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¡Qué carita más tierna!

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—Hola...

—Hola

—Cómo va tu día?

—Bien, bien y el tuyo?

—Tranquilo! acá en el trabajo esperando que termine luego la jornada, estos chicos me tienen enfermo. Pero lo bueno es que ya queda poco para verte, me muero por conocerte en persona por fin.

—Si yo igual me muero de ganas de conocerte, total ya llevamos harto conversando por acá. Ya no somos unos extraños jajaja

—Claro jajaja, mañana será el día… igual estoy impaciente y nervioso al mismo tiempo

—yo igual, pero estoy decidida… no me puedes dejar plantada eh!!

—No, nunca lo haré… Ya Ale voy a terminar unas cosas acá… y te recuerdo que viajaré temprano para que aprovechemos el día.

—Si a las 10:00 como acordamos, te esperaré fuera del terminal de buses, iré vestida completamente de negro y mis zapatillas rosadas, para que me distingas… será muy entretenido esto jajaja

—Si mi nenita será muy entretenido, nos vemos mañana.

Salí lo más rápido que pude de mi trabajo y me fui al departamento emocionado porque por fin conocería a la Ale en persona, ya llevábamos cerca de 3 meses hablando por redes sociales, pero aun no nos conocíamos y le tengo unas ganas increíbles y ella lo sabe muy bien, le he dicho lo ardiente que soy y me ha comentado que quiere ver si es verdad. Ufff con lo que me encanta que me provoquen! Me dormí pensando en ella.

Oh! Me quede dormido!! Me levanto de un salto, me meto a la ducha, lo hago todo en un minuto y logro salir del departamento casi corriendo, me subo al auto y logro ya estar en marcha hacia nuestra cita. Subo la música para escuchar el punk que me alegra cada día y mientras voy cantando, trato de hacer memoria si llevo todo lo necesario, los preservativos si!, la dirección del motel, si!, cargador del celular, chaqueta, otro bóxer, la billetera, documentos… si llevo todo.

Suena el celular y veo que me empieza a escribir la Ale que ya llegó, que no me ve y que donde estoy. Le respondo que estoy estacionándome, cosa que era verdad, ya estaba llegando a la plaza para estacionarme. Ya muy ansioso la llamo.

—Hola Ale, donde estas…?

—Hola Anto, estoy fuera del terminal de buses.

—Yo igual, pero no te veo…

—Date vuelta… acá estoy

Woww!!! Era hermosa, cabello largo liso de color castaño claro, tez blanca, mejillas rosadas, ojitos almendrados de color café, pestañas muy largas y una mirada muy profunda, labios delicados pintados sutilmente. No podía parar de mirarla, tenía una carita muy tierna.

—Hola Anto… por fin te conozco.

—Ale… sabía que eras muy bella por las fotos que había visto, pero eres más linda de lo que pensaba.

—Gracias, tampoco estas nada de mal… aunque tú si eres igual a las fotos que me enviaste jajaja.

No sé si quiso decirme algo bueno o malo, solo sonreí y la miraba continuamente ya quería besarla, pero me contuve, no podía parecer un inadecuado.

—Ya Anto y dónde iremos?

—No sé… tienes hambre?

—Si

—mmm… te tengo dos propuestas, tú eliges… una es, vamos a tomar un café por ahí para conocernos y conversar en un lugar neutro… o dos, vamos a comprar algo para comer y tomar y nos encerramos en un motel a conocernos mejor mmm.

—Voy por la segunda… compremos sushi, un jugo, un pisco sour o cervezas y nos encerramos… Ahh y una barra de chocolates con almendras.

Esta chica cada vez me gusta más y tiene esa carita de niña buena e inocente, pero es muy decidida y eso me gusta mucho más.

—Ya súper!!! Qué buena respuesta, vamos a comprar sushi y los bebestibles, porque del motel me encargo yo.

Fuimos hacia un local de sushi que estaba frente a la plaza y mientras caminábamos yo la miraba por todos lados, no sé si se daba cuenta, pero me enloquecía verla, su cinturita, su colita redondita, tus piernas largas, ver su caminar sensual me tenía ya deseándola.

—Oye que me estas mirando haa!! morboso… me doy cuenta como me miras, además muchas veces me dejas irme delante solo para mirarme la cola… y pones esa cara de degenerado… pero no te impacientes… que todo esto será tuyo amor… y me lanza un beso en el aire.

Compramos el sushi, unas cervezas, un jugo, el chocolate y un pisco sour y nos dirigimos al auto.

—Ale allá está el auto, ese rojo…

—Ya… y tienes la dirección?

—Sí, toma, búscala en el celular para que me vayas diciendo como llegar…

—Ok… pero vámonos rápido que tengo mucha hambre… me lo quiero comer todo mmm… Anto dobla por esta esquina, según el mapa derecho por esa calle está el motel.

Por fin llegamos; arrendamos una cabaña, la cual era bien acogedora, un dormitorio no muy grande, una cama amplia con luces y cortinas por todos lados, ella colocó música, mientras yo servía el pisco sour, la tomo de la mano le entrego su copa y le digo que nos merecemos un brindis. Haciendo sonar las copas, ambos nos tomamos de una sola vez todo el licor, nos miramos y sin esperar más nos besamos apasionadamente…

No parábamos de besarnos, le agarro el cabello la jalo hacia atrás y le beso el cuello, respiro muy agitado en su oído y ella se mueve apoyándose en la muralla, yo continuo besando tu cuello, mientras la otra mano la deslizo hasta su trasero, tocándolo suavemente y siento como ella ahora se agita mucho más, le vuelvo a tirar el cabello y paso mi lengua por sus labios, ella saca su lengua y busca la mía, yo le coloco mi mano en la cara y le acerco un dedo a la boca y ella toma mi mano empujando mi pulgar hacia el interior de su boca y me succiona el dedo muchas veces y en ocasiones se le escapan pequeños gemidos, yo la tomo fuertemente y la doy vuelta, colocándola pegada a la muralla, la tomo del cuello, mientras acerco fuertemente mi cuerpo al de ella y responde tirándome su culo para atrás y me rosa el pene, menea constantemente su culito y me hace jadear de emoción. Acerco mi mano a su boca y me succiona nuevamente el dedo, le coloco dos dedos y ambos los chupa incansablemente.

Le desabrocho la blusa y la toco, me enloquece, le saco los sostenes y ahora le acaricio sus bubis hermosas con mi dos manos, mientras ella me tira cada vez más el culo hacia atrás y me rosa fuertemente el pene el cual ya tenía totalmente erecto, impaciente por salir del jeans.

Me gusta mucho jugar con sus bubis y sentir como me masajea el pene con su culo, yo me pongo saliva en mi mano y se la coloco en el pezón izquierdo, acariciando la puntita, ahora hago lo mismo con el pezón derecho y en un minuto, la tengo agarrada de ambos pezones y se los apretó con mayor presión lo que le provoca un gemido y la suelto, lo vuelvo a hacer y vuelve gemir, ahora le vuelvo a agarrar los pezones y no la suelto y le pregunto al oído… “serás mi perrita?”... “si mi amo, seré tu perrita, hazme lo que quieras”… y le suelto lo pezones, por lo que vuelve a gemir.

Le tomo la cara y se la vuelvo hacia mí y nos besamos, pero siempre ella estando hacia la muralla y yo detrás, mientras nos besamos yo comienzo a desbrochar su pantalón, saco el botón, bajo el cierre y ella se menea cada vez más, le meto la mano entre sus calzones y toco su vagina, calientita, suave, exquisitamente depilada, la acaricio, está tan húmeda que su pantalón esta mojado, la comienzo a masturbar y se retuerce y gime más fuerte, yo no me detengo y mientras la masturbo le meto mi mano en la boca y ella mantiene toda mi mano en su boca. Me muerde y yo la masturbo cada vez más, le froto intensamente el clítoris, retuerce las piernas, con una de sus manos me toma del trasero y me intenta empujar hacia ella con más fuerza, cosa que hago y le doy unos puntazos muy fuertes y grita, me dice “ya para por favor… no me hagas acabar aun...”.

Paramos un poco y abrimos las cervezas, ella seguía muy agitada y tenía sus mejillas muy rojas.

—porque razón yo estoy con las bubis al aire y tu todo tapado haaa??? Yo también quiero ver…

—ven y sácame la ropa si quieres amor

Le da un tragó a su cerveza y se acerca a mí, me toma de la polera y me la saca tirándola al suelo, luego desbrocha mi jeans, baja el cierre y comienza a bajar mi pantalón y al mismo tiempo ella baja, se coloca de rodillas y saca mi pene, lo toma con ambas manos, me frota suavemente para adelante y para atrás y de la punta me salen gotitas, ella acerca su lengua y lame toda la cabeza, esparciendo ese líquido, comienza a chupar la cabecita y me mira… “te gusta amor??”. Me pregunta y solo puedo asentir con la cabeza, ni siquiera podía hablar, me toma con una mano de los testículos, acariciándolos mientras con la otra me frotaba para delante y par atrás, dejando solo la cabecita en su boca, no aguanto más y le agarro la cabeza y le meto todo el pene en su boca generándole un arcada, pero rápidamente se reintegra y lo vuelvo hacer y suena otra arcada. lo saco…

—Estas bien?

—Si amo… no pares!!

Le tomo la cabeza y le paso la puntita de mi pene por sus labios, ella saca la lengua y se le golpeo con mi pene varias veces, le tomo firme la cabeza y le introduzco todo en la boca, hasta más no poder, sintiendo como traspaso su garganta y como con sus labios golpea mis bolas, se lo saco nuevamente la dejo respirar unos segundos y vuelvo a metérselo y una y otra vez y ahora más fuerte, mis bolas chocan constantemente con sus labios le va corrido saliva por su mentón y sus ojos están llenos de lágrimas, pero yo no paro y sigo, ella coloca sus mano hacia atrás y se mantiene totalmente entregada a mi y con más ganas le penetro la garganta, lo saco y me mira con los ojos húmedos y su pintura corrida y me dice “quiero probar tu leche amo… dámela por favor” y abre su boca y saca la lengua y yo me preparo para darle mi leche, me masturbo muy rápido le agarro la cabeza, se lo meto en la garganta nuevamente y lo saco y me continuo masturbando y se la tiro, el primer chorro le cae en la frente, el otro en la mejilla y el tercero en la boca, ella me lo agarra y lo chupa sin parar sacándome hasta la última gota de semen, se saborea y con sus manos corre la leche que está en su carita, para meterla en su boca y tragársela toda.

La Ale se va al baño, así que abro una cerveza y solo pensaba en lo ardiente que me lo había hecho.

—Deben estar más fríos los sushis… aunque tengo ganas de comer chocolate, donde lo dejamos Anto.

—Está sobre la chaqueta.

—Hay que recargar fuerzas jajaja

—Hagamos un brindis… por nuestra cita Ale.

—Si, me encanto conocerte Anto, no pensé que fueras así.

—Así como?

—Tan ardiente, me gustan los hombres así… mira traje algo.

—mmm que es?

—Sorpresa! Sorpresa! Ven… siéntate en la cama, te mostrare lo que traje para que juguemos… mmm

Ella saca un pequeño bolso negro, me lo entrega y me dice al oído.

—Quiero ver si eres capaz de usar esto conmigo…

Abro el bolso y saco un frasco de vaselina sólida, un dilatador anal de 8 cm aproximadamente, no muy grueso y otro dilatador mucho más grande de 15 cm, con una cabeza muy gruesa.

Gateando sobre la cama se aproxima a mí y me dice muy coquetamente.

—Sabe cómo usar esas cositas conmigo? Quiero ver si te atreves mi Amo.

Esto me tenía muy excitado, tener frente a mí una chica tan hermosa y con una carita tan inocente pero en el fondo era tan perversa en la cama, era algo que me pillaba por sorpresa y me tenía muy excitado.

Me doy vuelta y la abrazo, nos besamos apasionadamente. Ambos estábamos solo con ropa interior, con su mano me agarra del pene, mientras yo la beso, me lo saca y me lo chupa profundamente, me succiona una y otra vez, pero necesitaba que parara un poco o me haría acabar nuevamente, así que logro sacarla y la coloco para atrás le saco los calzones y beso sus piernas y subo con mi lengua lentamente, ella se entrega y voy jugando con mi lengua hasta llegar a su vagina, se la froto con mi pulgar, está absolutamente mojada, le chorrea liquido por sus muslo y mi legua recorre toda su vagina, incursionando en todo los rincones hasta lamer suavemente su clítoris, mientras escucho como gime, cada vez más y yo no me detengo, pero llega un momento en que con mucha violencia me agarra de la cabeza y frota toda su vagina en mi cara, varias veces, me deja respirar y vuelve a masturbarse con mi cara, me frota efusivamente y gime muchas veces, yo me separo de allí y le levando las piernas y con la mano derecha saco un poco de vaselina y se la unto en el culo, masajeando su hoyito y siento como hierve de excitación, su mejillas están muy rojas, sus ojos cerrados y sus puños firmes sujetando el cubre cama, le introduzco un dedo y grita, pero no lo saco, por el contrario, se lo dejo dentro mientras me acomodo a lamer su vagina, le paso efusivamente mi legua, mientras muevo mi dedo en su culo. Lo saco y ahora coloco vaselina en dos dedos y le masajeo el hoyito, le meto lentamente los dedos hasta que le entran completamente en el culo, así que sigo lamiendo su vagina y escucho como empieza a gemir cada vez más, le saco los dedos y sin preguntarle nada la levanto y la coloco en 4.

—Nenita ese hoyito te lo abriré con los juguetitos que me entregaste, prepárate!!

—Mi amo haz lo que quieras con este culito, es tuyo y ojala lo trates muy mal, me he portado mal necesito que me castigues muy fuerte!!!

Ufff escucho eso y me pongo muy hot, le coloco vaselina en el hoyito metiendo nuevamente dos dedos, pero ahora le entran más fácil, así que tomo el juguete más pequeño, le pongo vaselina, pero encuentro que es muy pequeño y quiero que sienta como le abro el culo, así que agarro el dilatador más grande, le coloco vaselina, le presiono el ano con el juguete, pero este no entra, está muy apretada.

—Me estas metiendo el grande?

—Si nena, tienes un culito muy ardiente que debe ser castigado.

—Ooh si trátalo mal, muy mal!!!

Le empujo con más presión y no, no puede entrar, le abro con mis manos sus nalgas y le escupo el hoyito y lo vuelvo a intentar y no dejo de presionar, si siento como entra un poco pero aún falta, le doy una nalgada y grita, le coloco más vaselina y continuo mi labor, debo abrir su culito vuelvo a presionar y se empieza a meter en su ano, pero no del todo, ella gime y aprieta el cubrecamas

—Anto por favor no pares… quiero sentirlo todo!!

Y yo obedezco y le presiono con más fuerza el dilatador y de golpe entra todo y ella grita y se aferra a la almohada, se lo saco y cuesta bastante su ano se cerró, pero se lo tiro con mayor fuerza y sale, se lo vuelvo a meter, pero ya no cuesta tanto, ella comienza a masturbarse, se lo saco y se lo meto con mayor fuerza y gime sin detenerse, su ano ahora abierto quedando con la forma del dilatador suelto el dilatador y me coloco yo detrás…

—Aguanta mi amor!!!

Y le meto todo mi pene en el culo, sin detenerme hasta que no puede entrar más, ella lanza un grito y comienza a tirar su culo hacia atrás, se siente muy rico, siento como palpita mi pene dentro de su ano, le garro las caderas y comienzo a penetrarla más fuerte, dando embestidas sin compasión, una y otra vez, ella comienza nuevamente masturbarse, yo no me detengo, ella gime cada vez más fuerte, agacha la cabeza apoyándola en la cama al igual que sus hombros, dejándome el culo más parado para penetrarla, sigue masturbándose, le doy tan fuerte como puedo…

—Dale, dale no lo saques… rómpeme el culo, ahh… ohhhh… más fuerte porfa… dale ohhh… ohhh…

Y mientras se masturba, se retuerce mojando toda la cama con su gran chorro incontrolable, le dan espasmos y gime muy fuere, al ver ese hermoso squirt, le doy mis últimas estocadas muy fuertes y rápidas, hasta que le lleno todo el culo de leche y ella tirándose hacia atrás sin dejarme sacar el pene.

—Ohhh que rico!! Mi amo me dejaste llenita

Y ambos caímos rendidos en la cama.

—Ufff nena, eres fantástica, no me imaginaba que fueras así… tu carita esconde toda tu perversión.

—Ese es un alago? Jajaja

—Si jajaja eres muy bella Ale.

—Gracias… pero no me hagas sonrojar… mejor pásame el chocolate… queda un poco o no?

—Sí, lo iré a buscar.

—Anto y si nos bañamos juntos? Además si ocupaste tanto mi cola, mínimo que le des un masajito jajaja

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