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Nuevo gusto (4)

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Así comenzó la noche, me levanté y me dirigí a la ducha a tomar un baño, el me siguió al poco tiempo y sin mediar palabra comenzó a besar mi boca muy intensamente, su lengua entraba deliciosamente en mi boca muy profundo mientras sus manos toscas se ocupaban de mis nalgas. Mi instinto femenino salió de nuevo y lo abracé del cuello levantándome sobre las puntas de mis pies ya que él es muy alto. Él abría y cerraba los cachetes de mis nalgas una y otra vez mientras nuestras bocas se fundían con el calor de nuestra saliva.

"Voltéate" me ordenó ¡Adoro cuando me dicen eso! Así lo hice en mi cuerpo reaccionó por instinto levantando lo más que pudo mis nalgas, indicándole a ese poderoso macho que estaba lista, te podría hacer lo que quisiera conmigo. Me colocó frente a la pared con mis manos abiertas mientras me decía con vos deliciosamente caliente "qué putito eres..." Uff! Eso terminó de ponerme a mil! Tania quería salir en ese momento y decirle sí papito rico soy tu puta has todo lo que quieras conmigo, fui hecha para complacerte!"

"Primero voy a dejarte bien limpiecito" me dijo mientras enjabonaba su mano derecha con abundante espuma, acto seguido su mano izquierda se apoderó de mi pezón izquierdo acariciándolo suavemente mientras un poderoso dedo entrada en mi ano, suavemente pero con firmeza, de mi boca escapó irremediablemente un gemido muy profundo, como si fuese la primera vez que un macho disponía de mí...

"¡Qué rico culo tienes cabrón!" Me decía mientras introducía un segundo dedo y después un tercero y cuarto (siempre me ha gustado mucho como mi ano es capaz de abrirse tanto y después regresar a su forma original) "te entra bien rico mi mano" y por dentro de mi Tania gritaba ¡Ya papacito, métemela fuerte! ¡Rompe ese culo que es tuyo y hazme tu puta! ¡Tú zorrita!

Metía sus dedos una y otra vez hasta el fondo, cuatro enormes dedos que me daban placer indecible mientras yo gemía muy fuerte... Pero aún no era tiempo. Terminamos el baño y salimos, me secó con la toalla de pies cabeza, haciendo una pausa en mis pies, (en el fondo sabía yo que le habían gustado mucho)

Después sacó unas cervezas que había llevado en su mochila y destapó una. "¿Tienes sed? Me preguntó con cara de lujuria... "Yo si, y mucha" me dijo mientras me indicaba que me inclinara en un sillón de la habitación, no sabía lo que planeaba pero obedecí inmediatamente. Me tenía de perrito alzando mi culo mucho, al punto en que me dolía la espalda de tan arqueada que la tenía. "Abre tus piernas" me dijo... Obedecí.

Sentí como abría mi culo con sus manos al tiempo que introducía el cuello de la botella en mi ano, estaba tan caliente que grité con fuerza "¡mételo todo!" Entonces comenzó a vaciar la cerveza dentro de mi, el frío líquido comenzó a entrar en mi recto (quien lo haya hecho alguna vez sabe que la sensación es deliciosa, se adormece la carne interna) yo gemía como perra en celo moviendo mis nalgas de un lado a otro sin parar.

Cuando la sacó yo había "bebido" más de media botella, inmediatamente puso su boca en mi culo y comenzó a beber de él todo el líquido que salía haciendo gemidos deliciosos mostrando su satisfacción por saciar su sed directamente de mi culo.

Continuará...

Gracias queridos por leerme, cómo siempre les dejo mi correo para recibir sus mensajes que me mantienen calientita [email protected].

¡Besos!

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