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Ofreciéndome al jefe de mi esposo (parte 2)

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Nos acomodamos cada una al lado del macho vergon que teníamos en la cama y él nos tomó del cabello jalándonos la cabeza hacia atrás antes de que pudiéramos empezar a mamarle y diciéndoles a los demás nos jaló aún más:

"Aquí está la mujer de nuestro compañero de trabajo y su madre dispuestas a dejarse coger frente a Uds. Mientras las ven…"

Los invitados empezaron a decir obscenidades y nos alentaron para que lo hiciéramos.

Alcance a escuchar a una de las mujeres decir:

-esa Mariela es una puta, ya habíamos escuchando que es una caliente, pero no imaginábamos que tuviera sexo con su madre también!

Mis ojos se abrieron como platos, volteando rápidamente a ver a mi madre y mi macho le pregunté con la mirada a mi señor qué diablos significaba eso?

El jefe de mi marido nos dijo a ambas mientras se paraba de la cama.

"Son muy calientes no?, Vamos a ver qué tanto…"

Nos dejó desnudas y calientes en la cama mientras él se ponía una bata.

Mi mamá y yo nos vimos entre desconcertadas y excitadas.

Los demás empezaron a animarnos y decidimos tener nuestro primer encuentro sexual entre las dos enfrente de los compañeros de mi esposo…

Lentamente me fui acostando en la cama ofreciéndome a mi madre por primera vez en mi vida en un torbellino de lujuria y nervios.

Abrí mis piernas mientras mi madre se fue acercando a mi admirando mi cuerpo descaradamente, nos habíamos visto antes desnudas y habíamos tenido sexo con otros frente a frente, pero era la primera vez que lo haríamos con la otra.

Y frente a un grupo de amigos y compañeros del trabajo de mi esposo!

La verdad es que siempre admire su cuerpo, se mantenía en muy buena forma y sus piernotas eran las marca de la casa así como su velluda raja igual que la mía.

Lentamente se acercó a mí poniéndose encima de mí y acercó su cara a la mía.

-¿Estás nerviosa? Me preguntó casi besándome mientras su cuerpo desnudo empezaba a frotarse contra el mío.

-nerviosa sí, mucho, pero también estoy muy caliente mami!

Sentí sus labios tocar los míos por primera vez y abrí mi boca ansiosa recibiendo su lengua caliente mientras nuestras manos empezaron a acariciar el cuerpo de la otra.

Nos besamos dándonos la lengua como si no hubiera mañana, y empezamos a tocarnos…

Empecé a recorrer su cuerpo caliente con mis manos mientras empezamos a gemir ambas.

Seguro ella estaba caliente como yo también y cediendo a la situación, me acomodé boca arriba abriendo mis piernas…

Ella empezó a besarme el cuello mientras sus hábiles manos recorrían mis senos apretando los pezones.

Mi madre empezó a descender besándome el cuerpo y al llegar a los senos, alzó la vista un momento y me dijo casi gimiendo:

"He deseado este momento contigo desde que eras adolescente y te convertiste en mujer …"

Mis ojos se abrieron redondos ante semejante revelación! La verdad, yo también tenía mucha curiosidad por hacerlo con ella habiendo admirado su cachondo cuerpo muchas veces.

Mi rostro se transformó en una señal de complicidad con ella y los demás presentes en esa habitación empezaron a desaparecer poco a poco para nosotras, concentrándonos en las sensaciones de la otra…

La boca de mi mamá llegó hasta un pezón y al tocarlo con su lengua una descarga de adrenalina recorrió mi cuerpo y arquee mi espalda gimiendo al recibir sus caricias bucales.

Empezó a mamar ávidamente mientras con la otra mano acariciaba mi otro seno.

Yo empecé a gemir sin control al sentir como mi velluda vagina empezaba a mojarse en exceso caliente ya cruzando el punto del no retorno.

Ahhhh sigue, sigue, no pares! Le decía entre murmullos de los presentes y súbitamente, mi madre dejo de mamarme enderezándose un momento cosa que aproveche de manera inmediata para lanzarme hacia sus senos.

Y empecé a mamarle sus tetas con lujuria mientras alcancé a ver a mi marido pararse entre los demás viendo el espectáculo.

Sí hija, mámalos como lo hiciste desde que eras una bebé: con intensidad!

Era verdad, de bebé, mi madre solía contarme cómo lo hacía como si no hubiera mañana y ahora lo volvía a hacer, pero está vez, era por motivos puramente sexuales.

Nuestras manos recorrían el cuerpo de la otra con lujuria y cuando mis manos llegaron a su raja velluda y metí dos dedos en ella, mi mamá empezó a temblar justo igual a como lo hacía yo cuando me hacían lo mismo.

Pasó por mi mente una serie de imágenes como una tira de película de los momentos que había vivido ya con otras mujeres…

Pero esto era demasiado excitante.

Si me hubieran dicho por la mañana que ese mismo día estaría desnuda teniendo sexo desenfrenado con mi madre enfrente de un grupo de amigos de mi marido no lo hubiera creído…

Y sin embargo, aquí estábamos, teniendo nuestro primer encuentro que sabía no sería el último frente a un grupo que no dejaba de emitir comentarios sexosos hacia nosotras.

Volviendo a besarnos con lujuria, nos abrazamos de nuevo frotando nuestras vaginas con lujuria y ambas entendimos que nos pedía nuestro cuerpo:

Me volví a acostar boca arriba mientras mi madre se acomodaba sobre mi invirtiendose para poner su velluda raja sobre mi cara…

La imagen, según me contó mi esposo después, era como ver una mujer caliente teniendo sexo con ella misma en un espejo.

Nuestros cuerpos eran muy parecidos, solo con la diferencia de que los senos de mi madre eran más grandes, lo demás era casi una copia:

Ambas teníamos el corte de cabello muy similar, éramos del mismo color de piel y teníamos las piernas igual exactamente, nalgonas ambas, podía decirse que yo era una copia de mi madre.

Y ambas éramos igual de putas, lo caliente lo saqué de ella y lo atrevida de mi padre.

Alce mi raja para encontrar su boca y ávidamente saqué mi lengua al sentir su vagina velluda frotarse en mi cara.

Ambas pusimos nuestras manos en las nalgas de la otra al mismo tiempo y empezamos a mamarnos con lujuria para deleite de la gente ahí reunida.

La raja de mi madre olía igual que la mía cuando estoy caliente, en ese momento, hubiera dado lo que sea por estar frente a mis compañeros de trabajo y amigos para que me vieran darle sexo oral a mi madre.

Nuestras rajas destilaban lujuria y entre gemidos de ambas entendí porqué mi madre me cuidaba tanto desde pequeña diciéndome que llegado el momento debía entregarme sin límites al sexo.

Varias mujeres habían disfrutado ya de mi cuerpo y pensaba dejar a muchas más hacerlo, pero esto era diferente, quería seguir haciéndolo con ella y una idea caliente cruzó mi mente en ese momento:

Me ofrecería a ella frente a nuestra familia!

Seguro todos en la familia sabían ya de mi aceptación abiertamente de ser una hotwife dispuesta a acostarse con otros además de mi marido en mi condición de swingers, pero no sé imaginarán a nosotras teniendo sexo frente a ellos.

Ya me las arreglaría para tener un encuentro sexual con ella frente a la familia.

Las manos de mi madre recorrían mis nalgas con vehemencia mientras me mamaba el clítoris y me arrancó un gemido desde el fondo de mi alma al penetrar mi ano con su dedo anular mientras recibía mi primer orgasmo en su boca!

Todo a nuestro alrededor de desvaneció dejándonos disfrutar de nuestra sexualidad sin límites, sentí la necesidad de mamar su ano y metí mi lengua en él arrancándole gemidos de placer a mi madre.

Ambas llevábamos ya varios orgasmos disfrutándolos como nunca lo imaginamos y supe entonces que a partir de ahí seríamos cómplices el resto de nuestras vidas estando a disposición de la otra cada vez que lo deseáramos…

Satisfechas momentáneamente, volteamos a ver al jefe de mi esposo esperándolo unírsenos de nuevo para ser penetradas por él a la vista de todos los compañeros de trabajo de mi esposo…

La cara de mi marido era de satisfacción a la vez que de algo de pena, sus compañeros de trabajo ya no nos volverían a ver cómo la pareja tranquila que éramos para la mayoría de ellos…

Los comentarios de algunos de ellos sobre lo que acabamos de hacer mi madre y yo eran muy explícitos y subidos de tono por lo que decidí ponerme de pie y seguida por mi madre.

Nos pusimos las zapatillas de nuevo para estilizar nuestra figura y abrazadas les comenté a los presentes:

Pues sí, lo que acaban de ver no debe dejarles duda de quienes somos mi marido y yo en la intimidad: una pareja swinger con tendencia hacia el ambiente cuckold, y seguro ninguno de ustedes se imaginaba la clase de hembra caliente que soy yo, lo acaban de ver junto a mi madre, bien dicen que "de tal palo, tal astilla".

Dije sonriéndoles cachondamente mientras mi madre y yo empezamos a bailarles como unas verdaderas hembras calientes ofreciéndose a sus machos…

Acercándonos a ellos, dejamos que nos manosearan a placer y me di cuenta que la mirada de las mujeres se dirigía curiosa hacia mi marido que estaba entre excitado y pensativo por sabernos expuestos ante todos ellos…

Decidiéndose a seguirme el juego, mi marido se adelantó al grupo y tomándolos de la mano a mi madre y a mi les dijo:

Hoy no tenemos secretos ya para ustedes, mi esposa y su madre son hembras muy calientes y putas y así las he aceptado desde siempre, estoy orgulloso de ellas y hoy hemos venido con el objetivo de ofrecerlas a mi estimado jefe, dijo viéndolo con respeto.

Aquí están, primero quisiera verlas coger contigo y si alguien más quiere penetrarlas sólo dígame y lo harán con gusto, sí alguien quiere verlas otro día a solas, solo pídanselo y ellas accederán con gusto.

Entre exclamaciones obscenas y silbidos, mi esposo nos dejó de nuevo al centro de la habitación desnudas como estábamos para deleite de todos y mi madre y yo decidimos empezar el evento acercándonos a el jefe de mi marido y quitándole su bata lo tomamos de su verga erecta delicadamente para llevarlo de la mano a la cama…

Continuará.

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