que rodeas con tus brazos y le restriegas tus senos para que sienta tu exitación, fundiendose en un abrazo pasional y exitante. Entonces suelta las manos de ella y se concentra en tí, recorriendo con sus manos, tu cuerpo, apretando tus senos, jugando con tus pezones, bajando una mano a tu cadera, acariciando tus nalgas, llegando a perder los dedos de su mano entre la linea que separa tu rico trasero, hasta llegar a la entrada de tu culito y tocarte intensamente.

Ella y yo nos besamos y abrazamos, mientras observamos cómo se cachondean ustedes. Tú no dejas de masturbar su duro sexo y ocasionalmente llevas una de tus manos a tu boca para ensalibarla y seguir acariciando su rígido pene. Ella se inclina hacia mi y decide meterse mi pene en su boca, dejando su cadera al alcance de la mano de ustedes. Él no tarda en girar su cuerpo y ensartar su pene en la vagina de ella, con fuerza y profundamente. Los observas y la acaricias, sin dejar de rozar con tu mano los testículos de él. Algo te dice y asientes, entonces te volteas hacia mi y me besas con intensidad, diciendome que quieres que te coja junto a ella. Te volteas para darme la espalda, inclinas tu cuerpo hacia delante y me entregas tu rico trasero para que lo penetre con mi pene enhiesto. Lo tomo con mi mano, lo mojo en tu humeda entrada que muestra tu alto grado de exitación, para luego penetrarte de golpe hasta el fondo. Tú te detienes de la pared de la misma forma que ella ahora lo hace. Quedan prácticamente juntas y se empiezan a acariciar y besar entre ustedes.

Él y yo quedamos juntos y entonces exitende una mano sobre tu cadera, volviendo a llegar a tu culito expuesto, que ya está lo suficientemente mojado por tu exitación y comienza a acaricarlo con sus dedos. Por toda respuesta, le levantas más la cadera y le dejas claro que disfrutas de esas caricias eventuales. Nuestro amigo decide ir más allá y comienza a hacer presión en tu culito, hasta que logra meter una falange de uno de sus dedos y tu se lo aprietas rico, mientras tus jugos salen dejando sentir una corrida más de tu parte y él comienza a meter y sacar su dedo, yendo más profundo en tí. Ahora tu empujas tu cadera para sentir con mayor intensidad la invasión de tus dos entradas, lo que él aprovecha para acercar un segundo dedo y penetrarte de esa forma. Yo puedo ver como su verga sale completamente mojada de los líqudos de ella, quien se retuerce de lo exitado del momento.

Entonces él incorpora el torso de ella, y yo hago lo mismo contigo, quedando ustedes dos de frente y se acercan a besarse y acariciarse intensamente, mientras siguen teniendo nuestros penes dentro de ustedes. Una de tus manos baja a su sexo y la tocas, sintiendo el grosor del pene de él y la forma que la penetra en cada empujón, hasta llegar a sus testículos y acariciarlos con la punta de tus dedos. Sin decir palabra alguna, se separan ustedes de nosotros y, girando sus cuerpos ahora ella se acerca a mi y tu a él. Nos besamos cada nueva pareja y él te gira para que quedes de espaldas a él, pone una mano en tus hombros y te empuja levemente para que te inclines hacia mi.

Entonces toma su pene erecto y te lo comienza a pasar a lo largo, desde tu culito hasta tu clítoris, haciendo que te mojes mucho nuevamente. Te detienes de una credenza que hay en la habitación y te preparas para ser penetrada por él, levantando tu trasero. Nuestro nuevo amigo no tarda en colocar la punta de su pene en la entrada de tu mojada vagina y empuja con fuerza hasta penetrarte profundamente. Tu gimes de exitación y se sostienes para sentir esta nueva invasión a tu cuerpo. Tus senos cuelgan hacia el piso y ella los sujeta con sus manos a la vez que te besa la espalda y el cuello. Voltea a ver a su pareja y le dice: "cogetela rico". Él te sujeta con ambas manos de la cadera y comienza a penetrarte con fuerza, sacando su pene casi en su totalidad y volviendo a meterlo por completo, golpeando con su abdomen en tus ricos gluteos. El sonido del golpeteo se mezla con el generado por lo mojado de tu sexo. Va tomando más rítmo e intensidad y eso te arranca gemidos de gran exitación, así como te genera una nueva corrida, mojando sus testículos y muslos, rápidamente, pero pidiendo más de esa rica forma de cogerte.

Ella se abraza a mi y me dice que le encanta verlo coger a otras mujeres, y que tú eres muy intensa, entregada y pasional, lo que a él le exita mucho. Ella pega su cuerpo al mío, nos besamos mientras nos acariciamos y observamos la intensa cogida que te está dando este amigo. Tu exitación va en aumento y sé que tu siguiente orgasmo será intenso y muy rico. Ella no pierde detalle de lo que se está dando, sin dejar de masturbar mi pene, darnos besos ocasionales y tocarla a ella, sintiendo su exitación y humedad.

Algunos empujones más y él te pregunta si quieres que se venga afuera y le alcanzas a decir entre gemidos, que no, que lo haga dentro de ti. Entonces, se sujeta con mayor cuidado de tu cadera y después de tres penetraciones más, eyacula intensamente en tu interior, mientras tu vuelves a experimentar el más intenso orgasmo en lo que va de la noche. Tus piernas tiemblan, sigues ensartada en su duro pene que sigue bombeando en tí su semen y mantienes el equilibrio mientras tratas de incorporarte, sujetándote del mobiliario.

Ahora es el turno de ella…

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