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Por fin nos encontramos

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Llegaste, vestías un pantalón negro muy ajustado y una blusa blanca semi transparente que dejaba ver tu ropa interior, pero tenías una chamarra de mezclilla negra que se te veía genial, tenías el pelo recogido en una colita de caballo que se te veía muy sexi.

Nos dimos un beso y un abrazo fuerte te tome de la mano y nos fuimos a sentar en una banca, te pregunté si desayunaste y me dijiste que no, que tenías hambre y me dijiste que querías tacos, lo que me pareció buena idea, nos levantamos y yo te seguí a dónde los tacos te abrace y así caminamos, luego de desayunar me dijiste que conocías un hotel muy chido y yo solo te dije "vamos", llegamos a un hotel que por fuera no me pareció nada fuera de lo normal, pero al entrar al cuarto me alegro mucho, tenía jacuzzi, luces de neón y una cama muy cómoda, además de tener sillón del amor...

Entramos y te dije "por fin juntos" y asentiste con la cabeza, comenzaste a quitarte la chamarra, pero te detuve y te dije "espera, lo quiero hacer yo"...

Te quite la chamarra y al hacerlo me puse detrás de ti y vi tu lindo trasero, no me aguante las ganas y te di una nalgadita, te tome de la cintura y volteaste la cara para darnos un beso muy rico, durante el beso te fuiste dando vuelta lentamente hasta quedar de frente a mi y aproveché para desabotonar tu blusa, nos seguíamos besando y deslice tu blusa lentamente hasta el suelo, te abrace un poco para sentir el calor de tu piel, sin dejar de besarnos desabroché tu bra y lo baje lentamente y tú agarraste mi cabeza y la hiciste para abajo pidiendo que te las chupe, yo bajé lentamente besando tu cuello mientras mis manos agarraban tus bubis, chupe una y luego la otra y al final le di una mordidita que hizo que se te erizará la piel, seguí bajando hasta quedar de rodillas frente a ti, desabroché tu pantalón y lo baje lentamente mientras besaba cada pedazo de piel expuesta, acariciabas tus piernas hasta quedar solamente en una tanga de color blanco en encaje que se te veía deliciosa, pase mi lengua por tu panocha aún con la tanga puesta, para después irla quitando lentamente con mis dientes hasta llegar a tus tobillos, acerque mi cara a tu panochita y tú me jalaste con tus manos muy fuerte contra ella y yo buscaba tu clítoris con mi lengua hasta encontrarlo y abriste las piernas y me dejaste saborear el rico jugo de tu sexo...

Luego de lamer por un rato me puse de pie y tú me quitaste la playera como desesperada y me aventaste a la cama, desabrochaste y pantalón y bajaste mi bóxer buscando mi pene que ya estaba bien erecto, lo tomaste con la mano y luego de besar mi glande con tus labios lo lamiste desde la base hasta la punta para luego meterlo a tu boca y chuparlo como se chupa una paleta helada, acariciabas mis huevos mientras yo te observaba y cuando dabas unas lengüeteadas en la cabecita volteaste a ver mi cara con una mirada muy caliente y llena de placer, mientras yo me mordía los labios de placer...

Me quitaste por completo el pantalón y te sentaste en mi cara para hacer un 69 que mientras nos chupamos nuestros sexos yo acariciaba tus bubis que se salían por los lados, te pellizcaba los pezones que ya estaban bien duros y trataba de agarrarlas por completo con las manos y apretarlas, luego agarre de las nalgas y te las abría para que mi lengua entrara más profundo en tu panocha y poder disfrutar de tu jugo. Tu tratabas de meter toda mi verga en tu boca mientras gemías y pujabas cada vez que mi lengua y mis labios jugaban con tu clítoris, yo creo que ya sentías que te venías, porque me pediste que te metiera la verga, te puse a la orilla de la cama y yo de pie me puse tus piernas en mis hombros y jugué con tu clítoris con mi verga un momento luego la fui metiendo lentamente hasta el fondo y luego me moví muy rápido viendo cómo entraba y salía mi verga de tu panocha y a la vez como se movían tus bubis al ritmo de mis embestidas, tus gemidos aumentaron y luego se convirtieron en gritos ahogados por la falta de aire y puede sentir como se mojaba toda tu colita con el líquido que salía de tu panocha mientras jadeabas y jalabas aire por la boca, tus manos agarrando la sabana apretabas los dientes y cerrabas los ojos mientras algunas gotas de sudor recorrían tu frente...

Me fui moviendo cada vez más lento para que disfrutaras el momento y sintieras con mayor claridad, hasta que me detuve y me recosté a tu lado a chupar tus bubis, luego de un rato te subiste en mi y moviendo tu colita de una manera tan suave pero firme a la vez, con excelente control de tu cadera te novias en círculo, de arriba abajo y de frente hacia atrás mientras tus bubis rebotaban en mi cara y mis manos en tus nalgas acompañado de tus gemidos y pujidos no pude con todo eso, la excitación llegó al máximo, y descargue mi leche en tu panocha mientras cerraba los ojos y me mordía los labios y mis uñas se agarraron con fuerza a tus nalgas y mi cuerpo se tensó por completo...

Aún jadeabas cuánto de bajaste de mi y mi leche salió de tu panocha acompañado de tus jugos escurriendo por tus piernas, te acostaste junto a mi y te abrace y te bese mientras veía tu linda cara y tus hermosos ojos en lo que nos recuperamos un poco...

Después de un rato me levanté y fui al baño, llene el jacuzzi de agua caliente y te invite a acompañarme, así entramos los dos y nos relajamos un rato con las burbujas, estábamos sentados uno junto al otro, así que te abrace con una mano por encima del hombro y te agarraba una bubi mientras platicábamos, luego de un rato platicando sentí como tú mano agarraba mi pito y después de masturbarlo un poco comenzó a ponerse duro otra vez, te solté la bubi y metí mi mano para frotar tu panocha y juguetear con tu clítoris, nos pusimos rojos de la cara y no precisamente por lo caliente del agua, llegué a creer que eran nuestros cuerpos los que calentaban el agua, el baño se llenó de vapor y la luz se hizo más tenue, entonces tú te subiste en mi dentro del agua y con tu mano cogiste mi pene erecto y lo metiste a tu panocha bajando despacio hasta tenerla completamente dentro, tus bubis quedaban fuera del agua y era un espectáculo hermoso ver cómo se movían al compás del agua siguiendo tus movimientos de sube y baja, te abrace y nos besamos apasionadamente y tus movimientos se hicieron más lentos, pero sentía como tú panocha se apretaba fuerte contra mi verga que ya estaba completamente dura y así estuvimos un buen rato, tu me abrazabas fuerte y yo sentía tus bubis apretadas en mi pecho, cada vez más fuerte y cada vez más rápido, pujabas y me apretabas más, gemías y podía sentir lo más profundo de tu panocha con mi verga, yo sentía que me venía, ya no podía aguantar más, todo lo que estaba sintiendo me excitaba mucho y no sé si era el destino o nos conectamos tan perfecto que los dos casi al mismo tiempo nos venimos, entre jadeos y pujidos de los dos, abrasados con mucha fuerza en el agua caliente y las burbujas por segunda vez llene tu panocha de leche y sin salirte de mi verga te recostaste en mi pecho y mientras te abrazaba te bese la frente.

Luego de un rato salimos del agua, nos sacamos y nos fuimos a la cama, estábamos tan exhaustos que nos pusimos de cucharita y yo abrazándote y agarrando una de tus bubis nos quedamos dormidos...

No sé cuánto tiempo paso, pero al despertar estabas frente a mi solo viendo mi cara, me sorprendí, pero casi de inmediato retome el control, tu tenías una mirada coqueta y con una sonrisa en los labios me dijiste "ahora quiero ser tu perrita" te levantaste y fuiste derecho al sillón del amor, te pusiste en cuarto y moviendo tus nalgas en dirección a dónde yo estaba me decías "ven, te gusta mi culo?".

Con tu mano frotabas y abriste tu panocha para que pudiera verla, me puse de pie y me coloque frente a tu cara, te ofrecí mi verga para que la chuparas, la tomaste solo con tu boca y le dabas unas chupaditas bien ricas, lo que hizo que se parara otra vez y así como estaba de mojada con tu saliva me puse detrás y te la metí de un solo golpe, hasta el fondo, me movía muy fuerte y muy rápido, tus nalgas rebotaban en mi, con las manos abrí tus nalgas y puede ver tu culito, lo toque con la mano y me encantó ver cómo lo apretabas cada que lo rosaba con los dedos, moje mi dedo pulgar con mi saliva y sin dejar de cogerte lo fui metiendo lentamente en tu culito y bombeando cada vez más aprisa y más fuerte, mientras con la otra mano te daba nalgadas hasta dejar tus pompitas rojas y pude sentir como tú culito se apretaba cuando tuviste un orgasmo...

Saque mi dedo lentamente y tú culito se quedó abierto y luego se fue cerrando lentamente mientras tú puchita se movía y sacaba líquido de dentro de ella, luego te di la vuelta y te acomode para esta vez cogerme tus tetas, puse mi verga en medio y con tus manos las apretabas, vi tu cara de satisfacción cuando salto mi leche hacia tu cara mientras yo gemía de placer, con tu lengua tratabas de alcanzar mi leche en tu cara y con mi lengua la tome para llevarla a tu boca, chupabas mi lengua tomando toda mi leche...

Ya era algo tarde, anochecía y era el tiempo de regresar, a los dos nos esperaban, tomamos una ducha juntos, nos vestimos y salimos, pedí un taxi para ti y luego uno para mí, iniciaba mi viaje de regreso a León, Guanajuato, pero me sentía incompleto porque mi corazón se quedó contigo.

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