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Primera vez en cabinas

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Desde la pandemia yo había oído hablar de un lugar llamado "cabinas" pero jamás me había atrevido a ir hasta un gran día que me encontraba aburrido.

Salí de la universidad sin rumbo, no quería llegar a casa y no sabía que hacer, así que me subí al metro y decidí ir al centro de la ciudad, me bajé en la estación salto del agua y vi una sex-shop así que decidí entrar.

Entre y estuve un rato viendo las cosas hasta que vi las cabinas, pregunté que era y el sujeto que atendía solo se limitó a decir que puedo hacer lo que quiera con quien quiera, pero tenía un costo de 80 pesos, nervioso y extasiado decidí pagar y ver que me preparaba el destino.

Entre y lo primero que vi fue una puerta cerrada la cual solo pueden entrar parejas (en otra ocasión les contaré cuando fui con una amiga) así que me dirijo al área de la población general, al principio no sabía que hacer, vi dos puertitas pero no me atrevía a entrar, habían algunos hombres con los penes metidos en los glory hole que conecta con el área de parejas y apesar de que algunos se paseaban con el pene de fuera yo no me sentía raro o extraño, al contrario, me sentía como en casa pues sinceramente yo soy exhibicionista, me gusta exhibirme y desnudarme así que no tenía problema.

Después está el área de gays, eran muchas cabinas con una tele que pasaba porno gay, las cabinas estaban conectadas por glory holes.

Me estuve paseando un rato, sin nada que hacer hasta que me anime a entrar a una cabina, comencé a masturbarme viendo porno en la pantalla hasta que una mano entró por el glory hole y comenzó a masturbarme, era la mano de un señor, se sentía rasposa pero se sentía muy rica, me masturbo hasta que me dio un condón, me lo puse y acerque mi pene muy duro al hoyo, fue ahí cuando sentí su lengua pasar una y otra vez desde la punta hasta la base de mi pene. Estuvo chupándomela muy rico hasta que sentí que dejó de hacerlo, para luego sentir una presión muy fuerte y entendí que quería que se la metiera.

Presione fuerte hasta que entró y a pesar de que escuché un quejido de dolor el comenzó a moverse y moverse, teníamos el espacio limitado pero se sentía demasiado rico como para decir algo, no dure mucho tiempo hasta que me vine en el condón, el señor se quitó y me la volvió a chupar aún con el condón puesto, salí de la cabina y pensé que todos me verían raro o algo así, pero no, los demás hombres estaban masturbándose y platicando como si estuvieran en cualquier otro lugar, salí de ahí y me fui muy feliz rumbo a mi casa, me se ti tan cómodo que se volvió mi lugar favorito el cual frecuento muy seguido.

Si mi relato te gustó puedes dejar una valoración y un comentario, también puedes comunicarte conmigo si quieres contarme algo o que hablemos de cosas ricas, gracias por leer te envío un saludo.

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