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Pillé a un hetero pajeándose en el cyber

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Este es un relato 100% verídico. Me ocurrió hace unos años.

Iniciaré por presentarme, me llamo Alex, tengo 23 años. De tez morena, alto, delgado pero definido y proporcionado por los años que fui a gimnasio (desde los 17 hasta los 21 años), cabello castaño y rizado. Yo solía visitar un cyber administrado por un amigo de la universidad, solía llegar y jugar videojuegos con él en los momentos en que él no atendía clientes y no hacía algo de trabajo. En algunas ocasiones le pedía me dejara usar una de las computadoras del cyber para revisar redes sociales, jugar o sólo ver un poco de porno.

En mis tantas visitas al cyber, noté a un chico de unos 25 años o más. Muy rico, aunque un poco más bajo que yo (mido 1.75 m), tenía uno de esos cuerpos que son el resultado de buenas jornadas de gimnasio. El tipo es todo un adonis, un rostro guapo, cabello castaño, de tez blanca, con un cuerpo muy bien definido y proporcionado, tiene un culo de campeonato y ya que generalmente iba con uniforme de trabajo (al parecer trabaja en un farmacia), usaba pantalones ajustados que invitaban a más de uno a quedarle viendo el culo. Siempre notaba como las miradas de mujeres y hombres (hasta heteros) no podía evitar darle un vistazo completo. La primera vez que lo vi no pude evitar comérmelo con los ojos, el tipo me calentó desde ese primer encuentro.

En varias de mis visitas posteriores, el chico también llegaba, generalmente a hacer llamadas internacionales. Cierto día llegó en ropa de gimnasio. Un camisa a tirantes y un pantalocillo, ufff ¡qué espectáculo de virilidad era eso! Sus brazos muy gruesos y bien definidos, su barba de tres días, sus piernas que estaban completamente ajustadas al short que usaba y ese culo riquísimo. De sólo verle no pude evitar tener una erección, obviamente no se podía notar, yo estaba sentado en un sofa jugando mientras mi amigo lo atendía. El chico llevaba un accesorio innecesario: su novia. Ahí me enteré que era hetero. Bueno, no podía fantasear con que le fueran los chicos, porque si así fuera tampoco imaginaba pudiera pasar algo entre ambos, parece de esos chicos engreídos porque saben que están buenos y todos los desean, y yo no voy con esas personalidades.

Pasaron semanas y hasta meses después de esa primera vez lo vi, antes de que ocurriera lo que les relataré. Ya verlo en el cyber se volvía una tradición. Más o menos calculaba las horas y los días en que pasaría a hacer su habitual llamada (casi todos los jueves y sábados a las 6:30 pm). Llamaba a su familia, creo que su madre que, radicaba en España. Lo sé porque en una ocasión mi amigo tuvo que ir al baño y me pidió que atendiera durante ese tiempo y me toco atenderle. Los nervios y lo poco atinado que me veía al atenderlo no será objeto de este relato.

Así, un viernes por la tarde, estaba aburrido en casa. Decidí tomar mi bicicleta e irme donde Diego (mi amigo del cyber), llegué y no tardamos en pedir comida china y ponernos a ver una peli mientras los clientes se iban a la cabinas a usar las computadoras (las cabinas estabas juntas unas a otras, no era cubiertas, pero la divisiones impedían que pudieras ver la pantalla del cliente de al lado y la mitad del cuerpo sentado estaba dentro de la cabina). A eso de las 8:00 pm llegó la novia de Diego mi amigo y para no hacer estorbo, le pedí que me desbloqueara la computadora de al rincón. Me fui a mi cabina y a los minutos, el adonis apareció. Obviamente, desde que entró, yo subí la mirada para poder apreciarlo bien. El chico usaba un short azul holgado, una camiseta blanca con la cual se miraban sus hermosos brazos, usaba una gorra y tenis. Para mi sorpresa no pidió una llamada, sino una cabina. Mi amigo le dio la que quedaba en el extremo contrario a la mía (en línea recta). Entre él y yo habrían otras cinco personas usando computadoras, así se me hacía difícil poder verlo de vez en cuando.

Al pasar medía hora los clientes que estaban en las computadoras de en medio se fueron yendo, hasta que en esa fila sólo quedábamos él y yo. En una de las tantas miradas que lance para poder disfrutar de su vista lateral (a la mitad por que la mitad de su cuerpo estaba dentro de la cabina) me pareció notar un vaivén de subida y bajada de su brazo derecho. Eso me calentó de una, imaginar que tenía tremendo semental a unos pasos y caliente, me prendió. Mi amigo me llamó, me dijo que me hiciera cargo de la computadora administrador por unos minutos ya que iría a acompañar a su novia de tomar un taxi. Cuando me puse de pie, el chico que me traía loco, volteó a verme, pude notar como cerraba páginas antes que yo pasara por detrás de su cabina. Me senté en el escritorio del administrador y no pude soportar la tentación de ver lo que hacía ese chico en su computadora. Me metí al ControlCyber y me fui a ver que veía. Obviamente estaba viendo porno, hetero, reproducía un video de una chica que era cogida por un chico mientras otro los veía sentado desde un sofá. Era de esos videos de simulación, donde el novio pone a coger a la novia con otro tipo.

Descubrir lo que mi Adonis hacía me puso caliente y nervioso. No sé por qué tantos nervios, pero hasta temblaba y no sabía como reaccionar. Al volver mi amigo, me dijo que todavía faltaba una hora para que cerrara y me preguntó si jugábamos algo. Le dije que no, que tenía que revisar unas cosas de la U. y que me prestara de nuevo la PC que usaba antes. La misma dinámica, el chico me volteó a ver, noté que cerraba o minimizaba páginas antes de que yo pasara por atrás. Después de eso, cuando me senté en mi cubículo no hice más que ver de forma disimulada hasta el otro extremo, ver el vaivén de aquel brazo me excitaba y me ponía nervioso. Sabía que ese tipo tan rico tenía su verga empalmada y que él estaba caliente. Quería que fuera mi mano la que lo estuviera pajeando, o mi boca o mi culo (generalmente soy activo, pero ese chico me inspiraba a querer darle el culo).

Así pasé varios minutos, a momentos él se detenía y volteaba a ver a su alrededor "disimuladamente". Yo en esos momentos ponía la vista en mi monitor. Sabía que era hetero, no quería que se pusiera incómodo y se fuera, quería seguir disfrutando de aquello. Pero en uno de esas, mientras se pajeaba, seguro se percató de mi mirada, volteó sin aviso y se topó con mis ojos. Se detuvo de la paja, me miro como asustado, noté que tragó fuerte y miró a su monitor. Me puse helado. No supe que hacer, sólo volteé a ver mi monitor. Luego noté dos o tres miradas de su parte, como verificando si yo seguía viendo. Yo ya no lo hacía directamente. Al parecer pensó que yo no seguía viendo (aclaro que no soy evidente, puedo pasar por hetero y al menos que yo diga algo o muestre interés por alguien, nadie se daría cuenta de mis preferencias), así comencé a notar de nuevo a mi chico pajeándose.

Me decidí, yo quería tocar aquel cuerpo, mamar esa verga, o lo que fuera. Pero quería a ese macho. Decidí quedarlo viendo de nuevo de forma descarada hasta que él me viera, y cuando lo hiciera yo haría algún gesto o algo que le insinuara lo que quería. Y así pasó, a los pocos segundos el chico volvió a ver, de nuevo su expresión de impresión. Yo hice un gesto con mi lengua dentro de mi boca, simulando tener algo dentro de la boca que estaba chupando. El chico abrió los ojos como sorprendido y volteo a su monitor. Algo cambió en él, porque no pasó mucho cuando se la comenzó a jalar de nuevo (todo esto por encima de la ropa, recuerden que él andaba un short holgado). Yo decidí seguir viendo, aquello me tenía excitado. El tipo sabía que yo lo estaba viendo y eso no lo hizo incomodarse, más bien se había vuelto un descarado. Me volteó a ver de nuevo, pero ahora no dejó de sobarse la verga por encima del short. Eso hizo como tres veces. Finalmente, me vio y me dijo (a modo que yo pudiera leerle los labios): "¿me ayudas?"

Mi corazón se puso a mil. A esa hora no sabía que me superaba, o la excitación o los nervios. En eso, sólo me salió preguntar ¿cómo? Él respondió con mi mismo gesto insinuante, simulando una mamada con su lengua y su mejía. Me volví loco, temblaba. Ver aquel hombre caliente y pidiéndome que le ayudara me tenía excita. Le pregunté ¿aquí? Me dijo, no. Y con su cabeza hizo el gesto para que lo siguiera. Al momento se levantó pagó a mi amigo el tiempo estado y salió del cyber. Yo salí disparado, le dije a mi amigo que debía irme, el me gritó cuando iba por salir ¿y la bicicleta?, yo le respondí a gritos ¡déjala acá, mañana vuelvo por ella, voy rápido y necesito un taxi!

Al salir a la calle, ya eran las 9: 30 pm. Estaba oscuro, y miré al adonis en la esquina cercana. Me dirigí hacía él y él comenzó a caminar. Me extrañó, pero sólo lo seguí, entró por una calle que va directo a un predio baldío que queda detrás de un centro comercial. Le seguí y él entró en el predio. No había alumbrado público, sólo había luz de luna y varios árboles. El chico fue y se puso debajo de un gran árbol que queda entre el predio y el parqueo externo del centro comercial. Desde el centro comercial no nos verían, estaba oscuro y habría que caminar a través de mucho monte para llegar hasta donde estábamos. Cuando llegué hasta donde él, en esa mezcla de nervios y excitación, sólo me atreví a decirle ¿necesitas ayuda?

El tipo no dijo nada, se quitó la camisa y wow, ¡qué cuerpo! Tiene unos pectorales de riquísimos, es lampiño, tiene unos pezones rosado oscuro grandes y un abdomen marcado durísimo. De inmediato extendí mi manos para tocar, cuando lo hice con él las apartó y me dijo "no soy puto, pero necesito deslecharme". Yo no dije nada, no podía, estaba mucho. Se bajó rápido el short y el bóxer, eso fue rapidísimo. No podía creer lo que veía. ¡Esa verga era grande! No soy de tanto estereotipo, pero yo creía saber que los morenos o negros eran los mejores dotados, yo mismo lo había comprado algunas veces, pero este chico de tez clara tenía señora verga. No lo dudé, me puse cuclillas y me puse a oler sus huevos. No sé por qué me inspiro a eso, pero quería sentirlo en todo sentido. Olía rico, había una mezcla entre lavanda, imagino que por el olor del detergente de la ropa, ese olor a macho, orina y sudor. No lo pensé mucho. Se la comencé a mamar.

Aquel chico sólo se recostó al árbol, yo subí mis manos a su pecho, él quiso quitarla de nuevo, pero esta vez yo lo permitiría. Hice fuerza y aparté sus manos. Me metí aquella verga de unos 21 cm lo más que pude y puse mis manos en sus pectorales. Comencé a mamarla, a acariciarle el pecho, el abdomen, wow, eso si era hombre. No hubo parte que no le tocara. Todo mientras le mamaba la verga como loco y él sólo gemía y suspiraba y no decía nada. Era un ahhh ahhh ahhh. O cuando comenzaba a metérmela toda hasta dar arcadas, el tipo decía ohhh ohhh que rico cabrón. De repente tomó de mi cabeza y comenzó a follarme la boca, lo comenzó a hacer suave. Parecía considerarme, sabía el pedazo de verga que cargaba.

Mientras me follaba la boca, disfrute de manosear aquel hermoso culo que tanto me encendía. Así pasamos unos 10 minutos, mientras él me follaba la boca. Tomé yo el control de la mamada y se la mamé de forma profunda y luego rápido mientras acariciaba sus testículos y culo. Noté como se tensaban sus espectaculares piernas y como subía su pelvis para llegar más adentro, de momento comenzó a gemir de manera gruesa oohhh oohhh, cabrón, me vengo, dijo. Esa fue demasiada corrida, él gemía, sus músculos se tensaban y su cabeza estaba hacia arriba. No me la iba a tragar, pero me llenó todo, mi rostro quedó bañado de leche, mi camisa (de color azul) quedó blanca en el cuello, leche cayó en mi pantalón. El tipo literalmente se vació encima de mí. Yo ni me había pajeado, ni nada. Pero estaba satisfecho. Haber comido semejante macho. Él tipo, ya no me parecía tan altivo, de repente reaccionó, se subió el short y el boxer y se puso su camiseta.

Me miró y me dijo, pero: puta, cabrón, te he dejado hecho un desastre. Disculpa. Ahora me parecía hasta amable. Le dije que no se preocupara que yo lo había disfrutado. Él, creo que se sonrojó, aunque la poca luz no me permitió apreciarlo bien. Me dijo entre nervios y la conmoción del orgasmo que acaba de tener que, era la primera vez que hacía algo con un hombre, que por favor no se lo dijera a nadie, que él tenía novia, pero que andaba súper caliente y ella no estaba en la ciudad. De repente cambió de tono, y me dijo que si me atrevía a decirle a alguien... ahí yo lo detuve y le dije: tranquilo, queda entre tú y yo.

Dicho esto me dijo: Bien, me voy. Hicimos lo mismo que al entrar, él se fue primero, yo después y cuando ya estuve en la vía pública lo dejé que se marchara sólo. Ahí me acordé que tenía todo manchado de semen y personas que pasaron lo notaron. Yo me quité mi camisa y me quedé en la camiseta que tenía dentro. Aquel olor era fuertísimo. Olía a hombre y no sé que más ¿qué coño comía aquel tipo?, el olor no era desagradable, pero sí era fuerte. De esa forma, con semejante olor, no podía tomar un taxi. Caminé hasta casa, me metí a la ducha y me hice una paja de aquellas, aunque no tardé mucho, estaba demasiado excitado.

No volví a ver a mi adonis en el cyber. Ni supe su nombre. No lo volví a ver hasta hace tres meses que descubrí, por accidente, la farmacia donde trabaja. Fui a hacer unas compras a esa farmacia y ahí estaba él, igual de hermoso o más. Se ha dejado crecer la barba, y wow, luce hermoso. En cuando me vio me reconoció, bajo la mirada y evitó atenderme. Lo hizo una chica. He ido varias veces, evitaba atenderme, pero un día él estaba sólo y tuvo que hacerlo. Yo estaba acompañado, así que sólo le sonreí y agradecí su atención. Ahora ya me atiende y responde a mis sonrisas, pero nada más.

No se los puedo ocultar, me encantaría coger con él, pero no estoy seguro que eso llegue a ocurrir. Espero le haya gustado. Saludos.

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