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Pobre del mesero

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Quiero platicarles de algo que hicimos el miércoles pasado. Resulta que mi esposa Minerva y yo decidimos pasar la tarde en un motel.

Después de un rato de caricias, ella me dijo que tenía un poco de hambre.

(Se me ocurrió algo)

Que, para jugar y cachondear un poco, estaría muy caliente que ella recibiera al mesero desnuda.

Mi esposa respondió que le parecía mucho y posiblemente no se atrevía a tanto.

Pero que se sentía más segura con una toalla puesta.

Tome el teléfono de la habitación, llame a la recepción y ordene la comida, pasaron casi 20 minutos cuando escuchamos el ruido de la cortina abriéndose, ella, rápidamente tomo la tolla y la puso sobre sus pechos, pero dejando sus hermosas nalgas medianamente visibles, se le veía menos de media nalga, lo que ella no sabía es que para nosotros los hombres eso es mucho más atractivo.

Yo dejé mi celular grabando y lo escondí en una toalla para mirar después el espectáculo, al abrir la puerta el mesero ya estaba parado sosteniendo una charola donde traía la comida, no se imaginan la cara que puso el pobre, la cara se le pusa roja, mi esposa lo saludo mientras agarraba la toalla para que no se le cayera, pero la soltó para tomar la charola, se dio la vuelta lentamente para dejarla sobre la mesita del cuarto, obviamente el chico no quitaba la mirada de sus nalgas desnudas.

Mi esposa le pago y le dijo que se quedara con el cambio, el mesero le contesto muchas gracias a usted, fue todo un placer y si necesita otra cosa avíseme.

Se dio la vuelta para irse.

Yo salí del baño y vi a mi esposa con una sonrisa enorme.

Nos moríamos de risa al ver en el celular, los ojos que hizo el mesero.

Mi esposa comentaba que nunca se había imaginado capaz de algo así, nos abrazamos y besamos como emocionados.

Después de comer hicimos el amor cuando terminamos y estábamos descansando, le pregunté a mi esposa

-¿pedimos unas cervezas?

Me miro incrédula, pero le dije esta vez salgo yo.

Ella se echó a reír y comento que no creía que al mesero le gustara mucho ver mi cuerpo.

Le conté mi plan, tú te quedas al fondo de la habitación completamente desnuda, pero de espaldas, cabe señalar que mi esposa tiene una espalda muy atractiva.

Con la misma toalla te cubres las nalgas que no se te vean o tu decide cuánto enseñar dije.

Yo recibo las cervezas las pongo en la mesa el estará observando tu espalda, regresó a pagar y cuando yo diga la palabra (GRACIAS), tú te levantas lentamente, la idea es solo darle oportunidad de ver mientras la puerta se cierra.

-Vale manos a la obra. Dijo mi esposa

Llamé nuevamente a la recepción y pedí 4 cervezas, esta vez sólo tardó 10 minutos cuándo se escuchó el ruido, de la cortina abriéndose, tocaron la puerta, esta vez salí yo vestido.

Vi la cara de decepción del joven, pero mejoro cuando vio a mi esposa que se veía al fondo del cuarto posando su hermosa espalda.

Tomé la charola y le dije permítame regresé por dinero, dejando la puerta abierta, nuevamente hice el mismo recorrido para pagar.

Estaba apenas por pagar cuando escuché los pasos de mi esposa que caminaba rumbo al baño soltando una carcajada burlona.

Los ojos del mesero se abrieron más.

(Cuál gracias pensé)

Se adelantó mi esposa.

Nos vimos los dos con cara de bobos, le dije gracias mientras cerraba la puerta lentamente.

Adoro a mi esposa porque siempre busca la forma de sorprenderme.

Lo que les puedo comentar como esposo con todo respeto, más a parejas como nosotros que llevamos ya mucho tiempo juntos.

Es que sean cómplices de ustedes.

Jueguen, jueguen mucho.

Hagan el amor de mil formas antes que ya no podamos.

Es mejor decir nosotros hicimos y nos divertimos, a que hubiera hecho esto o lo otro.

Los años no regresan.

Gracias y Saludos.

M&J

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