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Premio seguro a quien la meta mejor

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¡Premio seguro!, sí, sí, tal como suena, premio seguro era como rezaba en el cartel del anuncio que deje en la facultad de psicología donde estudiaba y en otras facultades, nada de nombres, nada de fotos, ni suyas ni mías, los candidatos solo tenían que enviar un currículum a un correo electrónico con la foto de su pene bien duro, medidas, grosor, resistencia así como una pequeña reseña de una supuesta cita conmigo, que haríamos, donde iríamos, cuanto tiempo etc. después de un casting por Telegram, indispensable una máscara para ocultar nuestro rostro, un casting capitaneado por mí y por dos de mis mejores amigas en el que una vez pasado les daría las precisas instrucciones para que se acercaran a la gran final y poder ganar el premio, o sea yo.

Lo primero me presentaré, soy Lara estudiante de psicología de 23 años y está mal que lo diga, pero estoy cañón y no es broma, desde que lo probé me encanta el sexo, no llego a ser ninfomanía, pero casi, no pasa un día sin pensar en tener una buena pene entre mis piernas, dentro de mi chochito, unos me llaman fresca, otros guarra, los hay que puta… bueno no me importa, unos practican el fútbol, otros el baloncesto, otros el atletismo y no por eso me meto con ellos ni les insulto, para mí, mi deporte favorito es el sexo.

Hace un año con unos amigos se me ocurrió este juego, me dijeron que no me atrevería, me dijeron que estaba loca, me dijeron tantas cosas que ya es su segunda edición y la primera fue todo un éxito, el juego consiste como habréis apreciado en mandarme un currículo de vuestra pene, yo decidiré quien pasa al la prueba final, final que consiste en que seis chicos me la vayan metiendo consecutivamente hasta que se corran, obligatorio preservativo, yo estaré a cuatro patas con los ojos vendados al igual que vosotros para no ver quien es quien, lo que me interesa es… vuestra polla y su resistencia, irán metiéndomela hasta cuatro veces seguidas uno tras otro, sin perder tiempo, el que pierda tiempo y no me la meta inmediatamente sin hacerme nada será eliminado y el campeón será aquel que se corra en último lugar, aunque me permito el comodín de conceder que alguien la meta más que otros y parar el juego en cualquier momento sin que os hayáis corrido.

El primer casting ya está en marcha, más de 80 chicos han enviado un correo y después de haberlas visualizado, excitado con ellas, tocándolas y lamiéndolas en la pantalla, 40 de vosotros habéis pasado al siguiente nivel, el casting hablado y entre vosotros hay voces conocidas, pero no sabría decirte de quien es quien (bueno alguno si), lo importante que la criba está hecha y seis de vosotros pasaréis a la semifinal por decirlo de alguna manera, uno de vosotros se convertirá en mi segundo semental.

Les he citado a todos en una habitación de hotel a la misma hora, irán entrando de uno en uno con la cara ya tapada, ellos no podrán ver mi cara ni yo la suya y para ayudarme están dos de mis mejores amigas, estas con máscara para no ser reconocidas cuando lleguéis, ellas también podrán ser jurados y opinar en caso de empate, además ya las he dicho que si quieren participar pueden quedarse con los que no pasen la prueba y eso dependerá de ellas y de ellos.

Son las cinco de la tarde y empiezan a llegar, yo estoy preparada encima de la cama con una venda roja en los ojos, ya me colocan a cuatro patas después de que previamente nos hayamos excitado, se las he cogido, meneado y chupado, ahora es el momento de que pase el primero para enseñarme de lo que es capaz con el instrumento que tiene entre las piernas, siento unas manos sudorosas en mis caderas, siento como me la mete con rapidez una, dos, tres y cuatro penetraciones y el siguiente, no ha sido ni mucho menos el mejor pene que me ha follado, pero habrá que esperar, la siguiente ha elevado el listón y la siguiente aún más, un pene duro y largo me ha arrancado mis primeros gemidos, es posible que tenga a mi campeón, pero la cuarta polla fue aún mejor.

El cuarto pene no se ha metido directamente, sino que se dedicó primero a jugar con mis labios y golpear mi clítoris con su pene, no hay nada escrito que no se le permita hacerlo, lo puede hacer mientras que no se pare y me la meta cuatro veces y allí va, se va metiendo en mi vagina muy despacio, sintiendo su glande entrar seguido de un tronco enorme llamado deseo, deseo a que la saque y la vuelva a meter, pero esta vez más rápido, la tercera y cuarta vez más rápido y profundamente, ha sido el único pene que en cada penetración me arrancaba un gemido, pero de momento es pronto para saber quien ganara.

La quinta y sexta polla no estuvieron a la altura sobre todo la sexta que enseguida que la saco se corrió y quedo eliminado, sin parar un momento sentía nuevamente el primer pene, yo ya no paraba de gemir a pesar de haber notables diferencias entre ellos, estaba tan excitada que cualquiera me hacía gozar, pero poco a poco se fueron eliminando, primero como ya sabéis la sexta, luego la primera, luego la quinta y para mi disgusto una de mis preferidas, la tercera, ya solo quedaban la segunda y la cuarta, mi preferida, pero a las dos se lo iba a poner más difícil aun, estaba tan excitada que percibía mi vagina tremendamente mojada y sus penes penetraban con tanta facilidad que sabía que les estaba sobreexcitando sobre todo cuando mis músculos las apretaba dentro de mi vagina.

Los dos penes tenían mi aprobación, pero estaba segura de tener a la campeón en la cuarta polla y lo que me termino de decidir fue que al volver a metérmela, empecé a tener un orgasmo con ella dentro y cuando en la cuarta penetración la fue a sacar mis manos agarraron las suyas que las tenía en mis caderas para que no se marchara diciéndole que siguiera bombeando su pene en mi vagina y este empezó a metérmela más y más rápido, penetrándome tan dentro con tanta fuerza que empecé a gritar como una loca mordiendo la almohada y gimiendo de placer con ella, el pene me penetraba y se instalaba muy dentro de mí, con fuerza me pegaba pequeños empujones sin sacarla apenas haciéndome gritar aún más de placer, aun así no se corrió, pero yo ya lo tenía claro, ya había campeón a pesar de que la otra polla resistía.

Empecé a oír otros gemidos, otros choques de carne de sexo en la habitación, no eran dos sino cuatro los cuerpos que sentía follar a mi alrededor, el pene número tres y el quinto se habían quedado a pesar de haber perdido y se follaban a mis acompañantes como premio de consolación, ellas podían ver sus cuerpos follar, no así la cara de ninguno, pero era algo más de lo que yo podía ver, ya que llevaba puesta la venda roja en mis ojos y para mi sorpresa el pene número dos de rodillas en la cama me dio la vuelta y abriéndome las piernas elevándomelas hasta sus hombros me empezó a follar nuevamente, metiéndomela hasta el fondo.

Cuando se iba a retirar le pedí que siguiera, yo tenía a mi campeón así que ahora era hora de disfrutar y le permití seguir, le permití a que una y otra vez su pene me follara, a que se metiera en el interior totalmente húmedo y mojado de mi vagina, a mi lado sentía el pelo de mi amiga Sofía, la sentía gemir a la altura de mi cabeza, sentía su aliento en mi cara, quise buscarla, pero no podía, el placer que estaba recibiendo me paralizaba el cuerpo, hasta que sentí como el pene número dos con tres grandes empujones y gritando de placer se corría por fin en el preservativo sacándolo de mi vagina.

Fue el momento de buscar los labios de Sofía, el momento de saborear su boca cuando una polla, la de mi campeón cogiéndome las piernas con sus manos y abriéndomelas me volvía a penetrar, sé sabia, ganador así que no reservo nada, cada penetración era un grito de placer, suyo y mío, cada vez que él gemía y gritaba su voz me resultaba familiar, pero no conseguía saber ni por qué, ni quien seria, mientras Sofía y yo seguíamos besándonos hasta que un nuevo pene se puso entre medias de nosotras y las dos empezamos a lamerlo, primero ella, luego yo o las dos a la vez, subíamos y bajábamos por el tronco fálico, lamiendo su glande con nuestras lenguas a la vez que se entrelazaban.

Nuestros cuerpos continuamente golpeados, empujados hacían que nuestras cabezas chocasen, que nuestros pechos bailasen en nuestro cuerpo y al otro lado de la habitación nos llamó la atención los gritos de placer de Marta y los gruñidos de sus amante, Marta más que gritos chillaba a su amante para que no parara, para que siguiera metiéndosela hasta que los dos estallaron y se fueron calmando.

Eso mismo nos pasó a Sofía y a mí, las dos estábamos recibiendo una buena ración de sexo y nuestros gritos empezaron a ser más altos de lo que solían ser en dos chillonas como nosotras, con un pene en nuestros labios, turnándonos en tenerla dentro de nuestra boca y con nuestras manos cogidas por la otra entrelazando los dedos, apretándonos cuando recibíamos una y otra vez los empujones y penetraciones de nuestros amantes, metiéndonos sus respectivas pollas en nuestros coños, nuestros cuerpos empezaron temblar y a sentir las dos un tremendo orgasmo a la vez que nuestros amantes, e incluso sintiendo el semen del tercer pene en discordia entre nuestros labios y salpicando nuestra cara.

La prueba final había terminado y yo tenía a mi campeón que aparte de correrse el último también me regalo dos orgasmos tremendos, no quiero decir que las demás no participaran solo que el tubo la fortuna de tener su pene dentro de mi vagina en esos momentos y después de las no presentaciones y de los polvos adicionales, mis compañeras y amigas nos despedimos quedándonos las tres con el campeón dándole la oportunidad de follar con las tres, evidentemente acepto.

Fueron dos horas de sexo inolvidable, Sofía y Marta acariciado mi cuerpo besándonos sin parar mientras que él nos penetraba a las tres una y otra vez hasta agotar los preservativos, era un verdadero semental y sabía que lo conocía de algo, su voz aunque impostada la reconocía y no sabía de qué, al marcharse no sin antes quedar para el premio final, fue el tema de conversación aunque al final, de lo que hablamos fue de lo bien que follaba, de cómo nos la metía una y otra vez sabiendo que ritmo tenía que llevar en cada momento, las tres nos deshicimos en halagos ante tal semental y las dos me envidiaban por la cita y los polvos que estaban por llegar.

Y si vosotros estáis excitados y con vuestro miembro tan duro como espero, imaginaros yo, mojando las bragas y escribiendo este relato mientras pienso en el final del mismo, un final que descubriremos en dos o tres días, ahora tengo una cosa que hacer… mmm pillin has acertado.

Besos

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