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Perdí mi virginidad a los 18 años con un hombre de 40

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Mi nombre es Luciana, soy hija menor, única mujer. Tengo dos hermanos varones que me llevan 10 y 12 años. Nací y crecí en una ciudad muy chica del interior de la provincia. Mi vida era tranquila pero bastante aburrida. Desde los 6 hasta los 14 años fui a danzas clásicas. Tengo un cuerpo bien formado, lindas piernas y cola, pechos chicos pero bien firmes y dicen que soy bonita de cara y que parezco aún más chica. En el año 2020 terminé el secundario, tenía 17 años y hasta entonces no tuve novio ni había salido con nadie.

El año pasado, apenas cumplidos los 18, ingresé en la universidad y tuve que ir a vivir sola en un departamento mono ambiente que alquilaron mis padres en la capital de la provincia. Era la primera vez que estaba lejos de mi casa, extrañaba bastante y algunos fines de semana viajaba la ver a mis padres.

Después de un tiempo me hice amiga de Nancy, una chica que vive en el mismo edificio. Ella tenía 35 años, estaba separada, era profesora de educación física, trabajaba en una escuela primaria y en un gym. Solíamos salir a caminar o nos juntábamos a charlar en su departamento.

En agosto, un día viernes, era cumpleaños de mi amiga, hizo una pequeña reunión y me invito. Cuando fui estaban cuatro amigas y dos amigos que también eran profesores de educación física y compañeros del gym. Todas tenían entre 35 y 40 años y ellos también, yo era la única mas chica. Charlaban bastante, por momentos, cuando hablaban de sexo, yo me ruborizaba, agachaba la cabeza y no decía nada.

Gustavo, uno de sus amigos, era bastante atractivo, alto, con muy buen físico, las chicas le daban charla y trataban de llamarle la atención pero el parecía ignorarlas. Por momentos sentía que me estaba mirando pero yo miraba hacia otro lado. Antes que nos fuéramos mi amiga propuso que formáramos un grupo de whatsapp, no podía negarme les di el número de mi celular y agendé el de todos.

El lunes de semana siguiente, recibí un llamado de Gustavo, me dijo que estaba en el bar frente a mi departamento y que me invitaba a tomar la merienda, pensé un momento y le dije que iría en 15 minutos. Me puse rápidamente una mini con una blusa y fui. Estuvimos charlando más de una hora, le conté de mí, me preguntó si tenía novio, le dije que no y que no lo había tenido, él sonrió y me dijo que le parecía raro porque yo era muy atractiva, que tenía lindo cuerpo y era muy sexi.

Él me contó que tenía 40 años, que estaba separado, que vivía en un departamento a cuatro cuadras del mío y me dio su dirección anotada en un papel. En la charla me dijo que yo le había gustado apenas me vio, que podíamos ser amigos, vernos y salir algunas veces. Le dije que sí, que me parecía bien. Cuando nos despedimos me dio un beso en la mejilla. Me pareció muy atractivo y agradable, y me sentí tranquila y cómoda con él.

El jueves por la noche volvió a llamarme y me invitó a comer una pizza y yo acepte. Me busco en su auto, dimos unas vueltas y luego fuimos a una pizzería. Estuvimos charlando casi dos horas, cuando me miraba me sentía nerviosa y un poco excitada, me preguntó si iría a mi casa ese fin de semana, le dije que no, entonces me propuso que salgamos el domingo por la tarde a dar unas vueltas en el auto y le dije que sí.

Cuando me llevaba de vuelta al departamento, como al descuido me puso la mano sobre mi pierna, yo temblé toda, obvio que se dio cuenta pero lo disimuló. Antes de bajarme me tocó el cabello y me besó en la mejilla. Esa noche estuve excitada y nerviosa, me daba cuenta que Gustavo me atraía y eso nunca me había pasado.

El domingo por la tarde paso a buscarme en el auto. Yo me había puesto una mini de jean y una blusa medio transparente. Él estaba con un jean ajustado y una remera que dejaba ver su cuerpo atlético, musculoso y muy bien formado. Me pareció muy atractivo y sexi pero no dije nada.

Fuimos a una zona del campo muy bonita y tranquila. Cuando nos bajamos, me tomó de la mano y caminamos hasta cerca de un río, el llevaba una manta y nos sentamos, me dijo que la mini me quedaba muy bien, que tenía unas piernas hermosas, que mi un cuerpo era muy lindo y sensual. Se acercó, me abrazó y puso su mano sobre mi pierna, temblé y sentí un calor por todo el cuerpo, el comenzó a acariciármela, luego me volteó hacia atrás, quedé estirada, el comenzó a acariciarme las dos piernas, me excité, tenía todo el cuerpo caliente, de repente se levantó y me dijo que nos fuéramos.

Apenas subimos al auto me acerco a él, me besó y puso la mano sobre mi pierna para acariciarla, yo apoyé mi cabeza en su pecho y regresamos así. Fue directamente a su departamento, me dijo que bajara y yo le hice. Apenas entramos me afirmó contra la pared, puso su pierna entre las mías, me abrió la blusa, me sacó el sostén y comenzó a acariciarme los pechos, yo estaba caliente y respiraba agitada, el me levantó como si fuera una pluma y me llevó al dormitorio.

Cuando me estiró en la cama se sacó el pantalón y la remera quedó solo con el bóxer, me acariciaba y besaba por todo el cuerpo, yo ardía, me sacó la blusa y se apoderó de mis pechos, me los acariciaba, besaba, apretaba, con sus dedos me frotaba los pezones y luego los besaba, tenía los pechos duros y los pezones levantados, estuvo un largo rato así y empezó a bajar besándome el ombligo yo gemía, lo abrazaba y besaba como podía. Se detuvo, y me dijo “ahora te voy a acariciar las piernas, ¿eso querés verdad?” casi en un susurro y mientras gemía le dije sii… siii… siii.

Comenzó lentamente a acariciarme y besarme las piernas desde abajo hacia arriba, yo cerré los ojos, me estremecía y gemía de placer, mientras lo hacía me sacó la tanga, me tocaba y besaba los muslos y el sexo, yo me desesperaba, me sacó la mini comenzó a besarme el sexo y me introdujo su lengua, me retorcía y gemía cada vez más fuerte y estaba mojada totalmente, el siguió haciéndolo mientras me tocaba los pechos, cuando dejó de hacerlo se sacó el bóxer, me abrió y flexionó un poco las piernas y comenzó a penetrarme, me dolía y se lo dije, me penetraba despacio mientras me besaba, hasta que lo hundió totalmente, yo lo abrazaba y lo besaba, comenzó a moverse primero lentamente y después mas rápido, paraba un instante y seguía, estuvo así mucho tiempo, lo sacaba y volvía a penetrarme, cada vez que lo hacía me salía un grito de dolor y de placer, me hizo estirar las piernas, comenzó a hacerlo más rápido y más fuerte, me cerró las piernas y sentí su semen caliente entrando en mi cuerpo mientras seguía acabando, cuando terminó quedamos abrazados y los dejo adentro mío un rato. Esa fue mi primera vez.

Descansamos un largo rato, nos acariciábamos, me dijo que deseaba que le acaricie y bese el cuerpo y yo lo hice, me gustaba hacerlo, se le puso duro nuevamente, con las piernas abiertas un poco estiradas, volvió a penetrarme, estuvo mucho más tiempo; como antes, paraba y seguía, yo lo abrazaba y gemía, me tuvo así hasta que acabo nuevamente.

Me quede abrazada a él por un largo tiempo, tenía ganas de llorar, me sentía relajada y feliz, había gozado cada momento de ese día, me preguntó si me había gustado estar con él le dije que si. Él me dijo que eso era solo el principio, que había muchas cosas más y que él me las enseñaría. Se hizo tarde, me di una ducha, me vestí y me fui caminando a mi departamento. Esa noche casi que no dormí pensando en todo lo que había pasado. Sin imaginármelo, había conocido a un hombre de 40 años, salí con él y en menos de 10 días perdí mi virginidad.

Después salimos durante seis meses, me hacía cosas, me ponía en poses, me penetraba de distintas formas, me hacía acabar hasta agotarme, pero eso lo contaré en los siguientes relatos.

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